miércoles, 15 de julio de 2020

El Patio de la Casa de los Collado, Corral de Almaguer

Tres Culturas: Origenes de Corral de Almaguer y el SANTUARIO de ...LA CASA DE LOS COLLADO DE CORRAL DE ALMAGUER (TOLEDO):

EL PATIO DE LA CASA DE LOS COLLADO 

El patio de la Casa de los Collado " presenta actualmente cuatro galerías en las cuales cada lado contiene tres arcos de medio punto que descansan sobre pilares octogonales, originari amente de piedra y hoy cubiertos toscamente con yeso.

Sobre estos arcos, varias hiladas de sillares, que terminan en un baquetón sobre el que corre un antepecho decorado con paneles labrados con diferentes diseños góticos.

 Los diez paneles tallados se distribuyen en los cuatro lados del patio de manera desigual, con tres paneles en los lados este, norte y oeste, y un solo panel en el lado sur




. La galería superior presenta un desafortunado cerramiento en forma de muro, sobre el que se han diseñado con incisiones unos fingidos sillares de cantería, con vanos ojivales acristalados (Fig. JO).

La configuración actual del patio es el resultado de una remodelación llevada a cabo en la casa hacia 1930-45 "'. De su primitiva organización da cuenta Mariano López Sánchez.

El arquitecto visita el inmueble hacia 1878 y, junto con la descripción del espac io, reali za dos dibujos de dos de los lados. del patio, imprescindibles para la comprensión de los cambios efectuados en el mismo (Láms. tU y IV).


Turismo y Festejos
Tras una breve alusión a la fachada, y ciertas referencias a algunas salas, el alllor describe minuciosamente el patio de la Casa de los Collado, comenzando por los pilares: "El patio, objeto prefe rente de estos li geros apuntes, es rectangular y se compone de cuatro arcadas en cada lado separadas por pilastras que, cuadradas en su base, son octogonales en casi toda su altura, sosteniendo· un capitel, cuyas molduras y planos buscan nuevamente la forma cuadrada en su cimacio, descansando sobre ellas los arcos de medio punto que las unen" "'.

Los pilares de piedra, que sí son octogonales y con forma cuadrada en el cimacio, actualmente están recubi el10s de yeso y carecen de basa (Figs. I1 y 12) "'.

 Las basas -cuadradas según el texto y dibujadas con forma octogonal en las láminas que acompañan al artículo (Fig. 13)-, se ocultaron bajo las nuevas baldosas añadidas en la posteri or reforma del patio, que elevó la altura del solado al menos en unos 50 cm.

Los últimos trabajos arqueológicos realizados en el patio así lo han constatado (Figs. 14 y 15). El recubrimiento de yeso de los pi lares debió ser posterior a la cubrición del solado ya que en una fotografía tomada durante la Guerra Civil aparecen los pil ares de piedra, muy deteriorados, pero sin cubrir, mientras que el solado ya ha sido renovado y presenta las actuales baldosas que cubren las basas (Fig. 17). 

La descripción de López Sánchez prosigue con las arcadas: "En dos de los lados, las luces de estos arcos son de 2,50 m y de 2,35 m en los otros dos, lo cual nos da de longitud total para e l primero, incluyendo el grueso de las pilastras en la base, 12, 10 m, y 11 ,50 m para e l lado menor del rectángulo.

Las enjutas se presentan rellenas con hilaFig. 17: Patio de la Casa de los Collado dllranle la GI/erra Civil (1937).

LA CASA DE LOS COLLADO. UN POCO DE HISTORIA
Fig. 19: Detalle Lado A seglÍl/ López Sól/c/¡ ez ( 1878). Fig. 20: Mismo detalle del Lado a, actualmcllle. das de cante ría, de altura y longitud di ferentes, así como las dos hiladas que corren enc ima de las claves hasta llegar al baquetón que rodea o encuadra los antepechos labrados" " .

 La descripción de las hil adas de cantería de las enjutas y del espacio entre los arcos y el baquetón de los antepechos no coinc ide con el estado actual.

Las palabras del autor y sus diseños muestran tres hiladas de sill ares en las enj utas, con a ltura y longitud diferente, y dos hil adas entre los arcos y e l baquetón tambi én de medidas desiguales (Fig. 19). En la actualidad, esa disposición en cinco hil adas de diferente tamaño se deja ver gracias a los añadidos de mortero con que se cubrieron las j unt as de los si ll ares (Fig. 20).

