miércoles, 13 de agosto de 2014

La Virgen del Sagrario de Toledo (15 de Agosto)


La Virgen del Sagrario es una talla románica que fue recubierta de plata en el siglo XIII y vestida después con un manto cuajado de perlas. Esta imagen era conocida desde siempre con el nombre de Santa María. Tenía en su haber una tradicional leyenda en la que se cuenta que perteneció a los Apóstoles y que fue traída a Toledo por San Eugenio. 

También entra dentro de la leyenda el hecho de que fuera ocultada en época de los musulmanes y restituida después por el rey Alfonso VI. . Existen hoy en la Catedral Primada de Toledo tres imágenes de la Virgen anteriores al siglo XVI, las tres de estilo gótico. 

La de mayor tamaño es la colocada en el altar mayor, en la parte baja y central del impresionante retablo. Las otras dos son de época muy próxima; una de ellas se muestra hoy en la sacristía de la catedral. La tercera, de gran riqueza, es la que recibe el nombre de Virgen del Sagrario, por conservarse en el famoso lugar sagrado llamado Sacrarium, donde se guardaban las reliquias de los santos y los vasos sagrados de mayor valor, y donde se reservaba el santísimo sacramento de la Eucaristía. Luego se colocó en el exterior del sagrario, en una hornacina encima de la puerta, y así estaba a principios del siglo XVI. 

LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL SAGRARIO 

Esta imagen está tallada en madera de níspero hacia el año 1200. Esta toda ella, excepto la cabeza y manos, recubierta de plata con un galón de oro engastado de pedrería. Está sentada en un trono, con el Niño en su regazo, vestida de manto sobre doble túnica y velo en la cabeza. 

La imagen de Santa María de Toledo, como se llama en las célebres cantigas de Alfonso X el Sabio, fue veneradísima desde su entronización, hacia 1226. Isabel la Católica se unió al fervor del pueblo, siendo muy devota de ella. Al menos desde entonces, todos los reyes de España la han visitado y venerado. Felipe III presidió en 1616 la inauguración de la nueva capilla de la Virgen. Devoción particular le profesó la reina viuda Mariana de Austria, y su hijo Carlos II. 

La capilla actual de la Virgen del Sagrario es la obra más notable y lujosa de las llevadas a cabo en la catedral en la primera mitad del siglo XVII, iniciada por el arzobispo don Gaspar de Quiroga y terminada por el cardenal D. Bernardo de Sandoval. La imagen de la Virgen ocupa un trono de plata sobredorada, obra maestra del orfebre florentino Virgilio Fanelli, realizada por orden del Cardenal Arzobispo don Baltasar de Moscoso, entre 1654 y 1674. 

La imagen tuvo una preciosa corona, labrada por Gregorio de Baroja, perdida a causa de un robo en 1869. Se conserva otra, hecha entre 1574 - 1586 por Alejo de Montoya, de seis kilogramos y medio de peso, de bello estilo renacentista. Otra gran joya es la corona de la fiesta de la coronación canónica llevada a cabo el 30-V-1926, realizada por el nuncio apostólico monseñor Tedeschini durante el pontificado del cardenal Reig, ante el Príncipe de Asturias. Es obra del gran orfebre Félix Granda.

 Se sabe que la imagen de la Virgen del Sagrario, Patrona de Toledo, fue restaurada tres veces, en los siglos XV, XVII y durante los años 1976 - 1977, descubriéndose la policromía original. Su fiesta es el 15 de agosto. 

LAS AGUAS DE LOS POZOS DE TOLEDO 

Las aguas de estos pozos son dadas al público gratuitamente el día y víspera de Nuestra Señora del Sagrario, patrona de Toledo (fiesta de la Asunción), en parte para aliviar el calor que -generalmente apagado por el frescor de los anchos muros de la Catedral-, es intenso en estas fechas. 

Esta tradición parte del siglo XVII, cuando finalizadas las obras de la Capilla de la Virgen del Sagrario se realizaron ocho días de fiestas en acción de gracias, y habiendo acudido numerosas gentes de los pueblos de alrededor, era tal el calor intenso que numerosos fieles abandonaban la catedral para refugiarse en lugares más frescos –si cabe-. 

Ante tal problema, las autoridades eclesiásticas de la época ordenaron la construcción de tarimas para distribuir jarras rebosantes de aguas cristalinas provenientes de los mencionados pozos. Referida a esta tradición existe también su propio mito o leyenda, que nos cuenta cómo hace siglos, gentes venidas de todos los pueblos de alrededor, formando un gran tumulto en esta conmemoración de la Patrona toledana, asistían a los ritos festivos y religiosos. Terminada la fiesta de la tarde, la multitud comenzó a desfilar lentamente fuera de la catedral, incrementando de forma notable la sensación de calor asfixiante propio de un 15 de agosto. 

El hijo único de uno de los asistentes a tal acto, sufrió un repentino desvanecimiento por tales calores y apreturas, creyendo todos los que le vieron que había muerto por tal y como quedó. Corrieron algunos de los que allí estaban a por el agua de los pozos de la catedral, que fue arrojada de forma repentina sobre el muchacho, el cual recobró el aspecto habitual de forma inmediata. 

El pueblo “atribuyó el resultado a la pronta aplicación del agua, que llamaron de la Virgen, por esta causa, y por distribuirlo en la festividad mencionada”. Hay también otra leyenda, más conocida por los toledanos, que cuenta cómo la imagen de la Virgen del Sagrario, durante la reconquista de la ciudad por Alfonso VI en el 1085, fue rescatada del pozo del claustro donde allí fue escondida para protegerla de la invasión musulmana (proveniente de la anterior iglesia visigoda que en este mismo lugar se levantaba) y a partir de aquel momento estas aguas han recreado numerosos milagros y curaciones para aquél que la consume.

 La Leyenda cuenta que cuando los moros se acercaron a la ciudad de Toledo la escondieron los cristianos a Nuestra Señora en la misma catedral, dentro de un pozo seco, hasta que, una señal prodigiosa dio a conocer a los toledanos la existencia de su antigua y casi olvidada imagen. 

Era, pues el caso que a la misma hora en que la Virgen se había aparecido a San Ildefonso, se veía una y otra noche un extraño resplandor sobre un punto determinado de la catedral, el mismo en que hoy se levanta la magnífica capilla.

 Llamó la atención y llenó de asombro al clero y al pueblo aquel singular fenómeno, y como se repitiera con tanta constancia juzgaron que debía indicar algo extraordinario, y, en efecto, fijándose en la parte más iluminada, empezaron a cavar y hallaron, a no mucha distancia, un hueco subterráneo y dentro de él la imagen de la Virgen. 

El hallazgo produjo gran entusiasmo en todo el pueblo de Toledo, que volvía a verse de nuevo bajo el patronato de su antigua Virgen que por tradición conocía, y, en prueba de su devotísima adhesión y reverencia, la colocó en el altar mayor.

Fuente: http://foros-virgen-maria.blogspot.com.es/2009/08/virgen-del-sagrario-de-toledo-espana-15.html
http://retalesdemitierra.blogspot.com.es/2011/01/el-agua-de-la-virgen.html

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