sábado, 27 de junio de 2015

El Plano urbano de Talavera romana.(I)

La topografía actual de una ciudad es el resultado de una larga evolución en la que ciertos elementos antiguos se destruyeron y no han dejado huella mientras que otros se han conservado.

En la ciudad de Talavera, uno de los ejes urbanos invariables es la dirección del antiguo camino de Extremadura.

Este camino ha marcado una línea Este-Oeste desde la ermita de lPrado hasta la puerta del Sol. Por la calle del Sol llega a la antigua plaza del Mercado, y la Corredera. 

Atravesaba el arroyo de la Portiña por el puente del Populo, y después se alejaba de laciudad por la calle del Carmen, la Puerta de Cuartos y la calle Juan de Mariana, a buscar el puente del Mal Ojo en el arroyo Albaladiel, cuyo nombre significa precisamente "camino empedrado", voz árabe que designaba las calzadas romanas.
Comparación de la evolución de las manzanas 
en el Plano actual de Talaverade la Reina y Anónimo de 1780

Esta característica predominante del urbanismo talaverano se refleja en todos los planos dela ciudad. En el siglo XVIII aparece como una verdadera recta, que se va matizando a comienzos del XIX, pero que conserva su trazado casi rectilíneo hasta los planos más modernos. Pero no todos los planos son un reflejo fiel de la disposición urbanística; antes de la modernas técnicas de medición y reconstitución fotogramétrica, los condicionantes ideológicos jugaban un gran papel.



Buen ejemplo lo constituye un plano anónimo del siglo XVIII, donde los preceptos racionalistas de la Ilustración se plasman en el dibujo de una retícula urbana ortogonal.

Allí se añade otro eje Norte-Sur desde la puerta de Zamora por la calle de Mesones a la plazadel Comercio, y por la antigua calle Empedrada y Arco de San Pedro a la puerta del Río.Realizando una comparación manzana por manzana, se pueden comprobar los "sesgos" del plano antiguo. Un trazado igualmente rectilíneo tiene el croquis que realizó el párroco de San-ta Leocadia en 1854. Las murallas de la parte del Tajo, hoy desaparecidas, se pueden observar en el magnífico grabado de Antón del siglo XVI, y el de un sello del siglo XIV

además delas fotografías de finales del siglo pasado y comienzos de nuestro siglo, y un plano del paseode los álamos de 1830.Los planos históricos se complementan con las fotografías aéreas: el vuelo americano de1956 a escala 1:33.000, y los más modernos a escalas 1:18.000 Y 1:5.000. En todos se apreciala evolución urbanística de la ciudad hasta conformar el cuadrado con los tres recintos amura-llados, partiendo del cuarto Suroeste, que se corresponde con el Primer Recinto. Este cuadran-te se delimita al Norte por el camino de Extremadura (calle Corredera), al Sur por el río Tajo,al Oeste por el arroyo de la Portiña y al Este por una vaguada: calle Carnicerías

De acuerdo a varios autores del siglo pasado, se puede estimar una media de población en Talavera del siglo XV al XIX en torno a los 6.000 habitantes, aunque con fuertes oscilaciones.El promedio de casas oscila de 1500 a 2000, distribuidas en 8 calles principales, 7 plazas, 10 edificios públicos, 6 palacios, 13 conventos y 8 parroquias (Suárez, 1982).

Este espacio urbano comprende una superficie actual en torno a las 75 Has., divididas tradicionalmente en 3 barrios: La Villa, con 18 Has., Arrabal Nuevo dividido en dos bloques con 41 Has. y Arrabal Viejo con 16.El Arroyo de la Portiña divide el Arrabal Viejo del resto de la población, tenía varios puen-tes que lo cruzaban: Moris, Pópulo, Nuevo. Al Este corre el arroyo Papacochinos, que antiguamente pasaba lamiendo los muros de la cara Sur de la Alcazaba y desembocaba en el Tajo junto a unos molinos, en el arranque del Puente Viejo. Tenía dos puentes, en la esquina de la Ronda del Cañillo con Carnicerías y en Cabeza del Moro.

