Cuando en septiembre de 1936 las tropas rebeldes, al mando del General Varela, entran en la ciudad de Toledo, los leales a la República se vieron obligados a replegarse al Sur del Tajo.
Desde ese momento los republicanos empiezan la fortificación de sus posiciones, mediante la excavación de trincheras y la construcción de búnkeres, excavados en la tierra o fabricados con hormigón.
Salvo alguna escaramuza puntual llevada a cabo por el Coronel Yagüe, las posiciones quedaron estabilizadas y ya no se moverían hasta el final de la guerra.
Desde ese momento los republicanos empiezan la fortificación de sus posiciones, mediante la excavación de trincheras y la construcción de búnkeres, excavados en la tierra o fabricados con hormigón.
Salvo alguna escaramuza puntual llevada a cabo por el Coronel Yagüe, las posiciones quedaron estabilizadas y ya no se moverían hasta el final de la guerra.
Todo un impresionante sistema defensivo de fortificaciones y trincheras se construyó en la línea sur del Tajo, desde Toledo hasta más allá de Aranjuez, que en la actualidad todavía permanece parcialmente visible, aunque el crecimiento urbanístico amenaza con su destrucción.
Prácticamente todas las trincheras y búnkeres de la zona del Polígono Residencial han sido completamente eliminadas. A pesar de que muchas de ellas no tenían una buena conservación, todavía eran visibles en muchas zonas hace apenas 10 años.
En la zona de contacto aún se conservan gran cantidad de estructuras, muchas de ellas muy arrasadas, pero es la zona donde existen búnkeres fabricados en hormigón, algunos de ellos parcialmente destruidos al construir el centro comercial. En la zona sur de la Vía Tarpeya es donde quizás se conservan las mejores trincheras, mejor conservadas según ascendemos en el cerro.
En la zona de contacto aún se conservan gran cantidad de estructuras, muchas de ellas muy arrasadas, pero es la zona donde existen búnkeres fabricados en hormigón, algunos de ellos parcialmente destruidos al construir el centro comercial. En la zona sur de la Vía Tarpeya es donde quizás se conservan las mejores trincheras, mejor conservadas según ascendemos en el cerro.
Las trincheras y estructuras se extienden más allá de las zonas mencionadas, hacia Toledo, en prácticamente todos los cerros de los terrenos que hoy ocupa la Academia de Infantería, o en el Cerro de los Palos, y el Cerro Pelado; al sur de la zona de contacto hacia la urbanización de las Nieves y en la finca de las Nieves al sur de la Atalaya; hacia el este en Algodor existe un impresionante conjunto de búnkeres, y más allá todo el antiguo camino de Aranjuez y los cerros cercanos se encuentran fortificados.
En lo que nos ocupa del Polígono de Toledo vamos a intentar describir todas las estructuras que todavía están visibles o lo estaban hace diez años. Algunas estructuras pueden ser dudosas, debido a que se encuentran muy arrasadas y es difícil interpretarlas, pudiendo ser en algún caso estructuras anteriores y/o posteriores, ya que la zona ha sido ocupada con antelación a la guerra y con posteridad a la misma, con pequeñas instalaciones agrícolas, además de haber existido una importante explotación hídrica mediante la construcción de pozos, canales, depósitos y un posible qanat
Plano General de las zonas tratadas del Polígono de Toledo
Para situar al lector la zona se ha dividido en cuatro espacios: Zona de contacto, Polígono Residencial, Sur de Vía Tarpeya y Finca de las Nieves.
En cada uno de estos espacios se hace una pequeña descripción general de la zona, se aportan fotografías aéreas generales de Google Earth, fotografías aéreas de más detalle con la ubicación de elementos concretos, y se ilustra con fotografías de las estructuras visibles. Todas las imágenes pueden ampliarse simplemente con hacer clic encima.
En cada uno de estos espacios se hace una pequeña descripción general de la zona, se aportan fotografías aéreas generales de Google Earth, fotografías aéreas de más detalle con la ubicación de elementos concretos, y se ilustra con fotografías de las estructuras visibles. Todas las imágenes pueden ampliarse simplemente con hacer clic encima.
Aunque aquí nunca hubo una batalla importante que justifique la protección de los restos existentes, las autoridades podían pensar en la posibillidad de añadir más valor a la zona.
