Por su posición estratégica en el mar más disputado de Europa, Mallorca fue pieza clave en los grandes sucesos de la historia mediterránea, unos acontecimientos que la transformaron radicalmente una y otra vez.
No obstante, a pesar de su amplia experiencia en invasiones, guerras, prosperidad y hambrunas, rara vez ha estado en el centro de los grandes asuntos europeos.
La historia de Mallorca comienza con una serie de misterios sin resolver, con una cultura cuyos talayotes, unas torres vigía de piedra que siguen intrigando a los arqueólogos, son una de las pocas señales de su presencia.
Indice:
- Como llegar a Palma de Mallorca
- Algo de Historia sobre Mallorca
- Croquis de nuestra Ruta
- Castillo de Bellver
- Yacimiento arqueológico Puig de sa Morisca, Calvià
- Comer en Calviá
- Castillo Alaró
- Comer cerca del Castillo Alaró
- Talayot de Son Fred
- Son Fornés
- comer cerca de Son Fornés
- Talayot de Son Coll Nou
- Capocorb vell
- comer en Llucmajor
- Castillo de Santueri
- Asentamiento Closos de Can Gaià
- Porto Colom
- Comer en Porto Colom
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar a Palma de Mallorca
Aunque la manera más común de acceder a la isla es el avión, el barco también es una opción a tener en cuenta dependiendo del lugar desde el que vayáis a viajar.
Descubre las diferentes formas de llegar a Mallorca.
Al tratarse de una isla, las únicas formas de viajar a Mallorca son el avión o el barco.
A continuación os indicamos las diferentes formas de llegar a Mallorca:
Llegar a Mallorca en avión
El Aeropuerto de Palma de Mallorca está perfectamente comunicado con algunas de las principales capitales europeas como Madrid, París, o Roma.
El Aeropuerto Internacional de Mallorca se encuentra situado entre la zona más turística de la isla y el centro de Palma, la capital de Mallorca, por lo que las distancias en los desplazamientos resultan muy sencillas y cómodas.
¿Cómo llegar a Mallorca desde el aeropuerto?
Aeropuerto de Mallorca
El Aeropuerto de Mallorca se encuentra situado a 8 kilómetros de la ciudad de Palma. Información, servicios y traslados desde el aeropuerto de Mallorca.
Llegar a Mallorca en barco
El puerto de Palma es uno de los más transitados del Mediterráneo y cada año recibe miles de viajeros.
Una buena opción, dependiendo de tu origen, es coger uno de los ferries que salen cada día desde Valencia y que tardan un poco más de 7 horas en realizar el trayecto.
Existe un gran número de líneas marítimas que conectan diferentes puntos de España con Mallorca. Si queréis llegar a Mallorca en barco, algunas de las ciudades que operan como nexo de unión entre la isla y la península son Barcelona, Valencia o Alicante.
Las conexiones con el resto de las Islas Baleares también son bastante sencillas, con embarcaciones que viajan hasta Ibiza, Menorca y Formentera. Además de esto, el puerto de Palma es una escala muy habitual para algunos de los cruceros más importantes del Mediterráneo.
2. Algo de Historia sobre Mallorca
Entre el 2500 y el 850 a.C., pequeñas colectividades organizadas alrededor de la agricultura y la ganadería habitaron el archipiélago. Es la época de los sepulcros megalíticos y los rituales religiosos en túmulos mortuorios formados por piedras gigantescas.
A finales de este período comienzan a surgir las navetas, unas edificaciones en forma de nave invertida destinadas a fines funerarios, aunque en Mallorca, las llamadas navetiformes servían de habitación.
Los restos humanos más primitivos encontrados en la isla de Mallorca datan de c. 2350-2150 a. C., coincidiendo con el inicio de la Edad de Bronce en las costas continentales. No existe seguridad actual sobre su procedencia, aunque la cerámica y las formas constructivas de esa época inicial de colonización (fundamentalmente los dólmenes y navetas) coincide con las culturas coetáneas de la cerámica incisa del sur de la actual Francia.
Los restos humanos más primitivos encontrados en la isla de Mallorca datan de c. 2350-2150 a. C., coincidiendo con el inicio de la Edad de Bronce en las costas continentales. No existe seguridad actual sobre su procedencia, aunque la cerámica y las formas constructivas de esa época inicial de colonización (fundamentalmente los dólmenes y navetas) coincide con las culturas coetáneas de la cerámica incisa del sur de la actual Francia.
