miércoles, 25 de febrero de 2015

Ruta por los Castillos Templarios de Toledo

Iniciamos esta gran ruta por el Castillo templario de Villalba, cerca del pueblo toledano de Cebolla


Castillo de Villalba, Cebolla

Cebolla posee como más antiguo monumento que se conserva en su término municipal, El Castillo de Villalba, que quirie decir Villa Blanca. 


El castillo de Villalba se encuentra a las afueras de la localidad de Cebolla, al norte de la provincia de Toledo.

Se puede llegar a él saliendo de Cebolla por la carretera CM-4000 en dirección a la localidad de El Carpio de Tajo.

A unos 4 kilómetros de Cebolla ya se divisa el castillo a la izquierda de la carretera, y para llegar a la misma base de sus muros hay tomar, en el primer cruce, la carretera CM-4015 en dirección a las localidades Erustes y Domingo Pérez, donde, al poco sale un camino a la izquierda que conduce a la parte posterior del castillo.

El Castillo fue construido por los musulmanes, probablemente entre los siglos XI y XII, sobre los restos de una fortaleza romana erigida para controlar y defender el paso de la calzada romana que unía Toletum (Toledo) con Emerita Augusta (Mérida) por la orilla izquierda del río Tajo. 

El Castillo, restaurado en el siglo XII, pasó a pertenecer a los Templarios que tenían su encomienda en Montalbán, continuando en sus manos hasta el siglo XIV en el que fue extinguida la poderosa Orden.



El Castillo de Villalba sirvió de refugio al Rey Juan II de Castilla en su huída de Talavera cuando fue prácticamente secuestrado por el infante Enrique de Aragón en su intento de alzarse con el poder.

Perteneció después a los López de Ayala (Condes de Fuensalida), a los Condes de Oropesa, a los Duques de Frías, a los Condes de Deleitosa y al Duque de Arión.


nos dirigimos a continuación hacia San Martín de Montalban, el punto mas importante de nuestra ruta, pasando antes por San Martín de Pusa, donde se encuentran las ruinas del Castillo Templario de 
Santisteban

Castillo Templario de Santisteban, San Martín de Pusa (Toledo).

En los Anales Toledanos, al citar los asaltos almorávides sobre las tierras castellanas, se dice:"En el año de 1117 hubo una arrancada de los moros sobre los de Toledo en Sant Esteban". 

Se refiere al Castillo de Santisteban de Valdepusa, en la comarca de La Jara, a dos leguas de El Pozuelo (hoy San Martín de Pusa), que otea el paisaje encaramado en un cerro sobre la ribera del río Pusa. 

Esta fortificación, formó parte de las defensas que, tras la conquista de Toledo, en 1085, por Alfonso VI, se fueron levantando para afianzar la frontera castellana frente a los musulmanes de al-Andalus. 

Se trata de un recinto amurallado, de tamaño medio, con una gran torre fuerte, que adapta su arquitectura a la orografía del cerro. La construcción, apresurada y de circunstancias, utiliza los materiales de la zona, baratos y accesibles, como los cantos rodados, del río Pusa, y el ladrillo para encintarlos.

Pocas noticias más, tenemos sobre este lugar, pues pasado el peligro musulmán la fortificación perdió su utilidad. Durante el s.XIII, se crea el señorío de Valdepusa, aunque no se le concede jurisdicción hasta 1357, cuando está en manos de don Diego Gómez de Toledo. Esta familia, y sus sucesores, acabarán desentendiéndose del edificio, para dedicar sus esfuerzos a la explotación de las tierras anejas.

