lunes, 14 de octubre de 2019

El Catecismo del Cura de Escalonilla,1805

Resultado de imagen de curas siglo xviiiCATECISMO DEL CURA DE ESCALONILLA

UN CATECISMO DEL “CURA DE ESCALONILLA”
IMPRENTA REAL, AÑO 1805

MARIANO ESTEBAN CARO

I-LA ILUSTRACIÓN

“EL CURA DE ESCALONILLA”.-Don Luis Carlos de Zúñiga fue Cura Párroco (“Propio”) de Escalonilla desde 1796 al 1814. Había nacido el 10 de octubre de 1749 en Santa Gema, merindad de Estella (Navarra). Cuando llegó a Escalonilla, con 47 años, había ejercido ya el ministerio sacerdotal, durante 24 años: en las Rozas de Puerto Real y en Gerindote, ambas parroquias del Arzobispado de Toledo.

Fue un destacado representante del clero toledano de la época de la Ilustración, que se formó y trabajó bajo el impulso del Cardenal Lorenzana, Arzobispo de Toledo desde 1772 a 1800.

EL CARDENAL LORENZANA.-La pastoral diocesana impulsada por el Cardenal Lorenzana se centró en la promoción cultural del clero y en la catequización de los fieles. En aquella época, la gente del campo de la diócesis de Toledo estaba muy deprimida social, económica y culturalmente (“no sabía leer”). El Cardenal Lorenzana impulsó programas de promoción educativa, sanitaria, agrícola (cereales, olivos etc), forestal (plantación de álamos negros y moreras para la seda) y producción textil (telares de seda y lana: estameñas y otras).

Es muy significativo que el Cardenal Lorenzana firmara en Sonseca, el 9 de julio de 1775, una exhortación en la que obligaba a los párrocos a leer el “Discurso sobre la educación popular de los artesanos”, mandado por el Rey Carlos III, y a seguir las directrices de este Monarca, gran reformador ilustrado, que intentó modernizar la sociedad española desde el poder (Despotismo ilustrado).




UN DESTACADO ILUSTRADO EN ESCALONILLA.-Don Luis Carlos de Zúñiga escribió sobre agricultura, educación, publicando incluso un Catecismo en 1805. Él mismo se manifestaba como un perfecto “Cura Ilustrado”. En su escrito sobre el cultivo del lino en secano decía: “Ya se sabe, que no es ajeno a las sagradas ocupaciones de un Párroco aprovechar muchos ratos para instruir a sus parroquianos en cosas temporales, y mejorar su fortuna, o introduciendo nuevas plantas y semillas…”. Era un personaje muy culto, con amplios conocimientos de numismática, derecho, pensamiento de los clásicos. Y también, un gran patriota: en 1808, para apoyar a los ejércitos nacionales contra Napoleón, dio 2.000 reales de su peculio y 800 de la Obra y Fábrica de la Parroquia.

Era Socio de Mérito de la Real Sociedad Vascongada y Académico de Mérito de la Real de Derecho español y publico de Santa Bárbara de Madrid.

II-EL CATECISMO DEL “CURA DE ESCALONILLA”

SU TÍTULO.- “CATECISMO BREVE Y SENCILLO DE LOS MOTIVOS DE CREDIBILIDAD QUE HACEN A LA RELIGIÓN CRISTIANA CIERTA Y EVIDENTEMENTE CREIBLE”. La Imprenta Real, que en 1805 había publicado este Catecismo, todavía en el año 1807 seguía destacándolo en su boletín de noticias: “Catecismo de motivos de credibilidad católica, compuesto por D. Luis Carlos y Zuñiga, cura de Escalonilla: obra que ha merecido los elogios de otros papeles públicos y la aprobación de varios obispos: Antes se vendía en las librerías de Ramos , calle de las Carretas y carrera de S. Gerónimo, y ahora se vende también en la librería de Escribano y en la lonja de La Trinidad: un tomo en 8° marquilla 12 rs. en pasta y 10 en rustica”.

El Catecismo tiene 27 capítulos, dedicando el Décimo a la Santidad de la Doctrina Cristiana Moral de Jesucristo. Décimo Motivo de Credibilidad (Páginas 83-90). Es uno de los capítulos de mayor interés ya que en él se pone de manifiesto cómo los sacerdotes predicaban la vida moral al pueblo cristiano. También, al tratar sobre moral fundamental, haría un buen servicio para los confesores liberándolos de la casuística asfixiante de la época.