Durante los primeros siglos sus habitantes estuvieron prácticamente aislados del continente, no existiendo constancia de contactos de intercambio hasta mucho después, posiblemente por la ausencia de tecnología naval que permitiese el comercio marítimo.
Esta fase de aislamiento de los iniciales pobladores pasó por diversas fases que incluyeron nuevas oleadas de colonización, difusión de colectividades en todas las islas y evolucionando progresivamente hacia una nueva cultura, solo presente en Mallorca y Menorca: la cultura talayótica, que persistió hasta la llegada de los romanos a la isla e incluso más allá de esta.
Talayot cuadrado en Mallorca.
En 1200 a. C. estaba ya habitada por una numerosa población, con escasos recursos, dedicada a la agricultura y a la ganadería.
En 1200 a. C. estaba ya habitada por una numerosa población, con escasos recursos, dedicada a la agricultura y a la ganadería.
Este pueblo construía sus viviendas y murallas con grandes piedras sin cimentación, siendo su construcción más característica los talayots todavía existentes, de carácter megalítico.
La ubicación costera de algunos de sus poblados, incluso sobre pequeños islotes, y la presencia de objetos de bronce de imposible elaboración en la isla por la ausencia de estaño, demuestra que en el primer milenio a. C. existía un comercio activo con navegantes de otras zonas del Mediterráneo.
La ubicación costera de algunos de sus poblados, incluso sobre pequeños islotes, y la presencia de objetos de bronce de imposible elaboración en la isla por la ausencia de estaño, demuestra que en el primer milenio a. C. existía un comercio activo con navegantes de otras zonas del Mediterráneo.
Se denomina así a una cultura que se desarrolló en las Islas Baleares durante buena parte de la Edad del Bronce. Su nombre procede de las típicas viviendas utilizadas.
Por sus características, el naviforme es una construcción de piedras dispuestas en seco, usando la técnica constructiva ciclópea. Un zócalo de piedras planas semienterradas sirve de base a una primera hilada de piedras muy grandes, y sobre éstas continúa la acumulación hacia arriba de más piedras, ya bastante más pequeñas.
Si hacemos un corte transversal a sus muros, veríamos que constan de tres partes: el muro exterior, que tiene las piedras más grandes, el muro interior (correspondiente al interior de la cabaña) y, entre ambos, un relleno de tierra y piedras más menudas. Los dos muros del aparejo están inclinados de modo que el grueso del muro sea menor cuanto más arriba, y se apoyan sobre el relleno intermedio.
Los naviformes tienen planta de herradura, aunque muy alargada, lo que les da su característica forma de nave, y su única entrada está en su extremo plano. Las dimensiones típicas serían de unos ocho metros de ancho, por entre quince y veinte de largo, aunque el gran grosor de sus muros (entre dos y tres metros) hace que el espacio útil de su cámara interior sea bastante menor.
Los naviformes tienen planta de herradura, aunque muy alargada, lo que les da su característica forma de nave, y su única entrada está en su extremo plano. Las dimensiones típicas serían de unos ocho metros de ancho, por entre quince y veinte de largo, aunque el gran grosor de sus muros (entre dos y tres metros) hace que el espacio útil de su cámara interior sea bastante menor.
El único caso de techo conservado, el del navetiforme de Son Mercer d'abaix, está hecho con lajas de piedra pero no se cree que fuera la solución más utilizada.
Recientemente, se han interpretado estas viviendas como uno de los elementos centrales en la vida de los grupos sociales de estas comunidades.
Recientemente, se han interpretado estas viviendas como uno de los elementos centrales en la vida de los grupos sociales de estas comunidades.
Estamos ante edificios monumentales, construidos de manera comunal, en técnica ciclópea de piedra en seco, que acogen, no sólo aquellos aspectos de la vida doméstica y reproductiva, sino que también ejercen de locus donde se desarrollan aquellos aspectos más políticos y de toma de decisiones.
La cultura talayótica
La cultura talayótica fue una cultura que se desarrolló durante la Edad del bronce y la Edad del hierro en las Islas Baleares, entendiendo entonces por Baleares sólo las llamadas por los griegos Islas Gimnesias, es decir, Mallorca y Menorca.
Hacia el año 900 a.C., las Islas Baleares vivieron la invasión de los pueblos talayóticos (de talayot, atalaya grande), cultura guerrera que perduraría hasta la conquista romana. Es la época de la civilización megalítica, en la que los talayots, las mesas menorquinas y las navetas proliferan en torno a una sociedad guerrera, la de los baleáricos, según la denominación empleada por diversos autores de la antigüedad. Los historiadores clásicos llamaron a Mallorca y Menorca "islas Gimnesias", o de los hombres desnudos.
