lunes, 31 de marzo de 2014

Balada Triste del Rio Tajo

Todos estudiamos en el colegio que el Tajo es el río más largo que atraviesa la Península de este a oeste, pasando por las comunidades de Aragón, Madrid, Castilla-.La Mancha y Extremadura.

Que nace en la Sierra de Albarracín (Teruel) y desemboca en el océano Atlántico en la zona de Lisboa. Y todos, cuando éramos pequeños, nos tuvimos que aprender la retahíla de sus afluentes.

Esto está muy bien recordarlo. Pero, sin embargo, hay algo más doloroso de recordar: que hubo un tiempo, no muy lejano, en el que las aguas del río eran limpias, aptas para el consumo humano y para el baño (algo especialmente duro ahora que comienzas las calores; como dice el romance: «por mayo era, por mayo, cuando hace la calor»).

La cruda realidad es que desde hace décadas está supersucio a su paso por Toledo, contaminado y con un incesante sangrado de agua debido al trasvase Tajo-Segura, que comenzó a desviar parte de su caudal a la zona suroriental de España allá por el año 1979.

Típica imagen de los bañistas en la playa de Safont, realizada por Luis Arribas, en los años 60. «En ella podemos ver a un muchacho que está dando una patada a su hermana y que, según hemos podido saber, es el poeta , y colaborador de este suplemento, Amador Palacios, cuya travesura quedó inmortalizada en esta estampa»

El transcurrir del Tajo está íntimamente vinculado a la ciudad de Toledo, a la que abraza trazando un meandro. Toledo es Toledo gracias al río Tajo: no sólo ha sido determinante en su configuración como ciudad ubicada en unas colinas, sino también en los avatares que han sucedido a lo largo de la historia.

Han sido muchos los esfuerzos intentando acercar el agua del río (el gran dilema era cómo coger el agua y subirla unos 100 metros hasta los hogares) para saciar la sed de los toledanos: desde el célebre Artificio de Juanelo hasta el sistema de turbinas de López Vargas.

Pero fue en 1948 cuando se solucionó el problema al traer el agua de otro sitio: del embalse del río Torcón a Toledo a través de un sistema de conducción de 62 kilómetros de longitud. El ingeniero Ángel Ortiz Dou fue el autor del proyecto.

Aunque el agua del Tajo estaba al lado, sin embargo la opción de traer el agua desde un alejado embalse presentaba dos ventajas importantes: que descendía con facilidad hasta Toledo y que el agua era de buena calidad.

Este hecho aparecía reflejado en la célebre placa que estaba en uno de los laterales del Ayuntamiento, pero fue ocultada con motivo de la aplicación de la denominada Ley de Memoria Histórica. Este sistema se completó, posteriormente, con el embalse del Guajaraz para de esta manera poder garantizar un suministro mayor.

Hasta entonces era fundamental la recogida del agua (se mezclaba el agua de la lluvia y la del Tajo) en cisternas o aljibes. Con la traída de aguas del Torcón se acabaron las colas en las pocas fuentes de la ciudad y también murió la profesión de los azacanes, es decir, la de los aguadores que transportaban el agua en cántaros que llevaban a lomos de los burros para subirla hasta las casas del Casco.

 Hasta aquel momento perduró una profesión cuya presencia podemos rastrear en el Lazarillo y en La Ilustre fregona. Aún nos queda una huella de este oficio en una calle del toledano barrio de Antequeruela: la calle de Azacanes.

La realidad es que la mayor parte del tiempo de vida del río sus aguas han sido limpias. Como es sabido, Lope de Vega y Garcilaso vieron salir de su corriente incluso ninfas, recalcando así su entorno bucólico o pastoril. Pero podemos acercarnos mucho más a la época actual: hacia 1960 el río se mantenía más o menos limpio a su paso por Toledo y había muchos bañistas en sus orillas. Hubo incluso una pequeña playa en Safont en la que existían unos tenderetes donde se vendían tajadas de barbo frito.

 Sí, era un río un poco traicionero que se cobraba de vez en cuando algunas vidas (según Luis Moreno Nieto unas 3 ó 4 víctimas cada año debido a los remolinos, los baches y los peñascos), pero la gente disfrutaba de sus aguas dándose algún bañito durante el tórrido verano toledano (por ejemplo en la zona cercana a Tabordo denominada río Chico, donde el río se bifurca dejando en el centro una pequeña isla).

Hay una foto clásica cuyo autor es Luis Arribas, de los años 60, que refleja una tranquila escena de los bañistas en la playa de Safont. En ella, por cierto, se ve a un muchacho que está dando una patada a su hermana y que, según hemos podido saber, es el poeta, y colaborador de este suplemento, Amador Palacios, cuya travesura quedó inmortalizada en esa estampa.

No resulta difícil encontrar réplicas de esta evocadora escena por la ciudad, pues cuesta creer que el río Tajo haya estado alguna vez así. Da la sensación de que los toledanos seguimos anhelando la recuperación de un río que todos sentimos un poco nuestro. La aparición una y otra vez y en diferentes lugares de la famosa foto constituye, a nuestro juicio, un plebiscito silencioso en toda regla.

Y ahora ¿qué es lo que tenemos? Pues un río sucio, en el que no se pude ver ni siquiera el reflejo del Alcázar. La única atracción que nos queda es ir a echar pan a los patos y a las carpas en la zona del embarcadero (lamentando el cruel entorno de estos animalitos). Todo por culpa de la contaminación, la misma que llevó al castor Moi a remontar el río (llamado Gran Hermano) para tratar de descubrir al culpable de la enfermedad del río, según el célebre relato

El río de los castores con el que el toledano Fernando Martínez Gil consiguió el Premio Nacional de literatura infantil en 1979. Y el culpable no es otro que el hombre. Una contaminación que comienza antes del trasvase y que tiene lugar sobre todo a finales de los 60

Ya el grupo de rock May, capitaneado por Fernando Buey, denunciaba en 1980 en una de sus canciones emblemáticas (titulada «El trasvase»), la contaminación del río y el trasvase. Especialmente la suciedad parecía localizarse en el tramo que va desde Aranjuez hasta Talavera.

¿Cuáles son las causas?

 En primer lugar, el trasvase Tajo-Segura, que fue ideado a finales de la década de los 60 sobre la base de unos cálculos según los cuales existían excedentes que permitían trasvasar desde 600 hm3 de agua al año.

