miércoles, 24 de junio de 2015

Despues del Motín: Julio de 1808 en Toledo

EL ACONTECER TOLEDANO DEL 19 AL 24 DE JULIO 

Las tropas francesas en Toledo, en esos días, las mandaban los generales Pedro Dupont de I'Estang (creado por Napoleón conde de sus apellidos), Vedel y Pouson.

El Lugarteniente General del Reino S.A.l. y R. Joaquín Murat, pregunta al Intendente Provincial de Toledo por el estado de tranquilidad de la ciudad; le contesta que algunos correos franceses han sido detenidos y maltratados por el populacho (día 9).

A pesar de la ideología españolista y fernandina, sospechada por el mando de las tropas francesas acantonadas en Toledo, el Alcalde Mayor don Luis-Antonio del Castillo Barrantes, los franceses no ofenden ni castigan a nadie del vecindario, no recogieron las arnas, no imponen contribución alguna. Piensa el referido alcalde que esta situación se debía a su gestión.

Es más, se suprimen las contribuciones antes impuestas de 4 maravedís que gravaban el cuartillo de vino y los 3 1/2 por ciento de los frutos que no diezmaban (el maravedi equivale a una treinta y cuatro partes de un real de cobre). Ya habían tenido lugar los acontecimientos de Bayona de Francia; prisión del Príncipe de Asturias, no reconocido como rey de España por Napoleón, vuelta al Trono de Carlos IV, abdicación de este en el Emperador de los franceses, nombramiento de rey de España de su hermano mayor José-Napoleón 1.

 El mando francés dispuso que se diera cuenta al pueblo de lo sucedido en Bayona, pero el Alcalde Mayor, Del Castillo, se negó a hacerlo, no puso los bandos de rigor, ni consintió que ninguna otra autoridad los pusiera.

El 15 de julio recibe Del Castillo órdenes del Gobernador interino del Consejo de Castilla para que tome las provisiones oportunas al propósito de proclamar en Toledo al rey José-Napoleón 1 Bonaparte, que debía tener lugar el día 25 de ese mismo mes.

Pero no lo hizo, por fidelidad a Fernando VII. En una Representación que manda Del Castillo a don Sebastián Piñuela justifica su actitud (este Piñuela había sido nombrado ministro de Gracia y Justicia del primer gobierno de Fernando VII, pero luego le encontramos de Gobernador interino del Supremo Consejo de Castilla). 42

Como Toledo estaba, por entonces, libre de franceses y ante el peligro de que nuevamente fuera invadido, Del Castillo pide auxilio a don Antonio de Arce, comandante de las tropas españolas que guarnecen Navalmoral de la Mata (17 de julio l- Poco antes, ese mismo día, salen las tropas francesas de los generales Vedel y Lagranje, que han seguido al grueso de las mandadas por Dupont.

LOS SUCESOS DEL 25 DE JULIO Y LA JUNTA PERMANENTE DE TRANQUILIDAD PUBLICA

 1) Los sucesos del 25 de julio. Como natural consecuencia de los alborotos de los días 21-22 de abril, la clase dirigente toledana había decidido' constituir una Junta Permanente de Tranquilidad Pública, que era, de hecho, la continuación de aquella otra de Sujetos, que ya vimos. Esta de ahora la presidía nada menos que el Cardenal Borbón II, al que se le tenía o pasó por persona liberal; según sus contemporáneos bueno, débil y manejable.

En la Junta están representados, a través de sus cuarenta y siete componentes, todos los estratos de la sociedad toledana de entonces: la Iglesia secular y regular, el Ayuntamiento, la Milicia, la Burocracia, la Economía, en general "todos los vecinos de distinción onrrados de varis clases del Pueblo".

A esta Junta.se dirige el Alcalde Mayor, Del Castillo, para manifestar que en tanto que él mantenga la Real Jurisdicción, no se proclamará en Toledo a José-Napoleón 1, como rey de España. Por ello, decide, el día 25 de julio, abandonar la ciudad para evitar el peligro que corre' su persona por el servicio que presta a sus vecinos.

 La marcha del Alcalde Mayor da lugar a los incidentes que se producen ese día, al ser amenazada Toledo por el ejército francés de ocuparla, con una tropa de 4.000 soldados y 500 caballos. Corría por el pueblo el rumor de que los franceses venían a saquear la ciudad y a llevarse todos los mozos desde los catorce a los cuarenta años, para incorporarlos a sus filas. Aquella amenaza dio lugar a la huída de Toledo de numerosas familias, que dejan sus casas cerradas.

Entre tanto, Del Castillo viaja a Sevilla, en donde reside la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, en donde está el punto neurálgico de la resistencia española contra la invasión napoleónica. ¿Qué pasó el 26 de julio?

