lunes, 30 de noviembre de 2020

La Automovilista Toledana. Una de las primeras líneas de viajeros


Parada de ómnibus en Zocodover para desplazarse a las estaciones de Toledo y Bargas hacia 1920. 
Postal de Heliotipia Artística Española. Archivo Municipal de ToledoVIVIR TOLEDO

La apertura oficial de los servicios a Bargas se verificó con dos autos, el 8 de noviembre de 1906, desde Zocodover y el día 28 de noviembre, a las dos y media de la tarde, partía el coche elegido para inaugurar oficialmente la línea de Los Navalmorales

Por RAFAEL DEL CERRO MALAGÓN TOLEDO 
Actualizado:20/01/2020 18:56h

A mitad del siglo XIX el tren irrumpía en la vida española formándose pronto una red esencialmente radial desde Madrid. En 1900 eran muchos los lugares excluidos de aquella malla sujetos al secular uso de caballerías -a montura o de tiro- para desplazarse a cualquier lugar, situación que cesaba cuando el automóvil se adueñaba del transporte por carretera. 

Desde 1903, algunas ciudades ya gozaban de endebles ómnibus a motor para traslados colectivos urbanos o rodar por gastados caminos a puntos más alejados. Precisamente, el I Congreso Internacional de la Carretera (París, 1908) ya pedía a todos los gobiernos crear nuevos firmes para facilitar la «circulación de tracción mecánica».

En Toledo, desde 1858, el ferrocarril sólo paraba en Madrid y las estaciones y apeaderos intermedios. A partir de 1876 se podía viajar en tren a Torrijos o Talavera, eso sí, siendo preciso tomar antes un coche de mulas para cogerlo, a quince kilómetros, en la estación de Bargas. 

En un artículo de esta serie aludíamos a la empresa creada, hacia 1900, por Rafael González Alegre, y la línea urbana desde Zocodover a la estación con rippers tirados por caballerías que, en 1922, ya se suplieron por ómnibus Dion a gasolina, novedad que luego aplicó a las concesiones que tenía en Bargas y Sonseca. 

Sin embargo, antes de Alegre-Autos, hubo otra empresa, La Automovilista Toledana, que fue pionera en abrir líneas de transporte exclusivamente dotadas con autos a motor.

A principios de 1906 la prensa local recogía el rumor de un proyecto alentado por dos bilbaínos: un moderno servicio con automóviles para viajeros y mercancías entre las estaciones de Bargas y Mora pasando por la capital y Sonseca. Sin embargo, el asunto tardaría en aflorar, pues estaba sujeto a los trámites aduaneros, gubernativos o municipales para recalar en ciertos lugares. 

Los dueños de La Automovilista Toledana eran los hermanos Telesforo y Pío Álvarez Camero. Como gerente actuaría un sobrino, Luis de Hoyos Sáinz (1868-1951), persona bien conocida en la ciudad. Titular de la cátedra de Agricultura del Instituto desde 1898 y concejal del Ayuntamiento (1903-1909) del grupo republicano junto a Julián Besteiro y el pintor José Vera entre otros más. Iniciativa suya fue el Campo Escolar (1906), un inédito arbolado en el Circo romano.

En julio de 1906 El Heraldo Toledano avisaba que ya habían salido de Francia, de la casa Bosillié, un vehículo para mercancías y otro de viajeros de dieciséis plazas (cuatro de primera clase y doce de segunda), capaces de hacer una media de 20 kilómetros a la hora.

 Existirían dos líneas: a la estación de Bargas (45 minutos, frente a las dos horas y media en coche de mulas) y a Los Navalmorales. En esta última, el viaje a Navahermosa sería de dos horas y media ante las casi cinco en carruaje. Se auguraba crear otras líneas en los partidos judiciales de Quintanar, Lillo, Madridejos y Ocaña.