El conjunto de búnkeres se encuentra en la zona de contacto, en áreas donde parece que ya no se va a construir, sería interesante que se realizasen excavaciones arqueológicas en las que, con toda seguridad, aparecerían restos materiales de la vida de los milicianos que ocuparon esta zona durante la guerra civil, ayudando a entender mejor la Guerra Civil Española, y en particular la vida cotidiana de la gente en las trincheras del Polígono de Toledo.
Por otra parte, el grueso de las trincheras mejor conservadas, en la zona de la Atalaya, en un entorno natural muy bien conservado de bosque mediterráneo, son la excusa perfecta para que se investiguen y se conserven junto al espacio natural.
Sería una pena que, existiendo zonas superdegradadas en sitios cercanos, las trincheras fueran convertidas en aceras y las encinas sustituidas por ladrillos, privandonos a los ciudadanos de nuestra historia más próxima y del único monte natural que aún se conserva en el Polígono de Toledo.
Aunque en el apartado anterior hablamos de que el Frente Sur del Tajo permaneció prácticamente estable hasta el final de la guerra, sí se produjeron algunas luchas puntuales o escaramuzas para cumplir objetivos concretos.
Desde Toledo los rebeldes, en Mayo de 1937, lanzaron varios ataques para tomar los cerros próximos a los puentes de Alcántara y San Martín (Ampliar las cabezas de puente), teniendo bastante éxito ya que en el caso del Puente de San Martín el frente se llevó más allá de Argés, obligando al ejército republicano a realizar un importante contra ataque con las fuerzas de la División de Lister que, después de varios días con fuertes combates no consiguieron desalojar a los rebeldes del Cerro de los Palos, quedando el frente estabilizado en esta zona.
Mapa del ejército rebelde fechado en Yuncos el 1 de septiembre de 1937, sobre las posiciones enemigas en la zona de Toledo. En el Mapa, en la zona del Polígono de Toledo aparece claramente señalada la Atalaya de las Nieves (Archivo General Militar de Ávila)
Todas las acciones iniciadas por el ejército rebelde en el Frente sur del Tajo tuvieron éxito, todas menos una, la batalla de la Atalaya de las Nieves, que tuvo lugar el 1 de marzo de 1938, cuando la I Brigada de la 107 División realizó un ataque para ampliar la cabeza de Puente del Alcántara hacia la Atalaya de las Nieves.
Al parecer, y aunque la derrota se intentó camuflar en el parte de guerra como una simple operación de reconocimiento con muy pocas bajas, en la realidad, según cuenta José María Ruíz Alonso en su tesis doctoral, se trató de una batalla en toda regla, con un importante contingente de tropas y armamento, que se saldó con una estrepitosa derrota, una retirada en desbandada y unas 120 bajas.
Al parecer, y aunque la derrota se intentó camuflar en el parte de guerra como una simple operación de reconocimiento con muy pocas bajas, en la realidad, según cuenta José María Ruíz Alonso en su tesis doctoral, se trató de una batalla en toda regla, con un importante contingente de tropas y armamento, que se saldó con una estrepitosa derrota, una retirada en desbandada y unas 120 bajas.
Parece que los mandos rebeldes, excesivamente confiados con sus recientes victorias en la toma de las cabezas de puente, infravaloraron las fuerzas y defensas existentes en esta zona al este de Toledo.
Se trata de un terreno muy estrecho, con el Tajo al Norte y las fuerzas republicanas parapetadas en los cerros del sur, que obligó probablemente a los atacantes a avanzar en posiciones muy expuestas.
No conozco hasta donde llegaron los rebeldes, pero su avance debió de ser muy penoso intentando sobrepasar todos y cada uno de los cerros fortificados que dominan toda la vega del Tajo, y en los que los milicianos podían desplazarse rápidamente entre distintas posiciones, muy protegidos, e incluso ir replegándose de uno a otro cerro.
Además, , en el caso de que hubiesen conseguido sobrepasar la zona de los cerros, quedaba por vencer todo el sistema defensivo de la Atalaya de las Nieves y el existente más al sur.
Se trata de un terreno muy estrecho, con el Tajo al Norte y las fuerzas republicanas parapetadas en los cerros del sur, que obligó probablemente a los atacantes a avanzar en posiciones muy expuestas.