EL PRÓLOGO DEL CATECISMO.-En el Prólogo dice nuestro cura: “Pero mirándome después más despacio en ello, y reflexionando que las gentes del campo, los artesanos, y en una palabra, el mayor número de los cristianos a quienes la dirigía, ni leen ni oyen leer…tuve por mejor y más acertado reducirla al presente Catecismo breve y sencillo escrito con preguntas y respuestas…El estilo es claro, natural y sencillo, qual corresponde a la capacidad general del mismo pueblo”.

“Su objetivo –sigue diciendo- es dar a conocer a todos nuestros cristianos los motivos de credibilidad que demuestran que la Religión de Jesucristo es verdadera, divina y evidentemente creíble”.

El Catecismo (con preguntas y respuestas) estaba dirigido a las gentes del campo (también a las de Escalonilla), que pasaban por una mala situación social, cultural y económica. Y teniendo en cuenta la capacidad general del mismo pueblo.

DE LA ARTESANÍA A LA INDUSTRIA.-En el prólogo del Catecismo se hace referencia a los Artesanos como había mandado el Rey Carlos III y recordado el Cardenal Lorenzana. Los artesanos formaban un grupo muy activo: están en el origen de la industrialización del siglo XIX. No fue el caso de Escalonilla: su tradición textil no se adaptó al percal o tela de algodón, un tejido más ligero y menos ordinario que la estameña. En 1805 “el Cura de Escalonilla” tenía visión de futuro, se refería incluso a Europa.

MEDIOS VIVOS DE COMUNICACIÓN.-Se habla también en el prólogo de los que “ni leen ni oyen leer”. A lo largo del siglo XVIII el gusto por la lectura se extendió y la producción de libros se incrementó notablemente. Fue la época de las bibliotecas. Nuestra Biblioteca Nacional fue fundada por Felipe V a finales de 1711 y abrió sus puertas en marzo de 1712 como Real Biblioteca Pública. No sabemos si también en Escalonilla creció el número de lectores en este siglo XVIII. Posiblemente sí que existían los “lectores profesionales”, que formando corrillos en las plazas o incluso en las casas leían historias, fábulas y noticias. Comunicadores de viva voz y boca a boca.

EN DEFENSA DE LA RELIGIÓN.-También en el prologo del Catecismo se anuncia su finalidad apologética (explicación y defensa de la religión cristiana): demostrar que la Religión de Jesucristo es verdadera, divina y evidentemente creíble”. Es un Catecismo para adultos en orden a que supieran cómo defender su fe y su religión de las influencias ideológicas, anticristianas y ateas, que llegaban de la Francia Revolucionaria como el culto de la diosa razón, el indiferentismo religioso, el anticlericalismo. Se cometieron bárbaras injusticias contra la Iglesia en nombre de los valores revolucionarios: 15 obispos, 500 sacerdotes, monjas de clausura guillotinados. El papa Pío VI en 1799 murió prisionero en Francia y, sin funerales, fue arrojado a una fosa común.

FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA DE LA ÉPOCA.-En el Capítulo X del Catecismo dedicado a la Doctrina Moral se percibe el influjo de la ética de los valores de Kant (1724-1804). Es el prototipo del filósofo ilustrado con gran influencia en su época. En sus escritos es frecuente la relación felicidad-moralidad: “La felicidad va ligada a la moralidad”. El planteamiento sustancial es que la realización y la felicidad personal han de ser fruto de una auténtica respuesta a los valores. Define la moral como “la dignidad de ser feliz”. En el Catecismo de Escalonilla se afirma que “si todos los hombres fuesen cristianos y todos observaran la moral de Jesucristo, el mundo no sería un valle de lágrimas, sino un paraíso de consuelos”. Y en la Recapitulación leemos: “¡Quan felices seríamos todos si la guardásemos bien!”.

