lunes, 25 de junio de 2018

Al Atalayon por las Lanchas


Cascadas de l arroyo de Las Lanchas

Recorrido corto hasta las Cascadas del Arroyo de Las Lanchas 4 kilómetros, 2 horas


Recorrido largo hasta el Atalayón y vuelta 12 kilómetros, 5 horas.

Ventana de la arquitectura popular de Las Hunfrías

Antes de llegar al pueblecito de Las Humfrías, cruza la carretera el arroyo de las Lanchas que ascenderemos mejor tomando el camino indicado junto al cementerio de esta localidad, mejor que por las propias riberas. 

 











Seguimos el recorrido indicado en la ruta que se ha marcado con paneles durante unos tres kilómetros, y llegamos a una zona muy agradable de pozas, pequeñas cascadas y chorreras, rodeada de rebollares y algunos ejemplares de tejos y de loros que, no nos confundamos con las aves tropicales, se trata del llamado “árbol de las nieblas”, que se encuentra en lugares húmedos y sombríos de estas sierra. 

Tiene un sistema muy curioso de condensación del vapor de agua de la atmosfera, que se acumula en pequeñas gotitas en sus hojas, que a su vez dirigen ese agua cayendo junto al tronco para que lo aprovechen las raíces.El bosque mediterráneo virgen entre los canchales frente al pueblo de Las Hunfrías

Después de refrescarnos y disfrutar del paraje podemos regresar por donde hemos venido o por el mismo cauce del arroyo entre huertecillos abandonados y castaños, pasando junto a tres molinillos, uno de ellos con un cubo de más de once metros de altura. 

Ya en la carretera nos dirigiremos hacia el este, de nuevo al cementerio de donde salimos.Molino de cubo en el arroyo de Las Lanchas

Esta pequeña ruta es muy fácil y asequible, pero si queremos realizar la versión larga y serrana de la misma, podremos subir entre rebollares junto al ameno arroyo de las Lanchas hasta llegar a su nacimiento. 


Un poco más arriba, se halla un collado desde el que tomaremos la senda, según indica el mapa, que nos lleva hasta El Atalayón. Se trata de una formación cuarcítica con paredes verticales y rodeada de prados y rebollares desde donde, como su nombre sugiere, disfrutaremos de vistas inmejorables sobre la Jara Alta. 

En el camino vamos disfrutando entre pinares con manchas de madroñeras y brezales, con bosquecillos de roble y algunos quejigos. No es extraño que nos crucemos con venados o corzos en el descenso que va siguiendo el camino indicado hasta un cortafuegos. 

Siguiéndolo nos acabará de bajar hasta la aldea de Las Humfrías. Si tenemos tiempo y ha sido buena la otoñada, podemos llevar a casa una bolsita de níscalos que abundan en el suelo de los pinares.

Garganta de Las Lanchas y su vegetación de robles, madroños, encinas…



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