El 1 de noviembre de ese año, La Campana Gorda noticiaba la llegada del segundo ómnibus carrozado en los madrileños Talleres Lamarca, llevando a los dueños, el gerente, el ingeniero industrial Juan Boix, Enrique Traumann (representante de la casa EugeneBrillié), un «chauffeur español y dos mecánicos franceses». 

Días después, similar comitiva hizo un viaje de prueba por la tortuosa y «mal cuidada» subida de la Bastida hasta Polán. Allí, en medio de «la admiración de las gentes», fueron agasajados por una familia amiga antes de tornar a Toledo, ya de noche, con la luz de un solo faro.

La apertura oficial de los servicios a Bargas se verificó con dos autos, el 8 de noviembre de 1906, desde Zocodover. 

En ellos partían unos escogidos invitados –autoridades y miembros de varias instituciones- reunidos, previamente, en el despacho central de la Automovilista, en la plaza de la Ropería.

 Desde el paraje de Pinedo, la lluvia les acompañaría hasta llegar, entre vítores y cohetes, a la plaza del «simpático pueblo». 

Allí el Ayuntamiento en pleno les obsequió con un lunch. Un diputado provincial, Teodoro Pérez del Cerro, tomó la palabra para recordar que «los terratenientes» habían donado el importe de dos años de pastos para apoyar a la empresa y el agradecimiento a la compañía ferroviaria por haber arreglado el acceso a la estación.

 Luego hablaron el alcalde, el párroco y el gobernador civil. A las seis, los viajeros regresaban a Toledo, alabando una crónica de prensa «la pericia de los chauffeurs Gaseda y Martínez».

El 28 de noviembre, a las dos y media de la tarde, partía el coche elegido para inaugurar oficialmente la línea de Los Navalmorales. En él iban los hermanos Álvarez, Hoyos y miembros de algunas instituciones. Poco después de una hora, el auto entraba en Polán. 

Tras una parada de catorce minutos y veinticinco más de marcha, se alcanzó Gálvez con una lógica afluencia de curiosos. Tras otra pausa, a las seis de tarde se detenían en Navahermosa, con una mayor presencia de público. A las siete y media, como si fuese «un día de fiesta», eran recibidos en Los Navalmorales. Tras una larga velada y la pernocta, al día siguiente se acordó desistir de llegar a Los Navalucillos y regresar a Toledo. 

La lluvia y la nieve anularon el servicio durante muchas jornadas. No olvidemos el estado de las «carreteras» asurcadas por las aguas y repletas de piedras y baches, siendo un reto la propia conducción. El 28 de mayo de 1907, pasado Gálvez y cerca del arroyo Torcón, un vehículo de la empresa volcó aplastando al cobrador que viajaba en la baca, aunque el trágico suceso tuvo otras versiones. 

En 1916 el servicio a Los Navalmorales y otros trayectos provinciales ya lo hacía La Hispano-Toledana, empresa creada por dos hermanos de aquella población, Pilar y Gregorio Talavera. En 1921, sus sucesores la convirtieron en sociedad anónima, con domicilio social en Los Navalucillos. En los años cuarenta, La Hispanovendía sus líneas a La Sepulvedana SA.

En relación a la pionera Automovilista Toledana, parece que pudo disolverse hacia 1910, haciéndose cargo más tarde del servicio a Bargas Autos Alegre. 

Años después, el nombre de Telesforo Álvarez asoma como agente de ciertas marcas de automóviles en Madrid, mientras que el de su hermano Pío aflora en Toledo gestionando carruajes de mercancías en el paseo de La Rosa. En los años veinte brotaron nuevas compañías de autobuses por toda la provincia facilitando enlaces entre localidades cercanas o bien para llevar viajeros a las aisladas estaciones del ferrocarril.

https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/abci-automovilista-toledana-primeras-lineas-viajeros-202001201802_noticia.html

Ruta de los Grandes Castillos de Toledo

Sin duda alguna, por la calidad y cantidad de Castillos que se acumulan en el antiguo Reino de Toledo, esta Ruta constituye la mas importante de cuantas zonas similares existen en la Peninsula Ibérica.