Para el s.XVI, Santisteban ya está abandonado, y para el siguiente se encontraba en avanzada ruina. Según las Relaciones Topográficas (1574-1581): "...en la dicha dehesa de Valdepusa hay algunas señales de edificios antiguos como es a manera de fortaleza que llaman castillo de Santisteban... en los cuales se halló una piedra cuadrada con una labor como de cruces de la forma del hábito de San Juan".


a 6 km,  siguiendo la CM 4009 llegamos al pueblo de Villarejo de Montalban, donde podemos hacer un alto en el camino para disfrutar del  Puente Romano de Villarejo de Montalban


Hacia el S.III la romanización ya estaba bien asentada en el centro de la península y gracias a la orografía del valle, se construyó el Puente Romano a su paso por el río Cedena. 

Esta formado por dos arcos de medio punto y en muy buen estado de conservación y era parte de un camino de herradura, uno mayor que otro, con fábrica de sillar en los arcos y de sillería a hueso el resto.

De esas épocas heredamos el nombre de “villar” aunque la villa romana estaba formada en gran parte por una arquería Romana.

Siguiendo la misma carretera nos dirigimos hacia el imponente Castillo Templario de Montalban,

Se llega a esta fortaleza por la carreterra regional CM-4009 desde San Martín de Montalbán dirección a La Puebla de Montalbán, y a unos 5 kilómetros de la primera localidad tras un cruce a la izquierda se llega al castillo, y por la derecha al santuario visigodo de Santa María de Melque.

"Punto de Espera" del guía

Hay 2 carteles en el caso del Castillo de Montalbán, que indican perfectamente el desvío y el camino de tierra que primero hay que atravesar y también una indicación de color verde...

Y más adelante os encontraréis otro cartel con la indicación al castillo y un último con la indicación del Castillo y la información de las visitas guiadas. Al final del camino de tierra hay una cadena que no se puede pasar, ya que es una finca particular. Allí justo es el punto de espera del guía que te llevará hacia dentro de la finca y al Castillo de Montalbán.



Castillo Templario de Montalbán.

Se trata de la fortaleza de mayor tamaño y complejidad de todas las existentes en la actual Castilla La Mancha y una de las más importantes de la Península Ibérica.

Su visita, al ser propiedad privada, sólo puede realizarse los sábados por la mañana y sólo durante unos meses al año. 

Dificil su acceso y algo peligrosa su visita.

Es realmente impresionante encontrar una fortaleza enorme, con sus defensas bien conservadas en medio de la nada. Con sus piedras llenas de marcas de cantería de simbolismo esotérico.

En un paraje agreste, al borde de un profundo tajo. No hay construcciones modernas, ni pintadas, ni carteles, ni coches... Parece estar tal y como fue abandonado hace siglos. Arruinándose lenta y majestuosamente.

En sus proximidades hay dolmenes prehistóricos; fue fortaleza musulmana, ampliada y reformada por los caballeros templarios y uno de los principales bastiones que tuvo el Temple. Cabeza de la importante Encomienda Templaria de Montalbán, tambien posible lugar de reunión y ceremonias.

De allí partieron los caballeros templarios hacia la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.

Y como todo buen castillo templario, alberga leyendas y misterios de todo tipo:

Ninguna poblacion hay cerca, ninguna ruta importante. Pero el castillo transmite una gran fortaleza. Viejas tradiciones aseguran que está hecho para guardar algo... un fabuloso tesoro.

Puede ser el misterioso tesoro de los templarios, jamás encontrado.

O las riquezas de los reyes godos.

O los objetos esotéricos más buscados: El Santo Grial y La Mesa de Salomón.

La leyenda dice que el castillo se comunica por un túnel con la cercana y misteriosa iglesia de Santa María de Melque: Las gentes de la zona hablan de ovejas que se pierden en Melque y aparecen en el Castillo de Montalbán y de un pastor que descendió a los tuneles del castillo y apareció en el pozo de la iglesia.

El caso es que se conservan en el castillo inmensos subterráneos, que cualquiera puede vislumbrar a través de varios pozos. Se supone que son aljibes o silos. 

Pero su tamaño es enorme, desproporcionado. Y la calidad de su construcción muy alta. 

