domingo, 20 de mayo de 2018

Lagartera y su Patrimonio

Resultado de imagen de lagartera toledo mapaNOTAS HISTÓRICAS SOBRE LAGARTERA

Molino de Tío Gartera representado en un edificio cercano al arroyo

Según el historiador local Julián García Sánchez, Lagartera fue fundada en torno a un molinillo situado aguas abajo de un pequeño puente del camino que une este pueblo con Oropesa, en el barrio conocido como Toledillo.

Caballero y dama del siglo XVI representados en deshilado lagarterano

Como se deduce de un documento del siglo XI que se refiere a las iglesias de la zona, Lagartera y Torralba serían núcleos habitados antes incluso que la misma Oropesa, que ve cómo se reconstruye su castillo y la población empieza a habitar sus alrededores en fecha más tardía que estos dos pueblos. 

Después formarían ambos parte del señorío que perteneció al extenso alfoz de Ávila en lo civil hasta el siglo XIX, cuando se incluyó en la provincia de Toledo, y en lo religioso hasta mediado el siglo XX centuria en la que pasan a la diócesis toledana.

Típico zaguán lagarterano decorado con cerámica y cobres

Para el autor antes aludido y basándose en el patrón estético de la decoración de su rica artesanía, en la toponimia, en el habla y en otros aspectos culturales del pueblo, Lagartera habría sido poblada por mozárabes. 

 El origen del nombre de Lagartera no estaría como afirman algunos en la abundancia de lagartos de su entorno sino que, basándose en documentos parroquiales del siglo XVI.

Podemos saber que en un principio el lugar se llamó Gartera, aunque más tarde se añadiría el artículo “La” quedando ya unido al topónimo hasta nuestros días.Escena galante en deshilado lagarterano

La tradición local, recogida en el siglo XIX por don Pedro España, cura de la parroquia del Salvador, dice que el pueblo fue fundado por un tal tío Gartera que habría construido un molinillo en el arroyo de la Chorrera en torno al cual se habría ido formando la parte más antigua del caserío conocida como Toledillo y en la que probablemente habría tenido su solar una iglesia más antigua que la actual.


Para poder financiar una “coronelía” de dos mil hombres a Felipe IV durante la guerra con Francia, el conde de Oropesa se vio obligado en 1642 a conceder por carta-privilegio del rey la exención de varios lugares del señorío de Oropesa entre los que se encontraba Lagartera, consiguiendo el lugar así pasar a ser una villa con su propia jurisdicción civil y criminal. 



Para compensar también al conde por esos gastos, el rey permitió el adehesamiento de varias fincas de gran extensión cuya propiedad llevaría al largo pleito de los “Dehesones” que mantendría durante siglos la casa condal con los ayuntamientos de sus pueblos.Cabeza de Niño Jesús decorada para la celebración del Corpus

Durante la Guerra de la Independencia las gentes de Lagartera fueron maltratadas e incluso algunos fueron asesinados, sufriendo las haciendas el saqueo más feroz. La iglesia y el hospital se utilizaron como cuadras. La torre parroquial sirvió como atalaya de vigilancia para los franceses.

Aunque artistas como el fotógrafo Charles Clifford ya se habían interesado por lo pintoresco de una boda lagarterana en fecha tan temprana como 1858, es a finales del siglo XIX cuando el boticario y erudito Platón Páramo estudia y divulga la importancia de la cerámica de Talavera y Puente y los bordados lagarteranos, comenzándose así a conocerse estos y a revitalizarse tan históricas actividades artesanales.Foto de Ruiz de Luna en la que se ve a Sorolla pintando en el pórtico de la iglesia de Lagartera

Conoce Páramo a Sorolla en Toledo cuando el pintor tenía el encargo de realizar en Nueva York un mural con tipos españoles. 

Invita al valenciano a residir en su casa de Oropesa y baja con él a Lagartera durante varias semanas para pintar a gentes de la época, principalmente a familiares y criados de Ramón Moreno, correligionario político de Platón Páramo que había llegado a ser diputado en las filas de Maura. 

Nos encontramos a finales de los años veinte, cuando la generación del veintisiete hace en su literatura exaltación de los valores tradicionales castellanos. Tanto la cerámica de Talavera con Ruiz de Luna que se asocia con Platón Páramo, Guijo y Ginestal, como las labores de las labranderas lagarteranas, comienzan una segunda etapa de gloria. 