 Leamos el relato que hace el escribano Antonio-Baldomero Aguilera, secretario de la Junta Permanente: " ... algunos mozuelos indiscretos, sin edad ni talento, vien· do el coche del Cardenal en el patio del palacio, en la hora del paseo, creyendo que se quería fugar y abandonar la Ciudad; enseguida comenzaron los corrillos.

Esto lo puso un hombre de honor en conocimiento del Cardenal, que mandó retirar el coche y acompañado de cuatro familiares, recorrió la ciudad, diciendo a los vecinos que no les abandonaría jamás_ Su actitud y palabras arrancaron lágrimas a los buenos toledanos"_ Pero los mozuelos llegaron "a atacar los respetos de su Sagrada Persona".

Según Ortíz de Zárate, el motín se inicia con los insultos y faltas al respeto al Cardenal. Añade que Del Castillo no hizo nada por evitar las nuevas violencias, pudo utilizar a los soldados del regimiento de suizos de Reding, para acabar con la violencia, pero los deja estar en su cuartel (Del Castillo había salido de Toledo el día de la revuelta; por otra parte, no hay que olvidar que Ortíz de Zárate aspiraba a mantener la Real Jurisdicción puesto que en ausencia del Alcalde Mayor, había sido nombrado, como ya veremos, Corregidor interino).

Llegada la noche, toma mayor auge la insubordinación y la violencia: saquean la casa del señor Pasadillo, Alcalde Ordinario y Tesorero Principal, la del Obispo Auxiliar Dr_ Alfonso Aguado y Jaraba (1802-1815); titular de Agustópolis, teniendo este señor, para salvar su vida, que arrojarse por un balcón, otros documentos dicen por una ventana, de 16 a 20 varas de altura. No falleció de la caída por milagro, pero se quebró un muslo y tuvo que guardar cama, en la que continuaba, al menos, el 7 de agosto.

Según luego dice el Obispo, "prefirió tirarse de la ventana y morir, antes que caer en manos sacrílegas". Parece que en la revuelta intervienen, no sólo gentes de Toledo, también de Madrid y de otros lugares. Como estaba ausente Del Castillo, la Junta Permanente puso en manos del regidor perpetuo don Eduardo Ortíz de Zárate la Real Jurisdicción, dadas las prendas de "nobleza, actividad y honrradez a toda prueba" del indicado personaje.

Por estos nuevos tumultos·, se presentaron a la Junta Permanente, seis vecinos honrados que se comprometieron a mantener la tranquilidad, armando a treinta hombres, que están prestos día y noche. Se detienen a varios individuos por robar y alborotar.

2) El 26 de julio se reúne la Junta. Ante los graves sucesos de la noche anterior, se reúne la Junta Permanente, presidida por el señor Vicario General de la Archidiócesis, don Pedro de Rivero y La Encina, con asistencia de quince de sus miembros, pero por patriotismo concurren once personas que no forman parte de ella, sobre todo clérigos.

La reunión tiene por objeto "proponer los medios que entiendan más eficaces para contener al Pueblo acerca de los desórdenes que se notaron en la tarde de ayer y noche __ ." Se escucha la lectura de los oficios del Alcalde Mayor, abora alejado de Toledo, y del Intendente. 

Por unanimidad se acuerda elegir Corregidor interino a don Eduardo Ortíz de Zárate, que desde ese momento ejerce la Real Jurisdicción. Ante la posibilidad de que el ejército francés ocupe Toledo, se dicta un bando, por el que se pide a los vecinos que salgan de la ciudad dejen las puertas de sus casas abiertas, para que en ellas se puedan alojar los ocupantes.

Se teme que en la noche del 26 al 27 de julio, haya nuevos excesos y robos, para evitarlos se forman cinco rondas, de veinte hombres cada una, bajo la dirección de vecinos honrados, que deben actuar como cabos de ellas. Con este acuerdo finaliza la reunión de la Junta Permanente, expresando la fidelidad y sumisión a la Junta Suprema de Gobierno. A esta se comunica, que los salarios devengados por los jornaleros y artesanos que han hecho las rondas, han sido pagados con fondos de las rentas del Cardenal. 

También en la exposición que se envía a la referida Junta, se hace referencia a "la abilantez y desmedida codicia de las tropas francesas".

La Junta Permanente fue la base sobre la que se constituye, en su momento, la llamada Junta Provincial o Junta Provincial Superior, pensada ya como instrumento de gobierno, al servicio de la causa española, contra los franceses invasores, a las órdenes de la Junta Suprema Central Gubernativa del Reino, de la que serán presidentes, el Conde de Floridablanca y fallecido éste, el Marqués de Astorga. Esta Junta Central dejará el poder a la Regencia, de la cual será su último presidente su Eminencia el Cardenal don Luis María de Borbón, del título de Santa María in Scala (1800- 1823)

Por Fernando Jímenez de Gregorio

http://www.realacademiatoledo.es/files/temastoledanos/58.%20El%20motin%20de%20Toledo%20de%201808,%20por%20Fernando%20Jimenez%20de%20Gregorio.pdf

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