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Existen multitud de castillos y torres singulares en la Provincia que por problemas de espacio, estado de conservación,o simplemente por no encajar en esta ruta no se señalan en este post, pero que todos ellos junto con los aqui expuestos constiyuyen el Territorio mas densamente poblado de castillos de toda la Peninsula ibérica.

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Indice: 

  1. Castillo de Escalona
  2. Castillo de la Vela en Maqueda
  3. Castillo de Malpica de Tajo
  4. Castillo Templario de Montalbán
  5. Iglesia de Santa María de Melque
  6. Comer en Puebla de Montalban
  7. Castillo de Peñaflor 
  8. Castillo de Orgaz
  9. Castillo de Guadalerzas
  10. Comer en los Yebenes
  11. Castillo de La Muela, Consuegra
  12. Comer en Consuegra
  13. Manzaneque 
  14. Castillo de Peñas Negras de Mora
  15. Comer en Mora de Toledo
  16. Castillo de Mascaraque
  17. Castillo de Almonacid
  18. Castillo de Guadamur
  19. Castillo de San Servando
  20. Comer en Toledo

Por limitación de espacio gráfico, el itinerario que detallamos, por la gran cantidad de castillos existente, es mas amplio y detallado que el que exponemos en el gráfico.


     

Teniendo en cuenta que el orden de exposición de los Castillos es el mismo que el gráfico, eso nos permite cierta libertad para acortar y sobre todo alargar nuestra ruta según nuestra conveniencia eligiendo los castillos a visitar según el criterio que mejor nos parezca.

      

Ubicamos el inicio de nuestra ruta en El Castillo Palacio de Escalona

domingo, 29 de noviembre de 2020

¿ Como se elabora la Talavera Poblana ?

sábado, 28 de noviembre de 2020

Leyenda de la Hechicera Marta

Cuando Juan II fue declarado mayor de edad vivía en Valladolid un caballero venerable pero despojado de toda fortuna. 

Durante su juventud había luchado contra los ingleses y portugueses en tiempos de Juan I sin recibir ninguna recompensa ni participar en el reparto que de Castilla hizo a los nobles Enrique III. 

Después intervino en la cuestión sucesoria a favor de Fernando de Antequera, por lo que cuando Juan II se hizo con la corona fue apartado de la Corte. 

Ahora vivía retirado de los ajetreos nobiliarios, sin más ilusión que la compañía de su inigualable hija Marta, una virtuosa joven que componía toda la fortuna del anciano.

En aquellos momentos comenzaba a despuntar en la Corte de Juan II un joven llamado Álvaro de Luna, que se había ganado la confianza y el respeto de la totalidad de miembros de la nobleza. Con motivo de unas fiestas celebradas en Valladolid quiso el destino que Álvaro conociera a Marta, y heridos ambos por las flechas del amor comenzaron un apasionado y verdadero romance.

Pero con el paso del tiempo se encumbró don Álvaro, llegando a ser condestable de Juan II. Inmerso en sus nuevas responsabilidades, y cegado por el orgullo, abandonó a Marta, que ya hacía varios meses que esperaba su primer hijo y quedó con el único consuelo que le proporcionaba su anciano padre y el hijo que nació a los pocos meses.

Sin embargo la tranquilidad del hogar se volvió a ver de nuevo alterada un año después, cuando un grupo de enmascarados penetró en la residencia de Marta llevándose a su hijo y matando a su padre, que trató de impedir el rapto a toda costa. Nadie supo nunca donde fue a parar el inocente niño, quedando la madre hundida y sola en el mundo.

Varios años después celebraba el condestable en su castillo de Escalona un festín al que estaban invitados los monarcas, el arzobispo de Toledo y los nobles más importantes de Castilla. El opulento festejo era propio de cualquier rey, queriendo el de Luna de esta manera hacer ostentación de su poder. Incluso la propia reina se sentía incómoda en aquella magnificencia, muy superior a la del palacio real.

