viernes, 13 de junio de 2014

Adarve Ueld Elazri o Castillo Viejo de los Judios en Toledo

Bajada de Santa Ana

La judería comprendía diferentes barrios no deslindados entre sí. Éstos correspondían a los sucesivos períodos de crecimiento desde el núcleo inicial, y también a la diversidad social de la comunidad judía así como a su idiosincrasia organizativa.

Pero no sólo la organización de la judería en barrios nos ayudará a visualizar de modo aproximado el arrabal de los judíos, sino también los distinto adarves de la judería, comprendiendo por adarves las cercas o muros (con o sin camino de ronda) exteriores (Murallas) o interiores (muros), y también las callejas (estrechos callejones sin salida) que en ellos se abrían, dando origen a pequeños recintos cerrados de casas, llamados a su vez también adarves.

El término "adarve" constituye el elemento característico del urbanismo árabe y con él se designa a la vez un sistema de fortificación perimetral y un sistema viario radial y secundario; esto es: la ciudad árabe, fortificada en el exterior por adarves (con caminos de ronda), se organiza en el interior por un sistema radial (adarves interiores junto a vías que conectaban entre sí las puertas de las cercas) y por un sistema secundario (dando acceso a las viviendas a través de callejas o adarves).

Un documento de 1270 menciona el adarve denominado Ueld Elazri en una calle que conectaba con la Assuica, extendiéndose hasta el adarvedel Olivo y, a su vez, con:

La calle que era adarve [...] por su fondo comunica la dicha calle con la vía que se dirige de la puerta de nuestro castillo nuevo a la puerta del castillo viejo.

Los judíos vivían y poseían castillos en la España medieval. Algunos de estos castillos eran lo suficientemente grandes como para contener casas dentro sus muros, como en el caso del castillo judío de Toledo, como se puede comprobar por un documento datado en 1163.

En la actual Bajada de Santa Ana se pueden encontrar todavía parte de las murallas que cercaban la judería y el adarve, que llevaba hasta el Castillo Nuevo de los Judíos.

Los judíos poseían castillos en la España medieval.

Algunos eran lo suficientemente grandes como para contener casas dentro sus muros, como en el caso del castillo viejo de Toledo, como se puede comprobar por un documento datado en 1163.


El castillo tenía como misión proteger los barrios vecinos y cobijar a los habitantes de la judería en caso de ataque, como pasó en 1355.

El “castillo de los judíos” figura en 1163 en la escritura de un préstamo concedido al judío Isaac ben Abuyusef, que pone como garantía la mitad de su casa en el castillo de los judíos, sobre el río Tajo.

Varios documentos indican la existencia de casas apoyadas sobre el castillo.

En 1483 se registran «unas casas a la collacion de Santo Tome, en la juderia con tienda boveda [...] linda casa de los herederos de Jacob Abengato [...] y afrenta con el castillo de la Juderia y por delante la calle real publica».

En 1492 se vuelve a mencionar en un documento de aceptación de tributo sobre una casa cercana al castillo
que linda con la sinagoga de Santa María la Blanca.

El castillo viejo figura en la lista de los bienes de la aljama toledana de 1492:

«Yten, el solar del castillo que fue propio de la dicha aljama [...] lindero de la una parte las carnicerias e de la otra parte la cuesta que desciende del dicho castillo al rio, de de la otra parte una torre del dicho castillo que esta junto con la puerta de la dicha carniceria e las calles publicas».

El castillo limitaba con la carnicería y con la cuesta que baja al Tajo; una de sus torres se alzaba junto a la puerta de la carnicería. En esa fecha ya no quedaba de él más que un solar y una torre.

En 1496 comienza la urbanización del solar del castillo viejo:
Viendo que todo ese espacio estaba «todo fecho muladares e syn provecho, les parece a los funcionarios que lo inspeccionan por orden de los reyes que en fasello casas se farya barryo poblado, e quedava calle tan ancha y mas que ninguna de la dicha çibdad».

El solar que antaño ocupó el castillo se divide en parcelas y sobre esos lotes se hicieron casas en el primer cuarto del siglo XVI.

En la manzana que ocupó el castillo viejo, se trazaron dos calles que estructurarán el espacio:

la que sube hacia la plaza de Barrio Nuevo y la que baja hacia el puente de San Martín.

En 1550 el maestro Alexo Vanegas del Busto hace testamento.

Indica que tiene una casa «en Barionuevo en la colacion de Sto. Tome [...] solar que yo cerque delante de la puerta del cerco antiguo que es el sotano de mi casa, que pienso que ha mas de mil años que es puerta, porque el solar de mi casa se decia el castillo de Barrionuevo, digo que yo –la ocupaba desde 1514– vivía en una casa cuyo solar “se decia el castillo de Barrio nuevo”».

La descripción de las obras emprendidas por Alejo Venegas y el análisis de la construcción, que se mantiene aún a principios del siglo XXI, ha llevado a identificar su casa con el número 3 de la cuesta de Santa Ana, en lo alto de ésta.

El espacio ocupado antiguamente por el castillo de los judíos se encuentra en la esquina de las bajadas de San Juan de los Reyes y de Santa Ana, frente a la Escuela de Artes.

En el actual jardín privado de los franciscanos de San Juan de los Reyes.

El castillo se hallaba dominando el Tajo, cerca de Santa María la Blanca, teniendo al este la carnicería y al oeste la cuesta que desciende hacia el río.

La esquina del antiguo castillo la ocupaba en la segunda mitad del siglo XX una casa.

En 2003 las excavaciones arqueológica hallaron, en el subsuelo de la calle que separaba el castillo de la manzana de la carnicería, las bases de un muro muy grueso y de dos contrafuertes, pertenecientes a lo que había sido la cerca del castillo de los judíos.

Fuente:

http://www.redjuderias.org/google/google_maps_print/toledo-es.html
http://buscandomontsalvatge.blogspot.com.es/2013/08/toledo-castillo-viejo-de-los-judios.html
http://www.toledosefarad.org/JUDERIA/juderia.php

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