De esos enormes recintos subterraneos parten amplias galerías.

¿Ocultan esos misteriosos túneles alguno de los secretos más buscados?


Es inevitable, visitar por su importancia y belleza la cercana 

Iglesia de Santa María de Melque

Santa María de Melque se encuentra en el término municipal de San Martín de Montalbán  a 30 km al sur de la capital, equidistante de las localidades de La Puebla de Montalbán y Gálvez, entre el arroyo Ripas y el río Torcón que es un afluente de la margen izquierda del río Tajo.


Si hay un monumento contempóraneo de ese periodo histórico que marcó el fin del reinado visigodo y la invasión árabe de la Península es, sin duda, este extraordinario complejo monástico de Santa María de Melque. 

Emplazado a 30 kilómetros escasos de Toledo capital, dentro de los límites del término municipal conocido como San Martín de Montalbán, tanto la iglesia como los restos circundantes, ofrecen un apasionante testimonio de la importancia que realmente tuvo, dentro de este confuso periodo al que nos estamos refiriendo, y en el que encontramos un buen ejemplo de monasterio altomedieval.

De todo el complejo, recientemente restaurado, destaca la iglesia, ejemplar visigótico, que constituye uno de los monumentos religiosos más destacados de la Alta Edad Mediaen España.

En la actualidad pueden visitarse la iglesia que ocupa el centro del complejo y el centro de interpretación que se ha instalado en las dependencias anejas también restauradas. El paisaje que se observa desde Santa María es también característico de la zona.

Historia

Santa María de Melque nació como conjunto monástico en los siglos VII y VIII en las cercanías de la que era la capital del reino visigodo, Toledo. Su fecha de construcción inicial es muy antigua, del siglo VII, que coincide con el final del reino visigodo.

La datación por radio carbono de una muestra de esparto obtenida de la parte conservada del enlucido original de estuco ha dado una fecha de construcción más probable en el intervalo 668-729 AD. Probablemente su construcción se paralizó cuando comenzó la llegada de los árabes y se terminó y se reformó después, habiendo sufrido múltiples vicisitudes históricas.

En su origen hubo en aquel lugar una quinta romana con cinco presas sobre los dos arroyos que rodean el montículo rocoso. Luego se construyó el monasterio con edificios organizados en torno a la iglesia.

La conquista musulmana de la península ibérica no terminó inmediatamente con este núcleo monástico pues se tienen testimonios de la pervivencia de una comunidad mozárabe que luego desapareció. Sus construcciones fueron aprovechadas como núcleo urbano y su iglesia se fortificó con la construcción de una torre sobre la cúpula de la iglesia, torre que se sigue conservando. El agua de lluvia y de las torrenteras se embalsaba mediante presas situadas a uno y otro lado del complejo.

Con la conquista de Toledo por el rey Alfonso VI de Castilla en el 1085 el templo recuperó su función litúrgica sin perder su función militar. Las tumbas antropomorfas situadas al Este y los restos de barbacanas que se conservan son testimonios de este periodo histórico.

En 1148 aparece mencionada -con el nombre de Santa María de Balat Almelc2 3 - en la Bula del PapaEugenio III que establece los límites de la Archidiócesis de Toledo tras la reconquista de la ciudad (bula dada en Reims el 16 de abril de 1148). También aparece mencionada en las Relaciones topográficas de Felipe II4(1575, en el capítulo dedicado a Puebla de Montalbán) y en las Descripcionesdel Cardenal Lorenzana (1784), en ambos casos ya con el nombre actual de Melque y descrita como ermita rural a la que peregrinaban una vez al año (romería) los vecinos de Puebla de Montalbán.

El pequeño núcleo de población pervivió hasta bien entrado el siglo XIX aprovechándose las construcciones monásticas para usos de casa de labranza. La desamortización de Mendizábal terminó con el culto siendo destinadas todas sus construcciones a establos y pajares.

Recientemente, en 1960, la Diputación Provincial de Toledo, ha adquirido el complejo y ha procedido a su restauración rehabilitando no solo la iglesia sino también los edificios anejos donde se ha instalado el centro de interpretación de Santa María y el mundo visigótico. En una de sus salas todavía se puede apreciar un largo pesebre construido con materiales del propio conjunto monástico. Se espera seguir trabajando en la recuperación de las presas, la cerca y el poblado islámico.

La iglesia

Interior de la iglesia.

Fue construida en la primera mitad del siglo VIII y es el monumento mejor conservado de la España altomedieval. Su técnica constructiva es herencia directa de la arquitectura tardorromana.

Sin embargo, los escasos elementos decorativos que se conservan (filigranas deestuco en los arcos torales del crucero) la ponen en relación con influencias cristianas orientales de Siria o Jordania

El gran arcosolio (arco=arco; solio=sarcófago) que se puede ver aún en el fondo del brazo sur del crucero, sugiere que Melque pudo ser en un principio un mausoleo destinado al enterramiento de un alto personaje del Reino Visigodo de Toledo. Más tarde, la iglesia fue reformada por lo menos dos veces.

Los Templarios de la Reconquista convirtieron la iglesia en torre defensiva, transformándola en una turris a la romana. Esta torre sobre el cimborrio ha sido recientemente desmontada. Tenía un porche con tres aberturas, hoy desaparecido.

para mas info: http://ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com.es/2014/01/iglesia-de-santa-maria-de-melque.html

http://ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com.es/2014/03/historia-de-la-puebla-de-montalban.html

antes de marcharnos de San Martín de Montalban , no podemos dejar de ver el Puente Romano de la Canasta


Construido para unir distantes lugares, hoy permanece perdido sin llevar a ningún sitio. Impertérrito a pesar de la lluvia, el frío o el calor se yergue sobre un profundo corte que el arroyo Torcón traza camino de su encuentro con el Tajo. Con su presencia parece querer recordarnos que por allí pasaron gentes y ganados cuando las calzadas construidas por los romanos se extendieron como una tela de araña sobre la vieja piel de toro.

Mantiene en la actualidad tres de sus ojos enmarcados por arcos de medio punto. Sillares y ladrillos sostienen una sólida estructura que supera una cascada y un caos de rocas. Por su ubicación es posible relacionarlo con las antiguas vías que unían Ávila con Córdoba y Zaragoza con Mérida. 

El puente, antes paso fundamental de una importante vía de comunicación, se encuentra hoy en el medio de ninguna parte y encontrarlo no es tarea sencilla. Aquellos que quieran contemplarlo deberán tomar un camino que existe a mano derecha al salir en dirección sur de San Martín de Montalbán. 

El camino sigue unos 4 kilómetros bajando un valle hasta terminar en un vado que cruza el citado arroyo Torcón. Desde dicho vado, siguiendo por el margen del río en dirección norte (que es el sentido de la corriente), se alcanza después de unos minutos de caminar por un sendero que a veces queda desdibujado. Después de este último tramo, la construcción espera al viajero recordándole que del pasado a veces no queda ni la memoria.

y tras estas interesantísimas visitas nos encaminamos hacia Navahermosa, enclave destacado de los Montes de Toledo.

La primera visita que allí realizamos es al Castillo de Dos Hermanas 

El castillo de Dos Hermanas es un castillo usado durante la Reconquista y situado a 3 km de la población toledana de Navahermosa.


Se alza sobre un risco gemelo de otro y aislado de él por el arroyo seco Marlín.

El castillo de Dos Hermanas es uno de los más antiguos de la provincia de Toledo, pues data de entre los siglos XI y XII

Sin duda fue un importante baluarte árabe defensor de la frontera natural de los Montes de Toledo.