 Esta zona ha sufrido muchos cambios en los últimos siglos. La topografía de la ciudad, nos muestra la existencia de un pequeño arroyo en la calle Carnicerías que se juntaba con el Papa cochinos en su desembocadura en el Tajo. Probablemente, la presa descubierta junto al antiguo puente Viejo servía para coger las aguas del río en este punto de la desembocadura de los arroyos, y pudiera encauzarse hacia el foso de la Alcazaba, como mencionan las fuentes musulmanas (Moraleda y Pacheco, 1991)

Para cubrir el foso de la Alcazaba sólo se necesitaba subir 2 m. el nivel de las aguas. Las altu-ras topográficas del primer recinto amurallado oscilan de 376 m. en San Clemente a 370 en laPuerta del Río, valores prácticamente imperceptibles.A Talavera se accede por el Camino Real de Madrid cruzando el puente sobre el Alberchede 290 m de largo y 4,5 m de ancho. Tras él, sendos puentes de ladrillo sirven para atravesar los arroyos Cordera y Papacochinos. 

La parte Norte del Primer Recinto Amurallado de Tala-vera es como una pared de este camino, que sale de la urbe por el puente del Pópulo, en la Ca-lle Real, de clara etimología romana, de 52 m. de largo y 4,5 m de ancho.

A su paso por la actual calle de la Corredera del Cristo, la dirección del camino, también dictada por la propia topografía, se aleja 6˚ de los puntos cardinales Este -Oeste: 84º-174º.Como si de piezas de un rompecabezas se tratara, los estructuras que han ido apareciendo en las distintas excavaciones realizadas en los últimos años, vienen a confirmar esta dirección predominante dictada por la vía romana, luego Camino Real de Extremadura.



Vía y ciudad nacen al tiempo, como un todo conjunto. Con los datos generales de un urbanismo orientado a los puntos cardinales en la Ronda del Castillo 16, Mangas y Carrobles (1992:113) elaboraron un esquema general siguiendo las líneas del urbanismo actual, en el mismo sentido que lo su-pusiera R. Villa, con una orientación de 6º-10º, proyectando un decumano desde la Puerta de Mérida a la Puerta del Río, guiados por la disposición de la manzana donde hoy se ubica el Ayuntamiento. 

Planos de Talavera de la Reina con hipótesis sobre su trazado urbano    romanoa
Sin embargo, no es esa la dirección de las estructuras romanas descubiertas en Talavera; por su parte, la manzana del Ayuntamiento es moderna, al igual que la calle Adalid Meneses. La topografía, el urbanismo romano y el desarrollo histórico de la ciudad, nos ayudan a establecer el primitivo recinto romano.

Las evidencias de la Puerta de Mérida y la existencia dellímite natural en el Arroyo de la Portiña, así como el mismo río Tajo, delimitan sin lugar adudas el recinto en esos lados.

 La supuesta calzada que se corresponde con el camino Real de Extremadura (Corredera) delimita el recinto al Norte.El Primer Recinto Amurallado de Talavera tiene un perímetro de 1500 m. aproximadamente y cierra una superficie de 14,5 Ha. Si comparamos el plano de este Primer Recinto con el de otras ciudades romanas observamos las tremendas semejanzas que se obtienen, tanto de la figura de sus perímetros, como de su disposición en relación a los ríos.

Mérida tenía en el momento de su fundación 26 Ha., León 19 Ha., Astorga y Lugo tienen valores similares.

Asimismo la forma de los recintos es preferentemente poligonal. Aunque en casos como Astorga, Londres o León, la forma se derive de un rectángulo, los recintos tienden a cerrarse en círculo y configuran los típicos recintos poligonales, de los que tan buenos ejemplos existen en las ciudades tardías del Limes del Rhin (Richmond, 1931). Talavera es una de ellas, aunque no la única. Casi como un calco de la disposición de la romana Caesaróbriga, se ubica en torno el Duero el plano de la ciudad romana de Salamanca. 

No obstante, Salamanca no se orienta como Talavera, sino como Mérida 35º. Allí al igual que en Mérida y Astorga, entre otras, el puente parece continuación del urbanismo, lo quehizo suponer que la dirección de los puentes determinaría la de la retícula urbana (Alvarez,1981; Abascal y Espinosa, 1989:52ss). Sin embargo, esto está en contradicción con las costumbres romanas, costumbres de arraigado valor religioso.

El puente se adecua naturalmente al urbanismo, pero las condiciones de los ríos predominan sobre cualquiera otras, de modo que si el puente ha de tomar otra dirección así lo hará. Es el caso de Londres, de Zaragoza, de Coria, de Talavera, etc.

A pesar de que no todos los autores están de acuerdo con respecto a la romanidad del Puente Viejo de Talavera de la Reina (Mangas y Carrobles, 1992; Suearez, 1992), creemos que las pruebas que aportan Moraleda y Pacheco (1991) son de mucho peso.