Por otro lado, la excesiva contaminación de las aguas tiene su origen a principios de los 80, cuando, sin haberse alcanzado un grado aceptable de depuración en los vertidos procedentes del área periurbana de Madrid, comenzaron las detracciones de caudales del Tajo aguas arriba y su envío por el trasvase. 

Por este motivo disminuyó drásticamente la cantidad de agua que circulaba por el Tajo a su paso por Aranjuez, a la vez que la polución de las aguas enviadas por el Jarama en su entronque con el Tajo se intensificó debido al nivel de vertidos procedentes de Madrid. Con estos ingredientes, resultaba cuasi imposible que la calidad de las aguas y el ecosistema fluvial y ribereño no se viesen afectados.

Así fue y este es el motivo por el cual el río se ha convertido en una cloaca en su tramo medio, lo que no es difícil de comprobar en ciudades como Toledo o Talavera. Actualmente, el trasvase detrae el 70% de las aportaciones naturales de cabecera del río a la vez que éste recibe las aguas residuales de 6 millones de habitantes del área periurbana de Madrid.

Nos parece que los esfuerzos por adecentar las riberas, promoviendo jardines y sendas que faciliten los paseos cerca del río, no cogen el toro por los cuernos, que no es otro que tratar de recuperar un río para el bien de Toledo y de los toledanos. No es agradable pasear cerca de un río con la nariz tapada y comprobando cómo se ahoga en una contaminación para la que no parece haber remedio.

¿El Tajo tiene remedio?

¿El Tajo tiene remedio? Pues claro que sí. A los políticos a veces les interesa presentar algunos problemas como si fueran irresolubles, como si no tuvieran solución, que es una manera de justificar su pasividad.

Un Tajo limpio y apto para el baño es posible, pero se necesita una fuerte inversión y sobre todo voluntad política para hacerlo. El político que alguna vez logre afrontar este objetivo desde luego que habrá hecho un bien enorme a todos. Se necesita dinero, sí. 

El dinero que se gasta en inútiles libros de lujo, en ayudas que no van a ningún sitio, en arreglos de aceras que no tienen sentido, en un montón de etcéteras. Dinero hay, lo que sucede es que hay que establecer prioridades y saber gastarlo.

¿Hay algo que refleje mejor el interés general, de todos los toledanos, que tratar de recuperar el río?

Nos parece que es difícil encontrarlo. Quizá es hora de que la sociedad civil se conciencie y luche por algo que nos interesa a todos. Por nosotros y por las generaciones futuras, que podrán encontrarse con un Toledo reconciliado con su río, para que el abrazo de su meandro sea algún día de verdad.

Autores: RAFAEL GONZÁLEZ CASERO Y SANTIAGO SASTRE
Día 25/07/2011 - 21.55h
Fuente: http://www.abc.es/20110725/local-toledo/abci-balada-triste-tajo-201107252055.html

Santisimo Cristo de Urda: Cristo de la Mancha

El Día Grande de la Vera+Cruz en Urda (Toledo) | Lignumcrucis.es
La manchega villa de URDA en la provincia de toledo de unos 3.000 habitantes situada en los montes de toledo y perteneciente a la historica comarca del CAMPO DE SAN JUAN O GRAN PRIORATO DE SAN JUAN y a 50 kilometros de Alcazar de san juan.

La localidad es ampliamente conocida en La Mancha y en buena parte de España, debido a su imagen religiosa, el "Cristo de la Vera Cruz" o "Cristo de Urda".

La Penitenciaría Apostólica vaticana concedió la celebración del año jubilar perpetuo en los años en que el día 29 de septiembre, solemnidad del "Santísimo Cristo de la Vera Cruz" o "Cristo de Urda"1 , coincida en domingo.

VISTA DE LA VILLA DE URDA Y EN PRIMER PLANO LA PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA Y EL SANTUARIO DEL SANTO CRISTO DE LA VERA CRUZ.

Los origenes de esta villa de URDA setienen tras de la reconquita de estas tierras por la tropas castellanas y pasando a dominio de la ORDEN HOSPITALARIA DE LOS CABALLEROS DE SAN JUAN DE JERUSALEN O ORDEN DE MALTA este lugar fue repoblado por colmeneros que sedidicaban a la explotacion de las colmenas de miel, en el año 1232 URDA aparece como aldea de Consuegra por lo que esta poblacion pertenece a este GRAN PRIORATO DE LA ORDEN DE SAN JUAN en Castilla en el año 1557 el rey CARLOS l de España le concede el titulo de villa.

Lo que hoy es Ermita y Santuario del Santo Cristo de la Vera Cruz (Siglo XVIII) fue levantado sobre restos de un templo visigodo. Así lo demuestra una hilada de piedras con dibujos representativos colocada en la fachada delantera del actual edificio.

ANTUARIO DEL SANTISIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ - EL CRISTO DE URDA, este santuario tiene su origen en el siglo XV como una ermita dedicada al CRISTO DE LA CAJA, ermita que con el paso de los años se fue reformando como la vemos en la actualidad una iglesia barroca con retablos del siglo XVll como el del altar mayor y otros retablos laterales, la imagen del santo cristo de la caja se desconoce quien fue su autor y fecha de su creacion en la actualidad esta imagen sevenera en la parte superior del retablo mayor del santuario imagen que paso a un segundo lugar en la devocion popular cuando la cofradia de la santa veracruz en carga una imagen del nazareno jesus con la cruz acuestas en el año 1596 al imaginero DON LUIS DE VILLOLDO en su taller de toledo por la cantidad de 400 reales de plata castellana.

SANTISIMO CRISTO DE URDA EL CRISTO DE LA MANCHA. - Cofrades Urda ...Con la llegada de esta sagrada imagen fue creciendo el fervor por esta y siendo la principal imagen de devocion popular en esta ermita y que luego se fue estendiendo por varios pueblos por los muchos milagros obrados por mediacion de esta santa imagen, el dia 28 de septienbre la imagen del santo cristo de la veracruz el cristo de urda es trasladado en procesion desde su santuario a la parroquia de san juan bautista y el dia 29 fiesta principal del santo cristo se celebra una funcion solemne en la parrroquia y despues la multitudinari procesion de traslado del la imagen del santo cristo desde la parroquia a su santuario.