Un talayot es una estructura prehistórica, de forma generalmente troncocónica, construida con piedras de grandes dimensiones colocadas en seco, de 3 a 10 metros de altura. Se trata de construcciones exclusivas de las islas de Mallorca y Menorca.
Hacia el año 900 a.C., las Islas Baleares vivieron la invasión de los pueblos talayóticos (de talayot, atalaya grande), cultura guerrera que perduraría hasta la conquista romana. Es la época de la civilización megalítica, en la que los talayots, las mesas menorquinas y las navetas proliferan en torno a una sociedad guerrera, la de los baleáricos, según la denominación empleada por diversos autores de la antigüedad. Los historiadores clásicos llamaron a Mallorca y Menorca "islas Gimnesias", o de los hombres desnudos.
Un talayot es una estructura prehistórica, de forma generalmente troncocónica, construida con piedras de grandes dimensiones colocadas en seco, de 3 a 10 metros de altura. Se trata de construcciones exclusivas de las islas de Mallorca y Menorca.
Bajo el nombre de talayot se engloban construcciones que, a pesar de tener ciertos rasgos comunes, son tipológicamente diversas. En Mallorca hay talayots de planta circular (los más comunes) y de planta cuadrada.
Tanto unos como otros presentan generalmente un espacio interior de planta circular, bastante amplio, con una columna central que sirve para sustentar la cubierta, construida a base de grandes losas de piedra dispuestas de forma radial. Un buen ejemplo de los talayots mallorquines lo encontramos en el poblado de Son Fornés.
Existen, a principios del siglo XXI, tres propuestas principales:
La primera de estas corrientes, Los orígenes de la cultura talayótica, según este modelo, habría que buscarlos en la aportación de ideas y modelos externos, ya sea por la llegada de nuevos contingentes humanos en la isla o bien por contactos de otro tipo de monumento. Este investigador propone influencias procedentes de Cerdeña donde hay unos edificios, los nuraghi, que presentan algunos rasgos en común con los talayots. Los primeros talayots se construirían hacia 1500.
El segundo esquema cronológico considera que las primeras manifestaciones talayóticas se producen hacia el 1000/900 a.C., es decir, de forma contemporánea a los últimos navetiformes.
La última de estas propuestas la cultura talayótica es, básicamente, una sociedad de la edad del hierro, de modo que el momento de su génesis no se puede situar más allá de 950 a.C. Así, la cultura talayótica sería el resultado de la evolución interna de las sociedades naviformes del bronce final, potenciada por la influencia del comercio púnico en el Mediterráneo occidental.
Otra construcción típica del talayótico son las llamadas navetas de enterramiento. Se trata de una especie de naves de piedra, de forma trapezoidal y casi rectangular, como una nave invertida. Disponían de una pequeña abertura, y estaban destinadas exclusivamente al enterramiento colectivo. Aparecen sólo en Menorca.
Existen, a principios del siglo XXI, tres propuestas principales:
La primera de estas corrientes, Los orígenes de la cultura talayótica, según este modelo, habría que buscarlos en la aportación de ideas y modelos externos, ya sea por la llegada de nuevos contingentes humanos en la isla o bien por contactos de otro tipo de monumento. Este investigador propone influencias procedentes de Cerdeña donde hay unos edificios, los nuraghi, que presentan algunos rasgos en común con los talayots. Los primeros talayots se construirían hacia 1500.
El segundo esquema cronológico considera que las primeras manifestaciones talayóticas se producen hacia el 1000/900 a.C., es decir, de forma contemporánea a los últimos navetiformes.
La última de estas propuestas la cultura talayótica es, básicamente, una sociedad de la edad del hierro, de modo que el momento de su génesis no se puede situar más allá de 950 a.C. Así, la cultura talayótica sería el resultado de la evolución interna de las sociedades naviformes del bronce final, potenciada por la influencia del comercio púnico en el Mediterráneo occidental.
Otra construcción típica del talayótico son las llamadas navetas de enterramiento. Se trata de una especie de naves de piedra, de forma trapezoidal y casi rectangular, como una nave invertida. Disponían de una pequeña abertura, y estaban destinadas exclusivamente al enterramiento colectivo. Aparecen sólo en Menorca.