La dirección del puente estaría marcada en principio por la orientación de la ciudad, pero el paso del río se debió efectuar por una dirección en la que las corrientes, las islas en su cauce, etc., jugarían sin duda un papel primordial. No dudamos que de haberse podido practicar de acuerdo al eje Norte-Sur,así lo habrían realizado los ingenieros romanos. A la hora de reconstruir el perímetro de la ciudad romana de Talavera de la Reina, los restos conservados de las murallas son de gran importancia, pero han de ser tomados con precaución con relación al perímetro de la ciudad romana.

Como hemos tenido oportunidad de ver, las estructuras romanas no se adecuan en todas las zonas al perímetro de las murallas actuales. Si analizamos en su conjunto el plano del Primer Recinto, se observa una estructura perfectamente regular y planificada. Proyectando el Decumano Máximo desde la Puerta de Mérida hasta la Alcazaba tenemos una longitud de 600 m.

Desde la mitad de este Decumano hasta el borde Norte hay 200 m. Prolongando esta distancia al Sur, tenemos un cruz que se inscribe en un rectángulo. Este rectángulo de ratio 2:3 tiene un perímetro de 2000 m. y una superficie de 24 Has. 

Esta figura es sospechosamente similar al plano teórico del trazado de un gromático, y por tanto de la fundación de una ciudad romana.Las murallas actuales, se adaptan milimétricamente a la topografía. Si examinamos su perfilen el lado Oeste, vemos como recortan el rectángulo original dejando dos triángulos de 300 mde base por 150 m. de altura, y 160 m de base por 60 m. de altura, respectivamente.

Otras figuras geométricas pueden trazarse en este esquema para dar idea de su simetría, porque efectivamente, los triángulos descritos se descubren también en el lado Este. Para trazar el triángulo menor, al Sureste, debemos extender el recinto hasta parte del espacio que hoy ocupa el río,de este modo la figura es perfecta. La calzada ciñe el recinto al N. como una exacta prolongación del mismo.La simetría del modelo se rompe al Sureste por la disposición de 3 elementos que se hallan íntimamente relacionados: Alcazaba, Puente y Puerta del Río. 

Estos elementos llamaron la atención de Martínez Lillo al ser un esquema que se repite en otros recintos murados musulmanes como el de Mérida. Se trata de una verdadera fortaleza que defiende el puente, al tiempo que controla la presa y el sistema de llenado de agua de los fosos del Alcázar (1989-90).

Esta disposición es de especial interés, ya que la muralla Sur de la Alcazaba y su prolongación más allá del puente forma un ángulo recto con éste.



La Alcazaba y su esquema de orientación en ángulo recto al Puente Viejo, son precisamente los elementos, junto con el mismo puente, que peor encajan en el supuesto esquema urbanístico romano.

Es muy probable que la construcción o reforma que cita Al-Razí afectara especialmente aesta zona, pues dice que construyeron un alcázar que separó los príncipes, de la población. En la actuación de la Puerta de la Alcazaba, se pudo comprobar como en los cimientos de las mu-rallas y la puerta había grandes bloques de molduras romanas reutilizadas. Esta reforma musulmana pudo alterar de forma más drástica este sector que otros lugares de la ciudad.

En todo caso, no parece casual el ángulo recto que forma el trazado antiguo del Puente Viejo y los mu-ros de la Alcazaba.Aunque en este siglo se echaron toneladas de escombros sobre las murallas para formar la Ronda del Castilloo, antiguamente las murallas no corrían al borde del Tajo.

En la vista de Antón se aprecia un lengua de tierra entre éste y los muros, así como una coracha a la altura delo que hoy es el Puente de Hierro, lo cual indica que hubo una franja de tierra entre el río y la muralla. Entre los muros de la Alcazaba y el Tajo, corre el arroyo Papa cochinos, al que se une el Cordera en la esquina SE. del Segundo Recinto.

Allí, en la Cabeza del Moro había un puen-te de tres ojos para salvar el cauce de estos dos arroyos, y otro puente de dos ojos junto a la Alcazaba, al final de la actual calle de Carnicerías.Entre las murallas del Primer y Segundo Recinto existía una lengua de tierra hasta este arroyo, y otra entre el arroyo y el río. Este arroyo desembocaba en el Tajo frente al Huerto de San Agustín. 