Castillo de Escalona. Imagen de Jim Anzalone

En los arrabales de la población vivía una mendiga que tenía el don de leer el futuro, conjurar los espíritus y sanar enfermedades. No había un solo habitante que no hubiera acudido a ella en alguna ocasión para consultar sus inquietudes y aliviar sus males. Todos la conocían como “la hechicera”, y todos la respetaban. El mismo don Álvaro, que tenía el poder suficiente para apresarla o expulsarla de sus dominios, le permitió continuar ejerciendo sus dones.

Cierta noche, la misma que se había celebrado el festejo del que anteriormente hablamos, una mujer que desafiaba a la lluvia y el fuerte viento llegó hasta las murallas del castillo, y tras llamar a una puerta trasera se adentra en su interior. 

Todos los habitantes de la fortaleza se habían retirado a sus aposentos, agotados por la fiesta. Pero sin embargo don Álvaro no podía conciliar el sueño. En su mente se agolpaban mil recuerdos que le martirizaban y no le dejaban pegar ojo. De pronto se abrió la puerta de su cámara, y por ella entró una demacrada y miserable mujer que se situó junto al lecho. El condestable, paralizado al reconocer a la hechicera, no pudo reaccionar, tan sólo escuchó:

–¡Devuélveme al hijo que me robaste!.

Y precipitadamente salió de la habitación. El condestable cayó desplomado y sin conocimiento al suelo, no volviéndolo a recobrar hasta el día siguiente.

Al amanecer se levantó como si no hubiera pasado nada, para asistir a una cacería que tenía prevista. En la explanada de la fortaleza se reunieron los participantes, entre los que se encontraban los reyes y un joven de veintidós años llamado Juan, hijo del condestable. 

Partiendo de dicho lugar se dirigieron a los montes cercanos, atravesando antes la población. Fue entonces cuando en una de sus calles apareció una mujer que gritaba con desesperación. Los reyes, extrañados, preguntaron a sus acompañantes de quién se trataba.

–Es una pobre adivina –les respondieron-. Hace años que vive en el pueblo y muestra signos de locura.

La reina, compadecida, le indicó a la hechicera que se acercara, diciendo:

–Me comentan que tienes el don de vaticinar el futuro. ¿Podrías hacer alguna predicción?.

–Nada más sencillo –contestó la hechicera-. Vos liberaréis a Castilla de un monstruo que la devora desde hace treinta años.

Después, mirando al rey, continuó:

–Vos moriréis de pesar por lo más sensato que hagáis en vuestra vida, que será decapitar al hombre más miserable del reino.

Finalmente, mirando al condestable, concluyó:

–Y vos, miserable, moriréis en el cadalso como merecéis.

Tras concluir sus profecías huyó la hechicera, dejando a todos pensativos y preocupados.

Después se dirigieron al bosque, para continuar con su prevista jornada de caza. Allí, el hijo de don Álvaro, cayó de su caballo, circunstancia que fue aprovechada por la hechicera. Rápidamente corrió hasta llegar a su lado, desabrochándole el jubón en busca de alguna señal para tratar de reconocerle. Pero comprobando que no era su hijo le clavó una daga en el pecho.

Don Juan no murió por la herida de la hechicera, pero don Álvaro la hizo apresar para ejecutarla públicamente. Su cuerpo fue colgado durante varias horas de las almenas del castillo, para después cortar las cuerdas yendo el cuerpo de la anciana a estrellarse con las afiladas rocas del fondo del barranco. Así concluyó la vida de aquella mujer, a la que años atrás el ruin don Álvaro había arrebatado la felicidad, además de un hijo.

Sin embargo todas sus predicciones se cumplieron:

La reina fue la principal protagonista de la perdición del condestable, quien finalmente fue condenado a morir en el cadalso. Un año después el rey moriría, apesadumbrado por haber ejecutado al que durante años fue su favorito.