En Mallorca se han encontrado navetas para enterramientos individuales, más tardías y bastante diferentes. Los cadáveres se colocaban en forma similar a la fetal. El entierro en estos monumentos no excluía el que continuaron practicándose enterramientos en cuevas, pero el sistema se hacía más complejo: las cuevas, excavadas artificialmente, son cada vez más grandes y por lo tanto ya convenía colocar allí vigas y puntales.
La llegada de las civilizaciones antiguas
Los griegos, fenicios, cartagineses y romanos serán las invasiones de las grandes civilizaciones mediterráneas, serán tempranas y notables y causantes del primer poblamiento estable en las islas. Esta diferencia radica en la diferente historia paleogeografíca que ha condicionado ecosistemas diferentes, muy pobres para los humanos en el caso de las islas y con más recursos aprovechables en el caso de gimnésica.
El nombre de las Islas Baleares proviene del griego Βαλλιαρεῖς, nombre con el que eran conocidas desde la Antigüedad clásica. Los autores griegos y romanos derivaban el nombre del pueblo de su habilidad como lanzadores (baleareis, βαλεαρεῖς, de bailo, βάλλω), aunque Estrabón consideraba que el origen del nombre era fenicio.
De hecho, la raíz bal- tiene un origen fenicio, quizá las islas fueron consagradas al dios Baal, la similitud con la raíz griega ΒΑΛ (en βάλλω), y el empleo de las personas, podrían ser el fundamento de la asimilación de esta designación al griego. Que su origen no sea griego, se ha inferido de que el nombre griego más común para las islas no es βαλεαρεῖς.
El Hondero balear.
La espectacular pericia y valor en combate de estos guerreros isleños, los convirtió en famosos soldados a lo largo del Mediterráneo.
La espectacular pericia y valor en combate de estos guerreros isleños, los convirtió en famosos soldados a lo largo del Mediterráneo.
Participaron en la primera guerra púnica como mercenarios a favor de los fenicios, con decisiva actuación en la guerra de Sicilia contra los griegos.
Al finalizar el contencioso greco-púnico en Sicilia -las llamadas guerras sicilianas- comenzó la rivalidad entre Cartago y Roma.
Las relaciones entre ambos imperios fueron cordiales hasta que Roma se convirtió en una potencia naval y comercial que extendió su influencia más allá de la península itálica, por lo que las disputas políticas y económicas entre ambos pueblos surgieron desembocando en la primera guerra púnica.
Los honderos de Baleares combatieron como mercenarios en dos de las primeras de las tres diferentes guerras púnicas que tuvieron lugar (abarcando el período comprendido entre el 264 a. C. y el 146 a. C.), junto a Amílcar Barca, bajo las órdenes de su yerno Asdrúbal y posteriormente en la hazaña de su hijo Aníbal en la batalla de Cannas (en agosto del 216 a. C.).
Conquista romana de Mallorca
Quinto Cecilio Metelo (que recibiría más tarde el sobrenombre de Balearicus), conquistó a la isla para la república romana en el año 123 a. C.22 Argumentando supuestas incursiones piratas con base en las islas, y con la verdadera finalidad de establecer una cuña al comercio fenicio, Roma decidió apoderarse del archipiélago.
Cuenta la leyenda que el general romano tuvo que proteger sus embarcaciones con pieles de animales, porque los habitantes, expertos en el manejo de las hondas, les impedían desembarcar.
Las legiones romanas tardaron dos años en someter todas las islas. Tras la conquista, los honderos de Mallorca pasaron a formar parte de las tropas auxiliares romanas, combatiendo de manera destacada junto a Julio César en la conquista de la Galia (las corazas defensivas no resultaban muy efectivas contra los proyectiles de los honderos).
Casi doce años después de la conquista ya se habían integrado en la campaña africana de los ejércitos romanos. En el siglo IV, el emperador Teodosio unió las Pitiusas con Mallorca y Menorca para formar la provincia romana de Baleares.
Casi doce años después de la conquista ya se habían integrado en la campaña africana de los ejércitos romanos. En el siglo IV, el emperador Teodosio unió las Pitiusas con Mallorca y Menorca para formar la provincia romana de Baleares.
Vándalos
En el año 425, con la caída de Roma, Mallorca sufrió la invasión y el saqueo de los vándalos, pueblo germánico comandado por Genserico, que se asentó en la isla hasta el año 534, cuando el general bizantino Flavio Belisario del emperador Justiniano ordenó conquistar el archipiélago balear.