En el año 1210 se cede al caballero Alfonso Téllez, que se hallaba repoblando aquel territorio fronterizo con las posesiones musulmanas. En el año 1222 don Alfonso vende el castillo al Arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada.

Más tarde fue adquirido por el rey Fernando III el Santo, quien a su vez lo vendió a la ciudad de Toledo en el año 1246, junto con el castillo de Malamoneda en la localidad de Hontanar y sus montes.

Pasado el peligro musulmán, los vecinos del poblado que protegía el castillo de Dos Hermanas emigraron a la población cercana de Navahermosa, que ofrecía mejores posibilidades de cultivo, quedando el castillo abandonado, arruinándose paulatinamente.

Descripción y características

El castillo de Dos Hermanas es un edificio de planta irregular, alargada y estrecha, adaptada al risco sobre el cual está enclavado. Se conservan tres de sus cuatro fachadas. Sus esquinas son redondeadas y no existen restos de saledizos ni matacanes, sólo agujeros cerca de lo que fue el adarve. El acceso al edificio se realiza mediante su única puerta y aparece con un arco apuntado. Ante esta puerta existe una pequeña plaza de armas protegida por una barrera o antemuro.

Al estar tan cerca de S. Martín de Montalban, debió de estar regido por la orden del Temple, pues en una de sus dos alturas observamos un castillo defensivo y en la otra una gruta iniciática con vistas a la sierra.

El paraje contiene desde luego todos los ingredientes iniciáticos y heterodoxos imprescindibles para ser un lugar prodigioso. Además entre los dos peñascos concurre un regato que viene de la sierra y que es denominado como “arroyo Merlín”.


Este hito nos recuerda los viejos ritos mágicos centroeuropeos, determinantes de una leyenda mítica, como es la del mago Merlín y las dos mujeres con las que vivió, Morgana y Viviana, es decir la vida y la muerte.



Llevada esta historia al nivel de esta bella geografía toledana, obtenemos la leyenda de las “dos hermanas” moras que en el día del equinoccio de primavera, aparecen para peinarse en el espejo del río. 

Cuenta la leyenda que entre las viejas murallas se encuentran encantadas dos hermosas moras, que la madrugada del día de San Juan pierden el encantamiento y bajan a lavarse al arroyo, y después regresan a su interior.

La versión legendaria es mucho más apasionante: Los aldeanos veneraban una Virgen situada en la capilla de la fortaleza. Un día que vecinos y caballeros templarios estaban oyendo misa, acertó a entrar en la iglesia una cierva extraviada que entró por una puerta y salió por otra tan campante. Asombrados, todos los asistententes salieron corriendo detrás de ella, incluso el propio sacerdote que oficiaba la Misa. 

Este gesto tan poco cristiano sentó tan mal a la Virgen que condenó a los lugareños a vivir errantes durante tres generaciones. 

Y para obligarles a abandonar el lugar, volvió las aguas insalubres y los aldeanos empezaron a morir, empezando por el sacerdote que dejó la misa a medio concluir. 

Los supervivientes abandonaron el lugar avergonzados por su conducta y perseguidos por la maldición del Cielo, puesto que la cierva era una bruja transfigurada. 

La leyenda afirma que el alma del mal sacerdote templario continua vagando por aquellos riscos esperando que algún otro termine la misa que dejó inacabada.

La segunda parte de la leyenda dice que los habitantes de Dos Hermanas se establecieron primero en Castillejos (siglo XIII), luego en Cedenilla (siglo XIV) y por fin en Navahermosa (siglo XV). 

Desde entonces Navahermosa siempre tuvo fama de ser un pueblo "de brujas" donde abundaban saludadores, curanderos, gentes que curaban el mal de ojo, predecían el tiempo, etc. 

En definitiva personas practicantes de "magia blanca" o "brujería benéfica", posibles depositarios de saberes ancestrales...

Por cierto, en un costado del castillo bajo un gran peñasco, existe una pequeña caverna o galería que traspasa la peña de lado a lado. 