La ocultación de las llagas sirvió para trazar unos ficticios sill ares uniformes, ele igual altura y lo ngitud, que dividen e l espacio en hiladas regulares "'.

El aspecto que más llama la atención en la descripción de López Sánchez es la diferente disposici ón del espacio. Ni las medidas aportadas, ni e l número de arcadas concuerdan con e l estado actual del patio.

 Frente a los 12, 10m para dos de los lados y 11 ,50 m para los otros dos, con cuatro arcos cada uno descritos por el autor, en la actua lidad, el patio presenta cuatro lados de tres arcos, con unas medidas de 9 m (aproximadamente) por lado. Parece evidente que con posterioridad a 1878 se reali zó una reforma en e l patio que redujo considerablemente sus dimensiones.




En este sentido, es posible observar todavía hoy signos de la antigua disposic ión. En primer lugar, existen tres arcos de piedra vistos en las ga lerías "': uno entre el Lado b y el u /do e (A rco B-C, Fig. 2 1); otro entre los u/dos a y b (A rco A-B, Fig. 22); Y un tercero entre el u/do a y el u/{Io d (Arco A-O, Fig. 23) » .

La presencia de estos arcos de piedra confirma la existencia de una disposición anterior de c uatro arcos por lado, con las medidas señaladas por López Sánchez.

El Arco A-D como prolongación del Lado a completaría las medidas del Lado A descrito en el artículo, igual que el Arco B-C completa el Lado b y forma el Lado B definido por el autor. Asimismo, las recientes catas arqueológicas en el edificio han puesto de manifiesto la presencia de un arco más en el Lado b, situado a continuación del Arco B-C, que une este lado con la fachada " .

Se apoya este último arco, al igual que los restantes del patio, en pilares octogonales, y su func ión, como la del Arco A-B, sería la de proporcionar sustento a la galería del Lado c (Lám. V).

casa de los collado | Somos Corral de Almaguer. NOTICIAS DE LA MANCHA La descripción prosigue con los otros dos lados del patio: "De estos cuatro lados, dos de ell os que forman ángulo, bien sea porque la obra se interrumpiera por causas que ignoramos, bien que construida se haya destruido, no tienen más altura que la del piso inferior, hallándose hoy cerrados los espacios por un muro de construcción grosera, el cual separa o es medianero con la casa colindante" ce.

A continuación. son descritas la galería superior y la situación de los paneles de tracería que decoran los antepechos de los Lados A y B: "En los otros dos lados que forman el ángulo opuesto sobre estos arcos, corre el antepecho, que incluso el baquetón que divide y limita los recuadros, tiene 1.05 m de altura, sobre el que descansan sin corresponderse con los apoyos o pilastras del piso inferior, las columnas que sostienen la armadura y tejado que cubren la galería superior, siendo también desiguales las distancias que las separan.

 Estos antepechos están formados por tres hiladas superpuestas o juntas encontradas, y en cada lado hay dos espacios lisos que se dejaron sin ornamentar.

Los cinco recuadros que adornan cada lado, presentan ornatos circulares unos, ojivales otros, entrelazándose y combinándose con tal gusto, delicadeza y esmero, que demuestran la destreza y habilidad del escultor que los concibiera, armonizara y ejecutara, siendo todos de diferente dibujo, de variados entrelazos y de labor tan fina y detallada, que encantan y cautivan el ánimo, y todos del estilo gótico ojival más o menos puro, puesto que los motivos de que se hallan compuestos debieron indudablemente tomarse de los edificios religiosos coetáneos.

Las columnas del piso superior descansan en una especie de base ática, y sus capiteles tienen una pequeña voluta con hojas de escaso relieve, pegadas al tambor" n. Las presencia del baquetón y los antepechos en estos dos lados persiste en la actualidad, y coinciden incluso las medidas dadas por el autor (Figs. 10, 24-26).


LA CASA DE LOS COLLADO. UN POCO DE HISTORIA
Sin embargo, nada queda de las columnas que sostuvieran la armadura y tejado que cubre la galería.

Debieron de ser sustituidas por el actual muro revocado con incisiones que imitan la sillería cuyas ventanas ojivales pseudogóticas nada tienen que ver con la arquitectura de los años finales del siglo Xv.

 Se define también, en los dos diseños del autor, la antigua disposición de los motivos decorativos de los antepechos.

 Según López Sánchez, sólo corre el antepecho en los dos lados que tienen dos alturas y conservan la galería superior, esto es, los Lados A y B (prolongación de los actuales Lados a y b, norte y este).