Sobre relato de Vicente García de Diego.Antología de leyendas de la literatura universal, Tomo I, página 208.

 20 febrero, 2019 
https://www.misteriosdetoledo.com/la-hechicera-marta/

Ruta por las Caras de Buendia, Cuenca

Esculturas y Naturaleza se funden en el emblemático paisaje del Pantano de Buendia en un lugar conocido con el nombre de la Ruta de las Caras.

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Se encuentra en la provincia de Cuenca, muy cerca de Buendía, y es un recorrido mágico y sorprendente, por plena naturaleza, que invita a dejar volar la imaginación contemplando cada una de las esculturas.

Así se esculpieron las caras. 

El conjunto escultórico o parque es de acceso libre y gratuito.

En el paraje conocido como “La Península” a tan sólo 3 ó 4 kilómetros de Buendía, arte y naturaleza se juntan. 

ACCESO


     

Para llegar con el vehículo hasta el aparcamiento de la ruta, hay que seguir la señalización que nos encontraremos desde el pueblo de Buendía.

La pista y accesos que unen Buendia y las esculturas son lo que se conoce oficial mente como Ruta de las Caras siendo la zona de las esculturas conocida como las Caras de Buendia por encontrarse en este municipio.

En el año 1992, el reparador de fachadas Eulogio Reguillo y el ceramista Jorge Juan Maldonado comenzaron a tallar con pico, cortafríos y otras herramientas esculturas en la piedra arenisca. Algunas de ellas están inspiradas en dioses de la India, Budas, cruces templarias e incluso en el director de orquesta y pianista Beethoven. 

QUÉ VEREMOS

En la actualidad la Ruta de Las Caras cuenta con 18 esculturas de distintas dimensiones que van desde los 70 centímetros hasta los 4 metros de altura, que iremos encontrándonos en el recorrido circular de aproximadamente un kilometro y medio, y que nos permite disfrutar, junto con las impresionantes esculturas, de la naturaleza y de las bellas vistas del entorno del pantano de Buendía.

Las Caras de Buendia por definición, es un paraje formado por pinares y rocas areniscas del Pantano de Buendia en el que se encuentran esculpidas unas 18 esculturas y bajo relieves de 1 a 8 metros de altura por varios autores, teniendo este un recorrido turístico acondicionado para su visita, estas esculturas rompen la frontera de los museos y zonas urbanas para ensalzar y engrandecer la relación escultura y naturaleza a partir de la reflexión espiritual ya que estas tienen un carácter místico - religioso entrando en el contexto natural como esculturas frontales, hieráticas, estáticas y alegóricas totalmente integradas en la roca arenisca, tipica del Egipto Faraonico.

Los artistas de la ruta conocedores de las esculturas en piedra caliza de otros artistas y otras culturas, pronto supieron dar a sus esculturas un toque personal distintivo dando de lleno en lo más profundo y arcaico del ser humano. 

Comenzaron a esculpir la piedra inspirándose en las culturas precolombinas, pero continuaron sus sólidas y redondeadas esculturas compartiendo la característica posición frontal de los modelos orientales particularmente de la India. 

Estas esculturas reflejan en sus rostros lo que algunos denominan la sonrisa arcaica, empleada por los artistas como un artificio que da a los rostros un rasgo muy característico.

Os dejamos con el mapa interactivo que esperemos os haga más fácil la realización de la agradable y curiosa Ruta de las Caras a pie.

Os dejamos con el mapa interactivo que esperemos os haga más fácil la realización de la agradable y curiosa Ruta de las Caras a pie.


para saber mas:

viernes, 27 de noviembre de 2020

El Privilegio Real de la Villa de Carriches

EL PRIVILEGIO REAL DE VILLA DE CARRICHES

Hoy se cumplen 264 años de la Concesión por parte del rey Fernando VI del Privilegio Real de Villa a Carriches, el acontecimiento histórico más importante de toda su Historia.

