Bajo el reinado de Femando III, las tierras cercanas al Tajo pudieron ser ocupadas más intensamente, ya sin temer los ataques musulmanes.
En esta época el área toledana que aún corria algún riesgo era la comarca de Los Montes,. tradicionalmente inhóspita; sin embargo, en. el siglo XIII recobró valor, debido a la posibilidad de vigilancia que ofrecían los riscos que dominaban sus puertos y la potencialidad económica de esta gran extensión rica en pastos naturales.
Bajo el arbitraje de Femando III se produjo una dura pugna por el dominio de Los Montes en la que participaron particulares, el arzobispo toledano Rodrigo Jiméner de Rada y la Ciudad de Toledo, que aparece por vez primera como agente repoblador.
En esta época el área toledana que aún corria algún riesgo era la comarca de Los Montes,. tradicionalmente inhóspita; sin embargo, en. el siglo XIII recobró valor, debido a la posibilidad de vigilancia que ofrecían los riscos que dominaban sus puertos y la potencialidad económica de esta gran extensión rica en pastos naturales.
Bajo el arbitraje de Femando III se produjo una dura pugna por el dominio de Los Montes en la que participaron particulares, el arzobispo toledano Rodrigo Jiméner de Rada y la Ciudad de Toledo, que aparece por vez primera como agente repoblador.
El mismo año de la muerte deAlfonso VII su sucesor Enrique I decidió favorecer al Arzobispado de Toledo en la comarca monteña: el 6 de noviembre de 1214 donó a Rodrigo Jiménez de Rada, prelado toledano; estas tierras-virgenes; al día siguiente le entregó la villa de Pulgar, puerta de Los Montes Cinco años- más tarde, la Iglesia toledana completaría su presencia en la comarca con la compra de Peña Aguilera por parte del canónigo don Alfonso
Antes de 1222 arzobispo y la Iglesia toledana compraron al caballero Alfonso Téllez. varios castillos que éste había edificado en el territorio monteño: el de Dos Hermanas, junto a la actual población de Navahermosa, el de Malamoneda,. a orilla del río Cedena el de Muro, junto al Guadiana,, y el de Cedenilla”.
El propio Jiménez de Rada había levantado otra fortaleza en la comarca, el castillo de Milagro, y había otorgado un fuero a los pobladores de su término.
Antes de 1222 arzobispo y la Iglesia toledana compraron al caballero Alfonso Téllez. varios castillos que éste había edificado en el territorio monteño: el de Dos Hermanas, junto a la actual población de Navahermosa, el de Malamoneda,. a orilla del río Cedena el de Muro, junto al Guadiana,, y el de Cedenilla”.
El propio Jiménez de Rada había levantado otra fortaleza en la comarca, el castillo de Milagro, y había otorgado un fuero a los pobladores de su término.
Asi pues, al comienzo del reinado de Femando III el arzobispo se había convertido en señor, prácticamente en exclusiva, de Los Montes; este hecho constituía un tremendo perjuicio para la Ciudad, que se veía así privada de un espacio de expansión natural al sur del Tajo y de una auténtica despensa de productos complementarios respecto a los que se obtenían en la llanura.
La Ciudad no estaba dispuesta a. admitir la pérdida de Los Montes y su presión sobre Femando III debió ser fuerte, tanto que en la última década de su reinado, en plena campaña de conquista del valle del Guadalquivir, el rey Santo tuvo que desarrollar una compleja operación que tenía como fin la entrega de Los Montes a la Ciudad y la compensación a la Iglesia con otras posesiones.
Este último objetivo fue afrontado en primer lugar el 20 de abril de 1243 don Femando y la Iglesia toledana otorgaron una permuta de amplias dimensiones, tanto por el valor de su contenido como por eL ámbito geográfico-que ésta-abarcaba; el rey entregaba la villa de Amicel, ribereña del Tajo, con todo lo que contenía, y una importante posesión: la villa de Baza, en Andalucia, con sus castillos y sus aldeas,pero con un inconveniente de permanecer aún en poder de los musulmanes.
A cambio, el arzobispo entregaba todas sus posesiones monteñas: los castillos de Cedenilla, Dos Hernanas, Malamoneda y Muro, el castillo de Milagro y Pulgar y Peña Aguilera, todo con sus términos.