En su margen izquierda tenía varios árboles de fronda, algunos de ellos todavíase podían ver en las fotos de los años 30, cuando ya la desembocadura de este arroyo se habíaconvertido en una explanada.Todo ello hace suponer que la ciudad romana original se pudo extender algo más al Sur,llenando el ángulo que hoy cubre el río, esquina que falta para completar la ocupación del es-quema geométrico ideal. 

Es en esta parte del Sureste donde las presiones del río han sido más fuertes, debido a la curva que se ha ido formando a lo largo de los siglos, y que poco a poco  socavó esta esquina hasta que los musulmanes construyeron la Alcazaba y las murallas de la Ronda del Castillo, obligando ahora al cauce a chocar contra los muros para evitar la erosión.De este modo se confirmaría el trazado original perfectamente rectangular, con la ratio 2:3(600 x 400 m.) que conformaría una ciudad de 24 Has. en la que se incluirían los barrios de Santa Leocadia y San Martín, y una parte hoy desaparecida por el empuje de las aguas al Su-reste.

 Aunque este esquema teórico pudo ser alterado en parte, es raro que su perfección responda a la casualidad.Hoy es de gran interés constatar la prolongación del asentamiento romano en las esquinas Noreste y Noroeste, barrios de Santa Leocadia y San Martín, a fin de comprobar si el primer asentamiento romano se ceñía al recinto de los muros tardíos o, por el contrario, al rectángulo teórico ideal.

La existencia de un barrio extramuros está documentada por numerosas evidencias, desderestos de construcción, hasta numerosos fragmentos de cerámicas romanas, pero sin duda, elelemento más llamativo son los restos del alfar de terra sigillata hispánica de Talavera de laReina, cuya tradición alfarera se remonta de este modo 2000 años atrás. A pesar de que losdescubridores del punzón con la marca de la oficina del alfarero Calvino: OF CALVINUS PR (Juan, 1983:166) quieren ubicar el alfar intramuros, esa era una costumbre que iba contra lasleyes romanas, pues al igual que en nuestros tiempos, los alfares y tejeras se ubicaban en lasafueras:

Fliginas teglarias maioren tegularum CCC tegulariumque in oppido colonia Iulia ne quishabeto. Los alfares y tejares de más de 300 tejas no pueden estar dentro de la ciudad de la colonia Julia.

Estos suburbia son tan comunes en las ciudades romanas como los arrabales, en las medie-vales. Ya San Isidoro consideraba la regla antes que la excepción, la existencia de suburbia (Etym. XV, II) o arrabales extramuros de las ciudades. 

En su tiempo, se agrupaban en torno a una basílica o monasterio, como fue el caso de la emeritense Santa Eulalia, y pudo serlo en Talavera el conjunto de iglesias que la tradición heredó ubicadas en la Plaza de San Esteban.De hecho, este Arrabal Viejo conserva la orientación urbana de la ciudad romana del Primer Recinto, ceñido al exterior por el Paseo del Padre Juan de Mariana. 

Prolongando el Decumano Máximo desde la Puerta de Mérida, se llega a través del Puente Moris a la Plaza de San Esteban. Allí la disposición de las tres parroquias: San Andrés, San Esteban y Santiago el Viejo, se adapta al anterior urbanismo romano. Otros arrabales o suburbios tardo-antiguos debieron existir extramuros, en torno o basílicas como la de Santa Leocadia, a imagen de su homónima Toledana, donde se enterraban los prelados y se celebraban los concilios toledanos visigodos.

El Decumano Máximo del esquema urbanístico romano, arrancando de la Puerta de Mérida,atravesaría la Plaza del Pan hacia la Plaza del Cardenal Tenorio. Junto a la Puerta de Mérida,la antigua parroquia de San Clemente conservaba la disposición de 354º, determinando asi-mismo la dirección del callejón de la Lechuga. Algo similar ocurría con la antigua parroquiade San Pedro, cuya orientación coincidía con la romana. Al llegar a la Colegial, se unen de nuevo las direcciones con relación al claustro y los muros de esta primitiva iglesia.

El Decumano Máximo saldría del recinto amurallado por el Huerto de San Agustín, a través de una puerta que las obras musulmanas de la Alcazaba debieron destruir, y por esa razón no se cita en ninguna de las fuentes Modernas que hablan sobre el recinto de Talavera, o lo hace como Puerta de la Alcazaba.Esta debió ser la entrada desde Toledo y Zaragoza, y junto ella se disponía el cementerio principal de la calle Carnicerías, cuyos restos quedan esparcidos entre los epígrafes de las murallas, al tiempo que algunas de las tumbas, tardías y Altoimperiales, fueron halladas hace años.