Pero si por algo es conocido esta poblacion de URDA es por la veneracion de la imagen del SANTISIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ el popular CRISTO DE URDA O CRISTO DE LA MANCHA, URDA es lugar de pelegrinaciones y santuario JUBILAR la primera vez que esta villa fue santuario JUBILAR fue en el año 1996 al complirse en ese año el lV centenario 1596 - 1996 de llegada a URDA de la sagrada imagen del santo cristo este privilegio jubilar fue concedido por su santidad JUAN PABLO ll la segunda vez que esta villa fue santuario jubilar fue en el año 2.000

Tres siglos.qxdCon motivo del jubileo de la iglesia universal este privilegio tambien se lo concede el papa JUAN PABLO ll y en la actualidad este santuario del santisimo cristo de urda, la santa sede de concencedio el ser santuario jubilar para siempre cada vez que el 29 de septiembre caiga en domingo festividad de santo cristo de urda y fue aprobado por su santidad BENEDICTO XVl, asi la villa de urda se une a la ciudades jubilares Españolas de SANTIAGO DE COMPOSTELA, MONASTERIO DE SANTO TIRIBIO DE LIEBANA Y CARAVACA DE LA CRUZ, los próximos años jubilares en URDA seran los años 2019, 2024, 2030, 2041....

Llegando el 29 de septiembre dia de san miguel arcangel fiesta del santo cristo de la vera cruz el CRISTO DE URDA es muy facil el ver a cientos de peregrinos andando por los caminos y carreteras que conducen a URDA en este pequeño pueblo manchego en ese dia se concentran miles de personas mas de 85.000, personas venidas de varios pueblos principalmente de LA MANCHA pero tan bien acuden personas de MADRID, EXTREMADURA, VALENCIA, ANDALUCIA y otros lugares, pero durante el año las visitas al santuario del santo cristo son muy frecuentes todos los dias de cientos de devotos, el santuario esta atendido por una comunidad de religiosas SIERVAS DEL CORAZON DE JESUS. 

Publicado por Francisco A. Mazuecos. on septiembre 13, 2011 at 6:10pm
Fuente: http://cofrades.pasionensevilla.tv/profiles/blogs/stmo-cristo-de-urda-el-cristo-de-la-mancha
http://www.urda.es/index.php/historia

Historia de la Academia de Infantería

Coat of Arms of the Spanish Infantry Academy.svg
La academia fue creada con el nombre de Colegio de Infantería en Toledo, en 1850. El 17 de octubre de 1875, tras haber sido trasladada temporalmente a Madrid, se instaló en el Alcázar de Toledo.

Desapareció en 1882 al ser absorbida por la recién creada Academia General Militar, pero volvió a constituirse como Academia de Infantería cuando la Academia General Militar fue disuelta en 1893.

Entre los alumnos más destacados de la Academia de Infantería durante los primeros años del siglo XX, etapa en la que era coronel director José Villalba Riquelme se encuentran los que serían los máximos jefes militares de los ejércitos enfrentados en la Guerra Civil Española: Francisco Franco, Generalísimo del Ejército sublevado y Vicente Rojo Lluch, Jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular de la República.

Tras la creación de la Academia General Militar en 1927, la Academia de Infantería se convierte en Academia de Aplicación de Infantería.

Disuelta la Academia General Militar en 1931, la Academia de Infantería se fusiona con las Academias de Caballería y de Intendencia.3

En octubre de 1939, terminada la Guerra Civil, la Dirección General de Enseñanza Militar restablece las Academias especiales de las Armas.

El primer director en la nueva etapa sería el Coronel de Infantería habilitado Santiago Amado Lóriga.


En 1974 la Academia se fusionó con la Escuela de Aplicación y Tiro de Infantería, que tenía su sede en Madrid,5 al igual que lo hicieran las demás Academias de las armas con las respectivas Escuelas de Aplicación.

Sede

La sede histórica del Alcázar de Toledo ya había sufrido un incendio en 1887 y resultó completamente destruida durante la Guerra Civil.5

Al acabar la guerra, la Academia de Infantería estuvo instalada provisionalmente en Zaragoza, en el edificio de la Academia General Militar, y en Guadalajara, en la sede de la Fundación de San Diego de Alcalá.6

A partir del curso 19481949 regresó a Toledo, a un edificio de nueva construcción, obra de los ingenieros militares Teniente Coronel Manuel Carrasco Cadenas, Teniente Coronel Arturo Ureña Escario y Teniente Coronel Julio Hernández García.

El edificio, de estilo neorrenacentista, armoniza bien con el Alcázar, situado justo en frente. 

Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/Academia_de_Infanter%C3%ADa_de_Toledo


domingo, 30 de marzo de 2014

Historia de la Fábrica de Armas

La antigua Fábrica de armas de Toledo (España), ocupada en la actualidad por el campus universitario tecnológico de Toledo, se caracteriza por presentar uno de los conjuntos mejor conservados y de mayor calidad de la arquitectura industrial realizada en España en los dos últimos siglos.

Historia

Este complejo industrial que ha estado en funcionamiento durante más de doscientos años tiene su origen en un único y gran edificio, ampliándose su número, a lo largo de su historia, según van cambiando y creciendo las distintas necesidades industriales, dando como resultado lo que se denominará «Ciudad Industrial». Se encuentra situada entre los barrios de Santa Teresa, el poblado obrero y San Pedro el Verde, en la margen derecha del río Tajo, a unos dos kilómetros del centro de la ciudad de Toledo.

Puente colgante de los Polvorines, que comunicaba los terrenos de la Fábrica de Armas a ambos lados del río Tajo.

La fábrica de armas tiene sus antecedentes en la fama y el prestigio que tuvo la fabricación de armas en la ciudad de Toledo durante siglos, pero que en el siglo XVIII presentaba signos de decadencia. Carlos III, al acceder al trono español, decide crear una fábrica de espadas en Toledo similar a la de Torre Annunziata de Nápoles, construida unos años antes.

La fábrica comienza a funcionar en 1761 en la antigua Ceca de Toledo, en la actual calle Núñez de Arce; al poco tiempo este espacio se queda pequeño y comienza a plantearse la idea de trasladar la fábrica fuera de la ciudad, a la orilla del río Tajo, para poder utilizar su fuerza hidráulica; para ello se cuenta con la participación del arquitecto Francesco Sabatini, que diseña el nuevo edificio. Las obras van a concluir en su parte principal en 1780, comenzando a funcionar poco después como fábrica de espadas.