Los judíos mallorquines
Los judíos mallorquines
La comunidad judía de Mallorca se remonta a los tiempos romanos. La historiografía mallorquina tradicional ha dado por hecho, sin poder documentarlo, que la llegada de judíos en la isla se produjo con la diáspora posterior a la destrucción del segundo Templo de Jerusalén, en el siglo I, y si bien hay indicios de esa presencia, los primeros vestigios seguros se remontan al siglo V: la epístola del Obispo Severo de Menorca, en el año 418, en la que se habla de los vínculos de la comunidad judía menorquina con Mallorca, la existencia de un obispo mallorquín con el nombre hebreo de Elías en 484, y los hallazgos arqueológicos de los plomos funerarios de Ses Fontanelles de Son Torrella (Santa María), con inscripciones hebraicas, y de una lámpara con la representación de una menorá, en Palma, constituyen el inventario material que acredita su presencia en aquellos momentos.
En 1391 una revuelta campesina, dirigida inicialmente contra el poder político y los excesos fiscales, pero seguramente influida por los asaltos generalizados en las juderías castellanas y aragonesas del mismo año, acabó con el asalto a las juderías de Ciudad de Mallorca y de Inca.
Tras un breve periodo de decadencia en 1435, el resto de la comunidad judía mallorquina fue obligada a convertirse al cristianismo, finalizando en esta fecha la existencia oficial de los judíos en la isla.
Pero, como en muchos otros lugares, buena parte de los judíos mallorquines practican el criptojudaísmo, es decir, continuaron practicando su religión bajo apariencia cristiana, y lo articularon bajo la organización de la Cofradía de San Miguel o los Conversos, posteriormente de Nuestra Señora de Gracia, como instrumento de cohesión interna, ayuda mutua y resolución de conflictos.
Los chuetas mallorquines
Los chuetas, también llamados chuetones, son un grupo social de la isla de Mallorca, descendientes de una parte de los judíos mallorquines conversos al cristianismo y de los que a lo largo de la historia se ha conservado conciencia colectiva de su origen a causa de ser portadores de alguno de los apellidos, de linaje converso, afectados por las condenas inquisitoriales por criptojudaísmo en el último cuarto del siglo XVII, o por estar estrechamente emparentados.
Los chuetas han sido históricamente estigmatizados y segregados, por lo que, y hasta la primera mitad del siglo XX, han practicado una estricta endogamia. A día de hoy, entre 18 000 y 20 000 personas en la isla son portadoras de alguno de estos apellidos.
Conquista bizantina
Conquista bizantina
Belisario
La dominación bizantina de las Islas Baleares es un oscuro período histórico que se inicia en 534, con la conquista bizantina de esta parte del Reino Vándalo, y finaliza en una fecha incierta situada entre principios del siglo VIII y principios del X.
La documentación sobre esta época es muy escasa así como los restos arqueológicos conocidos, por lo que abundan las suposiciones historiográficas.
Derrocado el rey vándalo Hilderico, aliado bizantino, por el usurpador Gelimer, el emperador Justiniano I encargó a Belisario (533) la expedición de conquista del Reino Vándalo, que además de la región de Numidia, en África noroccidental, incluía las islas de Cerdeña, Córcega y las Baleares.
Derrocado el rey vándalo Hilderico, aliado bizantino, por el usurpador Gelimer, el emperador Justiniano I encargó a Belisario (533) la expedición de conquista del Reino Vándalo, que además de la región de Numidia, en África noroccidental, incluía las islas de Cerdeña, Córcega y las Baleares.
Belisario encomendó un año más tarde a su lugarteniente Apolinario la conquista de las Baleares, donde ejerció el cargo de gobernador. Los bizantinos mantuvieron la estructura territorial vándala, y Baleares, extremo occidental del imperio, permanecieron en la provincia de Cerdeña, que a su vez dependía de la jefatura de África.
Pérdida bizantina de las posesiones de Hispania
En el siglo VII los bizantinos vivieron una etapa de decadencia, muy debilitados en las luchas contra el Imperio sasánida, en oriente, y con los longobardos, en sus posesiones itálicas. Así en el año 620 los bizantinos perdieron a manos de los Visigodos sus posesiones hispánicas, y Baleares volvieron a ocupar una posición excéntrica en el imperio.
Poco tiempo después los árabes emergen como una nueva potencia mediterránea, y entre los años 633 y 645 los bizantinos perdieron definitivamente sus posesiones en Siria, Egipto y Cirenaica, e incluso sufrieron el asedio de Constantinopla en el 688. Se supone que, en este contexto, el poder bizantino se fue debilitando en Baleares.