Según los dibujos del alzado del patio, los antepechos están formados por cinco paneles rectangulares labrados, con decoración diferente en cada uno de ellos, enmarcados por dos espacios lisos, formados por tres hiladas de cantería que hoy se mantienen (Figs. 30 y 3 1) " .

Los otros dos lados o no se concluyeron o se cayeron una vez construidos.

Seguramente, el proyecto ini cial del patio contaba con antepecho y cinco paneles co'n decoración de tracería por cada uno de los cuatro lados.

Estos elementos decorativos, con la remodelación del patio en el siglo XX, vieron modificada su disposición. En la actualidad, corre un antepecho en cada uno de los cuatro lados con paneles decorados.

Con una lectura siempre de izquierda a derecha, en el Lado a se mantienen los motivos A.3, A.4 Y A.5 (Fig. 32); en el Lado b, los motivos B./, B.2 y B. 3 (Fig. 33); en el Lado e se ha colocado en solitario el pane l B.5 (Fig. 34); por último, en e l Lado d se hall an los pane les B.4, A. / Y A.2 (Fig. 35).

En la remodelac ión del patio se respetaron, pues, los tres moti vos de cada lado más cercanos al ángulo noreste, formado por los Lados A y B. Los demás pane les se reparti eron entre los olros dos lados nuevos.

La estructu ra original, que dejaba dos espacios lisos en los extremos de cada antepecho, se respeta ahora en tres de los lados (Lados a, b y di, pero en lugar de cinco paneles decorados, ahora, y debido a que las arcadas son más cortas, se ven reducidos a tres. El Lado e queda descompensado al con lar sólo con un pane l esculpido y un espac io liso en cada uno de los lado con doble longitud que en los demás frentes.

 La disposic ión de la Casa de los Coll ado en torno a un patio cuadrangul ar con arcadas responde a la tipología más común dentro de la arquitect ura castellana de finales del siglo Xv. Este tipo de patio estará presente en palacios urbanos y villas extramuros, en palacios-convento, castillos, claustros, casas de estudio y residencias nobles " . Su presencia en la casa señorial implica señal de nobleza, distinguiéndola así de las casas populares y burguesas, que suelen carecer de este espacio " .

En el foco toledano, son característicos las casas nobles y palacios dispuestos en torno a un patio con dos o cuatro galerías, como el Palacio de Fuensalida o e l de don Gutierre de Cárdenas de Ocaña. La Casa de los Collado, en origen, presentaba un patio con cuatro ga lerías dobl adas " , si bien dos de e llas no llegaron a conc luirse " .

 En lo que respecta a la ordenación de l alzado, el piso inferior presenta, en su proyecto ori ginal, cuatro arcos de medio punto en cada lado ", que apoyan sobre pilares ochavados.




El piso superior, sobre el que corre el antepecho decorado con paneles de tracería gótica, aparece resuelto, según los diseños de López Sánchez (Fig. 28) Y la fotografía del Conde de Cedillo (Fig. 29), con columnas de piedra que apean zapatas de madera, hoy sustituidas por un tosco muro con ventanas ojivales.

El proyecto arquitectónico original seguramente pretendía esta ordenación para los cuatro lados del patio. Sin embargo, tan sólo dos de las cuatro galerías llegaron a ejecutarse completamente.

 El sistema adintelado, unido siempre al uso de zapatas de tradición mudéjar, fue empleado con gran profusión en la arquitectura civil toledana ", y en general se extiende en toda Casti ll a en los siglos XV Y XV I ", si bien denota cierto arcaísmo tradicional.

Frente a los patios doblados con estructura adintelada en los dos pisos, habituales en palacios del siglo XV " , se presenta un sistema intermedio, señal de mayor grado de modernidad y asimilación, según ha apuntado Fernando Marías, en el contexto de la arq uitectura civil del siglo XV I en Toledo: la utilización de arcos en el piso bajo y dinteles con zapatas en el superior " .

Tal sistema es el empleado en la Casa de los Collado. Frente al desdeñoso juicio de valor del Conde de Cedillo, que califica la solución constructiva del segundo piso como "galería que le afea (al patio), consistente en columnas delgadas y raquíticas, dispuestas irregularmente y sin correspondencia con las columnas de las galerías inferiores" ", el alzado del patio de la Casa de los Collado, con arquerías en el piso inferior y dinteles con zapatas en el superior, se presenta como un signo de modernidad en el contexto de la arquitectura contemporánea.
En lo que respecta a la falta de correspondencia de estas columnas con los pilares del piso inferior, señalada también en el texto de López Sánchez <s, no parece ponerse de manifiesto en los documentos gráficos de que disponemos. Por un lado, los diseños de López Sánchez muestran una perfecta concordancia entre columnas y pilares (Láms. III y IV).