Esta calle principal corre paralela 200 m. más al Sur de la Calzada que pasaba por la Corredera. La salida continuaba lamiendo el primitivo cauce del Tajo 200 m. al Sur de la ermita del Prado y en algún momento se uniría a la calzada principal que discurría hacia el Puente del Alberche.Esta orientación del eje principal Este-Oeste, se conservó en los recintos amurallados medievales mediante los topónimos calle o puerta del Sol. 

http://www.academia.edu/3281200/Talavera_de_la_Reina_en_la_Antig%C3%BCedad
Esta característica predominante del urbanismo talaverano se refleja en todos los planos dela ciudad. En el siglo XVIII aparece como una verdadera recta, que se va matizando a comienzos del XIX, pero que conserva su trazado casi rectilíneo hasta los planos más modernos. Pero no todos los planos son un reflejo fiel de la disposición urbanística; antes de la modernas técnicas de medición y reconstitución fotogramétrica, los condicionantes ideológicos jugaban un gran papel.

Buen ejemplo lo constituye un plano anónimo del siglo XVIII, donde los preceptos racionalistas de la Ilustración se plasman en el dibujo de una retícula urbana ortogonal.

Allí se añade otro eje Norte-Sur desde la puerta de Zamora por la calle de Mesones a la plazadel Comercio, y por la antigua calle Empedrada y Arco de San Pedro a la puerta del Río.Realizando una comparación manzana por manzana, se pueden comprobar los "sesgos" del plano antiguo. Un trazado igualmente rectilíneo tiene el croquis que realizó el párroco de San-ta Leocadia en 1854. Las murallas de la parte del Tajo, hoy desaparecidas, se pueden observar en el magnífico grabado de Antón del siglo XVI, y el de un sello del siglo XIV

además delas fotografías de finales del siglo pasado y comienzos de nuestro siglo, y un plano del paseode los álamos de 1830.Los planos históricos se complementan con las fotografías aéreas: el vuelo americano de1956 a escala 1:33.000, y los más modernos a escalas 1:18.000 Y 1:5.000. En todos se apreciala evolución urbanística de la ciudad hasta conformar el cuadrado con los tres recintos amura-llados, partiendo del cuarto Suroeste, que se corresponde con el Primer Recinto. Este cuadran-te se delimita al Norte por el camino de Extremadura (calle Corredera), al Sur por el río Tajo,al Oeste por el arroyo de la Portiña y al Este por una vaguada: calle Carnicerías

De acuerdo a varios autores del siglo pasado, se puede estimar una media de población en Talavera del siglo XV al XIX en torno a los 6.000 habitantes, aunque con fuertes oscilaciones.El promedio de casas oscila de 1500 a 2000, distribuidas en 8 calles principales, 7 plazas, 10 edificios públicos, 6 palacios, 13 conventos y 8 parroquias (Suárez, 1982).

Este espacio urbano comprende una superficie actual en torno a las 75 Has., divididas tradicionalmente en 3 barrios: La Villa, con 18 Has., Arrabal Nuevo dividido en dos bloques con 41 Has. y Arrabal Viejo con 16.El Arroyo de la Portiña divide el Arrabal Viejo del resto de la población, tenía varios puen-tes que lo cruzaban: Moris, Pópulo, Nuevo. Al Este corre el arroyo Papacochinos, que antiguamente pasaba lamiendo los muros de la cara Sur de la Alcazaba y desembocaba en el Tajo junto a unos molinos, en el arranque del Puente Viejo. Tenía dos puentes, en la esquina de la Ronda del Cañillo con Carnicerías y en Cabeza del Moro.

 Esta zona ha sufrido muchos cambios en los últimos siglos. La topografía de la ciudad, nos muestra la existencia de un pequeño arroyo en la calle Carnicerías que se juntaba con el Papa cochinos en su desembocadura en el Tajo. Probablemente, la presa descubierta junto al antiguo puente Viejo servía para coger las aguas del río en este punto de la desembocadura de los arroyos, y pudiera encauzarse hacia el foso de la Alcazaba, como mencionan las fuentes musulmanas (Moraleda y Pacheco, 1991)

Para cubrir el foso de la Alcazaba sólo se necesitaba subir 2 m. el nivel de las aguas. Las altu-ras topográficas del primer recinto amurallado oscilan de 376 m. en San Clemente a 370 en laPuerta del Río, valores prácticamente imperceptibles.A Talavera se accede por el Camino Real de Madrid cruzando el puente sobre el Alberchede 290 m de largo y 4,5 m de ancho. Tras él, sendos puentes de ladrillo sirven para atravesar los arroyos Cordera y Papacochinos. 

