domingo, 22 de diciembre de 2013

Barrio Templario en Toledo

La [[Orden del Temple]], o “Pobres Comilitones del Templo de Salomón”, fue fundada para la defensa de los Santos Lugares y a los peregrinos que a ellos marchaban. [[Hugo de Payens]] y otros ocho caballeros son los fundadores de la Orden, un total de nueve, quienes llegarían hacia 1118 a Tierra Santa para defender los sagrados lugares de las invasiones musulmanas, y proteger las ruinas del Templo sagrado. Su nombre proviene de este [[Templo de Salomón]], entregado a la orden por el Papa Balduino II, en premio a las labores realizadas en estas tierras.

Hacia 1170, unos 50 años después de su fundación, la Orden contaba ya con caballeros en diferentes países de Europa, y comenzó la escalada de riqueza que llevaría a su persecución final. Hacia 1220 era una de las organizaciones más poderosas de Occidente, con numerosos castillos, flota propia, y más de 30.000 caballeros, sin contar diferentes posesiones y siervos.



Con la pérdida de Tierra Santa a manos de los musulmanes, trasladan su sede de Jerusalén (en el lugar que ocupó el Templo de Salomón) primero a [[San Juan de Acre]] y luego a Chipre, tras comprar la isla. En este punto, poseían riquezas suficientes para hacer fuertes préstamos a los reyes europeos.

Los templarios se habían convertido en los banqueros de Europa. Su poder económico estaba dirigido a dotar de fondos la lucha en Oriente y se articulaba en torno a dos instituciones características: la [[Encomienda]] y la Banca.

Toledo y el Temple

Existen dificultades documentales para situar la presencia del Temple en Toledo, así como en otras localizaciones de Castilla.

Es tradición situar a los caballeros en el toledano barrio de San Miguel, y en otros tantos pueblos de la provincia, como apunta Luis Rodríguez Bausá en su excelente obra “Toledo insólito”.

Este enclave de San Miguel aún conserva el misterio y el intrincado laberinto de calles y callejones que antaño hubo de tener, y no es complicado en alguna noche de invierno con la intensa niebla que abraza el peñón toledano, imaginarse a un grupo de caballeros templarios deambulando camino de sus casas, situadas por la zona.



Numerosas leyendas abrazan este breve espacio, muy próximo al Alcázar toledano y a escasos pasos de la Catedral, así como de conocidos y oscuros topónimos, como la “el callejón del Infierno”, el “callejón del Diablo”… También la presencia de subterráneos es intensa en esta zona, muy próximos (e incluso por debajo) de la Iglesia de San Miguel, asociada al Temple y que conserva la simbología de la Orden.

Foto: Gabillo en Flickr.com (interior Casa del Temple)

Es en esta zona donde se sitúan las denominadas “Casas del Temple”, situadas cerca de San Miguel. La tradición sitúa en estas casas la hospedería que esta Orden tenía en Toledo, hoy un conocido restaurante, con importantes restos arquitectónicos.

Sin embargo, es la Iglesia de San Miguel el Alto la que conserva más simbología templaria. Posee en su suelo algunas lápidas, y ya desde el siglo XII fue lugar de enterramiento. Entre sus muros conserva un capitel gótico con el escudo de la orden del temple, que también aparece grabado en una de las campanas, lo que atestigua la presencia de la orden en la parroquia.

Foto: Gabillo en Flickr.com (Iglesia de San Miguel en Toledo)

No muy lejos de allí, también apunta Bausá como posible enclave templario el antiguoHospital de San Bartolomé, otro de los santos relacionados con la Orden. De éste enclave no queda rastro alguno. También cercana se sitúa la calle de la Candelaria, otra de las advocaciones especificadas en la regla del Temple como de obligada adoración, o las calles cercanas “de la flor” y la ya desparecida denominación de “espinar del Can” (hoy del Can), siendo estos dos elementos (la rosa y las espinas) símbolos templarios.

Es en este barrio donde se sitúan algunas de las más famosas cuevas del complejo suelo toledano, y no son pocos los autores que las asocian a la Orden del Temple. Es probable que algunos de estos túneles, hoy cegados, comunicaran la Iglesia de San Miguel con ciertas casas del barrio, permitiendo a los caballeros del Temple acudir a oficios y otros menesteres sin pisar la calle.

