martes, 16 de junio de 2015

Romance de Juan Palarea: Héroe de la Guerra de la Independencia

Juan Palarea y Blanes, llamado el Médico (Murcia, 27 de diciembre de 1780 - Cartagena, 7 de marzo de 1842), fue un militar español, líder guerrillero durante la Guerra de la Independencia española.

Nacido en Murcia en 1780, decidió formarse, en un principio, como religioso hasta su marcha a Zaragoza donde comienza sus estudios de medicina. En 1807 marcha a Madrid y Fernando VII le ofrece la plaza de médico en Villaluenga de la Sagra. 

En el mes de mayo organiza una guerrila para combatir a los franceses, comenzando con catorce hombres y estableciéndose en el castillo del Águila, situado en el término municipal de Villaluenga de la Sagra (Toledo),1 pero a los tres meses se había convertido en una unidad a la que mandaba con el grado de alférez.2

Su primer combate se produce en la ribera del Guadarrama al emboscar a un destacamento francés de veinte hombres. Participa en las batallas de Alhama, Las Navas del Marqués y San Martín de Valdeiglesias a lo largo de 1809.



En 1810 mantiene enfrentamientos en Marrupe, Navalcarnero, Galapagar, Zarzuela del Monte, pinar de Trabadillo, puente de Oño, puente de Estreño, acercándose a Madrid en agosto y atacando a los franceses en la Casa de Campo. Después se replegó hasta el valle del Tiétar, y a final de año disponía de una partida de 270 hombres y era ascendido al grado de teniente coronel.

En la batalla en la ermita de Yuncler, Juan Palarea y Blanes –guerrillero y médico de Villaluenga de la Sagra- atacó a un destacamento de tropas francesas. Ante el ataque guerrillero, los franceses se refugiaron en una ermita de Yuncler. Juan Palarea, para hacerles salir, observando el fuerte viento en dirección a la ermita, pidió al pueblo y guerrilleros de Yuncler que trajesen azufre, pimienta y pimentón. Juliana Carrillo, ciudadana de Yuncler, fue la encargada de proporcionárselos y encender la hoguera con estos productos. El aire se hizo tan irrespirable que los franceses tuvieron que salir de la ermita, siendo apresados por los guerrilleros españoles. Por esta victoria le concedieron años más tarde la Cruz de San Fernando.

En 1811 ya dispone de 660 jinetes, y su milicia colabora con el V Ejército llamándose Escuadrones Francos Numantinos. En la batalla de Arapiles su colaboración entorpeciendo las comunicaciones de Marmont le supuso que el duque de Wellington le obsequiase con su sable. Es nombrado gobernador de Toledo y el 25 de septiembre de 1812 proclama la vigencia de la Constitución. Poco después sus tropas pasaron a formar parte del ejército regular con el nombre de Regimiento de Húsares Numantinos, integrado en la División de Navarra. De este modo en 1814 participa en la batalla de los altos Sorauren.

En 1815 se casa con María de Soto Díaz. En los años siguientes ocupó diferentes destinos, entre ellos Villafranca de los Barros en Badajoz, aunque consigue regresar a un regimiento de Madrid en 1820.

 Este guerrillero actuó por toda la provincia de Toledo y en esta guía se hace un homenaje a algunas de sus andanzas.

En mil ochocientos siete
a este pueblo destinaron
a Juan Palarea y Blanes,
para más señas murciano,
a ejercer la medicina tras haberse licenciado.

De Madrid llegan correos
y de Móstoles igual,
y un postillón a caballo
por el camino real
va cundiendo la noticia
de la alzada nacional.

Por sus veintiocho años
porque la sangre le hirviera,
declara guerra al francés
que nuestra España invadiera,
y arenga a sus convecinos
que a la guerrilla se unieran.

El “Médico” le nombraran,
valeroso querrillero,
fue querido y respetado
desde Madrid a Toledo.

Catorce o quince jinetes
de este pueblo los más bravos,
se unen a Palarea
con un arma entre sus manos,
dispuestos a lo que fuere
pa librarnos del tirano.

Desde el Castillo del Águila
y en su torre vigilante,
las llanuras de la Sagra
no las pierde ni un instante,
observando a los franceses
que cabalgan tan campantes.

Transcurrieron siete días
la guerrilla le reclama,
bautismo de sangre y fuego
a orillas del Guadarrama,
en término de Cedillo
a un escuadrón lucha y mata.

El “Médico” le nombraban,
valeroso guerrillero,
fue querido y respetado
desde Madrid a Toledo.

Han secuestrado un correo
escoltado por dragones,
Santa Cruz de Retamar
testigo de esas acciones,
desde la Junta Central
mandan felicitaciones

Comandante le nombrarán
de la Séptima Partida,
reconociendo los hechos
de quien se juega la vida,
Voluntarios de Castilla de esa tierra tan querida.

Batalla la más notable
que tuvo que resolver,
destacará por su astucia
en la Ermita de Yuncler
con un puñado de valientes
a los gabachos vencer.

El “Médico” le nombraran,
valeroso guerrillero,
fue querido y respetado
desde Madrid a Toledo.

En mil ochocientos once
fue ascendido a Coronel
por el General Castaños,
por su lucha sin cuartel
y la Cruz de San Fernando
por la gesta de Yuncler.

Tan larga sería su historia
si más pormenores diera,
tan larga sería su historia,
ni en cien noches la escribiera
y el año cuarenta y dos
en Cartagena muriera.

Orgulloso Villaluenga
del Médico Guerrillero,
su historia deja el mensaje
que transmito con esmero
por encima de una vida
está el amor de tu pueblo.

El “Médico” le nombraban,
valeroso guerrillero,
Don Juan Palarea y Blanes
Homenaje de mi pueblo.

Juan Rojas 2004

http://www.diputoledo.es/global/ver_pdf.php?id=8355

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