La parte Norte del Primer Recinto Amurallado de Tala-vera es como una pared de este camino, que sale de la urbe por el puente del Pópulo, en la Ca-lle Real, de clara etimología romana, de 52 m. de largo y 4,5 m de ancho.

A su paso por la actual calle de la Corredera del Cristo, la dirección del camino, también dictada por la propia topografía, se aleja 6˚ de los puntos cardinales Este -Oeste: 84º-174º.Como si de piezas de un rompecabezas se tratara, los estructuras que han ido apareciendo en las distintas excavaciones realizadas en los últimos años, vienen a confirmar esta dirección predominante dictada por la vía romana, luego Camino Real de Extremadura.

Vía y ciudad nacen al tiempo, como un todo conjunto. Con los datos generales de un urbanismo orientado a los puntos cardinales en la Ronda del Castillo 16, Mangas y Carrobles (1992:113) elaboraron un esquema general siguiendo las líneas del urbanismo actual, en el mismo sentido que lo su-pusiera R. Villa, con una orientación de 6º-10º, proyectando un decumano desde la Puerta de Mérida a la Puerta del Río, guiados por la disposición de la manzana donde hoy se ubica el Ayuntamiento. 

Sin embargo, no es esa la dirección de las estructuras romanas descubiertas en Talavera; por su parte, la manzana del Ayuntamiento es moderna, al igual que la calle Adalid Meneses. La topografía, el urbanismo romano y el desarrollo histórico de la ciudad, nos ayudan a establecer el primitivo recinto romano. Las evidencias de la Puerta de Mérida y la existencia dellímite natural en el Arroyo de la Portiña, así como el mismo río Tajo, delimitan sin lugar adudas el recinto en esos lados.

 La supuesta calzada que se corresponde con el camino Real de Extremadura (Corredera) delimita el recinto al Norte.El Primer Recinto Amurallado de Talavera tiene un perímetro de 1500 m. aproximadamente y cierra una superficie de 14,5 Ha. Si comparamos el plano de este Primer Recinto con el de otras ciudades romanas observamos las tremendas semejanzas que se obtienen, tanto de la fi-gura de sus perímetros, como de su disposición en relación a los ríos. Mérida tenía en el momento de su fundación 26 Ha., León 19 Ha., Astorga y Lugo tienen valores similares.

Asimismo la forma de los recintos es preferentemente poligonal. Aunque en casos como Astorga, Londres o León, la forma se derive de un rectángulo, los recintos tienden a cerrarse en círculo y configuran los típicos recintos poligonales, de los que tan buenos ejemplos existen en las ciudades tardías del Limes del Rhin (Richmond, 1931). Talavera es una de ellas, aunque no la única. Casi como un calco de la disposición de la romana Caesaróbriga, se ubica en torno el Duero el plano de la ciudad romana de Salamanca. 

No obstante, Salamanca no se orienta como Talavera, sino como Mérida 35º. Allí al igual que en Mérida y Astorga, entre otras, el puente parece continuación del urbanismo, lo quehizo suponer que la dirección de los puentes determinaría la de la retícula urbana (Alvarez,1981; Abascal y Espinosa, 1989:52ss). Sin embargo, esto está en contradicción con las costumbres romanas, costumbres de arraigado valor religioso.

El puente se adecua naturalmente al urbanismo, pero las condiciones de los ríos predominan sobre cualquiera otras, de modo que si el puente ha de tomar otra dirección así lo hará. Es el caso de Londres, de Zaragoza, de Coria, de Talavera, etc.

A pesar de que no todos los autores están de acuerdo con respecto a la romanidad del Puente Viejo de Talavera de la Reina (Mangas y Carrobles, 1992; Suearez, 1992), creemos que las pruebas que aportan Moraleda y Pacheco (1991) son de mucho peso.

La dirección del puente estaría marcada en principio por la orientación de la ciudad, pero el paso del río se debió efectuar por una dirección en la que las corrientes, las islas en su cauce, etc., jugarían sin duda un papel primordial. No dudamos que de haberse podido practicar de acuerdo al eje Norte-Sur,así lo habrían realizado los ingenieros romanos. A la hora de reconstruir el perímetro de la ciudad romana de Talavera de la Reina, los restos conservados de las murallas son de gran importancia, pero han de ser tomados con precaución con relación al perímetro de la ciudad romana.

