jueves, 29 de mayo de 2014

Relojes de Toledo

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Entre las cosas buenas que nos da nuestro trabajo se encuentra el regalo de conocer los mejores edificios del casco histórico, pero también el de conocer a las personas que viven o están relacionados con ellos. De este conocimiento surge la posibilidad u oportunidad de poder visitar espacios de la ciudad que difícilmente podríamos conocer de otra manera.

Parece razonable que estos regalos, obtenidos gracias a la realización de un servicio público, puedan ser disfrutados por todos y este es el principal objetivo de este blog: compartir con el gran público lo que el transcurrir diario nos enseña de nuestra ciudad.

En linea con lo comentado anteriormente se encuentra la entrada del blog de esta semana, beneficiarios de ayudas, vecinos, conocidos y personas que trabajan en el casco nos mostrarán cosas nuevas que no conocíamos. La entrada de esta semana vuelve a volar de nuevo a las alturas, hoy hablaremos de los relojes de torre del casco antiguo. 

Estos viejos relojes – también pasa el tiempo por ellos- ya no tienen el protagonismo de cuando fueron instalados, hoy nuestra estresada vida nos ata de forma constante a los relojes y estos nos acompañan a todos los lados. No obstante aquí los tenemos con nosotros recuperando en estos días de uvas y campanadas un poco de nuestra atención, esperamos como siempre contribuir con estas torpes notas a su cuidado y mantenimiento.

Resultado de imagen de Relojes de ToledoTenemos en el casco cinco relojes de torre: Plaza de Zocodover, Colegio de Doncellas Nobles, Puerta de la Feria y Torre en la Catedral Primada y el “Dominguito” en el Convento de Santo Domingo el Real.

Estos días pasados hemos podido visitarlos y esto es lo que hemos visto:

Quizás el más popular de todos los relojes monumentales de Toledo sea el de la Plaza de Zocodover. 

Actualmente está en funcionamiento estando al cargo de su mantenimiento el relojero toledano Bienvenido Sánchez Díaz, colabora en su cuidado el señor Ángel, del personal de mantenimiento del edificio del Gobierno Civil.

Se le da cuerda una vez a la semana y tiene buenos niveles de precisión con lo que se consiguen retrasos o adelantos máximos de un minuto a la semana aunque lo habitual es que sean de pocos segundos. 

Con carácter general los relojes antiguos funcionan mejor, y son más precisos, en invierno dado que las altas temperaturas del verano dilatan sus piezas y mecanismos constituyentes. 

Tiene este reloj un pequeño campanil inmediatamente por encima, en las cubiertas que lo protegen, con tres campanas firmadas por la Dirección General de Regiones Devastadas y fechadas en el año 1945.

Transcribimos a continuación algunas notas históricas que amablemente D. Bienvenido nos ha facilitado: ” La primera alusión al reloj de Zocodover data, según Julio Porres, de 1710. 

Éste, del que se desconoce el año de instalación y que probablemente fue el primero de los relojes que presidieron la plaza, se sabe que era mantenido por un tal Francisco del Río, servicio por el que el Ayuntamiento le abonaba anualmente unos 300 reales de vellón. 

Según un libro de actas del Ayuntamiento de Toledo de 1792, en este año el reloj es cambiado por otro viejo que se encontraba depositado en la Catedral, que es desmontado, por avería o por otra razón, siendo sustituido por un tercero, tal y como se recoge en el acta de la sesión plenaria que la Corporación Municipal celebra el 20 de Marzo de 1869. 

En 1900, la máquina vuelve a ser sustituida, corriendo la instalación de la nueva a cargo del afamado relojero madrileño Aniceto del Valle. Esta permanecerá presidiendo la Plaza hasta el año 1936, en el que el incendio producido por la Guerra Civil arrasa el inmueble y, con ella, nuestro reloj. Nueve años después, en 1945, tras la reconstrucción del edificio por la Dirección General de Regiones Devastadas, se instala la máquina que conocemos en la actualidad comprada al relojero toledano José Hurtado, yerno del señor del Valle. 

El 30 de Diciembre de 1986, tras la jubilación de José Hurtado, se hace cargo de su mantenimiento el relojero toledano Bienvenido Sánchez Briones. En la actualidad, es su hijo, Bienvenido Sánchez Díaz, el que se ocupa del reloj”.

Reloj de la Torre de la Catedral Primada

Este espectacular reloj ocupa dos salas de la torre, una la llamada “de Poleas” y otra la propiamente denominada del Reloj donde se ubica la maquinaria del ingenio.

Este reloj está fechado en 1889, siendo su autor el maestro relojero mecánico D. Paul Odobey, natural del Morez del Jura (Francia). 

Fue instalado por D. Federico Rosa y Lluesma, relojero de Toledo y del Cabildo de la Catedral el día 29 de Septiembre de ese mismo año. Es extremadamente preciso y su mantenimiento es realizado cada quince días por Bienve Sánchez.

 Desde gran parte del casco histórico se puede escuchar la sonería de este magnífico reloj que no presenta esfera hacia el exterior de la torre. Este reloj está pensado para ser “oido” y no para ser “visto”.

Reloj de la Puerta de la Feria, Catedral Primada

Del conjunto de relojes monumentales del casco se puede decir que éste es el más historiado y el que presenta mayor decoración.

El conjunto es singular por su complejidad, presenta dos esferas externas, una hacia la calle, sobre la puerta a la que da nombre y otra al interior del templo. 

