miércoles, 30 de junio de 2021

Vistas Toledanas a Inicios del siglo XX. Alois Beer y otros fotógrafos


A la izquierda, Arco de la Sangre y la posada del mismo nombre en una foto estereoscópica de A. Beer. A la derecha, una postal de Constantino Garcés, editada hacia 1904. 

Archivo Municipal de Toledo
VIVIR TOLEDO
Rafael del Cerro MalagónTOLEDO 
Actualizado:07/06/2021 13:30h

En los primeros años del siglo XX Alois Beer y otros fotógrafos captaron con sus cámaras escenas cotidianas de la ciudad que forman parte del catálogo artístico de Toledo

El siglo XX nacía en España tras el reciente finiquito colonial de 1898 y casi con el estreno del reinado personal de Alfonso XIII, en 1902. El país vivía bajo el alternante sistema canovista atado por férreas oligarquías. La mayoría de la población subsistía con frágiles empleos o mendigando según denunciaba la prensa. En las calles se veían aún atrasados usos o «personajes típicos», valiosos imanes éstos para atraer el interés de las cámaras de los viajeros a la vez que enfocaban el catálogo artístico de la ciudad.

Entre los turistas que visitaron Toledo en los albores del XX (23.000 habitantes) se reseña al fotógrafo austrohúngaro Alois Beer (1840-1916) en un periplo por España, tras recorrer varios países usando placas al gelatinobromuro que mejoraban el laborioso sistema del colodión húmedo. 


De arriba abajo y de izquierda a derecha. El austrohúngaro Alois Beer (1840-1916) y tres fotógrafos de la vida toledana en los primeros lustros del siglo XX: Constantino Garcés y Vera (1861-1922), Pedro Román Martínez (1878-1948) y Abelardo Linares García (ca.1870-1938)

Dejó un rico legado de vistas estereoscópicas cuyo disfrute con un visor binocular regalaban la ilusión de ser una imagen tridimensional. En 2006, Francisco de la Torre, estudioso de la estereoscopía en Castilla-La Mancha, recuenta ochenta escenas toledanas de las casi setecientas comercializadas por Beer en 1910. 


Fuente de Zocodover con la presencia de un organillero ante los soportales. Postal en tricromía por Purger & Co., editada en 1903, con una escena plasmada en 1902. Archivo Municipal de Toledo

La mayoría recogen la Catedral, San Juan de los Reyes y demás monumentos. En otras atendió a los afanes y estampas cotidianas que, según algunas opiniones, prefería antes que retener la imagen de un solemne edificio artístico. De las conservadas en el Archivo Municipal de Toledo hemos elegido algunas que complementamos con imágenes de terceros autores o fondos datados en los primeros lustros del XX.

Estudios específicos sobre Beer, y conforme al orden de sus álbumes, apuntan que llegó a España con su segunda esposa siendo primavera, pero sin poder concretarse el año. Pararon en Andalucía antes de llegar en tren a Madrid. Viajaron a ciudades cercanas, como Toledo, para continuar luego por tierras castellanas, aragonesas y catalanas, acabando en Valencia, ya en el otoño. 

Al examinar ciertas vistas toledanas de todas las que le asignan, resulta que en algunas hay tres o cuatro años de diferencia, lo que indicaría una doble visita de Alois a la ciudad, algo extraño al mirar su lineal «tour» español desde el sur hasta la costa levantina. 

Por ejemplo, hay contrastes en vistas del patio del Alcázar (con visibles trabajos en curso y sin ellos) y en ciertos edificios anejos, caso del gimnasio inexistente antes de 1901 o en el proceso de obras para cubrir el comedor de cadetes, obra que, en diciembre de 1905, La Ilustración Española y Americana cita entre las mejoras previstas para ser pronto acometidas.

La ya mencionada atención de Beer por el «paisaje humano» lo demuestran las vistas de Zocodover y sus alrededores, como es la foto realizada desde el Arco de la Sangre sobre la posada del mismo nombre y una cuesta del Carmen aún arbolada. En esta toma no se percibe en la esquina del albergue -ligado a La ilustre fregona- la lápida que colocó el Ayuntamiento, en 1905, con el nuevo nombre de esta vía: Calle de Cervantes. 


Plaza de Zocodover fotografiada por Pedro Román Martínez en 1905. A pie de calle, el Café Imperial. Arriba, la galería de Lucas Fraile. Casualmente, en un balcón hay dos personas, quizá una de ellas sea el propio fotógrafo. Archivo Municipal de Toledo. Colección Luis Alba

Una toma algo posterior a este encuadre es una postal de Constantino Garcés (1861-1922), periodista, fotógrafo y gran dinamizador de la vida toledana.