Hace ya 14 años de la publicación de mi primer libro, “En Testimonio de Verdad. El Proceso de Villazgo de Carriches (1748-1749)”, donde pude recopilar toda la información relativa a este hecho, y del que a continuación os traigo un pequeño resumen.

En 1748, el Lugar de Carriches pertenecía al Estado y Señorío del Conde de Orgaz, bajo la jurisdicción de la Villa de Santa Olalla. 

Tenía una población de 500 vecinos, dedicados mayoritariamente a la agricultura y a la ganadería, trabajos de los que vivía todo el pueblo.

Pero Santa Olalla y sus justicias ocasionaban en los carrichanos "notables y crecidas molestias y vejaciones” tanto en las personas como en su patrimonio, porque “por leves cosas y sin fundamentos algunos nos fomentan causas criminales, arrastrándonos presos a la cárcel Real de Santa Olalla”. 

Y allí les dejaban por el tiempo que les parecía, reclamando a su salida grandes cantidades de dinero como multa.

Las continuas "molestias y vejaciones" a las que eran sometidos los moradores de Carriches por las justicias de Santa Olalla llegaron a tal punto, que los vecinos, según comentan en la petición "estamos ya resueltos a irnos a vivir a otras poblaciones, dejando nuestras casas y haciendas".

Carriches se iba despoblando y nadie quería vivir en el pueblo. Por eso no les quedó otra salida que elevar sus protestas ante la Corte de Madrid, buscando solucionar el problema.

Conducidos por el Concejo del Lugar y sus vecinos dieron el paso de solicitar de S.M. que se les concediera el Privilegio de Villa. Para ello se necesitaba obtener previamente la licencia del Conde de Orgaz, ya que Carriches pertenecía al Señorío del Conde, junto con otros pueblos como Domingo Pérez, Erustes, Otero, etc.

No conocemos cuándo se solicitó la licencia, pero lo cierto es que en ella se relacionaban, una tras otra, las continuas extorsiones a las que se veían sometidos.



Ante las súplicas de los carrichanos, las vejaciones de que eran objeto y el perjuicio que ello ocasionaba para el porvenir de la aldea solicitante (según dice el texto del Privilegio), el Conde, y el 2 de octubre de 1748 concedió la licencia con algunas condiciones, que se firmaron por el Concejo de Carriches en Santa Olalla, 7 días después. 

A su regreso al pueblo, convocaron a los vecinos y decidieron nombrar a 3 personas que se encargarían de llevar ante el Rey Fernando VI, los permisos y solicitudes de exención de jurisdicción.

Conseguido el consentimiento del Conde, el procedimiento para la concesión del Privilegio fue rápido.

El Concejo de Carriches se reunió el día 9 de octubre de 1748 y dio su poder a José Gómez Santana, Antonio García Luján y a José de la Peña y Andino, para que comparecieran ante S.M., señores del Real Consejo de Castilla y adonde fuera necesario, para pedir y presentar petición de exención, acompañada del consentimiento del Conde:

 “[...] damos todo nuestro poder cumplido amplio y bastante, el que en derecho se requiere y es necesario, mas pueda y debe valer a dichos José Gómez y Santana, y Antonio García Luján y a José de la Peña y Andino, procurador de los Reales Consejos, vecino de la Villa y Corte de Madrid, a todos tres juntos y a cada uno por sí insolidum, y con facultad de que lo que uno comience lo pueda fenecer y acabar el otro, o los otros; especialmente para que en nombre de este referido Lugar, su Concejo y vecinos, puedan parecer y parezcan ante S.M., que Dios Guarde, en su Real Cámara, o dónde convenga, y haciendo relación de todo lo ocurrido y presentación a él sobre dicho instrumento de consentimiento otorgado por el expresado Excmo. Sr. Conde de Orgaz, a fin de que dicho Lugar se haga Villa, pidan la Gracia y Merced para ello y que se le exima de la citada jurisdicción de Santa Olalla [...]”.