Durante los primeros años del siglo XIX la fábrica tiene varios momentos difíciles: es invadida dos veces (1808 y 1823) por las tropas francesas y solo a partir de los años treinta de este siglo empieza una lenta recuperación, produciendo espadas de una gran calidad.

En el último tercio del siglo XIX, la fábrica toledana debe adaptarse a las nuevas necesidades de armamento, para ello crea varios talleres de fabricación de cartuchos fuera del edificio Sabatini, comenzando un constante proceso de crecimiento, tanto de naves como de producción.

El comienzo del siglo XX acentúa el proceso de transformación, destacando la realización de sucesivas ampliaciones, los nuevos talleres y la diversificación de sus producciones. En 1910 cambia su nombre por el de «Fábrica Nacional de Toledo».

Siendo ministro de la Guerra José María Gil Robles, se potencia esta fábrica, incluyendo a 350 operarios para fabricar 800 000 cartuchos diarios. El crecimiento de la producción continúa hasta que con la Guerra Civil, el recinto fabril toledano debe trasladar parte de su producción a Palencia por motivos estratégicos.

Restablecida la situación tras el final de la guerra, debe destacarse durante los años 1940 la figura del coronel director Más del Ribero, quien tiene una gran importancia en el desarrollo de la fábrica toledana con proyectos como la realización de un poblado de viviendas para los trabajadores.

A partir de los años 1960 la fábrica de armas empieza a quedar obsoleta, el número de trabajadores se va reduciendo durante las siguientes décadas, hasta su definitivo cierre en 1996.


En 1998 el Ministerio de Defensa vende al ayuntamiento de Toledo los terrenos y edificios de la Fábrica de Armas y este a su vez cede el uso a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la cual creó en esta zona de la ciudad el Campus Tecnológico de Toledo.

Fuentes wikipedia
http://www.diegoperis.com/fabrica-de-armas-de-toledo-rehabilitacion/

Via Romana Toledo - Cordoba

Para Manuel Corchado la vía romana Toledo-Córdoba discurre por trazados distintos del camino real cristiano.

Según Corchado, poco después de salir de Toledo se separarían la antigua vía romana utilizada también por los musulmanes (Ajofrín, Sonseca, Arisgotas y Puerto de Marjaliza) y camino real cristiano (Diezma, Orgaz y Yébenes). 

Tras pasar la sierra por últimos pasos citados se juntan, pero nada más pasar la venta de las Guadalerzas o de san Juan de Dios, vuelven a separarse los dos caminos discurriendo así hasta Ciudad Real (por Fuente el Fresno a Calatrava la Vieja y Ciudad Real el romano) (por Darazután, Zarzuela, Malagón y Ciudad Real, el real cristiano). 

Desde Ciudad Real continúan juntos hasta Caracuel para separarse y no volver a juntarse hasta Córdoba: El camino real cristiano, desde Caracuel va por Almodóvar, camino de Veredas y puerto de la Coja, camino del Horcajo, Ventas del Molinillo, Inés, Tejada y Horcajo, Conquista, Adamuz, Alcolea y Córdoba. La vía romana iría por el camino Caracuel- Villamayor, camino de la Plata, puertos de Carnerero y Viñuela, Puerto Mochuelo, Torrecampo, Pedroche, Pozoblanco, Molino Horadado y camino viejo de Pozoblanco a Córdoba por el puerto Calatraveño y Espiel, castillo del Vacar y Cerro Muriano (MCS, 1969b, 16-17). (Este camino romano lo denomina “ Toledo-Córdoda por Calatrava y Puerto Mochuelo”) (MCS, 1969a, 137). 

Para Enrique Melchor Gil (ARIAS, 1993, 19) la “vía Corduba-Toletum” sale del Valle por Puerto Mochuelo, Torrecampo, Pozoblanco y Puerto Calatraveño, apartándose aquí del trazado de MCS para optar por Villaharta y, por la Cuesta de la Matanza, ir a dar al Castillo del Vacar y dirigirse a Córdoba.

Fuente: http://valledealcudia.webcindario.com/caminos%20publicos,%20caminos%20con%20historia%20-%202.htm

sábado, 29 de marzo de 2014

Toledo durante el Siglo XVI


En el siglo XVI Toledo aún mantiene el título de Ciudad Imperial concedido siglos atrás por los reyes castellanos. Sus cronistas retoman tal circunstancia y los momentos más gloriosos de su pasado a lo largo de la centuria; así lo hacen Pedro de Alcocer en 1554, Luis Hurtado de Toledo en 1576 y Francisco de Pisa en 1605. 

Todos ellos dan cuenta de su fundación clásica, a cargo de los griegos -del mismo Hércules según Pisa- y su posterior ennoblecimiento por los romanos, llegando entonces los toledanos a convertirse en iguales de aquéllos por su lengua y sus costumbres. En tiempos del emperador Constantino consiguió el título de Iglesia primada de España y sus habitantes el de ciudadanos del Imperio romano.


Los visigodos ennoblecieron de nuevo la ciudad, convirtiéndola en centro de la monarquía. El hecho de que los reyes asturianos y leoneses se consideraran herederos y guardianes del orden gótico hizo que, tras la conquista a los musulmanes, Toledo fuese de nuevo dignificada, esta vez por Alfonso VI, concediéndosele entonces el título de Ciudad Imperial, sancionado más tarde por Alfonso VII

Así pues, en la Edad Media Toledo destacaba como cabeza política, religiosa y cultural del reino. Cuando la idea del Imperio reaparezca en España con Carlos V, la ciudad sacará a relucir su pasado mítico e imperial en un intento de ganar el favor del monarca y mantener su estatus de ciudad principal. Se formula entonces respecto a ella uno de los tópicos más reiterados del siglo: Toledo como Nueva Roma, basándolo en las relaciones existentes entre ambas ciudades, tanto religiosas como topográficas o históricas. 

Sin embargo, no todos los aspectos ciudadanos resultaban tan a propósito para la identificación de Toledo con la ciudad ideal, antigua y renovada, acorde con los nuevos presupuestos humanistas, que pretendían sus moradores.

Lo cierto es que, urbanísticamente, la importancia musulmana era la dominante, por ello se iniciaron reformas para conseguir plazas regulares y de mayor tamaño, así como para ensanchar y regularizar las vías existentes. Tales esfuerzos se vieron recompensados al convertirse en la primera ciudad española en la que tuvo expresión el Renacimiento arquitectónico a partir del plateresco, dando como fruto unas construcciones verdaderamente a la antigua. 

