Ubicada en la comarca de los Montes de Toledo, Polán es un lugar con un interesante pasado histórico, del que quedan aún hoy testigos monumentales, como su Castillo.
Existen vestigios a lo largo de su término, desde las estelas funerarias hasta el asentamiento romano en Bañuelos, de la ocupación antigua de este territorio.
El topónimo de Polán está relacionado con 'puebla' o 'acción de poblar o estar habitado'. Su origen es posiblemente latino o latinizado, y así llega a nosotros a través de los mozárabes, que fueron los cristianos que permanecieron en territorio musulmán, cuando éstos se extendieron por toda la Península Ibérica.
La ubicación es la diferencia en la historia de Polán, ya que aunque no fuera este su nombre original, la zona ya tenía habitantes antes de su repoblación cristiana. Y es que fue el Castillo su última ubicación y germen de la actual población.
En 1085 Alfonso VI ocupa Toledo y decide ceder las tierras del actual Polán, incluidas sus rentas, a la Iglesia.
Comienza entonces la repoblación, fundamentalmente por castellanos, aunque hay que tener en cuenta a la población mozárabe, que tenía sus propiedades y trabajaba en los entornos rurales de la ciudad de Toledo.
Los musulmanes intentaron recuperar sus tierras para volver a acceder a Toledo, y se libran dos importantes batallas: una cerca de Pulgar, el 3 de agosto de 1114, y otra en Polán el 21 de agosto de 1116, ambas de resultado discutido por los historiadores.
Ante la situación de inestabilidad, se decidió la construcción de torres defensivas, como las de Guadamur y Polán. Estas construcciones se fueron ampliando paulatinamente hasta convertirse en castillos.
Comienza entonces la repoblación, fundamentalmente por castellanos, aunque hay que tener en cuenta a la población mozárabe, que tenía sus propiedades y trabajaba en los entornos rurales de la ciudad de Toledo.
Los musulmanes intentaron recuperar sus tierras para volver a acceder a Toledo, y se libran dos importantes batallas: una cerca de Pulgar, el 3 de agosto de 1114, y otra en Polán el 21 de agosto de 1116, ambas de resultado discutido por los historiadores.
Ante la situación de inestabilidad, se decidió la construcción de torres defensivas, como las de Guadamur y Polán. Estas construcciones se fueron ampliando paulatinamente hasta convertirse en castillos.
Más tarde Alfonso VII cedió el territorio, como villa de realengo, a la Orden de Calatrava, que se responsabilizó también del castillo. Polán no obtuvo el título de villa, y prefirió seguir acudiendo a los jueces de Toledo en caso de necesidad.
Al ser lugar de realengo, no tuvo señor propio, pues lo era el rey a través de los mencionados jueces toledanos.
Al ser lugar de realengo, no tuvo señor propio, pues lo era el rey a través de los mencionados jueces toledanos.
En los siglos que van hasta el XVIII Polán se consolida como uno de los pueblos más importantes de la zona, con los bosques de Ventosilla, Las Morras, Fuente del Caño y Zuarraz, sus huertas de frutales, hortalizas y cebada, sus viñedos y olivares, etc.
En el XIX se sufren los avatares y la inestabilidad política y social derivados de la Guerra de la Independencia y de los procesos de desamortización.
Fuente:http://www.itinere1337.com/rutas/ruta_tipo.asp?idp=2&id=89&tipo=municipios
http://lh5.ggpht.com/-STWyxYUWEiA/UcfsC4Ty8cI/AAAAAAAAmgc/28Dy8aBseT4/Castillo-de-Polan-7-Copiar1_thumb.jpg?imgmax=800
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