Claramente se nota que está tallada en la durísima roca. Dificil imaginar la utilidad de una obra tan dificultosa... a no ser para ocultar algo muy valioso.

para mas info: http://ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com.es/2013/11/castillo-de-dos-hermanas-de-navahermosa.html

a continuación tomamos la dirección del Castillo y la Necrópolis de Malamoneda

Castillo de Malamoneda.

El castillo de Malamoneda es un castillo que se encuentra en el término municipal del municipio de Hontanar, al sur de la provincia de Toledo, a los pies de la Sierra del Puerco y en la confluencia del río Cedena y el arroyo de Malamonedilla.

Situación

El castillo de Malamoneda se encuentra a bastante distancia, en dirección oeste, de la localidad de Hontanar, al sur de la provincia de Toledo, a los pies de la Sierra del Puerco y en la confluencia del río Cedena y el arroyo de Malamonedilla.

Se puede llegar al castillo por la carretera regional CM-401 desde Navahermosa a Los Navalmorales. A unos 3 kilómetros se toma el desvío a la carretera CM-4157, que lleva a Hontanar. 

Unos 4 kilómetros más adelante tras un cruce se toma el camino rural a la derecha y a unos 2,8 kilómetros tomar otro que sale a la izquierda. A unos 200 metros, siguiendo por ese camino, nos encontramos con la Torre de Malamoneda y unos 100 metros más abajo con el castillo.

Historia

Este paraje fue reconquistado en el siglo XII, aunque ya debió estar poblado siglos antes, ya que se encontraron en la zona restos de construcciones romanas y existen pruebas de restos de la Edad del Bronce.

El castillo de Malamoneda fue construido en el siglo XIII, sirviendo junto a la torre de Malamoneda de fortaleza y refugio de los pobladores de Malamoneda, cuyas casas aún subsisten pero están deshabitadas.

El territorio en el que se encuentra el castillo de Malamoneda fue repoblado por el caballero Alfonso Téllez, quien en 1210 recibía de Alfonso VIII este lugar.

En 1226 lo vendió al arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada, junto con el castillo de Dos Hermanas y otras aldeas de los Montes, pobladas por el mismo luchador. 

El castillo pasa a ser propiedad de la corona bajo el reinado de Fernando III el Santo. En 1246 compró todos los Montes que llevaban su nombre por 45.000 maravedís de oro, siendo ya de la ciudad hasta la desamortización civil del siglo XIX.

Se sabe que estuvo en manos de la Orden del Temple.


Como todos los enclaves templarios, tiene su leyenda. En este caso da nombre al lugar y una explicación fantástica a las tumbas...

Piedra de sacrificios

En los campos de la Encomienda de Montalbán, después de la reconquista de la zona por Alfonso VI, los caballeros de la Orden del Temple defendían estas tierras de las invasiones musulmanas. En una de aquellas posiciones, una granja fortificada cerca del río Cedena, los caballeros cristianos se vieron cercados por los musulmanes en la torre defensiva.

Los moros no desistían de tomar la fortaleza y viendo que no podrían hacerlo guerreando, secuestraron a dos caballeros para ofrecerles una recompensa en oro si les abrían un portillo de la Torre. 

l primero contestó de manera airada y le cortaron la cabeza inmediatamente. El segundo aceptó y recibió una moneda de oro en prenda. 

Al llegar la noche, el templario traidor abrió la puerta a los moros, quienes encontrando a los cristianos dormidos e indefensos, mataron a todos decapitándolos. 

El traidor, al reclamar el resto de su recompensa, fue también decapitado.

Los cadáveres de los templarios muertos fueron arrojados a los roquedales para ser devorados por las alimañas. 

Pero cuando no mucho tiempo después los cristianos reconquistaron el lugar, comprobaron que los cuerpos de los caballeros habían derretido la piedra, hundiéndose en ella hasta que tomó forma de sepultura y preservó sus cadáveres de las fieras. 