Ello no supone que el título de Ciudad Imperial determinase un tipo de arquitectura propio y diferenciador, sino que se adoptó el lenguaje más moderno del momento, la arquitectura renacentista.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que las dos primeras obras construidas en Toledo según el nuevo estilo, hacia 1540, fueron el Hospital encargado por el cardenal Tavera, el más cercano a Carlos V, y el Alcázar Real, el nuevo palacio construido por orden del Emperador. El monarca sí se había decantado hacia la arquitectura renaciente en sus obras granadinas, su palacio en la Alhambra y su panteón catedralicio. 

Si en sentido estricto no puede considerarse que existiera un estilo imperial toledano, no es menos cierto que la arquitectura de la ciudad mantuvo, a lo largo de la centuria y en el principio de la siguiente, ciertas características que impregnaron la obra de los arquitectos, haciendo que el mismo Juan de Herrera adoptase en sus intervenciones elementos casi abandonados en el resto de su producción, como el aparejo rústico, o que el gusto por lo ornamental, ya abandonado en el resto de España en los años setenta, aún permaneciera en los proyectos de Diego de Velasco de Avila, la columna exenta en los de Diego de Alcántara y las superficies vivas por la policromía de las piedras embutidas en las de Juan Bautista Monegro.

Fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/7636.htm

El Baúl de Santa Teresa en la iglesia de Villarrubia de Santiago


Desde el Ateneo Científico y Literario de Toledo y su Provincia agradecemos a Antonio Martín Asperilla, autor del libro “Guia Mágica. 

La Mesa de Ocaña” que se hace eco de una reliquia del patrimonio histórico de la provincia de Toledo y que cómo pasa con muchos otros objetos de gran interés, pasa desapercibido para el gran público. 

Se trata del baúl que Santa Teresa dejó olvidado en Villarrubia de Santiago y está en esa localidad, en la iglesia de San Bartolomé, cuando iba desde Toledo a Pastrana.

Merece la pena visitar la iglesia de piedra labrada y careada sobre planta de cruz latina, de 47 m de largo y 23 m de ancho y una altura de 18 m.

La torre es de buena mampostería y sillar, muy bien compuesta por cinco cuerpos y basamento con líneas de imposta molduradas, los tres primeros cuerpos son ciegos, y los otros dos alojan el campanario.

Tiene un magnífico retablo mayor, poligonal de cinco lados, estilo barroco de transición al renacimiento, construido y tallado en madera y dorado en oro fino, con entrepaños estofados en oro. (+info Wikipedia)

El baúl puede visitarse en la sacristía de la iglesia.

Fuente: http://www.ateneodetoledo.org/archives/819

viernes, 28 de marzo de 2014

La Corona de Recesvinto

La corona del rey hispano-visigodo Recesvinto forma parte del fabuloso Tesoro de Guarrazar, descubierto en la provincia de Toledo entre las ruinas del monasterio de Santa María de Sorbaces. 

El tesoro estaba oculto en un escondrijo de una cámara lateral de la iglesia, junto al sepulcro de un presbítero llamado Crispinus, pero tanto su iconografía regia como la extraordinaria calidad de sus piezas hacen pensar que no están relacionadas con aquel personaje. Por el contrario, parece más lógico pensar que se trate de un conjunto de joyas de la monarquía hispano-visigoda, con un elevado contenido simbólico. 

El conjunto estaba formado por ocho coronas votivas y cinco cruces pertenecientes a diferentes reyes del siglo VII, así que su emplazamiento original debió ser otro, probablemente alguna iglesia de Toledo capital. Algunos historiadores han apuntado la hipótesis de que el tesoro fue escondido en este lugar apartado para que no cayera en manos de los saqueadores, cuando se produjo la invasión musulmana del año 711. 

Aquella invasión provocaría finalmente el colapso de la monarquía hispano-visigoda, y el exilio de muchos de sus nobles y clérigos hacia la Cornisa Cantábrica, donde lograrían detener el avance de los musulmanes y constituir el último reducto de la resistencia cristiana, el reino de Asturias. Por esta razón, el Tesoro de Guarrazar permaneció en el olvido durante siglos, hasta que una tormenta de verano provocó un corrimiento de tierras y lo sacó a la luz en 1858. A partir de entonces experimentó un sinnúmero de peripecias. Una parte fue vendida a un platero de Toledo, que fundió la mitad de las piezas. Otras coronas, entre las que destacaba la del rey Recesvinto fueron adquiridas por un militar francés de nombre Adolphe Héroruart, que las llevó a París. Allí fueron vendidas por 100.000 francos al Museo de Cluny, donde, al ser restauradas, sufrieron algunas modificaciones, sobre todo la corona de Recesvinto. 

El expolio de un elemento tan significativo de nuestro patrimonio artístico provocó un escándalo mayúsculo en la opinión pública de la época, pero fue relativamente fácil por la inconcreción de las leyes existentes entonces en materia de protección de los bienes culturales. Lo cierto es que en 1860 otra vez Héroruart consiguió sacar subrepticiamente una novena corona procedente de Guarrazar, con el fin de venderla al gobierno francés.

Posteriores descubrimientos, practicados por un tal Domingo de la Cruz, sacaron a la luz otro grupo de cruces y coronas, entre las que sobresalía la del rey Suintila. En esta ocasión fueron regaladas a la reina Isabel II, que ordenó realizar nuevas pesquisas para recuperar lo que pudiera quedar del Tesoro de Guarrazar. Todo ello fue custodiado desde el año 1861 en la Armería del Palacio Real de Madrid. 

Desgraciadamente, el 4 de abril de 1921, fue robada de allí la corona de Suintila, de la que nunca más se supo. En 1941, en virtud de un tratado de recíproca entrega de obras de arte suscrito entre los gobiernos de España y Francia, regresaron a Madrid seis de las nueve coronas de Guarrazar que aún se hallaban en el Museo de Cluny, acompañadas de otras obras artísticas excepcionales, como la Dama de Elche o la Inmaculada de Soult de Murillo. 

Nosotros, a cambio, entregamos un cuadro de El Greco, otro de Velázquez, un cartón para tapiz de Goya y una serie de dibujos franceses del siglo XVI. Las coronas devueltas fueron depositadas en el Museo Arqueológico Nacional en 1943, donde hoy subsisten, afortunadamente, junto con el resto del Tesoro de Guarrazar que se había guardado en la Armería del Palacio Real. Como anécdota curiosa, añadir que una letra "R" de la corona de Recesvinto, todavía continúa en París, olvidada sin una razón lógica desde que tuvo lugar el citado intercambio.