Como hemos tenido oportunidad de ver, las estructuras romanas no se adecuan en todas las zonas al perímetro de las murallas actuales. Si analizamos en su conjunto el plano del Primer Recinto, se observa una estructura perfectamente regular y planificada. Proyectando el Decumano Máximo desde la Puerta de Mérida hasta la Alcazaba tenemos una longitud de 600 m.

Desde la mitad de este Decumano hasta el borde Norte hay 200 m. Prolongando esta distancia al Sur, tenemos un cruz que se inscribe en un rectángulo. Este rectángulo de ratio 2:3 tiene un perímetro de 2000 m. y una superficie de 24 Has. 

Esta figura es sospechosamente similar al plano teórico del trazado de un gromático, y por tanto de la fundación de una ciudad romana.Las murallas actuales, se adaptan milimétricamente a la topografía. Si examinamos su perfilen el lado Oeste, vemos como recortan el rectángulo original dejando dos triángulos de 300 mde base por 150 m. de altura, y 160 m de base por 60 m. de altura, respectivamente.

Otras figuras geométricas pueden trazarse en este esquema para dar idea de su simetría, porque efectivamente, los triángulos descritos se descubren también en el lado Este. Para trazar el triángulo menor, al Sureste, debemos extender el recinto hasta parte del espacio que hoy ocupa el río,de este modo la figura es perfecta. La calzada ciñe el recinto al N. como una exacta prolongación del mismo.La simetría del modelo se rompe al Sureste por la disposición de 3 elementos que se hallan íntimamente relacionados: Alcazaba, Puente y Puerta del Río. 

Estos elementos llamaron la atención de Martínez Lillo al ser un esquema que se repite en otros recintos murados musulmanes como el de Mérida. Se trata de una verdadera fortaleza que defiende el puente, al tiempo que controla la presa y el sistema de llenado de agua de los fosos del Alcázar (1989-90).

Esta disposición es de especial interés, ya que la muralla Sur de la Alcazaba y su prolongación más allá del puente forma un ángulo recto con éste.

La Alcazaba y su esquema de orientación en ángulo recto al Puente Viejo, son precisamente los elementos, junto con el mismo puente, que peor encajan en el supuesto esquema urbanístico romano.

Es muy probable que la construcción o reforma que cita Al-Razí afectara especialmente aesta zona, pues dice que construyeron un alcázar que separó los príncipes, de la población. En la actuación de la Puerta de la Alcazaba, se pudo comprobar como en los cimientos de las mu-rallas y la puerta había grandes bloques de molduras romanas reutilizadas. Esta reforma musulmana pudo alterar de forma más drástica este sector que otros lugares de la ciudad.

En todo caso, no parece casual el ángulo recto que forma el trazado antiguo del Puente Viejo y los mu-ros de la Alcazaba.Aunque en este siglo se echaron toneladas de escombros sobre las murallas para formar la Ronda del Castilloo, antiguamente las murallas no corrían al borde del Tajo.

En la vista de Antón se aprecia un lengua de tierra entre éste y los muros, así como una coracha a la altura delo que hoy es el Puente de Hierro, lo cual indica que hubo una franja de tierra entre el río y la muralla. Entre los muros de la Alcazaba y el Tajo, corre el arroyo Papa cochinos, al que se une el Cordera en la esquina SE. del Segundo Recinto.

Allí, en la Cabeza del Moro había un puen-te de tres ojos para salvar el cauce de estos dos arroyos, y otro puente de dos ojos junto a la Alcazaba, al final de la actual calle de Carnicerías.Entre las murallas del Primer y Segundo Recinto existía una lengua de tierra hasta este arroyo, y otra entre el arroyo y el río. Este arroyo desembocaba en el Tajo frente al Huerto de San Agustín. 

En su margen izquierda tenía varios árboles de fronda, algunos de ellos todavíase podían ver en las fotos de los años 30, cuando ya la desembocadura de este arroyo se habíaconvertido en una explanada.Todo ello hace suponer que la ciudad romana original se pudo extender algo más al Sur,llenando el ángulo que hoy cubre el río, esquina que falta para completar la ocupación del es-quema geométrico ideal. 

Es en esta parte del Sureste donde las presiones del río han sido más fuertes, debido a la curva que se ha ido formando a lo largo de los siglos, y que poco a poco  socavó esta esquina hasta que los musulmanes construyeron la Alcazaba y las murallas de la Ronda del Castillo, obligando ahora al cauce a chocar contra los muros para evitar la erosión.De este modo se confirmaría el trazado original perfectamente rectangular, con la ratio 2:3(600 x 400 m.) que conformaría una ciudad de 24 Has. en la que se incluirían los barrios de Santa Leocadia y San Martín, y una parte hoy desaparecida por el empuje de las aguas al Su-reste.

