La disposición que proponemos en la segunda propuesta es respetuosa con el emplazamiento de la caseta del reloj, que junto con la maquinaria deberán ser restauradas, pues son también bienes patrimoniales de interés.
Dentro de todo el patrimonio relativo a las campanas, el de relojes mecánicos es el más vulnerable de todos, puesto que la tendencia generalizada es sustituir la maquinaria por un ordenador, que a la postre, da casi más problemas que un reloj mecánico, cuya vida útil es mucho más larga.
Por desgracia el destino de muchas de estas maquinarias es un cuarto almacén de la iglesia, del ayuntamiento, de una persona interesada por la historia local o sencillamente la chatarrería.
Son muchas las maquinarias que han desaparecido, algunas de ellas históricas, del siglo XVIII o anteriores.
Por tanto, proponemos la restauración del cuarto del reloj, de modo que sea lo más hermético posible, para evitar que las inclemencias meteorológicas y la temperatura ambiental afecten a su funcionamiento
La maquinaria deberá ser convenientemente limpiada.
Aquellas piezas cuyo deterioro impidan el correcto funcionamiento serán sustituidas por copias. Las ruedas de subida de los pesos pueden ser conectadas a un elevador accionado por un ordenador. Actualmente existen ordenadores conectados a relojes mecánicos que aparte de elevar las pesas corrigen posibles desajustes horarios.
Deberá también recuperarse el martillo del reloj activado de forma mecánica.
Ilustración 10: Reloj mecánico conservado en su cuarto
Ilustración 11: Reloj mecánico restaurado y en uso
ROMERA SOTILLO, Álvaro
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