Tal como la podemos apreciar hoy, la corona de Recesvinto es un aro de oro curvado, con decoración repujada en sus extremos, a base de círculos, y un cordoncillo de remate. En la zona central, numerosas cápsulas con perlas y zafiros sin tallar de gran tamaño, separados por dibujos calados de palmetas. Las perlas y zafiros van alternados al tresbolillo. 

La corona se sujeta por medio de cuatro cadenas de oro, compuestas por eslabones en forma de corazón, primorosamente labrados, que se recogen en una macolla de dos azucenas, adornada con más piedras preciosas. De la corona, a su vez, cuelgan individualmente una serie de letras que forman el nombre del monarca: «RECCESVINTHUS REX». De cada letra, fabricada a base de celdillas, cuelga también una piedra preciosa.

Estas coronas hispano-visigodas del Tesoro de Guarrazar, al igual que las procedentes del Tesoro de Torredonjimeno, no tenían una función práctica, es decir, no se colocaban sobre la cabeza de los reyes.

Su destino era ser colgadas encima de los altares de las iglesias, a modo de exvotos, siguiendo una costumbre característica de algunos emperadores bizantinos, como Justiniano, Mauricio e Irene, que colgaron sus coronas en Santa Sofía de Constantinopla. Los reyes hispano-visigodos imitaron esta costumbre; por ejemplo, sabemos que Recaredo colocó una corona votiva de este tipo en la iglesia de San Félix de Gerona. Ofrecer una corona real en una iglesia es un acto de extraordinaria carga simbólica. Supone una alianza ostensible entre el poder temporal y el poder celestial, y sirve para justificar el orden social establecido. 

En la monarquía hispano-visigoda esto fue un asunto de la máxima importancia porque buscaba hacer posible el anhelo de unidad territorial, política y religiosa pretendido por sus reyes desde el III Concilio de Toledo, celebrado en el año 589. En aquel concilio, el rey Recaredo abjuró formalmente del arrianismo para convertir al catolicismo en la religión oficial del Estado. Más allá de sus consecuencias religiosas, la medida sirvió para favorecer la aceptación social de los propios visigodos por parte del grueso de la población católica hispanorromana, sometida bajo la autoridad de los primeros pero mucho más culta y numerosa. Por otra parte, el apoyo de una iglesia cuantitativamente poderosa era necesario para una monarquía bastante inestable, desde el punto de vista político. 

Los visigodos no habían asumido aún un sistema de sucesión dinástico, sino que preferían elegir a sus reyes, lo que ocasionaba constantes luchas por el poder entre las facciones nobiliarias, justificaba el regicidio como forma de acceder al trono y permitía el intrusismo de naciones extranjeras que apoyaban a candidatos distintos. La alianza entre la corona y el altar se presentó así como la mejor alternativa posible para dar la necesaria estabilidad institucional a la endeble monarquía hispano-visigoda, y eso es precisamente lo que muestra esta corona votiva.

MÁS INFORMACIÓN:

Publicado por Josué Llull
Fuente: http://www.arteiconografia.com/2010/10/la-corona-de-recesvinto_28.html

Los Azacanes, un oficio perdido en Toledo

Los azacanes toledanos también conocidos como aguadores, eran comerciantes que a lo largo del tiempo habían prestado sus servicios a los habitantes de Toledo.

El oficio del azacán (palabra de origen arábigo) había sido a lo largo de la historia de la ciudad castellana muy popular.

La extremada pendiente que los toledanos debían de salvar para alcanzar el río, así como la dureza de las rocas del subsuelo para hacer pozos, hacían de este oficio imprescindible, ni siquiera el moderno artificio de Juanelo, el cual sucumbió pronto al paso del tiempo, acabó con su existencia.

Tan popular era el oficio, que el ayuntamiento de Toledo, en sus antiguas ordenanzas, vigentes ya en el siglo XVI, consagra dos títulos completos a determinar las obligaciones, derechos y tasas de los aguadores y azacanes.

También hay referencias al prospero oficio que era el de azacán en el tratado sexto del "Lazarillo de Tormes", oficio cuyo protagonista desempeño durante cuatro años al servicio de un capellán de la catedral de Toledo. " 

Y púsome en poder un asno y cuatro cántaros y un azote y comencé a echar agua por la ciudad. Este fue mi primer escalón que yo subí para venir a alcanzar buena vida, porque mi boca era medida. 

Daba cada día a mi amo treinta maravedís ganados, y los sabados ganaba para mí, y todo lo demás (lo que excedía), entre semana, de treinta maravedís.

 Fueme tan bien en el oficio, que al cabo de cuatro años que lo use, con poner en la ganancia buen recaudo, ahorré para vestir muy honradamente de ropa vieja"

Pero como muchos oficios tradicionales, éste, no superó la barrera tecnológica del siglo XX.

Con la traída de las aguas del Torcón en 1947 desapareció de la ciudad este viejo oficio, hoy día su memoria es conservada todavía en el nombre de una empinada calle del barrio de la Antequeruela, en la ciudad vieja.

Fuente del Artículo: http://lacomunidaddelcastillo.blogspot.com.es/2007/09/los-azacanes-un-oficio-perdido-en.html

jueves, 27 de marzo de 2014

Historia de Lagartera

Los primeros pobladores de la región fueron los Vettones, pueblo perteneciente a la cultura celta, tal como lo demuestra los berracos y las cañadas para el ganado, que después fueron aprovechadas por los romanos para sus calzadas. 

A partir de aquí se fueron sucediendo una serie de culturas de las cuales, la árabe es la que ha influido en las costumbres, los ritos y el vocabulario lagarterano.

Los primeros documentos conocidos de Lagartera como pueblo se remontan a principios del siglo XII cuando, una vez conquistado Toledo por Alfonso VI, los mozárabes empezaron a repoblar el territorio. Lagartera inicialmente fue pues, un asentamiento mozárabe.

Es muy probable que sus primeros habitantes procedieran de Toledo y que ello fuera el origen del nombre “toleillo” el barrio más antiguo, que aún se conserva y que se considera el núcleo primitivo del pueblo. Tenía iglesia de culto cristiano (hoy desaparecida) que pagaba tributo a la catedral de Ávila, de cuya diócesis dependió hasta 1955 y que se considera la iglesia más antigua de la zona.