En esta permuta se detallan los términos de toda esta. comarca, ahora ya bien definida; partiendo del puerto de Alover, por la sierra, hasta el puerto de Orgaz, integrando todos los villares antiguos que se halla entre Milagro y el antiguo camino que conecta Toledo con Calatrava a través del puerto de Orgaz, integrando asimismo la aldea de Yébenes, Navas de Bennudo y la garganta de Balbulea; a. partir de esta garganta ,la linde continúa por el camino que pasa por Fuentes de Rabinat y llega al corral de Nuño.
Por la otra parte, el limite transcurre desde el puerto de Alover, por la sierra,hasta el puerto de- Avellanar, y de Marchés hasta a río Estena; de éste en línea recta hasta la. hoz del Guadiana,y de éste hasta Abenójar. Cerca de tres años después de otorgar la pemuta, cuando el rey don Femando sitiaba la ciudad de Jaen. se completó la operación apuntada con la entrega de Los Montes a la Ciudad de Toledo.
El rey, necesitado de apoyos económicos y militares para lograr llevar a buen fin la toma de Jaen, vendió a Toledo la comarca monteña el 4 de enero de 1246 por el precio de 45.000 morabetines alfonsíes” pagados inmediatamente, como el propio monarca declaraba en la carta 69 de compraventa .
En el documento se expresa que se venden las posesiones que Fernando III obtuvo del arzobispo Jiménez de Rada, con los término a que más arriba se han indicado; pero además se detallan los lugares que condene esta comarca, que desde aquel momento se denominó “Montes de Toledo”: Pulgar, Peña Aguilera,-Dos Hermanas, Malamoneda, Cedenilla, Muro, Milagro, Torre de Foya Abrahem, Pefiaflor, Yébenes, San Andrés, Santa Maña de la Nava, Marjaliza, Navarredonda, Peña, Cíjara, Herrera y Alcocer,-reservando una tercera parte de este último territorio al maestre de Alcántara.
Con la compra de Los Montes en 1246 puede darse por concluido el período de repoblación de la Tierra de Toledo que hemos pretendido estudiar, un periodo en que el primer objetivo de los protagonistas -Monarquia, Ciudad Iglesia, particulares y órdenes militares- era ocupar, organizar y poner en explotación este territorio tomado al Islam, garantizando así su seguridad y funcionamiento.
Por la otra parte, el limite transcurre desde el puerto de Alover, por la sierra,hasta el puerto de- Avellanar, y de Marchés hasta a río Estena; de éste en línea recta hasta la. hoz del Guadiana,y de éste hasta Abenójar. Cerca de tres años después de otorgar la pemuta, cuando el rey don Femando sitiaba la ciudad de Jaen. se completó la operación apuntada con la entrega de Los Montes a la Ciudad de Toledo.
El rey, necesitado de apoyos económicos y militares para lograr llevar a buen fin la toma de Jaen, vendió a Toledo la comarca monteña el 4 de enero de 1246 por el precio de 45.000 morabetines alfonsíes” pagados inmediatamente, como el propio monarca declaraba en la carta 69 de compraventa .
En el documento se expresa que se venden las posesiones que Fernando III obtuvo del arzobispo Jiménez de Rada, con los término a que más arriba se han indicado; pero además se detallan los lugares que condene esta comarca, que desde aquel momento se denominó “Montes de Toledo”: Pulgar, Peña Aguilera,-Dos Hermanas, Malamoneda, Cedenilla, Muro, Milagro, Torre de Foya Abrahem, Pefiaflor, Yébenes, San Andrés, Santa Maña de la Nava, Marjaliza, Navarredonda, Peña, Cíjara, Herrera y Alcocer,-reservando una tercera parte de este último territorio al maestre de Alcántara.
Con la compra de Los Montes en 1246 puede darse por concluido el período de repoblación de la Tierra de Toledo que hemos pretendido estudiar, un periodo en que el primer objetivo de los protagonistas -Monarquia, Ciudad Iglesia, particulares y órdenes militares- era ocupar, organizar y poner en explotación este territorio tomado al Islam, garantizando así su seguridad y funcionamiento.
JUAN RAMÓN PALENCIA HERREJÓN
DIRECCIÓN: DRA.. MARIA ASENJO GONZÁLEZ
http://biblioteca.ucm.es/tesis/19972000/H/0/H0048501.pdf
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