Una vez concedido el poder de representación, éstos presentaron ante el Real Consejo dicha petición, en la que se presentaban todos los argumentos que avalaban su postura, junto con el poder y consentimiento del Conde.

Después de algunos meses, el Real Consejo de Castilla, a petición del Rey el día 12 de mayo de 1749, estudió toda la información necesaria, y después que los carrichanos pagaron por la merced de la exención de jurisdicción la cantidad de 547.500 maravedís (7.500 maravedís por cada uno de los 73 vecinos), S.M. Fernando VI concedió el 27 de noviembre de 1749 el Real Privilegio eximiéndole de la jurisdicción de Santa Olalla y haciéndole Villa: 

“D. Fernando, por la Gracia de Dios, Rey de Castilla [...] suplicándome que en atención a ello sea servido concederos Privilegio de exención de la Villa de Santa Olalla, haciendo a vos el mencionado Lugar de Carriches, Villa de por sí y sobre sí, con jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio en primera instancia, según y como se concedió a otros lugares (ahora Villas) [...] he venido en concederos la referida exención y por la presente de mi propio motu, cierta ciencia y poderío Real absoluto de que en esta parte quiero usar y uso como Rey y Señor natural no reconociente superior en lo temporal [...] eximo, saco y libro a vos el dicho Lugar de Carriches de la jurisdicción de la referida Villa de Santa Olalla, su alcalde mayor, ordinarios y demás justicias y ministros, y os hago Villa de por sí y sobre sí, con jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio en primera instancia [...]”.


El mismo día que se expidió el Real Privilegio (27 de noviembre de 1749) el Rey Fernando VI envió una Real Célula al Juez de la Comisión, D. Ventura de San Juan, por la que le mandaba que fuese al Lugar de Carriches con el Privilegio y la Real Célula, y diera posesión, señalándole el término y territorio que le correspondiese. 

También le encomendó que averiguase qué término, territorio y vecindario tenía, y que hiciese nombramiento de los oficios del Ayuntamiento, dándole la Comisión que para el caso es necesaria y se requiere.

Y así, el día 7 de diciembre de 1749 a las 10 de la mañana, Carriches tomó posesión de su título en las casas de su Ayuntamiento, dando el juez al nuevo alcalde varas altas de justicia y notificando al alcalde de Santa Olalla su cese en la jurisdicción de Carriches.

http://cronicastorrichanas.blogspot.com/2013/11/el-privilegio-real-de-villa-de-carriches.html

jueves, 26 de noviembre de 2020

El Portal de Archivos españoles (PARES) Libera miles de Fotografías de la Guerra Civil

El Archivo Histórico Nacional (AHN) en el Portal de Archivos Españoles (PARES) ha puesto ha disposición de los ciudadanos un gran volumen de fotografías de la Guerra Civil. Estas fotografías fueron digitalizadas hace varios años atrás, eran accesibles y dejaron de estarlo hasta que han vuelto a ser accesibles hace pocos días.

Sin lugar a duda, esta iniciativa fomenta el acceso universal al conocimiento y este es el camino que deberían de seguir todas los archivos públicos. Este tipo de acciones también son un acto de transparencia. La BNE incorporó más de 11.000 fotografías de la Guerra Civil en 2018 y este año ha liberado de licencias más de 30 millones de imágenes. Durante este año hemos visto cómo diferentes archivos e instituciones abrieron digitalmente sus fondos con la idea de paliar los efectos del confinamiento. Aporto estos detalles porque los archivos dependientes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha funcionan con un cerrojo y caja registradora propios de otros tiempos. ¡NO HAY MARCHA ATRÁS, NI UN PASO ATRÁS!

No he tenido tiempo suficiente para visualizar todas, pero muestra unas pocas de la provincia para gusto y deleite de los lectores. De igual modo, animo a los lectores buscarlas e identificar los lugares porque no es habitual que los incluyan.


Escalona, puente sobre el río Alberche.


Toledo.



Carretera de Extremadura entre Talavera y Santa Olalla.


