sábado, 26 de mayo de 2018

El Señorio y Condado de Oropesa (y II)

PATRIMONIO OROPESANO 1, LA IGLESIA Y “LA COMPAÑÍA”

LA IGLESIA

Portada plateresca de la iglesia de Oropesa

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción conserva algunos elementos constructivos de comienzos del siglo XVI e incluso de finales del XV, época en la que existen documentadas reformas del templo por el IV señor de Oropesa.

Esta parte más antigua estaría representada en la torre de las campanas por sus balaustres renacentistas y los pináculos y las gárgolas góticas que la adornan.

Según una tradición, un rayo provocó el derrumbamiento de gran parte del edificio, lo que supuso nuevas obras de reconstrucción promovidas por el III conde, don Fernando, que concluyeron en 1613 como reza una inscripción.

Las obras las dirigió el discípulo de Juan de Herrera, Francisco de Mora, simultaneándolas con las de la Capilla de San Bernardo, y su aspecto más representativo es el pórtico sur del templo.


Iglesia de Oropesa.

Se trata de una iglesia con planta de cruz latina que presenta en el exterior altos contrafuertes. Tiene ábside poligonal de cinco paramentos y cuatro capillas laterales. El mayor interés del edificio radica en su portada oeste, una buena obra renacentista con los blasones de los Álvarez de Toledo y de los Pacheco-Figueroa y decoración plateresca de columnas y flameros.

Enfrente se perciben todavía los restos de los arcos que debían sostener el pasadizo inacabado por el que hubieran accedido los condes a la iglesia desde el Palacio Nuevo.Detalle de la portada de la iglesia de Oropesa

Fachada sur


El mobiliario y las obras de arte del interior han sufrido diversas vicisitudes a lo largo de la historia.

Parece que el retablo original de la capilla mayor estaba muy deteriorado y se sustituyó a finales del siglo XIX por otro neogótico que actualmente se encuentra en la iglesia de Velada.


Éste a su vez, fue reemplazado en Oropesa por el que luce actualmente, procedente de la parroquia de Santiago en la villa abulense de Arévalo, cerrada al culto por las vicisitudes de la Guerra Civil.

Las imágenes de Santiago, San Pedro y San Nicolás de Bari también proceden de dicha iglesia.

En el centro se halla la imagen de la Asunción, titular de la iglesia y parece que los dos cuadros que se sitúan actualmente junto al acceso de la sacristía pertenecían al retablo original.

Enfrente de esta puerta se encuentra el altar de San Alonso de Orozco con frontal de cerámica talaverana de Ruiz de Luna.

Otros cuadros y retablos de los diferentes altares y capillas proceden de templos y conventos desaparecidos en el señorío, como Guadyerbas Alta y Baja, Rosarito, San Bernardo etc.

En esta iglesia se custodian los restos de don Francisco de Toledo, virrey del Perú, y los de algunos de los señores de Oropesa, como es el caso de los segundos condes que reposan bajo dos losas de mármol cerca de la entrada a la torre de las campanas.

Edificio de “la Compañía” en Oropesa

“LA COMPAÑÍA”

En el perfil monumental de Oropesa destaca otro gran edificio que se recorta en el cielo.

Se trata de la llamada Capilla de San Bernardo,una enorme mole construida en buena sillería y fundada por Francisco de Toledo, Virrey del Perú, para ser enterrado en ella y ofrecer los servicios religiosos a los alumnos del anejo colegio menor de jesuitas que también él instituyó, aunque en principio a la Compañía no le parecieron bien sus condiciones y lo abandonaron, para volver cuando el heredero de don Francisco y conde de Oropesa, don Juan Álvarez de Toledo, llegó a un acuerdo con los jesuitas.



Esta capilla debía haberse construido a la vuelta de América del virrey en 1581, pero su caída en desgracia ante Felipe II, que llevó a su encarcelamiento y muerte, retrasó las obras hasta comienzos del siglo XVII.

Fueron también dirigidas por Francisco de Mora, discípulo de Herrera y principal ayudante suyo en El Escorial.

La cúpula de la capilla mayor de “la Compañía

La edificación tuvo algunos contratiempos y problemas de presupuesto que llevaron incluso al encarcelamiento del contratista.

Esa precariedad fue probablemente la causa de la finalización en ladrillo de la gran cúpula que debería haberse fabricado en piedra, y éste fue precisamente el lugar por donde comenzó la ruina de la capilla, condicionada también por la expulsión de los jesuitas.

Se cerró y volvió a abrir al culto en varias ocasiones por las guerras y desamortizaciones del siglo XIX. En 1930 el Duque de Frías, cuya casa se había vinculado a la capilla e incluso había alojado aquí su archivo hasta su traslado a Montemayor, en Córdoba, cedió la propiedad de la misma a la parroquia de Oropesa.

Unos años más tarde se desmanteló todo el maderamen, retablos, puertas y ventanas quedando solamente la estructura pétrea del templo que llegó a tener hasta ocho capillas decoradas con magníficos cuadros y retablos además de un rico ajuar.

La plata era abundante, como no podía ser de otra manera en una iglesia patrocinada por el Virrey del Perú, e incluso las campanas tenían en su composición una aleación muy rica en este metal.

Su biblioteca era muy variada y valiosa, albergando además el archivo de la casa ducal de Frías

.Portada de la iglesia de “la Compañía”

Destaca en la construcción su gran altura y lo sobrio de su decoración arquitectónica con grandes superficies graníticas apenas interrumpidas por sencillos vanos rectangulares.