En el siglo XIV el rey Enrique II concedió a D. García Álvarez de Toledo la villa de Oropesa y sus aldeas, entre las que se encontraba Lagartera, como recompensa por la entrega de Toledo.

En el siglo XVI (1512), el segundo conde de Oropesa D. Francisco Álvarez de Toledo y Pacheco mandó construir los pórticos norte y sur de nuestra iglesia actual.

En el siglo XVII (1642) el séptimo Conde de Oropesa, D. Duarte Fernando Álvarez de Toledo, cuyas arcas pasaban por dificultades económicas, y apremiado por el Rey Felipe IV al cual debía 180.000 ducados, concede, a cambio de una gran suma de dinero, la independencia a Lagartera, dándole rango de Villa y dotándole de jurisdicción y justicia propias.

A mediados del siglo XIX tenía 498 casas y el presupuesto municipal ascendía a 25.636 reales de los cuales 3.300 eran para pagar al secretario.

El espíritu viajero del pueblo se remonta al siglo XVII, cuando los lagarteranos empezaron a ejercer de arrieros vendiendo por toda España paños angostos confeccionados en sus propios telares. A su vez traían platos de cerámica para adornar los portales de sus casas, convirtiéndolas así en verdaderos museos. Estos telares referidos se mantuvieron activos hasta mediados del siglo XIX. 

La actividad comercial de sus bordados artesanales empezó a principios del siglo XX y actualmente, la mayor parte de la economía del pueblo se basa en esta actividad que tanta y tan merecida fama le ha dado.


Fray Juan de los Ángeles.(1548- 1609).Fue un escritor de Lagartera , escritor religioso de la España de Felipe II . Perteneció a la orden Franciscana , y tuvo un gran conocimiento de los clásicos de la Antiguedad.

Algunas de sus obras fueron :

Salterio Espiritual (1604).
Presencia de Dios (1604).

Manual de la vida perfecto (1608).Marcial Moreno Pascual: (1911-1983) Fue un pintor de Lagartera . Pintor y escultor . De origen humilde , nunca había visto un pincel , ni ninguna herramienta de escultura , des de niño jugaba con el barro y pintaba sobre cualquier superficie.

Unas de sus obras fueron :

Humo de Lagartera
Mi lagartera 
Compuesta y sin novio.


El reposo.Julián García Sánchez :(1919 - 1998) .Fue un historiados de Lagartera. Trabajó en diferentes periódicos como ; La voz del Tajo , Ya , El Alcazar , Hoy , El Adelanto , etc.

Es autor de estas obras : 

Una Boda en Lagartera.
Corpus Christi en Lagartera
Cómo se habla en Lagartera
Marcial Moreno Pascual.Joaquín Sorolla pintó dos obras de Lagartera , una de ellas es esta :


http://www.entrepueblos.com/cate-historia-pueblo-lagartera/
http://lagarteranas.blogspot.com.es/
http://palomatorrijos.blogspot.com.es/2011/02/lagartera-comarca-de-campo-aranuelo.html

El Greco, al servicio de la Contrarreforma

Detalle de Cristo abrazado a la cruz (1580-85).

Cristo está idealizado sin sufrimiento, destacando el significado de la salvación. Nos lo muestra sereno y triunfante, mirando al cielo, la cruz no parece pesada. Eran los ideales de la Contrarreforma.

Los mecenas del Greco eran en su mayoría eclesiásticos cultos y relacionados con el centro oficial del catolicismo español, que era la Archidiócesis de Toledo.

 La carrera del Greco coincidió con el momento culminante de la reafirmación católica contra el protestantismo, por lo que los cuadros que le encargaban sus mecenas seguían las directivas artísticas de la Contrarreforma. 

El Concilio de Trento, concluido en 1563, había reforzado los artículos de fe. 

Los obispos eran los responsables de velar por el cumplimiento de la ortodoxia, y los sucesivos arzobispos de Toledo impusieron la obediencia a las reformas a través del Consejo de la archidiócesis.

 Este organismo, con el que el Greco estuvo estrechamente relacionado, tenía que aprobar todos los proyectos artísticos de la diócesis que debían ceñirse fielmente a la teología católica.70

El Greco estuvo al servicio de las tesis de la Contrarreforma como se pone de manifiesto en su repertorio temático: gran parte de su obra está dedicada a la representación de santos, cuyo papel de intercesores del hombre ante Cristo era defendido por la Iglesia. 

Destacó el valor de la confesión y la penitencia, que los protestantes discutían, con múltiples representaciones de santos penitentes y también de María Magdalena

Otra parte importante de su obra ensalza a la Virgen María, cuya maternidad divina era negada por los protestantes y defendida en España, habida cuenta de la gran devoción que se le tenía en el catolicismo español.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/El_Greco

El Olmo de Layos

El olmo, se encuentra muy cerca de los edificios más emblemáticos del pueblo, la iglesia y el palacio de los Condes de Mora. El olmo a lo largo de su vida ha podido compartir las andanzas de personajes de alto linaje dentro de la nobleza.


Se aprecia su edad en su tronco, de casi 5 metros de perímetro, y en los rastros que han ido dejando en él los años: la herida de una rama principal de casi medio metro de diámetro y un tronco hueco con abundantes agujeros de insectos perforadores.

En el año 2006 se realizó una poda importante y un tratamiento contra la grafiosis, mal del que adolece nuestro querido olmo.

Con una edad de más de 300 años, este olmo se encuentra vivamente ligado a la historia del municipio, y así lo ha reconocido Bosques sin Fronteras

El olmo forma parte del escudo heráldico de Layos

El olmo de Layos es propiedad del Ayuntamiento. Con una edad estimada de más de 300 años, este olmo (Ulmus minor) se encuentra vivamente ligado a la historia del municipio.

Por el palacio de Layos han pasado hombres ilustres, pues perteneció, como término municipal, al Adelantado de Cazorla, Juan Carrillo de Toledo, en 1445.

Poco después pasó por herencia a ser propiedad de los López de Ayala, condes de Fuensalida, hasta que por escritura de 1509 lo adquirió el tercer conde del mismo título, el diplomático don Francisco de Rojas, quien fue emperador de los reyes Católicos en Roma. 

Los condes de Mora siguieron habitando con frecuencia el palacio, contando entre sus ilustres invitados con la que fuera emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo.