 Aunque este esquema teórico pudo ser alterado en parte, es raro que su perfección responda a la casualidad.Hoy es de gran interés constatar la prolongación del asentamiento romano en las esquinas Noreste y Noroeste, barrios de Santa Leocadia y San Martín, a fin de comprobar si el primer asentamiento romano se ceñía al recinto de los muros tardíos o, por el contrario, al rectángulo teórico ideal.

La existencia de un barrio extramuros está documentada por numerosas evidencias, desde restos de construcción, hasta numerosos fragmentos de cerámicas romanas, pero sin duda, el elemento más llamativo son los restos del alfar de terra sigillata hispánica de Talavera de laReina, cuya tradición alfarera se remonta de este modo 2000 años atrás. A pesar de que los descubridores del punzón con la marca de la oficina del alfarero Calvino: OF CALVINUS PR (Juan, 1983:166) quieren ubicar el alfar intramuros, esa era una costumbre que iba contra las leyes romanas, pues al igual que en nuestros tiempos, los alfares y tejeras se ubicaban en las afueras:

Fliginas teglarias maioren tegularum CCC tegulariumque in oppido colonia Iulia ne quishabeto. Los alfares y tejares de más de 300 tejas no pueden estar dentro de la ciudad de la colonia Julia.

Estos suburbia son tan comunes en las ciudades romanas como los arrabales, en las medie-vales. Ya San Isidoro consideraba la regla antes que la excepción, la existencia de suburbia (Etym. XV, II) o arrabales extramuros de las ciudades. 

En su tiempo, se agrupaban en torno a una basílica o monasterio, como fue el caso de la emeritense Santa Eulalia, y pudo serlo en Talavera el conjunto de iglesias que la tradición heredó ubicadas en la Plaza de San Esteban.De hecho, este Arrabal Viejo conserva la orientación urbana de la ciudad romana del Primer Recinto, ceñido al exterior por el Paseo del Padre Juan de Mariana. 

Prolongando el Decumano Máximo desde la Puerta de Mérida, se llega a través del Puente Moris a la Plaza de San Esteban. Allí la disposición de las tres parroquias: San Andrés, San Esteban y Santiago el Viejo, se adapta al anterior urbanismo romano. Otros arrabales o suburbios tardo-antiguos debieron existir extramuros, en torno o basílicas como la de Santa Leocadia, a imagen de su homónima Toledana, donde se enterraban los prelados y se celebraban los concilios toledanos visigodos.

El Decumano Máximo del esquema urbanístico romano, arrancando de la Puerta de Mérida,atravesaría la Plaza del Pan hacia la Plaza del Cardenal Tenorio. Junto a la Puerta de Mérida,la antigua parroquia de San Clemente conservaba la disposición de 354º, determinando asi-mismo la dirección del callejón de la Lechuga. Algo similar ocurría con la antigua parroquiade San Pedro, cuya orientación coincidía con la romana. Al llegar a la Colegial, se unen de nuevo las direcciones con relación al claustro y los muros de esta primitiva iglesia.

El Decumano Máximo saldría del recinto amurallado por el Huerto de San Agustín, a través de una puerta que las obras musulmanas de la Alcazaba debieron destruir, y por esa razón no se cita en ninguna de las fuentes Modernas que hablan sobre el recinto de Talavera, o lo hace como Puerta de la Alcazaba.Esta debió ser la entrada desde Toledo y Zaragoza, y junto ella se disponía el cementerio principal de la calle Carnicerías, cuyos restos quedan esparcidos entre los epígrafes de las murallas, al tiempo que algunas de las tumbas, tardías y Altoimperiales, fueron halladas hace años.

Esta calle principal corre paralela 200 m. más al Sur de la Calzada que pasaba por la Corredera. La salida continuaba lamiendo el primitivo cauce del Tajo 200 m. al Sur de la ermita del Prado y en algún momento se uniría a la calzada principal que discurría hacia el Puente del Alberche.Esta orientación del eje principal Este-Oeste, se conservó en los recintos amurallados medievales mediante los topónimos calle o puerta del Sol. 

http://www.academia.edu/3281200/Talavera_de_la_Reina_en_la_Antig%C3%BCedad

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