domingo, 15 de febrero de 2015

Las Salinas de Espartinas


Una de las explotaciones de sal más antiguas de la Península. Su singularidad geológica e importancia histórica, con un amplio registro arqueológico y documental, la convierten en una de las principales industrias pretéritas del antíguo Reino de Toledo.

Una de las minas de sal más importantes y antiguas de Europa, -La segunda más importante se atrevían a decir algunos.- que además contaba con yacimiento arqueológico.

En agosto de 1182 los caballeros de la orden de Calatrava consiguieron las salinas, a través de una permuta, a cambio de entregar a la Orden de Santiago la villa de Ocaña. Estas salinas habian pertenecido al alfoz segoviano. La renta conseguida por los calatravos podía calcularse en unos 100 cahíces de sal, valorado a marvedí por cahíz (12 fanegas).

Estudios de datación con Carbono 14 realizados por miembros de la Sociedad Española de Historia de la Arqueología han puesto en evidencia que las salinas de Espartinas se han explotado como mínimo desde el Calcolítico, aunque es muy probable que fueran trabajadas ya en el Neolítico.

Son, junto a las salinas de Cardona (Barcelona) e Imón (Guadalajara), las más antiguas reconocidas en España.

La sal se obtenía por cocción en vasijas de barro (sal ígnea). Está documentado arqueológicamente la explotación por este sistema, al menos en la Edad del Bronce, así como probablemente en épocas romana y musulmana.

Hay algunos restos de la presencia musulmana y cristiana medieval en la zona. Asimismo, desde el siglo XII, se conservan abundantes documentos escritos sobre las salinas de Espartinas. Entonces la sal se obtenía por el método de evaporación en balsas.

En tiempos de FELIPE II se producían en las Salinas Reales 1.339.000 Kg de sal común al año, así como 257.000 Kg procedentes de pozos particulares. Esta fue el período de máximo esplendor de las explotaciones. A mediados del XIX la producción era de 565.500 Kg/año. En esta época se empezó también a obtener el sulfato sódico en el interior de galerías, aunque por métodos distintos. 

Vista actual de la balsa de evaporación mejor conservada
Tras la Guerra Civil se producían unos 15 vagones/año de sulfato sódico, frente a 30 ó 40 de sal común. La producción fue dejando de ser rentable y a finales de los años sesenta, tras varios milenios de explotación, cesó la actividad salinera.

Estamos en una cuenca sedimentaria lacustre, y gracias a un clima muy árido se favoreció la deposición de sales por evaporación, formándose depósitos masivos de yesos, que aparecen mezclados frecuentemente con materiales arcillosos (Unidad Salina Central, Mioceno Inferior).

En casos hay niveles enriquecidos en sal común (halita: NaCl) y sulfatos sódicos (fundamentalmente thenardita: Na2S04) que se han explotado en numerosos puntos. En los arroyos y manantiales de la zona se produce una deposición salina natural, al ser portadoras las aguas de gran cantidad de cloruros y sulfatos.

Durante nuestro paseo descubriremos como todavia las minas manan sal y como se deposita en los caminos de una forma natural.

¿Cómo se trabajaba?

El agua cargada de sales en disolución se sacaba de la formación yesífera, inicialmente a partir de una fuente y luego mediante socavones de drenaje que penetraban en el terreno. Estas galerías se llamaban la Mina Grande y la Mina Chica.

El agua saliente perdía el material detrítico en unas arquetas de decantación y por canales de madera (modernamente se sustituyó la madera por uralita) llevaban los caudales a las balsas de evaporación y de estas pasaba a las balsas de cristalización.

El suelo de las balsas se compactaba todos los años, para su impermeabilización, con materiales arcillosos mezclados con sal y se empedraba con cantos rodados de cuarcita, partidos por la mitad, para favorecer la cristalización salina sobre ellos.

Las salmueras obtenidas se hacían circular desde la primera balsa hacia otras a menor cota, por canales cubiertos de grandes losas graníticas, para evitar que se produjese la cristalización salina en su interior. A finales del siglo XIX existían 19 eras o balsas de evaporación, con una superficie de unos 6000 m2, ahora quedan sólo los restos de cuatro. Doce de ellas tenían las paredes revestidas de madera, mientras que en el resto se cubrían los bordes con grandes esteras de esparto, para favorecer así la deposición salina. En las de madera granaba mejor la sal.