Igualmente, la fotografía aportada por el Conde de Cedillo (Fig. 18) parece retlejar esa misma concordancia, aunque se aprecian en los intercolumnios, sin duda para reforzar la sujeción del tejado, pies derechos que apean zapatas, colocados de manera aleatoria y sin regularidad.

Los pilares de piedra ochavados del piso inferior son elemento común en la arquitectura mudéjar toledana «'. En el ámbito toledano, se caracterizan por tener todas sus caras el mismo ancho, a diferencia de los pilares ochavados sevillanos, donde el ancho de las ochavas disminuye aproximadamente en la mitad ". En este sentido, los pilares de la Casa de los Collado se circunscriben al tipo toledano, teniendo lOdas sus caras la misma dimensión.

Según los diseños de López Sánchez, estos pilares presentan basa octogonal (Fig. 13), a pesar de que en el texto el autor define estos soportes como "pilastras que, cuadradas en su base, son octogonales en casi toda su altura, sosteniendo un capitel cuyas molduras y planos buscan nuevamente la forma cuadrada en su cimacio" "H.

Las basas de los pilares hoy han desaparecido bajo el enlosado, añadido en la última reforma del patio. Hacia 1919, según la fotografía del Conde de Cedillo (Fig. 18), aparecen muy deterioradas y perdidas en parte.

Los recientes trabajos arqueológicos de Soledad Sánchez-Chiquito de la Rosa en la Casa de los Collado han puesto de manifiesto la existencia de tales basas a unos 50 cm por debajo del nivel del solado actual (Fig. 15). Los capiteles, en cambio, sí son cuadrados en el cimacio y, en este sentido, podrían relacionarse con los capiteles de los Palacios de Ocaña y de Fuensalida y del Convento de San Antonio, si bien no alcanzan tan amplio desarrollo.

Uno de los elementos arquitectónicos más interesantes de la Casa de los Collado lo constituye la decoración de los antepechos.

 Frente al signo renacentista de las arquerías y el carácter mudéjar de los pilares ochavados del patio y las techumbres de madera policromada de las estancias, las tracerías del antepecho se resuelven en estilo gótico tlamígero. Se pone, pues, de manifiesto que, en la coyuntura de la arquitectura española del siglo XVI, "lo gótico" ", todavía es considerado como "lo ornamental" "'.

Como ya se ha señalado, los diez paneles tallados se hallaban distribuidos de cinco en cinco en cada uno de los dos lados completos del patio, formando un largo friso que ocupaba casi toda la longitud del antepecho, con excepción de los dos tramos que forman ángulo en cada esquina, que se mantenían lisos.

 Los diseños de tracería son todos diferentes, dominando las formas curvas -vejigas de pez, trifolios, círculos secantes- y ojivales (Figs. 32, 33 Y 35), excepto en uno de ellos, que presenta un entrelazo rectilíneo con retícula de ocho rombos (Fig. 34)'''.

La talla de todos ellos es de gran calidad, y así lo han señalado algunos autores '''o El repertorio formal de la tracería gótica proviene, muy probablemente, de la arquitectura religiosa contemporánea, que, desde finales del siglo XV, se viene empleando como elemento ornamental consustancial en los antepechos de patios y claustros.

La tipología de patios con arcadas y antepechos de tracería aparece con cierta frecuencia en la arquitectura castellana desde los años finales del siglo XV"'. El patio de la Casa de los Collado se inserta, pues, en la corriente arquitectónica propia del momento de patios con arcadas y antepechos de tracería -generalmente calada, aunque en la Casa de los Collado ésta es maciza "-.

La reforma realizada en la casa en las primeras décadas del siglo XX supuso la cubrición del antiguo solado original del patio con baldosas. 

Se elevó de este modo la altura del suelo en torno a unos 50 cm y, como consecuencia de ello, las basas de los pilares fueron ocultadas. La fotografía del Conde de Cedillo de 19 19 muestra el solado ori ginal de canto rodado (Fig. 18). En ese momento el empedrado estaba ya muy deteri orado, con algunas lagunas, y la úni ca basa que se aprec ia está tan dañada que casi ha desaparecido.