Ataques musulmanes en las Islas Baleares (siglos VIII y IX)
A lo largo de los siglos VIII y IX hubo varios ataques musulmanes en las Islas Baleares, sin que llegaran a suponer la ocupación efectiva del territorio, si bien la documentación existente permite deducir que hubo relaciones de sumisión, seguramente concretada con tributos, y actas de resistencia a esta dependencia.
Catedral-de-palma-la-seo
En 707 tuvo lugar el primer desembarco musulmán del que se tiene constancia, el cual consistió en un saqueo dirigido por Musa ibn Nusayr, gobernador y general del califato Damasquino Omeya en el norte de África.
En 707 tuvo lugar el primer desembarco musulmán del que se tiene constancia, el cual consistió en un saqueo dirigido por Musa ibn Nusayr, gobernador y general del califato Damasquino Omeya en el norte de África.
Este mismo realizó una expedición en los territorios imperiales insulares de Sicilia, Cerdeña y las Islas Baleares, firmando con sus gobernantes un tratado de sumisión o ahd, así mismo se llevó los malik de Mallorca y Menorca (seguramente gobernadores bizantinos) a Damasco, para ratificarlo con el Califa omeya al-Walid.
Siguieron dos siglos de zozobra permanente hasta que a partir del año 903, Mallorca quedó en poder de la dinastía musulmana de los Omeyas.
El castillo de Alaró resistió durante ocho años, según cuentan las crónicas, y fue el último refugio de la resistencia de los rumi (cristianos) durante la conquista musulmana. A continuación vino una etapa floreciente, durante la que Madina Mayurqa, la Palma actual, fue un gran centro cultural.
En todo caso la documentación franca de finales del siglo VIII informa de las frecuentes razias musulmanas sobre las Baleares:
En todo caso la documentación franca de finales del siglo VIII informa de las frecuentes razias musulmanas sobre las Baleares:
En el año 798 los baleares remitieron embajadas a la corte de Carlomagno, al que le ofrecieron su sumisión a cambio de ayuda, contra los musulmanes que los habían asaltado el año anterior, y la obtuvieron.
En el año 848 el emir de Córdoba Abd al-Rahman II, somete a los isleños por haber dejado de pagar los tributos a que estaban obligados, tal vez derivados del primer tratado o de otro posterior firmado con los emires independientes de Córdoba.
En el año 848 el emir de Córdoba Abd al-Rahman II, somete a los isleños por haber dejado de pagar los tributos a que estaban obligados, tal vez derivados del primer tratado o de otro posterior firmado con los emires independientes de Córdoba.
En el año siguiente los baleares le enviaron una embajada que obtiene el perdón y la restitución del antiguo status a cambio de una multa.
El Imperio Carolingio en las Islas Baleares
La influencia del imperio carolingio en las Islas Baleares se encuentra testimoniada en varios textos y crónicas francas. Las noticias que ofrecen estas fuentes son escasas y se prestan a la especulación sobre el grado de relación, o incluso de dominio, del imperio carolingio y las Islas Baleares.
Incursiones normandas en las Islas Baleares
Las incursiones normandas en las Islas Baleares se produjeron a lo largo del siglo IX por la movilización hacia el Mediterráneo en busca de fortuna. A la península ibérica llegaron primero por Galicia y después de atacar las costas orientales, llegaron al archipiélago balear.
En 1018 un numeroso destacamento de piratas normandos operaban por el mediterráneo comandados por Roger de Tosny y atacaban a los sarracenos del Emirato de Diriyah y las Baleares.
La arabización de las Islas Baleares
A finales del siglo VIII, en 799, frente a los continuos ataques musulmanes en las Islas Baleares enviaron embajadas a la corte de Carlomagno para ofrecerle el sometimiento de las Baleares a los carolingios a cambio de ayuda, la cual fue aceptada.
No se documenta la continuidad de esta sumisión, pero no parece que esta dependencia se pudiera mantener una vez iniciadas las guerras civiles francas (830-840) y en todo caso después de la renovación del tratado de sumisión con el emir de Córdoba de Abderramán II, en 848.
Todos estos episodios, junto con la expedición normanda de 859, ponen de manifiesto que los baleares debían afrontar estas dificultades por sí solos y que si aún existía una dependencia de Bizancio esta era puramente formal hasta la invasión de los árabes.
En 902 las islas se incorporaron de forma definitiva a la dinastía musulmana de los Omeyas.
En 902 las islas se incorporaron de forma definitiva a la dinastía musulmana de los Omeyas.