Asimismo en este capítulo del Catecismo está presente la influencia del renovador de la moral, que fue San Alfonso María Ligorio (1696-1787). Decía de él San Juan Pablo II: San Alfonso consiguió el “justo equilibrio entre la severidad y la libertad…Fue el gran amigo del pueblo, el pueblo de los humildes, de los artesanos y, sobre todo, la gente del campo. En función del pueblo repensará la predicación, la catequesis, la enseñanza de la moral”. Con este planteamiento está concebido también nuestro Catecismo.

LA REGLA DE ORO.-En este capítulo dedicado a la moral, Don Luis Carlos de Zúñiga estudia en profundidad la Regla de Oro: “No hagas a otro lo que no quieres para ti”. Esta Regla de Oro está inscrita en el corazón y en la conciencia de cualquier persona. Se encuentra en todas las grandes religiones. Es la quintaesencia del derecho natural y el fundamento para el diálogo y la convivencia en paz. Se trata de una Regla exigente para el bien de nuestros hermanos los hombres. Que implica sinceridad y verdad, para no hacer compatible la “fraternité” con la “guillotina” de la Revolución Francesa. O la mentira del ateo práctico, que dice amar a Dios, pero desprecia al hermano.

COMPROMISO POR LA PAZ Y LA JUSTICIA.-Ya en la Recapitulación, el Catecismo de Escalonilla enseña que si todos siguiéramos la “ley de nuestro buen Jesús, entonces no habría ni quimeras, ni discordias, ni robos, ni muertes violentas, ni cárceles, ni presidios…Entonces la sociedad de los Cristianos sería la sociedad de los Ángeles. Entonces la justicia y la paz reynarian en ella”. Es el compromiso cristiano, que ya en 1805 formulaba nuestro Catecismo: “la fe sin obras es muerta y en nada aprovecha”. Hoy se diría: “Tu compromiso mejora el mundo” (Cáritas).




La paz no sólo se goza, se crea. En primer lugar en uno mismo: El corazón de la paz es la paz del corazón. La paz es obra de la justicia; la paz auténtica sólo es posible cuando reina la justicia: “si quieres la paz, trabaja por la justicia” (Pablo VI). Juan Pablo II da un paso más: “La Paz es obra de la solidaridad”. Porque “la solidaridad es garantía de la justicia y de la paz” (Benedicto XVI). Son tres buenos intérpretes del “Cura de Escalonilla”.

APÉNDICE DOCUMENTAL
CATECISMO DE ESCALONILLA, CAPÍTULO X (RESUMEN)

SANTIDAD DE LA DOCTRINA CRISTIANA MORAL DE JESUCRISTO. DECIMO MOTIVO DE CREDIBILIDAD (PÁGINAS 83-90)

P ¿A qué se reduce lo que nos mandó este divino legislador?
R A creer bien y a obrar bien, porque la fe sin obras es muerta y en nada aprovecha; y las obras sin fe no pueden ser agradables a Dios.
P ¿En qué compendió nuestro Redentor todos los mandamientos de su divina ley?
R En huir de lo malo y practicar lo bueno: ó (lo que viene a ser todo uno) en amar a Dio sobe todas las cosas, y al próximo como a nosotros mismos.
P ¿De qué manera se huye de todo lo malo y se practica todo lo bueno?
R Abominando y renunciando de todos los vicios y amando y exercitando todas las virtudes.
P ¿No prescribió para lograr esto alguna regla general primera y conforme a nuestra misma razón natural recta?
R Sí, por cierto: “según queréis (dixo) que obren con vosotros los hombres, obrad vosotros con ellos”. En S. Lucas cap. 6. Y en otra parte añadió: “Todo aquello que queréis que hagan con vosotros los hombres, hacedlo vosotros con ellos, porque esto es la ley y los Profetas. S. Mateo cap.
P De Dios ya lo entiendo y es claro que debe ser así; ¿mas en los hombres cómo lo inferiréis?
R De la misma suerte. Pues bien, así como nadie quiere ser herido, matado, ni robado…tampoco puede ni debe herir, matar, ni robar a otro. Y ved aquí al mundo sin delitos contra los hombres y sin ofensas contra Dios, observando fielmente aquella regla.
Cristo prometió un premio a los que guardan este cuerpo de doctrina moral.
P ¿Qué premio es ese?
R La bienaventuranza eterna en compañía de Dios, pues dixo:”Bienaventurados seréis si hiciereis lo que yo os mando”. San Juan cap. 13.


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