Toledo, Miradero.



Toledo, zaguán del Museo de Santa Cruz.


Toledo, plaza de Zocodover.


Torrejón de Velasco (Madrid), sector de Illescas.


Estación de tren de Castillejo-Añover.


El Puente del Arzobispo.


Toledo, Calle Armas.


Segurilla, ermita de la Soledad.


Segurilla.


Segurilla.


Santa Olalla, carretera de Extremadura en sentido a Madrid.


Toledo, carretera de Toledo a Ávila, sentido a Toledo en las proximidades de La Venta del Hoyo.


Santa Olalla, Ayuntamiento.


Menasalbas, Vega y Uribarri en acto de la GNR.


Toledo, El Alcázar.


Mayo 1937, fotografía atribuida al sector sur del Tajo ¿? 






Toledo.


Toledo, Museo Provincial.

Esquivias.


Esquivias.



Esquivias.



Villa de don Fadrique.


Olías del Rey.


Torrijos, Margarita Nelken de espaldas.


Valmojado, plaza de España.




Lagarterana.


Sector Illescas.


Toledo.


Toledo.


Fuentes





Un Fin de Semana en Salamanca

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Si tienes pensado una escapada de un Fin de Semana o un Puente a la ciudad charra estás de suerte, porque hoy traemos algunas cosas que hacer en Salamanca en un fin de semana.


Salamanca es una ciudad a escala humana, pensada para el paseo, para perderse y encontrarse. Por eso, además de las puertas y las rutas, la definen también sus rincones, llenos de sorpresas, acentos y encanto.

El amanecer y el atardecer son los momentos en los que interior y exterior se hacen uno y la ciudad resplandece como iluminada por una luz, una claridad que nadie sabe de donde llega.

Instantes en los que parece que ella "se piensa a sí misma" y los personajes que la habitaron o sólo la transitaron, se hacen presentes y nos hablan.

Indice: 

  1. Como llegar a Salamanca desde Madrid 
  2. Historia de Salamanca
  3. Buscar la Rana en la Fachada de la Universidad
  4. Buscar el Astronauta en la Catedral Nueva
  5. ¡Ir de Tapas y Pinchos!
  6. Indagar sobre la Leyenda sobre la Casa de las Conchas
  7. Ir de vinos a la Plaza Mayor
  8. Pasear por las calles Toro y Zamora 
  9. Saludar a Don Vicente del Bosque
  10. Recorrer la Rúa de arriba a abajo (y de abajo a arriba)
  11. Cruzar el Puente Romano para unas vistas inigualables
  12. Visitar la Casa Lis 
  13. Subir a las Torres de la Clerecía
  14. Visitar la Cueva del «Aquelarre» Salmantino
  15. Bajar por la Calle de la Compañía desde la Universidad
  16. Entrar al Patio de Escuelas Menores
  17. Llegar hasta el Convento de San Esteban
  18. Que os lleven al Huerto….de Calixto y Melibea
  19. y por fín, la Plaza Anaya y aprovechar para hacer fotos
  20. Plaza San Boal 
  21. Fonda Veracruz 
  22. Novelty Café
  23. De Tapas por Salamanca
  24. Fiestas locales
  25. Comer bien en Salamanca

1. Como llegar a Salamanca desde Madrid :




En tren 

Los trenes que llegan a Salamanca desde Madrid son dos tipos:

Media Distancia, con una duración del viaje de alrededor de 3 horas y trayecto vía Ávila.
Alvia, trenes de alta velocidad que circulan vía Segovia y hacen el trayecto en 1 h. 36 minutos.

Puedes comprar los billetes y comprobar los horarios en www.renfe.com.

Cómo llegar a Salamanca desde Madrid en autocar 

Existen dos tipos de autobuses: los normales, que realizan varias paradas en ruta, y los express, que son directos.

Puedes comprar los billetes y comprobar los horarios en www.avanzabus.com

       

para saber mas: