El área carpetana se extendía por un territorio
que comprendía una parte importante de la
actual Meseta Sur.
El límite de este territorio por
el sur parece que alcanzaba el Guadiana.
En su
zona más oriental el límite es más impreciso,en
un territorio donde estaban asentados también
olcades y celtíberos.
En su zona occidental,el área
carpetana limitaba con la zona de influencia de la
cultura vetona,que viene definida entre otros rasgos
por la presencia de esculturas denominadas
verracos,así como por una economía de marcado
carácter ganadero.
Finalmente en su zona septentrional
este territorio alcanzaba las estribaciones
del Sistema Central.
Las fuentes históricas nos ofrecen algunas noticias
acerca de los carpetanos y del territorio que
habitaban.
Así por Polibio (3, 13, 5) y Livio (21, 5,
2), podemos deducir que se encontraban al sur de
los vacceos, eran vecinos de los olcades,que se
hallarían al este y que el Tajo cruzaba su territorio.
Estrabón los sitúa al norte de los oretanos
(III, 2, 6) mientras que Plinio dice que habitan
junto al río Tajo (III, 19) siendo Toledo “cabeza
de la Carpetania” (III, 25). Finalmente Ptolomeo
(2, 6, 56) cita dieciocho ciudades carpetanas de las
que Toletum y Complutum están claramente identificadas
y el resto son de dudosa localización.
Actualmente la investigación considera que
este territorio carpetano, estaba constituido por civitates desarrolladas en si mismas como estados,
con lazos culturales comunes, pero que nunca llegaron
a unirse en coaliciones políticas de ámbito
superior. En este sentido J. Caro Baroja es de la
opinión que muchas ciudades carpetanas se
encontraban asentadas en riscos y escarpaduras
con cuevas naturales o artificiales que servían a la
gente de mansiones o habitat. (Caro Baroja, 1981,
282 y 291) Es posible que una de estas ciudades
fuera Caraca que fue sometida por Sertorio y cuya
población habitaba en cuevas. (Plutarco, Sert.
XVII).
La Segunda Edad del Hierro en la submeseta
Sur vendrá marcada por la progresiva implantación
de la iberización.Este período desde un
punto de vista cronológico abarcará en general la
segunda mitad del primer milenio. El proceso de
iberización de las tierras centrales de la Meseta
Sur se da a partir del siglo IV a.C.apareciendo en
esta zona cerámicas ibéricas con decoración pintada
monócroma y bícroma de tonos rojos y castaños.
También la presencia en yacimientos de
esta área de algunas cerámicas de importación
como las cerámicas áticas de barniz negro procedentes
de Mejorada del Campo (Madrid) o el
fragmento de barniz rojo de Fuente el Saz del
Jarama (Madrid)nos indican la presencia de contactos
comerciales con otras zonas del sur y
levante peninsular.
Estos contactos comerciales fueron posibles gracias a la existencia de vías de
comunicación de época prerromana.
Entre las novedades técnicas de este período,
podemos destacar la introdución del torno de
alfarero para la elaboración de cerámica, aunque
en los yacimientos carpetanos de esta fase aparecen
también numerosos testimonios de cerámica
hecha a mano.
En el campo de la metalurgía asistimos
a la introducción de la siderurgia si bien la
presencia de hierro es más bien escasa. Dentro
de las técnicas constructivas se debe destacar
como novedad el empleo del tapial y los adobes.
Aunque el área carpetana recibe las influencias
de la zona ibérica, los carpetanos también presentan
una importante influencia céltica, que nos
permite relacionar esta zona con el área de la
Meseta Norte y cuyos rasgos serían entre otros la
presencia en los yacimientos de cerámicas incisas
y excisas y de determinados tipos de fíbulas o las
terminaciones en -briga de algunos nombres de
sus ciudades.
Durante la II edad del Hierro,los asentamientos
del área carpetana se establecían principalmente
en lugares elevados y fácilmente defendibles
que dominaban valles y territorios de importancia
estratégica.
También la inestabilidad provocada
en la Península, a raiz de la actividad bélica
entre romanos y cartagineses,desde finales del
siglo III a.C. provoca que la población se vea en
la necesidad de agruparse y buscar refugio en
grandes castros defensivos.
Posteriormente la actuación de estos núcleos
indígenas frente al fenómeno de la conquista
romana, no es desconocida, salvo cuando existen
referencias en las fuentes históricas como en
el caso de Alce o Toletum.
En cualquier caso parece
más importante destacar la expansión de pueblos
como los celtíberos durante los siglos III-II
a.C. en zonas como Carpetania (Blázquez, 1986,
204)que la propia resistencia de los carpetanos
al dominio de Roma
En la provincia de Toledo, se localizaba el enclave celtibérico de El Cerrón ubicado en la comarca de la Sagra, en una localización entre la Cordillera Central y los Montes de Toledo. Ocupa la plataforma superior de un pequeño cerro ovalado de algo menos de 1,5 hectáreas de superficie.
La configuración actual del asentamiento celtibérico nos muestra la ocupación más antigua,con dos santuarios superpuestos en las zonas más elevadas del cerro, mientras que el poblado se extiende por toda la plataforma. En la zona del santuario se ha hallado un relieve incrustado en un muro de adobe. La escena presenta la secuencia de dos carros guiados por sendos aurigas y arrastrados por caballos a los que sigue un glifo. Delante de el segundo carro aparece la figura de un personaje de pie, que levanta su brazo izquierdo.
Este relieve es objeto de diversas interpretaciones: podría tratarse de personajes heroizados o divinidades cuyo símbolo fuese el glifo. También podría representar el viaje de dos personajes difuntos al mundo de ultratumba. Este asentamiento carpetano presenta un habitat con estructuras en adobes y materiales bastante iberizados.Entre los materiales aparecidos destaca también la cerámica jaspeada, característica de esta región. (Blasco, 1992, 294)
También en la zona más oriental de la provincia de Toledo, está localizado el yacimiento del Cerro del Gollino. Está situado en una zona limítrofe a la actual provincia de Cuenca. Se trata de un gran castro carpetano de una exténsión superior las 15 hectáreas del que sólo conocemos una pequeña parte. Este yacimiento contaba con un doble recinto amurallado y puede ser considerado como un importante castro similar a otros como Consuegra, Yeles o Mora.
Entre los restos cerámicos hallados en este asentamiento, podemos destacar la cerámica de factura indígena con la presencia de grandes recipientes de almacenamiento y toneletes. (Santos, Perea, y Prados, 1990, 315) También es destacable la presencia de cerá- mica jaspeada y diversos fragmentos de ánforas republicanas. Dentro de las cerámicas de importación abunda la cerámica Campaniense de las formas 1 y 5 de Lamboglia.
Entre los diversos objetos metálicos aparecidos en este enclave figuran una espada de filos rectos,un cuchillo, un regatón, una fíbula anular hispánica así como numerosos fragmentos de clavos y remaches. Parece probable que la construcción del recinto amurallado de este asentamiento, se remonta al siglo II a.C. (Santos, Perea y Prados, 1990, 314)
La ciudad de Toletum era en época prerromana centro de un rico territorio en el valle del Tajo y punto estratégico dentro de las comunicaciones en la Meseta Sur. Toledo estaba situado en una zona fértil para el cultivo,lo que nos permite suponer que esta función agrícola había sido la base de su desarrollo en época prerromana.
Las primeras referencias históricas acerca de este enclave carpetano, nos describen como en el año 193 a.C. una importante coalición de celtíberos, vacceos y carpetanos fue vencida junto a Toletum 3 . (Livio 35 , 7, 6) En el año 192 a.C. la ciudad es tomada por las tropas romanas dirigidas por M. Fulvio Nobilior. El oppidum carpetano,se asienta en este momento en el mismo emplazamiento de la posterior ciudad romana y de la actual Toledo.
