Horno de cal de Montesclaros y casilla de los caleros
FICHA DE BIEN EN PELIGRO
Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo
Denominación.-
Caleros de Montesclaros
Término Municipal.-
Montesclaros
Situación.-
En torno al camino que se dirige hacia el sur desde Montesclaros para darles servicio. Parte de la ermita de San SebastiánVetas calizas del terreno cercano a los caleros y piedra caliza extraída para el horno
Categoría.-
Bienes inmuebles de interés etnográfico
Descripción del Bien.-
Los hornos de cal o caleros tienen la estructura de pozos elevados sobre el terreno de hasta cinco metros de profundidad con una anchura máxima también de unos cinco metros y que se construían con mampostería granítica unida con barro.
Por una pequeña abertura inferior, la boca de dar fuego, se cargaba de leña fina de jara o retama, la llamada” hornija“.
En la parte inferior del horno, un saliente del muro en forma de repisa servirá para “encañar” la piedra caliza, es decir colocarla en forma más o menos abovedada para que pueda absorber bien el calor de la hornija.
En la parte inferior del horno, un saliente del muro en forma de repisa servirá para “encañar” la piedra caliza, es decir colocarla en forma más o menos abovedada para que pueda absorber bien el calor de la hornija.
La piedra se obtenía con picos y almadanas de las vetas cercanas, cuya explotación da al entorno un curioso aspecto.
La cal cargada en caballerías se llevaba a toda la comarca de Talavera y Gredos para “enjalbegar” o blanquear las paredes, ya sea con finalidad estética, o higiénica pues, por ejemplo, después de la muerte de algún familiar también se blanqueaban al menos las habitaciones que había ocupado, y además para dar claridad a las pequeñas puertas y ventanas o, por el contrario, para repeler de los muros la fuerte insolación de nuestro clima. También se hacía con ella la argamasa que se utilizaba en la construcción, antes de la generalización del cemento.
La cal cargada en caballerías se llevaba a toda la comarca de Talavera y Gredos para “enjalbegar” o blanquear las paredes, ya sea con finalidad estética, o higiénica pues, por ejemplo, después de la muerte de algún familiar también se blanqueaban al menos las habitaciones que había ocupado, y además para dar claridad a las pequeñas puertas y ventanas o, por el contrario, para repeler de los muros la fuerte insolación de nuestro clima. También se hacía con ella la argamasa que se utilizaba en la construcción, antes de la generalización del cemento.
Hasta veinte de estos hornos podemos observar en el camino, cada uno con su nombre propio: Carlos Chato, Campana Gorda, Cosa Mala y otros sugerentes apelativos que recuerdan el tiempo en que la actividad de aprovechamiento de la cal era un componente fundamental de la economía de las gentes de Montesclaros.
Se da la circunstancia que las canteras de mármol situadas en su entorno fueron utilizadas entre otras para esculpir las imágenes de las Fuentes de Cibeles y Neptuno en Madrid
Frontal de un horno calero con la boca de dar fuego en medio y dos alacenillas laterales
Cronología principal.-
Indeterminada
Protección legal.-
Propietario.-
Diferentes propietarios privados
Valoración del Bien.-
Valor histórico y etnográfico
Principales riesgos apreciados.-
Deterioro por encontrarse a la intemperie sin utilización ni mantenimiento
Bibliografía de referencia.-
Rodríguez Albarrán, E. Montesclaros, cinco siglos de vida. Toledo 1983
Rodríguez Albarrán, E. La Cibeles y Neptuno llegaron de Montesclaros. Toledo, 1986
Méndez-Cabeza Fuentes, M. 115 Excursiones desde Talavera. Talavera 2012Otro de los hornos caleros de Monesclaros en su entorno de dehesa
http://lamejortierradecastilla.com/conjunto-de-hornos-de-cal-de-montesclaros-patrimonio-comarcal-en-peligro-4/
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