El Segundo Concilio de Toledo fue un concilio de los obispos del reino visigodo de Toledo, celebrado en la ciudad de Toledo el 17 de mayo del año 527, durante el reinado de Amalarico.
Estuvo presidido por el obispo de Toledo Montano, y asistieron también Pancario, Canonio, Paulo y Domiciano, cuyas sedes episcopales se ignoran, y Marciano, que se encontraba en Toledo desterrado por causas de fe; Nebridio de Egara y su hermano Justo de Urgel llegaron después de acabado el concilio.
Trató fundamentalmente sobre la disciplina del clero, y entre sus decisiones podemos destacar:
La obligación de los clérigos de dejar a la Iglesia como heredera de sus bienes, y es que todos sabemos lo que corrompe el vil metal, así que mejor que este lo maneje unas manos sabias como las de la Santa Madre Iglesia.
La prohibición de cohabitar con mujeres extrañas, ¿Qué entendería esta gente por mujeres extrañas? ¿con dos cabezas o tres brazos?
Fueron acordados cinco cánones relativos a cuestiones de disciplina eclesiástica: la edad a la que los clérigos podían recibir las órdenes menores, la obligación de éstos de dejar a la iglesia como heredera de sus bienes y la prohibición de cambiar de iglesia, cohabitar con mujeres extrañas o contraer matrimonio con mujeres de la familia.
Fuente: Wikipedia
http://misviajesconhistoria.blogspot.com.es/2011/10/los-concilios-de-toledo-ii.html
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