La solución del canto rodado Fig. 16: Antiguo solado de califa me/cu/o en el patio ifotografía de So/edad Sánchez-ChiquilO de la Rosa. op. cit., p. 50. Fig. 23). para el solado del patio es habitual en la arquitectura civil y relig iosa toledana " y obedece a la necesidad de encontrar un mat\!ri al lo sufi cientemente resistente y, por tanto, adecuado para un lugar de tránsito como es el patio.

Así, en la arquitectura civil castell ana, se generali za el uso de este tipo de empedrado en los lugares de la casa de frecuente paso, como el zaguán y el pati o "".

 Las recientes catas arqueológicas han revelado la preexistencia de este solado de canto rodado a una cota de - 50 cm tanto en el centro del pati o como bajo la basa de la columna que ha sido descubierta (Figs. 14- 16). Posiblemente, el solado del patio de la Casa de los Coll ado presentara, como otros ejemplos contemporáneos, cierta decoración medi ante diseños formados con la combinac ión de piedras de diferente color.

En cuanto a la cubierta de las galerías del patio en la planta baja 97, el único testimonio es el de López Sánchez, que las describe en estos términos: "se ven en el cielo raso de las galerías y de una sala los armazones de los casetones que tanto las embellecieran" "", La sala a la que el autor hacía referencia es la estancia del Lado b, actualmente dividida en tres, que presenta un alfarje policromado", La equiparación de ambas techumbres podría sugerir la presencia de policromía en las galerías del patio, como ocurre en algunos ejemplos castellano-manchegos ''''',

Sin embargo, no quedan restos de policromía en las vigas vistas de la galería y no es posible afirmar que alguna vez la tuvieran. Posiblemente, la techumbre de las galerías del patio se resolvió con un alfarje de madera sin policromar, como ocurre en otros ejemplos toledanos ''''. Finalmente, debe señalarse la posible existencia de un zócalo decorativo en el muro de las galerías del patio. En el informe de la Orden de San Juan de 1793 ,"o encontramos la siguiente descripción de las galerías:

"Inspeccionamos su Fabrica y birnos ser las de su puertas principales modernamente echa y lo demas de su Y nterior se mantiene Antigua segun 10 denota sus Corredores 10.1 y dibujos de Piedras a la mosaica con que se allan adornados" 

La referencia a la ornamentación de los corredores o galerías del patio como "dibujos de piedras a la mosaica" no parece aludir a la tracería del antepecho, cuya decoración es esculpida, labrada, sobre la piedra (no dibujada) y además, no se encuentra dentro de los corredores.

En el Diccionario manual de pintura escultura, arquitectura, grabado &c de Francisco Martínez (1788), texto contemporáneo a la redacción de este informe, aparece la voz "Mosaica (pintura a la)" "", que define la técnica del mosaico como pintura hecha con piedras de diferentes colores.

También es considerado mosaico el realizado con cerámica en lugar de con piedra, que es el típico de la arquitectura musulmana "".

Tal vez sería posible considera la alusión a "dibujos de piedras a la mosaica" que adornan las galerías del patio como una descripción de un zócalo alicatado de inspiración islámica. En el foco mudéjar toledano la labor de azulejería comienza a desarrollarse plenamente en el último cuarto del siglo XV, sin embargo, existen algunos alicatados ya en el siglo XIV"".

Las piezas fabricadas en Toledo se aplicaron profusamente para decorar zócalos de patios, escaleras, salones, iglesias y conventos "", y su utilización va indiscutiblemente ligada al mudejarismo de las construcciones "". La presencia en la Casa de los Collado de un zócalo de azulejería o alicatado, tan habitual en las casonas toledanas de los siglos XV y XVI, se encuadraría, por tanto, dentro del contexto de la arquitectura civil contemporánea.

 En cualquier caso, de haber existido dicho zócalo, sabemos que permanecería en pie en 1793, mientras que apenas un siglo después, cuando visita la casa Mariano López Sánchez, ya no quedan restos de tal decoración.

En 1919, la fotografía del Conde de Cedilla presenta el muro de las galerías encalado y con un zócalo pintado, posible reminiscencia del anterior, al igual que el actual zócalo de azulejería, añadido con la reforma del siglo XX y que, aunque muy deteriorado en algunas zonas, todavía hoy se mantiene. 

Ana B, Muñoz Martínez Instituto de Historia, CSIC 

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