El olmo o la olma, pues se le solía llamar en forma femenina por considerarse como una madre de todos los vecinos y vecinas del pueblo, bajo cuya protección quedaban, dando buena sombra en verano y siendo lugar de reunión y de enamoramientos y primeros besos entre las jóvenes parejas del pueblo. 

En muchas de estas poblaciones, como decimos, el árbol-tótem solía ser un olmo - u olma- situado en la plaza del pueblo, Bajo sus ramas, se celebraron juntas -de ahí el nombre de árboles junteros-, asambleas y reuniones concejiles.

Hemos de decir que el olmo, como ocurre con otros árboles de otras poblaciones, aparece en el propio escudo del pueblo, quedando reflejado, por tanto, como uno de sus más importantes símbolos. Vaya desde aquí nuestro homenaje a un ejemplo vivo más del ancestral culto a los árboles, como realidades sagradas que eran y que deberían seguir siendo.

ABC / TOLEDO
Día 20/11/2010
Fuentes: http://www.abc.es/20101120/toledo/olmo-layos-arbol-20101120.html
http://www.layos.org/PAGINA%20AYUNTAMIENTO/premio_arbol_historico.htm
http://iberiamagica.blogspot.com.es/2015/10/la-olma-juntera-layos.html

miércoles, 26 de marzo de 2014

Repostería Sefardí

Las comunidades sefardíes vivieron en la península ibérica hasta antes del año 1492 en el que los Reyes Católicos dictan expulsarlosen el edicto de Granada, la cocina sefardí adquiere hasta entonces todos los elementos autóctonos de la cocina peninsular.1

Algunos autores estudiosos de la cultura judía,3 afirman que no se puede hablar de una cocina judía y sefardi debido a que podría haber sido costumbre adaptar las variantes culinarias locales a la observancia de la tradición culinaria judía: kosher
Sin embargo, a pesar de intentar mantener la tradición, la cantidad de técnicas, y el empleo de ingredientes su posterior dispersión por Europa y América hace que se vaya enriqueciendo con las tradiciones y los ingredientes de los países que resultaron ser posteriormente la acogida durante la diáspora

De esta forma toma influencia de la cocina de Marruecos (en general de la cocina magrebí) o del sur de Francia, Bulgaria oTurquía. En todos estos países la influencia tiene una doble vía, ya que algunos platos europeos no se pueden explicar sin las costumbres culinarias de la gastronomía sefardí, y viceversa.4

Las dos vertientes de la cocina judía europea tienen de esta forma dos posibles explicaciones: los sefardíes en la cocina del sur de Europa que reúne parte de las costumbres de la cocina mediterráneahasta Turquía, y la vertiente de los judíos askenazí que influenciaron los guisos de Europa Central.

Durante el siglo XIV en la península muchos judíos se convirtieron al cristianismo con la esperanza de poder progresar y de recibir un mejor tratamiento.

 A estos se les denominó «conversos». Estas etnias establecidas en el territorio peninsular llegaron a influenciar directamente e indirectamente a la cocina española hasta tal punto que muchos platos considerados tradicionales hoy en día no podrían explicarse sin la influencia de la cocina sefardí.5 Algunas de las recetas descritas en ladino.6

Dulce Sefardí de Nueces, Naranjas y Especias

Dulce premiado en el I Concurso de Repostería de la Red de Juderías de España "Caminos de Sefarad". 

Elaborado en Jaén para la Red de Juderías de España.

Ingredientes: 
Nueces, Higos secos, Zumo de naranja, Ralladura de naranja y limón, Azúcar, Sal, Miel, Glucosa, Cabellos de Ángel, Canela, Clavo, Nuez moscada, Pan.

El día 1 de Julio 2005, se celebró en Girona la fase final del I Concurso de Repostería Sefardí, organizado por la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad.

El objetivo del concurso y el premio, eran la comercialización del producto en toda España, abriendo así una nueva línea de productos gastronómicos de alta calidad y especialización que, teniendo en cuenta los recetarios tradicionales y las normas dietéticas judías, apuestan por un producto novedoso y tentador para el paladar y para deleite de todos.

La receta de este apetitoso postre está inspirada en una receta del s. XIV. Es, pues, un dulce en el que las especias tienen un papel protagonista y en el que no se utilizan conservantes ni otra materia prima que no se pudiera encontrar en los reinos de España en el s. XIV, adaptada al paladar del s. XXI.

Este "Dulce Sefardí", está extraído de antiguos recetarios que hunden sus raíces en el final del medievo, con un toque personal que lo hace asequible al gusto del siglo XXI y constituye un trabajo, que podríamos denominar como de "arqueología gastronómica".

No es casual su elaboración a base de nueces, naranjas y especias.

Con la llegada de los árabes a la Península Ibérica , se va a intensificar el cultivo de cítricos, y el uso de la naranja va a ser característico en la elaboración de los dulces de origen judeo-español.

Por otra parte, la trilogía medieval de especias: canela, clavo y nuez moscada, presente en el "Dulce Sefardí", era de uso habitual en la repostería de la época.

Otros dos productos que dan un sabor especial al "Dulce Sefardí" son, por un lado los higos secos, y por otro el "almíbar", que es como se conocía antiguamente al cabello de ángel.

Los conservantes naturales de este dulce lo aportan la miel y el azúcar.

Un concepto muy cultivado por los reposteros medievales fue la búsqueda del perfecto equilibrio de lo dulce con lo ácido de los cítricos, lo que confiere a este producto un toque especial.

Todos los ingredientes empleados en la elaboración del "Dulce Sefardí" son de primera calidad.

Estrellas de Sefarad

Finalista I Concurso de Repostería Sefardí, organizado por la Red de Juderías de España "Caminos de Sefarad".

Una acertada y sutil combinación de almendras, nueces, piñones, clara de huevo, azúcar, azahar... Aromas y sabores evocadores de la sabiduría culinaria sefardí.

Las Estrellas de Sefarad aúnan el reconocimiento al trascendental legado gastronómico y cultural judío conservado en Toledo y en otras ciudades de Sefarad, junto con el buen hacer y la secular tradición artesanal de la elaboración del mazapán, el dulce toledano por excelencia.

Fuente: http://www.toledosefarad.org/GASTRONOMIA/reposteria.php
http://es.wikipedia.org/wiki/Gastronom%C3%ADa_sefard%C3%AD
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