Sólo un cadáver había quedado sobre las piedras, el del traidor. De éste las alimañas solo habían dejado el esqueleto, que en la mano apretaba todavía la moneda de la traición. Esta mala moneda dio nombre al lugar y al arroyo al que fue arrojada, Malamonedilla.

Los enterramientos se taparon con losas y en el roquedal se grabó una inscripción, relatando el milagroso suceso. 

Pero por las noches, el ánima fantasmal del templario traidor busca su moneda para pagar al diablo el rescate de su alma.

Hasta no hace mucho, allí acudían el día de Todos los Santos los vecinos de Hontanar que tenían algún familiar gravemente enfermo, para pedir a la Virgen una muerte dulce si no era posible su curación. 

A cambio, dejaban velas sobre la roca y pasaban por ella una moneda, que llevaban al enfermo. Si éste sanaba la guardaba como amuleto toda su vida y si fallecía lo enterraban con ella en la mano. 

Costumbre pagana muy apropiada al lugar, ya que se cree que allí existió un centro de culto céltico-romano dedicado a los dioses del mundo de los muertos: Proserpina y Hades.


Necrópolis de MalaMoneda

La estructura fundamental del yacimiento nos muestra un asentamiento, necrópolis y diferentes elementos militares de otras tantas etapas históricas: hispanorromana, visigoda, musulmana y medieval.

La gran profusión y dispersión de una necrópolis rupestre que puede tener como origen una posible cronología romana asociada a las estelas funerarias, continuando hasta etapas medievales, en forma de tumbas individualizadas excavadas sobre las masas y bolos de granito y que se documentan a lo largo de toda la mitad norte del yacimiento.

La gran profusión y dispersión de una necrópolis rupestre que puede tener como origen una posible cronología romana asociada a las estelas funerarias, continuando hasta etapas medievales, en forma de tumbas individualizadas excavadas sobre las masas y bolos de granito y que se documentan a lo largo de toda la mitad norte del yacimiento.



y ya , como punto final vamos hacia la capital del Reino de Toledo con la intención de disfrutar del otro gran Castillo Templario del Reino :

El Castillo de San Servando, bastión de Toledo

Uno de los lugares de Toledo con más historia es sin duda este imponente castillo medieval. Situado en un lugar estratégico -al alzarse sobre un promontorio rocoso que domina el acceso a la ciudad por el este- su fundación se remonta al siglo XI durante el reinado de Alfonso VI.

Su advocación a San Servando (y a San Germán) se debe al agradecimiento del monarca castellano a dichos santos pues en la Batalla de Sagrajas (o Zalecas) acaecida el 23 de octubre de 1086 -dia de la festividad de estos mártires ajusticiados en el año 305- salvó la vida milagrosamente en una huida desesperada.

Su construcción está datada documentalmente en fecha de 11 de marzo de 1088, cuando Alfonso VI eligió el lugar para su emplazamiento, fundándose allí un monasterio que fue encomendado a los abades de San Víctor de Marsella. No es descartable que este mismo cerro albergara con anterioridad fortalezas romanas -los caminos que por allí pasan son romanos- y, más probablemente, islámicas.

Su situación a las afueras de la ciudad en la otra orilla del Tajo, le hizo sufrir multitud de ataques almorávides en 1099, 1109, 1114, 1128 y 1139, resistiendo todos ellos. La importancia estratégica del castillo decayó tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212), pues la frontera de los conflictos quedó ya muy al sur de Toledo.

En el siglo XIV con motivo de las luchas entre Pedro I y Enrique de Trastámara fue levantada una pequeña fortificación en las ruinas del castillo por parte de los partidarios de Pedro I. Los partidarios de Enrique tomaron el castillo sin dificultad y emprendieron entonces una eficaz reconstrucción del edificio entre 1380 y 1389 encabezados por el cardenal Pedro Tenorio, partidario de los Trastámara. Al concluir las obras se otorgó la tenencia del castillo a Pedro López de Ayala.

