La Catedral de Toledo es uno de los conjuntos catedralicios españoles más conocidos internacionalmente.
Protagonista de cantidad de portadas de libros, este magnífico monumento encierra entre sus muros, fachadas, puerta, capillas…, la memoria de gran parte de los acontecimientos religiosos, históricos y políticos que se sucedieron en España, y en gran parte del mundo.
Fotografía de Casiano Alguacil (1880).
Vista de la Catedral donde se aprecia la pequeña torre del reloj. Al fondo el Alcázar antes de ser destruido en la Guerra Civil de 1936.
Su condición de iglesia primada de España la posicionó y aún la posiciona en un lugar privilegiado para haber sido, y ser, protagonista de todos los acontecimientos que se desarrollaron en España desde su construcción allá por el siglo XIII.
Pero el post de hoy no está dedicado a la Catedral de Toledo, sino a una de sus puertas, la más antigua y una de las que actualmente pasa más desapercibida para los visitantes que se acercan a contemplarla.
Nos referimos a la Puerta del Reloj, también conocida como Puerta de la Feria (porque tenía salida o entrada a la zona donde antiguamente en Toledo se celebrara la Feria) o de la Chapinería (actual nombre de la calle donde se encuentra esta portada, y calle donde se ponían los mercaderes de chapines, zuecos de madera, para la venta de los mismos.
Pero hoy en día, es conocida como la Puerta del Reloj, por el peculiar reloj que tiene en uno de sus cuerpos.
Esta puerta está dividida en dos partes bien diferenciadas, un primer cuerpo, que corresponde con la puerta propiamente dicha, la más antigua de todas (siglo XIV), y un segundo cuerpo encima de la portada de estilo neoclásico añadido posteriormente y que alberga el famoso reloj.
El tímpano de la puerta está compuesto de cuatro franjas o fajas dispuestas de manera horizontal que albergan el programa religioso para la educación de los fieles que no sabían leer y solo podían comprender la doctrina cristiana y la fe mediante la palabra y con los programas escultóricos que se representaban en las portadas, fachadas, capiteles de iglesias y catedrales.
Con una lectura de derecha a izquierda la primera faja, proseguía enlazando la historia en la segunda faja de izquierda a derecha e igual en las dos siguientes, comenzando la tercera faja de derecha a izquierda y finalizando la lectura de izquierda a derecha.
El parteluz, también conocido como mainel, (columnilla que divide en dos partes simétricas la portada), tiene como decoración una imagen de la Virgen con el Niño, y en las jambas se disponen imágenes de reyes y diferentes santas.
No voy a detenerme en desarrollar en este post todo el programa iconográfico de la Puerta del Reloj, pero os dejo un enlace de un video en youtube, para a quien le interese conocer el programa.
Sobre este cuerpo de portada, se encuentra el añadido neoclásico (siglo XVIII) realizado por el famoso arquitecto Durango. Esta obra se realizó como medida de consolidación por el mal estado de la piedra en esta parte de la fachada de la Catedral.
Lo más sobresaliente de este cuerpo superior es el reloj ubicado en el intercolumnio o parte central; un gran y singular reloj.
La peculiaridad de este reloj, uno de los pocos en el mundo con esta particularidad, es que se compone de una única aguja para marcar las horas. Construido en el XVIII por Manuel Gutiérrez, uno de los mejores relojeros españoles de la época, este reloj fue concebido para marcar las horas canónicas y algunos de los principales actos que se celebraran en la Catedral.
Puerta del reloj de la Catedral de Toledo.
Pero en esta puerta aún queda un espacio “vacío” que antaño estuvo ocupado por una torre, actualmente desaparecida y que “completaba” la torre de la Catedral de Toledo.
Por todos es sabido, que la Catedral de Toledo solo tiene una torre, cuando lo natural era que las fachadas de los pies de las Catedrales estuvieran flanqueadas por dos torres; en la toledana solo hallamos una torre y la que debería ser la otra torre que flanqueara la fachada es la famosa capilla mozárabe, construida por el hijo del pintor cretense El Greco.
Aunque hubo un tiempo en que esta Catedral albergó otra pequeña torre en la fachada de la Puerta del Reloj, conocida como Torre del Reloj.
Esta torre fue construida a principios del siglo XV y permaneció erigida hasta el año 1888, año en que se desmontó debido al estado de inminente ruina y a la amenaza de derrumbe de la portada anteriormente descrita.
Se intentó salvar de la demolición, en un informe presentado por el arquitecto Juan Bautista Lázaro, donde daba la opción de demoler completamente la torre o salvar parte de ella demoliendo exclusivamente aquellas partes que fueran objeto de daños irreparables.
A pesar del intento de salvarla, se aconsejó definitivamente su demolición, desmontándose en el año 1888.
Ahora, la desaparecida torre se “asoma” invisible a aquellos escasos visitantes que camino por la calle del Comercio hacia la confluencia con la calle Hombre de Palo, dirigiéndose hacia la Catedral, encuentran una pequeña calle sin salida, donde antaño se vendían esos zuecos de madera, o chapines, y al fondo la bellísima fachada de la Catedral de la que hablamos, con su gran reloj de una sola aguja y la “sombra” de la que fue su torre.
Fuente: http://loslugarestienenmemoria.blogspot.com.es/2011/07/la-desaparecida-torre-de-la-catedral-de.html
http://elpincelconlienzo.wordpress.com/2013/11/13/la-puerta-del-reloj-catedral-de-toledo/
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