El sulfato sódico se obtenía en invierno por precipitación directa en el interior de las galerías. Se apresaba el agua y se introducía aire por unos pocillos de ventilación. Este aire frío ayudaba a la cristalización salina. El sulfato se llevaba a fábricas para su tratamiento, obteniéndose sosa y barrilla (sulfato sódico comercial). 

Uno de los pocos minerales descubiertos en España ha sido la thenardita, que fue hallada en las salinas de Espartinas por JOSÉ LUIS CASASECA, en 1826. Es la forma mineral del sulfato de sodio (NaSO4). 

Los canales para transportar las salmueras se hacían de madera, sin clavos, ya que resistían mejor el fuerte efecto corrosivo de la sal. 

A mediados del siglo XIX la sal de Espartinas se llevaba a los alfolíes de Toledo, Aranjuez y San Martín de Valdeiglesias. Asimismo el alfoz de Madrid también ha sido un punto tradicional de venta (todavía existe la calle de la sal, en los accesos a la plaza Mayor). Este producto fue propiedad de la Corona, desde la Edad Media, hasta que Las Cortes aprobaron una ley (16 de junio de 1869) declarando libres la fabricación y venta de sal; es lo que se conoce como desestanco de la sal. 

Imagen

Su acceso no esta señalizado, ni aparecen paneles informativos.

Situadas dentro del término municipal de Ciempozuelos, en la barranquera del arroyo Valdelachica. Son unas de las salinas con mayor número de referencias históricas del centro peninsular, remontándose los primeros documentos al siglo XII.

En 2001 y 2002 se llevaron a cabo una serie de excavaciones que desvelaron la explotación minera desde tiempos inmemorables. Se encontró junto a la mina principal que penetra mediante una galería en la montaña, un montículo artificial formado por numerosos escombros de materiales cerámicos fabricados a mano datados en época prehistórica. También hallaron varias estancias excavadas en las montañas circundantes con fines mortuorios y religiosos.

En 1826 Rafael de Rodas encontró en esta zona uno de los pocos minerales descubierto en España “La Thenardita”. El mineral fue analizado por José Luis Casaseca quién lo describió como nueva especie mineral y lo bautizó así en homenaje a su maestro Thenard.

La importancia histórica y geológica de la zona le valió en 2006 la declaración de B.I.C.

Es ahora cuando llega el problema, tras comprobar en diversas páginas web la dificultad de acceder a la zona, decidí imprimir el único mapa que encontré sobre su ubicación y apuntar las indicaciones que algunos senderistas me habían confiado, y así, intentar visitar este maravilloso lugar histórico.

Después de numerosas vueltas en coche por carreteras y caminos resolví aparcar y continuar a pie, lo que me hizo tener que sortear dos vallas y una propiedad privada tras la cual me topé con las Salinas de Espartinas, pero no fue la frustración del difícil acceso al lugar lo más duro.

Lo que debería ser un lugar visitado, cuidado y de interés; es un sitio inaccesible, derrumbado prácticamente en su totalidad y plagado de basura.

No posee nada de documentación ni tan siquiera un panel informativo que te indique donde estas o qué fue ese lugar.

Más de veinte cuevas se encuentran en los alrededores de la mina, son objeto de estudio por su interés y enigma histórico, pero lo que encontramos al visitarlas son restos de “botellones” y un perpetuo abandono.

Las balsas para la obtención de sal no han corrido mejor suerte, mediante una serie de canales el agua cargada de sales en disolución era extraída de la montaña, pasaba por unas arquetas de decantación y más tarde llegaba a la balsa de evaporación.

En la actualidad solo queda en pie una de ellas y se encuentra en un estado lamentable, que de continuar así no tardará en correr la misma suerte que sus compañeras.

Fuente: http://zigzagdigital.com/not/5366/las-salinas-de-espartinas/

http://www.madrimasd.org/cienciaysociedad/patrimonio/rutas/arqueologia/Itinerarios/SalinasCiempozuelos/default.asp

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