Sin embargo, en 1525 se le vuelve a citar como ruinoso, y su degradación fue progresiva hasta 1857 en que se sabe que era utilizado como polvorín. En 1873 fue subastado por 3.500 pesetas y, gracias a la intervención de la comisión provincial de Monumentos, fue declarado Monumento Nacional el 26 de agosto de 1874, siendo el primer castillo de España en obtener esta protección.

Su estado sin embargo siguió deterioraándose hasta las pequeñas intervenciones de 1911 y 1920. Pero fue en 1945 cuando cambió el destino del castillo al ser destinado a albergar un colegio menor de la Delegación de Juventudes, que fue inaugurado en 1958. La obra respetó y aprovechó el perímetro exterior del castillo del siglo XIV, y se levantó de nueva planta el interior que había desaparecido por completo. Este uso es el que dio lugar al actual como Albergue de la Juventud.

Se trata de uno de los lugares de Toledo citados históricamante en la literatura más destacada. Así, es nada menos que citado en el Cantar de Mío Cid, en su cantar tercero.


Artículo sobre el fantasma del Castillo de San Servando. Revista Toledo, enero de 1923. Página 1
Son muchas las leyendas que ha generado este monumento emblemático, pero nos llama especialmente la atención esa que nos cuenta de un fantasma que aún hoy dicen que aparece en algunas noches de luna. 

El destacamento alojado en el Castillo de San Servando veía cómo cada pocos días, alguno de sus miembros aparecía muerto de una única estocada en el corazón. Nadie sabía a qué o a quién se debían estas muertes, pero pronto empezaron a sospechar de la presencia de un fantasma.

Fantasma del Castillo de San Servando

La sospecha se corroboró cuando una noche vieron desde el Puente de Alcántara, una figura fantasmal en una de las torres del Castillo, paseando con espada en mano y una capa que despedía destellos de luz verdosa. 

Fue entonces cuando el Capitán de la guardia, Don Lorenzo de Cañada se decidió a intervenir en el asunto y acudió resuelto al Castillo de San Servando.

Durante una semana Don Lorenzo estuvo desaparecido y cuando regresó se negó a hablar de lo que había sucedido. Pero lo cierto es que después de esa semana, no se produjo ninguna muerte más en el Castillo. Aunque el fantasma permaneció allí y aún hoy son muchos los que afirman haberle sentido.




Para toda la ruta

Donde comer:

Restaurante Asador El Nogal
Avda. de Madrid, 6, La Puebla de Montalbán, España
925 75 15 02

De La Tierra "Sabores Manchegos"
Camino de Los Bonales S/N, 45159 Hontanar, España
+(34) 648041380

Donde picar algo:

Los Molinos Restaurant
C/ Los Molinos, 2, 45150 Navahermosa, España
34-925429991


Donde Dormir:

El Refugio de Cristal, Hontanar
Camino de Valdelechar, 54 | Hontanar, 45159 Toledo, España
618 44 85 44   info@elrefugiodecristal.com

Hostal Los Molinos
C/ de los Molinos, 2 45150 Navahermosa (Toledo)
Telefono Fijo: 925429991 › Teléfono Móvil: 661622178


Casa Rural Villa del Monte (Navahermosa)
Corral de cantos,8 45150 Navahermosa, Toledo, España
+ (34) 609 08 23 95

3 comentarios:

  1. Espectacular,...todo un lujo

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  2. Me encanta este bloc y todas las historias de la rueta toledana ....mis antepasados son de Toledo por parte de madre ......El Castillo de San Servando es lo que mejor conozco...

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  3. Pepe el de los Castillos17 de agosto de 2015, 19:13

    Me muero de ganas por hacer esta ruta.
    Muchas gracias

    ResponderEliminar

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