Siguió una etapa de gran crecimiento, que tuvo en Medina Mayurka, la Palma actual, un lugar de irradiación cultural. La caída y desmembramiento del califato de Córdoba deja las Baleares dentro de la taifa de Denia.
En 1076, la Taifa de Zaragoza conquista la de Denia y las Islas Baleares se independizan y forman una taifa propia que viviría de una excelente explotación agrícola y de la piratería, con unas eficaces razzias que golpeaban las costas vecinas desde Italia a Cataluña pasando por la costa mediterránea francesa.
En 1116 los Almorávides desembarcan en Mallorca y Baleares entran en el dominio de su Imperio, junto con el resto de al-Ándalus. Posteriormente el dominio almorávide decae y se forma una segunda taifa mallorquina que consigue un gran esplendor con la dinastía de los Banu Ghaniya. Esta dinastía almorávide se enfrentó a los almohades, siendo el último reino de taifas conquistado por estos.
Se siguió dedicando a la piratería pero también la dirigió hacia el norte de África, donde llegó a poner en problemas a los almohades, que seguían enfrentados a los almorávides. En 1203 los almohades conquistan la Taifa de Mallorca, que sigue bajo su dominio hasta su incorporación a la Corona de Aragón .
Conquista aragonesa y Reino de Mallorca dentro de la Corona de Aragón
El rey Jaime I de Aragón con el obispo de Barcelona Berenguer de Palou y los magnates Bernat de Centelles y Gilabert de Cruïlles durante la Conquista de Mallorca (1229).
La Corona de Aragón, durante los siglos XII y XIII experimenta un fuerte proceso de expansión hacia el Mediterráneo que la lleva a hacer suyas las tierras baleares.
El joven rey aragonés Jaime I el Conquistador (tenía 21 años) comanda una flota que desembarca en Mallorca a finales de verano de 1229. Tras ardientes combates que se prolongaron durante meses, entra victorioso en la ciudad el 31 de diciembre de ese año.
El asalto fue seguido de una matanza indiscriminada que ocasionó un verdadero genocidio de la población mallorquina. Los miles de cuerpos muertos que no podían ser enterrados produjeron una epidemia entre los conquistadores que provocó numerosas muertes.
Como consecuencia, los nobles quisieron apoderarse de todo el botín en lugar de sortearlo entre la tropa. Esto motivó la revuelta de peones y caballeros. Finalmente se hizo el reparto del botín, que duró hasta el 30 de abril de 1230.
Gracias a todo ello, los musulmanes supervivientes tuvieron tiempo de organizar diferentes focos de resistencia en las montañas, lo que prolongó durante un par de años más las luchas contra los musulmanes en Mallorca, que finalmente acabaron convertidos en esclavos o semi-esclavos. A raíz de toda esta destrucción, pero también debido a la debilidad en que había quedado el ejército de Jaime I, Menorca pidió el vasallaje de la Corona y así le fue concedido.
Gracias a todo ello, los musulmanes supervivientes tuvieron tiempo de organizar diferentes focos de resistencia en las montañas, lo que prolongó durante un par de años más las luchas contra los musulmanes en Mallorca, que finalmente acabaron convertidos en esclavos o semi-esclavos. A raíz de toda esta destrucción, pero también debido a la debilidad en que había quedado el ejército de Jaime I, Menorca pidió el vasallaje de la Corona y así le fue concedido.
El nuevo reino cristiano de Mallorca o Mallorcas queda instituido por la Carta de privilegios y franquicias de Mallorca (1230).
No existen cortes ni instituciones comunes a todas las Islas, salvo la propia monarquía. Así, el lugarteniente (llamado también virrey en tiempos de la Monarquía Hispánica) y la Real Audiencia de Mallorca son las únicas instituciones para todas las islas.
Juramento de los Privilegios de Jaime II de Mallorca ante Jaime I el Conquistador.
En 1276 muere Jaime I y la Corona de Aragón se parte, quedándose los reinos peninsulares (Aragón y Valencia) y el principado de Cataluña en manos del hijo mayor, Pedro el Grande y el reino de Mallorca en manos del hijo menor, Jaime II de Mallorca, si bien los reyes de Mallorca eran vasallos de los de Aragón.
En 1276 muere Jaime I y la Corona de Aragón se parte, quedándose los reinos peninsulares (Aragón y Valencia) y el principado de Cataluña en manos del hijo mayor, Pedro el Grande y el reino de Mallorca en manos del hijo menor, Jaime II de Mallorca, si bien los reyes de Mallorca eran vasallos de los de Aragón.