No conozco hasta donde llegaron los rebeldes, pero su avance debió de ser muy penoso intentando sobrepasar todos y cada uno de los cerros fortificados que dominan toda la vega del Tajo, y en los que los milicianos podían desplazarse rápidamente entre distintas posiciones, muy protegidos, e incluso ir replegándose de uno a otro cerro.
Además, , en el caso de que hubiesen conseguido sobrepasar la zona de los cerros, quedaba por vencer todo el sistema defensivo de la Atalaya de las Nieves y el existente más al sur.
Mapa del ejército rebelde fechado en Getafe el 16 de octubre de 1937, sobre las posiciones enemigas en la zona de Toledo.
En el Mapa, en la zona del Polígono de Toledo aparece claramente señalada la Atalaya de las Nieves (Archivo General Militar de Ávila)
En el Mapa, en la zona del Polígono de Toledo aparece claramente señalada la Atalaya de las Nieves (Archivo General Militar de Ávila)
A continuación se esboza una pequeña descripción de la tipología de los elementos defensivos que nosencontramos en los cerros del Polígono de Toledo:
- Trincheras: Elementos de conexión entre estructuras con variada profundidad y anchura, en zig zag u ondulada para evitar que el enemigo pueda disparar a toda una línea si accede al interior, adaptadas a los cerros del terreno, en los taludes, en general cierran por completo un cerro para poder dar la vuelta por completo.
De ellas suelen salir ramales que conduce a Búnkeres, refugios o abrigos, o a pozos de tirador.
-Pozos de Tirador: Se encuentran como terminación de un ramal. Normalmente circulares para permitir que el tirador pueda tener un ángulo grande de visión y tiro.
Como el tirador debía asomarse para disparar solían estar protegidas por sacos terreros, piedras u otros elementos de protección. En algunos todavía se observa la base de un parapeto de piedra.
Como el tirador debía asomarse para disparar solían estar protegidas por sacos terreros, piedras u otros elementos de protección. En algunos todavía se observa la base de un parapeto de piedra.
-Refugios o Abrigos:
* En el terreno: Excavaciones realizadas en la roca o en el alcaén y que debieron tener una cubierta ligera de tela o tablazón.
Se encuentran al final de una línea de trinchera, y se proyectan hacia el interior del cerro, es decir en sentido inverso a las posiciones de ataque, por lo que su función debe ser de refugio o almacén, y normalmente aparecen varios agrupados.
Se encuentran al final de una línea de trinchera, y se proyectan hacia el interior del cerro, es decir en sentido inverso a las posiciones de ataque, por lo que su función debe ser de refugio o almacén, y normalmente aparecen varios agrupados.
-Cuevas o depósitos: En la misma trinchera o al final de una línea de trinchera. Pudieron servir de refugio, aunque por su escasa altura o profundiad más bien parecen depósitos de alimento o munición.
- Búnkeres o nidos de ametralladora: Construcciones realizadas en hormigón (en esta zona, en otras pueden ser de ladrillo o mixtos de ladrillo y hormigón) colocadas al final de una línea de trinchera. , mirando al posible frente de batalla con tronera para disparar con armas.
En toda la zona de trincheras de los cerros del Polígono es común encontrar restos de la guerra. He oído algunas veces que vecinos del polígono se encontraron algún tipo de proyectil de diverso tamaño.
Yo mismo, cuando era pequeño, encontré un pequeño proyectil en la base de una oliva, y allí se quedó.
Pero lo más común es encontrar en la superficie restos de metralla, vainas de balas o peines (cargadores de balas) o bolas de proyectiles metralleros.
Pero lo más común es encontrar en la superficie restos de metralla, vainas de balas o peines (cargadores de balas) o bolas de proyectiles metralleros.
En este casos vainas de calibre 7 x 57, las más comunes en la zona, de muy diversa procedencia. Suelen presentar inscripciones en el culote indicativas del lugar de fabricación.
Peines
Piezas que sirven para cargar un fusil. Tienen un muelle en una de las partes de forma que presionaban las vainas o cartuchos para que se sujetaran en la pieza.
Cargaban 5 vainas o cartuchos.
Cargaban 5 vainas o cartuchos.
Bolas de proyectiles metralleros
Se trata del contenido interior del proyectil metrallero. Este tipo de proyectil era utilizado para atacar las trincheras.
El proyectil estallaba a una cierta altura sobre las trincheras enemigas proyectando gran cantidad de metralla y las bolas que se muestran más bajo sobre las personas que se cobijaban en las trincheras.
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