Hemos de destacar lo complejo de la realización de estas cuevas, pues fueron talladas en la roca granítica del peñón toledano en tiempos en los que las herramientas eran manuales, y de metales toscos y blandos.

 Incluso hoy en día, con la técnica actual, sería complejo llevar a cabo la complicada tarea de horadar el subsuelo toledano, como hemos podido observar en las recientes obras del Miradero, en las que ha sido necesario emplear cargas de explosivos para retirar rocas.

Foto: Gabillo en Flickr.com (Exterior Casa del Temple en Toledo. Destaca la simbología Temlaria en su fachada)

Numerosos autores que han estudiado la Orden del Temple asocian sus posesiones más significativas con intensos enclaves denominados “mágicos” o poseedores de puntos con una marcada simbología espiritual

 ¿Es tal vez Toledo uno de esos puntos?

Es probable si consideramos otros puntos que el nomenclátor asocia al Temple, como la Plaza de la Cabeza, tal vez asociada al famoso “[[bafomet]]” que sirvió como acicate contra el Temple en los “juicios” durante su persecución.

¿Fueron también los caballeros templarios toledanos conocedores de la sabiduría hermética tradicionalmente asociada a la ciudad?



Es complejo responder a la pregunta, y algunos autores, basándose en leyendas e historias descritas por terceros, concluyen que así era, y en estos enclaves anteriormente citados protegían y guardaban el inmenso poder acumulado durante siglos, no sólo en forma material, de reliquias y elementos de poder, sino también de conocimiento, del que tantos trataron de apoderarse tras su persecución, con tan poca suerte.

Otro conocido enclave templario de Toledo no fue contemporáneo a la Orden pero sí originado por un importante admirador de éstos: Juan Guas, constructor de tantas obras de arte en forma de arquitectura, de entre la que destaca en Toledo “San Juan de los Reyes"

Foto: R Parkes en Flickr.com (San Juan de los Reyes, detalle de la inscripción con la divisa templaria bajo el ventanal, pulse aquí para ampliar)

En este templo podemos leer recorriendo sus muros la divisa templaria: “Non nobis domine, non nobis sed tuo da gloria” –Nada para nosotros Señor, sino a tu santo nombre hemos de glorificar-, y en la tumba de su arquitecto, aparecen dibujados caballeros templarios.


Foto: josemazcona en Flickr.com (Castillo de San Servando)

Finalmente, es el Castillo de San Servando, un importante punto templario. Fijémonos que ocupa una estratégica ruta de acceso a la ciudad, protegiendo el puente de Alcántara, y ya ocupado desde antiguo por todas las civilizaciones que han habitado la ciudad.

Fue castillo templario hasta 1308. Este Castillo, como hemos visto en estas páginas en numerosas ocasiones, ha sido fuente de misterios y leyendas.

Hoy en día es sede de una residencia de estudiantes.

Himmler en ToledoEn alguno de estos enclaves, posiblemente en los subterráneos de San Miguel, o en el castillo templario de San Servando, ciertas leyendas sitúan poderosos elementos como la “La Mesa de Salomón” o incluso el famoso y lamentablemente manido “Santo Grial”, sin olvidar otros como el “Arca de la Alianza”.

Heinrich Himmler subre hacia el Ayuntamiento en 1940. Foto: eduardoasb en Flickr.com

al vez en su camino a una definitiva protección tras la persecución templaria, en su periplo por tierras europeas intentando no caer en manos indeseables.

¿Pasaron o estuvieron en Toledo estas “reliquias”, ocultas en estos subterráneos enclaves?



Es un misterio que nadie podrá solventar fácilmente, pues ningún dato tangible lo avala, aunque curioso sea que notorios “ocultistas” han pasado o se han establecido en la ciudad buscando las riquezas templarias o estos elementos de poder.

¿Tendremos que recordar la misteriosa visita en 1940 del nazi fundador de las SS [[Heinrich Himmler]] a la ciudad de Toledo? (ver fotografía subiendo las escaleras del Ayuntamiento de Toledo), tenebroso personaje conocido por su denostado interés por temas de ocultismo y perseguidor acérrimo de estos objetos de poder.

Lo que sí es cierto es que Toledo, una vez más, oculta en su historia y leyendas una parte importante de la tradición, en este caso ligada a una de las órdenes religioso-militares más importantes de la historia de occidente.

Fuente: http://www.leyendasdetoledo.com/index.php/toledo-oculto-y-misterioso/5717-templarios-en-toledo.html

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