Nace así el llamado Reino Privativo de Mallorca.
Durante este periodo la Corona de Aragón conquista Menorca, que definitivamente se incorpora al reino de Mallorca en 1295.
El período del reino privativo duró de 1276 a 1349, cuando Pedro el Ceremonioso de Aragón conquista Mallorca a Jaime III.
Así, el reino de Mallorca queda definitivamente integrado en la Corona de Aragón.
Económicamente las islas gozan de la pujanza económica del siglo XIII y buena parte del XIV, cuando empieza la crisis bajomedieval.
En 1521 estalla en Mallorca la Germanía, en parte como consecuencia de la de Valencia. Los hermanados se hacen con el control de la Ciudad y el virrey se ve obligado a huir y refugiarse en Ibiza, que sufre el ataque de los hermanados. La revuelta terminó con el envío de una flota en Mallorca por parte de Carlos I.
El siglo XVII también es un siglo de persecución religiosa. En Mallorca los procesos y la discriminación pública contra los judíos, llamados despectivamente chuetas, son especialmente duros.
Desde la baja edad media los chuetas habían sido discriminados y obligados a convertirse, viviendo como criptojudíos.
Esclavos en Mallorca
El mercado de esclavos, de Jean-Léon Gérôme (c. 1885).
Tras la conquista de la isla por el rey Jaime I, algunos judíos norteafricanos, gracias a que el rey protegía a este colectivo y les concedía ciertos privilegios jurídicos, se instalaron en ella estableciendo vínculos comerciales con los parientes que habían dejado en África, ya que gracias a su competencia financiera y económica facilitaban las operaciones de compra y venta actuando como embajadores.
Reinado de Jaime II
Jaime II de Mallorca reinó sobre las islas durante más de dos décadas y se esforzó en garantizar la viabilidad del reino.
Impulsó una vasta política de colonización agraria, con la creación de núcleos rurales; incrementó las rentas reales; favoreció la creación de consulados en el Norte de África y en el reino de Granada; creó un nuevo sistema monetario para el reino; fomentó la creación de industrias textiles; procedió a incrementar el poder real sobre la nobleza y la Iglesia; e impulsó la construcción de palacios y castillos como el Palacio Real de La Almudaina, la catedral de Santa María y el castillo de Bellver.
De Reino a Provincia
En 1715 los castellanos ocupan Mallorca y las Pitiusas y se hace efectiva la derrota. Se aprueba el decreto de Nueva Planta de las Islas Baleares, que implanta el municipio castellano .
El siglo XVIII es también un siglo de reformas ilustradas dentro de la política general de la monarquía.
Se funda la Sociedad Económica de Amigos del País de Mallorca, que intenta poner en marcha reformas importantes con la introducción de cultivos más comerciales (algodón, lino, morera, vid, almendro, algarrobo...) y difundir la utilización de abonos.
El reformismo borbónico permitirá la apertura al mercado americano y se participará en la fundación de la Compañía de Comercio, que pretendía fomentar los intercambios comerciales con América e impulsar las primeras fábricas.
Guerra de Sucesión Española en las Islas Baleares
Toma borbónica de Mallorca
La toma borbónica de Mallorca fue el último episodio de la Guerra de Sucesión Española. Tuvo lugar el 2 de julio de 1715 cuando la isla de Mallorca —el último reducto de la resistencia austracista que apoyaba a Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico en sus pretensiones a ocupar el trono de la Monarquía Hispánica— capituló ante la llegada de una flota borbónica.
La toma borbónica de Mallorca fue el último episodio de la Guerra de Sucesión Española. Tuvo lugar el 2 de julio de 1715 cuando la isla de Mallorca —el último reducto de la resistencia austracista que apoyaba a Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico en sus pretensiones a ocupar el trono de la Monarquía Hispánica— capituló ante la llegada de una flota borbónica.
En cuanto al régimen local se impuso el sistema del corregidor y los regidores. Así en 1718 el ayuntamiento de Palma de Mallorca quedó formado por 20 regidores, 16 caballeros —nobleza— y 4 ciutadans honrats, sistema que se aplicó al resto de municipios de la isla.
Guerra Civil Española
Durante la contienda Mallorca se convirtió en una base aeronaval italiana de primer orden, con una presencia militar que implicó numerosas bases terrestres, aéreas y hasta el uso del puerto de Palma como una base naval.
A finales de octubre de 1936 los italianos ya tenían unos 1.200 efectivos en la isla.
3. Croquis de nuestra ruta
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