Toletum en este período prerromano contaría con un tamaño que oscilaría aproximadamente entre las 40 y 50 hectáreas. (Almagro, 1995, 221) Este asentamiento indígena se convertirá en municipio en época romana, probablemente en época de Augusto. Un autor como Plinio considera a Toledo como cabeza de la Carpetania. Este autor nos indica que los toletani eran estipendiarios del Conventus Carthaginensis. (Plinio NH, 3, 25)
Sabemos también de la existencia de una ceca de época republicana con la marca Tole en esta ciudad, lo que nos indica su importancia en este período. Disponemos de varias monedas con la indicación de esta ceca y el tema del jinete ibérico en el reverso. En el anverso junto a la fórmula Ex.s.c. (ex senato cónsulto) figuran nombres indígenas.
La coincidencia de estos nombres indígenas con el tema del jinete y la aparición de la fórmula romana Ex.s.c. 4 parecen indicar que pudiera tratarse de la emisión de una ceca de la ciudad indígena. (González, 1987, 56) Una vez que la ciudad alcanza su condición de municipio en época romana se dotará de diversos edificios públicos como un circo,así como algunos puentes sobre el Tajo. En época romana Toletum era una mansión que se encontraba en el cruce de dos vías romanas, la que iba de Emérita a Caesaraugusta y la que desde Laminium alcanzaba Toletum.
En este sentido era un lugar estratégico dentro de la Meseta meridional. Entre los castros carpetanos,el enclave de Consabura (actual Consuegra, Toledo) se encontraba asentado en el Cerro el Calderico y contaba con una superficie aproximada de unas 8 hectáreas.
Restos de lo que fue este castro prerromano se localizan parcialmente en este Cerro,especialmente en lo que corresponde a la muralla en sus lados sur y este,de la que parten lo que fueron arranques de viviendas. Este oppidum indígena se convertirá en ciudad romana adquiriendo la condición de municipio.
La ciudad se trasladará desde el emplazamiento prerromano a una zona más baja, cercana al río Amarguillo. Plinio en su obra nos cita a Consabura como una ciudad estipendiaria del Conventus Carthaginensis (Plinio, III, 25). Las fuentes históricas mencionan también a esta ciudad dentro de uno de los episodios de las guerras sertorianas. (Frontino Strat. IV, 5, 19)
Concretamente sabemos que Sertorio envió a su lugarteniente Hirtuleyo con un ejército, que venció al gobernador de la Citerior M. Domicio Calvino cerca de esta ciudad. De época romana se conservan entre otros, restos de un circo de dimensiones más reducidas al de Toledo y de una presa que era una de las más importantes de Hispania. Consabura era en época romana una cabeza administrativa,que controlaba el territorio próximo.
Según el Itinerario de Antonino fue una mansión en la vía romana que unía Laminium con Toletum, aunque este enclave no constituía una encrucijada de vías importantes. En la actualidad está descartada la identificación de Consabura con una ciudad mencionada en la Tesera de Herrera de Pisuerga (Palencia), cuyas similitudes de carácter onomástico apuntan al mundo de la Meseta septentrional. De algunas ciudades mencionadas en las fuentes históricas como Aebura, no se han hallado hasta la actualidad vestigios arqueológicos.
Esta ciudad es identificada con la Libora ptolemaica. (Ptolomeo 2, 6, 56) Sabemos del asentamiento de una guarnición militar romana en esta ciudad en el 181 a.C. (Livio 40, 30, 3) durante la campaña de Q. F. Flaco contra los celtíberos. Según el Ravenate Aebura se localizaría entre Toletum y Augustobriga.
Julián Hurtado Aguña
http://www.uam.es/otros/cupauam/pdf/Cupauam26/2605.pdf
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