Francisco Cervantes de Salazar, Humanista Toledano S.XVI

Francisco Cervantes de Salazar (Toledo, ¿1514? - Ciudad de México, 14 de noviembre de 1575) fue un escritor castellano del siglo XVI.

Originario de Toledo, estudió cánones en Salamanca. Hacia los veinticinco años marchó a Flandes y a su regreso entró al servicio del cardenal García de Loaysa confesor de Carlos I, en esa época conoció a Hernán Cortés.

A instancias de su acaudalado primo, Alonso de Villaseca, pasó a México en 1551. Entre los cargos importantes que detentó durante el virreinato, está el de profesor de retórica en la propia Universidad y, tras haber recibido las órdenes sagradas (1554), rector de la misma en dos ocasiones.

Obras que Franciso Cervantes de Salazar ha hecho, glosado y traducido. se publicaron en Alcalá, 1546, con una dedicatoria a Hernán Cortés. En ellas se encuentran la continuación del Diálogo de la dignidad del hombre de Fernán Pérez de Oliva, el Labricio Portundo (Apólogo de la ociosidad y el trabajo) de Luis Mexía glosado y moralizado y la Introducción y camino para la sabiduría de Juan Luis Vives ampliada y comentada.

Compuso una Crónica de la Nueva España, inédita hasta 1914, de un gran valor antropológico por sus datos sobre las culturas indígenas autóctonas y también histórico, por los datos que ofrece sobre la conquista y la gesta de Hernán Cortés; se inspiró para ello en las Cartas de relación del mismo y en la Crónica de López de Gómara. Escribió el Túmulo imperial de la gran ciudad de México, en que se refieren las ceremonias acaecidas en México dedicadas en memoria de Carlos V. Se le atribuye también, últimamente, la autoría del Lazarillo de Tormes.

En 1572 el cabildo de México le nombró cronista oficial, asignándole un sueldo para que pudiera escribir una historia de la conquista. Murió el 14 de noviembre de 1575.

Sus Obras se publicaron en Alcalá en 1546, con una dedicatoria a Hernán Cortés. En ellas se encuentran la continuación del Diálogo de la dignidad del hombre de Fernán Pérez de Oliva, el Labricio Portundo (Apólogo de la ociosidad y el trabajo) de Luis Mexía glosado y moralizado y la Introducción y camino para la sabiduría de Juan Luis Vives ampliada y comentada. 

Además, compuso una Crónica de la Nueva España de un gran valor antropológico por sus datos sobre las culturas indígenas y su valor histórico, ofreciendo informaciones sobre la conquista de Hernán Cortés, al que conoció personalmente; se inspiró para ello en las Cartas de relación del mismo y en la Historia general de las Indias de López de Gómara. 

Escribió igualmente el Túmulo imperial de la gran ciudad de México, en que se refieren las ceremonias acaecidas en México dedicadas en memoria de Carlos V. En 2002 José Luis Madrigal le atribuyó la autoría del Lazarillo de Tormes, si bien parece haber sido descartada definitivamente en estudios posteriores.^2 3

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