En ambas esferas veremos una única manecilla que marca exclusivamente las horas, quizás este detalle sea una muestra de su antigüedad y de la forma de tomarse “los tiempos” en otras épocas, con menos necesidad de precisión.

Al igual que el reloj de la torre aquí encontraremos también dos salas, una para las poleas con su foso protegido por una barandilla entramada y otra para la maquinaria y engranajes propiamente dichos.

También la estancia donde está ubicado el ingenio tiene mayor prestancia estética que la del resto de relojes de la ciudad. 

 La maquinaria es muy bella, se encuentra apoyada en una bancada doble, la inferior de obra de fábrica revocada y la superior de madera tallada.

 La parte alta del ingenio está coronada por un ángel con guadaña, para recordarnos que nuestro tiempo es finito, en contraposición encontramos remates de bellotas sobre cuatro copas. 

Ya vimos en una entrada anterior que la simbología decorativa utiliza la imagen de la bellota como elemento asociado a la eternidad.

 La esfera de mando interior, dotada con doble aguja, está fechada y firmada: ” D. Manuel Gutiérrez, natural de Sigüenza, reloxero del Rey F. en Madrid. MDCCXCII”.


Este bello reloj tiene dos autómatas o muñecos, por desgracia no puestos en uso, que tocaban sonería hacia el interior del templo. Podemos contemplarlos en la parte alta sobre la esfera interior y bajo el rosetón de remate de la nave.

Reloj de la Torre del Colegio de Doncellas Nobles

El reloj de esta torre no está en funcionamiento actualmente. Desde la jubilación del encargado de su mantenimiento, D. Nicolás Lorente de la Cruz, nadie se ha encargado de darle cuerda ni de su puesta a punto. 

Durante la visita realizada al chapitel, donde está ubicado el ingenio, hemos podido observar que falta el eje que conexiona el ingenio con la esfera exterior, igualmente hemos echado en falta los cables o tensores que articulaban los golpes de campana desde la maquinaria hasta el campanil. 

Don Nicolás, vecino de la Calle Pintor Matías Moreno, recuerda que era un reloj muy apreciado por la vecindad, de hecho los vecinos sabían cuando D. Nicolás estaba de vacaciones porque echaban rápidamente de menos las campanadas del reloj. 

Este reloj tiene la particularidad de tener alojada su maquinaria interior dentro de una urna acristalada, sin duda con la intención de crear una protección contra el polvo al ser éste el peor enemigo de los relojes de torre. 

El foso donde se ubican los contrapesos ocupa el centro de la torre del Colegio de Doncellas, siendo rodeada exteriormente su caja de obra por la escalera de subida al chapitel. 

Las campanas de sonería del reloj están dispuestas en la parte intermedia del chapitel, en un espectacular templete de madera y plomo al que se puede acceder por una pequeña escalera y levantando una pesada escotilla. 

Es difícil explicar con palabras la impresión que produce la visita a esta pequeña jaula … las vistas son magníficas.

Reloj del Convento de Santo Domingo el Real, “El Dominguito”

Este reloj, conocido popularmente como el “dominguito”, es de los denominados “relojes de jaula” , llamados así por el entramado metálico que lo forma y por la disposición de anclajes, cuñas y pasadores que lo arman ya que debido a su antigüedad no tiene tornillería que una sus partes.

Según los datos obtenidos del archivo conventual, por Sor María Jesús Galán, en su día costó 29 doblones, que en reales hacía 1.746 reales y 28 maravedíes. 

Fue obra de un relojero de nombre desconocido y no solo se le pagó en dinero, sino también en especie, como fue en sal y garbanzos, pago efectuado el 22 de noviembre de 1735.

Aunque ha estado funcionando hasta hace relativamente pocos años hoy en día no funciona ya que las actuales monjas no saben del todo ponerlo en marcha. 

En su tiempo marcaba horas enteras y las medias necesitando que le dieran cuerda dos veces al día. Si bien este reloj no se aloja en una torre su disposición, en un pequeño cuartito sobre la parte alta de la fachada norte conventual, le hace merecedor de tal apellido. 

Su sala de poleas baja hasta la altura de la huerta del convento.

Desde aquí mostramos nuestro agradecimiento a las diferentes personas e instituciones que nos han facilitado el acceso a los diferentes relojes que se muestran en esta entrada. 

En especial a D. Jesús Labrador, delegado del gobierno en Castilla-La Mancha y a Ángel encargado del mantenimiento del Gobierno Civil, a D. Juan Sánchez, deán de la Catedral primada, a D. Miguel Ángel Díaz Pérez, trabajador de la Catedral, al relojero Bienve Sánchez por su paciente atención, a Sor María Teresa, madre abadesa del Convento de Santo Domingo El Real. Del Colegio de Doncellas Nobles a D. Nicolás Lorente y a Dña. Susana Cubillo, y de forma muy especial a D. Oscar Luis Olmo Martínez, responsable de Patrimonio Nacional en el citado colegio, por las facilidades ofrecidas para hacer este artículo y por los datos que nos ha aportado. A todos ellos y a nuestros lectores: gracias, … y ¡ Feliz Navidad !

por Jose María Gutiérrez Arias

Para saber más:


RELOJES DE TORRE
Fuente: http://consorciotoledo.wordpress.com/2013/12/20/relojes-de-torre/

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