Calle del Comercio, lugar de compras y de paseo. A la derecha, tras las lonas protectoras del sol, se repartían varios negocios familiares de largo arraigo en la ciudad. Fotografía de Alois Beer. Archivo Municipal de Toledo

 En ella, la calle del Carmen carece de acacias, poda que realmente comenzó muchos años antes (1881) en el tramo más bajo de la cuesta. Tampoco se aprecia el nuevo rótulo municipal descubierto en 1905. 

Tramo bajo de la calle del Comercio en una postal de Linares hacia 1917. Sobre un pavimento ya adoquinado posan varios transeúntes. En la acera izquierda la «Antigua Funeraria. Librería, cerería y objetos de escritorio de M. San Román»

En ambas fotos, a la derecha, asoma un local con un letrero anunciador: Casa de Vacas. Este establecimiento se abrió al público en 1868 ofreciendo copas de nata a 4 reales y leche fresca, «recién ordeñada y al pie de la vaca».

De nuevo, en el centro de Zocodover, Beer enfocó la cámara hacia las mujeres y niños que esperaban con cántaros en la fuente de vecindad allí situada. Con el acarreo de agua como punto de interés citamos dos testimonios de la misma época. El primero es un fotocromo (postal coloreada), editado en 1903, por la muniquesa firma Purger & Co. con una imagen de 1902. 


Grupo de personas en la fuente de Zocodover hacia 1904. Al fondo los soportales del Arco de la Sangre. Imagen de un par estereoscópico de la colección de Pedro Pascual Ojesto. Archivo Municipal de Toledo

El segundo es una estereoscopía de la colección de Luis Alba, conservada en el Archivo Municipal de Toledo, junto a otras 140 placas asociadas al nombre de Pedro Pascual Ojesto y Uhagón (1865-1923), posiblemente un gran coleccionista de este tipo de vistas. Sabemos que fue abogado del Estado en diferentes destinos y gobernador civil en Alicante y Murcia. Tal repertorio, quizá aumentado tras su muerte por alguien cercano a él, reúne vistas de Toledo desde octubre de 1904 hasta casi rozar la tercera década del siglo.

Otras fotografías de Zocodover de Casiano Alguacil o Pedro Román captan también diversos negocios de la plaza: un despacho de lotería, la hojalatería de Aguilar, una escuela de niñas, la primera confitería de Telesforo, relojerías, sastrerías, peluquerías, billares, el Café Suizo o la farmacia de E. Agustín. La continuidad de tiendas de todo tipo seguía por la calle del Comercio, cuyo nombre ya denota la función allí reinante además de ser un animado lugar de paseo de ida y vuelta hasta la Catedral.

La mejor escena toledana de A. Beer, a principios del XX, es la tomada desde la esquina de Solarejo hacia las Cuatro Calles. Arriba, a la izquierda, aún colgaba un gran cartel de la galería fotográfica de Higinio Ros que, en 1898, había traspasado a Eugenio Rodríguez. Abajo, tres mujeres departen en la puerta de la sombrerería de señoras de Felicidad Peñalver. 

Un paisano inmóvil parece retar al fotógrafo mientras le rebasan, paseantes, tres alumnos de la Academia. En medio de la calle, unas niñas también atienden a la cámara. A la derecha, los establecimientos son protegidos del sol con lienzos que, gracias a una postal de Linares, fechada hacia 1917, podemos reconocer.

En la sombra, aunque no se percibe en la foto de Beer, el número 25 acogía la «Relojería, óptica y electricidad» de Álvarez. En el 27 estaba la barbería de F. Ramírez, local que, a mediados del XIX, fue la gestoría de Fernando González Pedroso, promotor, en 1863, del primer gabinete fotográfico de Toledo que luego cedería a Casiano Alguacil en la azotea de este inmueble. En el 29, tras la segunda cortina, un raro negocio en esta calle que ratifica la postal de Linares: la Pescadería Madrid. 

Por fin, tras el tercer lienzo, en el 31, la zapatería de Juan Arévalo, dirigida a la clientela militar. En este lugar, entre 1848 y 1888, la familia de Severiano López Fando rigió una librería en cuyas vitrinas expuso las célebres obras que imprimió de Sixto Ramón Parro (1856) y Martín Gamero (1862), tan útiles aún para conocer la ciudad como igualmente lo son estas sugestivas instantáneas conservadas en archivos o gracias a entusiastas coleccionistas.

Rafael del Cerro, autor de la sección 'Vivir Toledo' de ABC
https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/abci-vistas-toledanas-inicios-siglo-alois-beer-y-otros-fotografos-202106071327_noticia.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...