Solamente en la fachada oriental encontramos una sencilla portada renacentista con una hornacina que alberga una cruz que a los lados presenta los escudos de la casa de Oropesa y en las alturas una sencilla espadaña como remate en cada lateral del frontón.

Otras dos espadañas más sencillas se levantan detrás sobre dos contrafuertes.

 El interior tiene planta de cruz latina con una sola nave de grandes proporciones y capillas laterales que se comunican entre sí.

La capilla mayor estuvo adornada por un gran cuadro de Ricci de grandes dimensiones, representando a San Bernardo recibiendo la leche de la Virgen en un magnífico marco de madera labrada.

Delante se instaló un cimborrio con adornos dorados.

El edificio ha sido recientemente restaurado.

Fachada de “la Compañía” en Oropesa

LA ERMITA DE PEÑITAS Y OTROS ELEMENTOS DEL PATRIMONIO OROPESANO

Ermita de la Virgen de Peñitas

Cuenta la leyenda que en este ameno paraje al sur del casco urbano de Oropesa se apareció la Virgen a un pastorcillo. El edificio es de sillería y mampostería con un pórtico de entrada a poniente.

En sus muros vemos dos buenos paneles de cerámica talaverana que representan a la Virgen y a San Pablo.

Dentro se adorna el altar con cerámica de Ruiz de Luna.Ermita de la Virgen de Peñitas

En el interior es de destacar el órgano, la reja y el retablo barroco que acoge la imagen.

También había una estela con una inscripción romana.

Se celebra una romería hasta ella con la tradicional subasta de andas.Ruinas del Colegio de la Compañía en Oropesa

El anejo Colegio Universitario de la Compañía impartió estudios de rango universitario para treinta y tres colegiales en recuerdo de los años de Cristo.

Se trata de un sencillo edificio de mampostería revocada con dos entradas a las que se accede por rampas, una de medio punto más antigua y otra adintelada.

En el muro se abren sencillos balcones y ventanas rectangulares.

Como tantos otros edificios históricos de Oropesa fue el Virrey del Perú, hijo de los condes de Oropesa, quien lo impulsó, dotó y protegió

Convento de San Francisco, o de la Madre de Dios

En el llano situado junto a la autovía Nacional-V se sitúa un edificio cuya última función fue la de fábrica de harinas y donde hoy se alberga un anticuario.

Se trata de los restos de uno de los conventos franciscanos más ricos de cuantos tuvo la orden en España fundado por Francisco Álvarez de Toledo III Conde de Oropesa, quien lo dotó generosamente en ajuar y decoración desde su construcción a principios del siglo XVI.


Tenía ricas ropas y objetos litúrgicos, una cruz de oro y piedras preciosas y una espléndida sillería.

Convento de San Francisco en OropesaSiguió los avatares de la decadencia de la propia casa nobiliaria y los embates de la Guerra de la Independencia hasta que fue abandonado por los frailes en 1822.

A principios del siglo XX se vendieron las columnas de su hermoso claustro y más tarde se instaló la fábrica de harinas.

Claustro del arruinado convento de San Francisco a principios de siglo

Poco queda del magnífico edificio que estuvo incluso adornado con pinturas de Carducci, salvo sus pétreos muros de buena cantería reforzados con contrafuertes y su ábside poligonal.

Alojó los restos del fundador y otros miembros de la casa condal oropesana e incluso los de don Francisco, Virrey del Perú hasta que fueron trasladados en 1822 al edificio de la Capilla de San Bernardo, y por la ruina posterior de ésta a la iglesia parroquial.

LAS PLAZAS Y LA ARQUITECTURA

La plaza mayor de Oropesa cuenta con algunos elementos patrimoniales de interés como el Hogar Rural de su lado norte, decorado con azulejería de Ruiz de Luna.

También la torre neogótica del siglo XIX sitada sobre un arco apuntado por el que se accede a la plaza, además del ayuntamiento nuevo y algunos edificios de arquitectura tradicional.

Rincón pintoresco de la arquitectura Oropesana

Guarda además Oropesa algunos rincones pintorescos por su arquitectura, como el pasadizo que se encuentra frente a la portada occidental de la iglesia y varios edificios con portadas más nobles, alguna de ellas blasonada.

Torre del Reloj en la plaza de Oropesa

También es de interés la casa natal de San Alonso de Orozco, fundador de los agustinos recoletos cuya casa madre está en Talavera y es el actual Museo Ruiz de Luna de Cerámica.

OTROS EDIFICIOS HISTÓRICOs

Una de las pinturas de los muros del Hospital de San Juan Bautista

Además de “la Compañía” hay otros edificios históricos y conventuales en Oropesa.

Uno de ellos es el Hospital de San Juan Bautista que hoy aloja la oficina de turismo, un edificio del siglo XVI que conserva algunos frescos en los muros de tradición mudéjar así como algunos elementos mudéjares.

Tenía capacidad para cuarenta y ocho camas para pobres de los estados de Oropesa, transeúntes y peregrinos.

Estaba dotado de capellán regidor, cirujano sangrador y médicoPotro de herrar delante del antiguo edificio que albergaba “los Hospitalones”

Otros edificios de interés son el convento de las Clarisas de la Misericordia con su colegio anejo del que hoy podemos visitar su iglesia.


http://lamejortierradecastilla.com/la-ermita-de-penitas-y-otros-elementos-del-patrimonio-oropesano/
http://lamejortierradecastilla.com/patrimonio-oropesano-1-la-iglesia-y-la-compania/

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