Luego vendrán otros pintores y fotógrafos que intentarán desentrañar con sus cámaras y sus pinceles la belleza antigua de lo artesano, la abigarrada hermosura del traje de lagarterana lleno de sugerencias orientales y de otras tal vez más antiguas.Foto antigua del pilón-lavadero de Lagartera

Es precisamente en 1926 cuando Luca de Tena, Rehoyo y el maestro Jacinto Guerrero componen la zarzuela “El Huesped del Sevillano” popularizando aún más las cosas de esta villa arañuela que les honrará años más tarde dando el nombre de una calle a cada uno.

Otro paisano de aquel molinero que se llamó “tío Gartera” sorprenderá a Nueva York con su pintura en la que aparecen escenas cristalizadas de la vida de su pueblo, se trata de Marcial Moreno Pascual, cuya obra se exhibe en el museo de imprescindible visita que lleva su nombre.




LA ARQUITECTURA, LAS ERMITAS Y LA IGLESIA DE LAGARTERA

LA IGLESIA:

Iglesia parroquial de Lagartera en azulejos

Aunque Lagartera guarda sus más preciados tesoros en los arcones y portales de sus casas, también son dignos de conocer algunos aspectos de su patrimonio. 

En primer lugar debemos visitar la iglesia parroquial de El Salvador. En el antiguo barrio de Toledillo parece que existió un primitivo templo que hacia mediados del siglo XV es sustituido por el actual. 

Aunque se comenzó a construir en aquella época, tuvo diferentes fases de ampliación en siglos posteriores. 

Del siglo XV y comienzos del XVI quedan el coro y algunas de las zonas del edificio como las portadas decoradas con las típicas perlas del gótico tardío. 

Los muros son de mampostería con sillería en algunas zonas. 

La planta del templo es de cruz latina enmarcando sus tres naves que están separadas por pilares ochavados y se construyen en el siglo XVI con el impulso del conde de Oropesa don Francisco Álvarez de Toledo. 

Ya mediado el siglo XVIII se hizo el crucero y a principios del XIX se levantó la esbelta torre que domina todo el caserío, pues la iglesia se construyó en lugar elevado que incluso hizo necesaria la adecuación del terreno de acceso con calzadillas y escaleras.

Portico norte de la iglesia de Lagartera, donde Sorolla pintó algunos tipos lagarteranos

Cuenta la parroquia con dos pórticos, uno al sur y otro más pintoresco al norte llamado pórtico de Gredos, con un patio anterior y sostenido por seis arcos rebajados con las armas del conde de Oropesa y de su esposa en la enjuta central. 

Precisamente en este pórtico aparece Sorolla en una antigua foto pintando a tipos lagarteranos. La Guerra Civil se llevó gran parte de la imaginería antigua aunque quedan dos tallas de Santa Teresa y Santa Catalina de cierta calidad, así como tres retablos barrocos que sobrevivieron a la contienda.

Ermita de Lagartera dedicada a los Santos Mártires



ERMITAS:

En Lagartera se mantienen en pie dos ermitas, una de ellas es la de los Santos Mártires y se sitúa en el camino que más tarde tomaremos para seguir hasta Herreruela. 

Es un edificio del siglo XVII construido en aparejo toledano con sillería en algunas zonas de los zócalos y contrafuertes. 

El edificio está coronado por una espadaña de ladrillo y la entrada se sitúa en la portada del muro sur. 

Es de destacar el artesonado mudéjar octogonal que cubre su capilla mayor. Fue también cementerio donde se enterraban los cofrades de los santos mártires Fabián y Sebastián, de ahí su nombre.

Erimta de Santa Ana de Lagartera con los restos de su ábside y retablo

De la ermita de Santa Ana solamente queda el ábside original de sillería y mampuesto. Fue también cementerio y se sitúa al norte del caserío, cerca de la antigua carretera Nacional-V.

Arquitectura popular de Lagartera

ARQUITECTURA POPULAR:

En nuestro deambular por Lagartera podemos disfrutar también de una arquitectura popular granítica de mampostería con portadas de cierto empaque en algunos casos, aunque solamente dos de ellas aparecen blasonadas. 

Ya han desaparecido casi todos los pavimentos empedrados con grandes losas de piedra que se pueden ver en algunas fotografías antiguas, pero todavía se conservan en el casco y su entorno algunas cruces de granito de las que varias eran utilizadas en el rito religioso de las llamadas “Rogativas”.Chozo de cúpula en Lagartera

También se mantienen en uso los dos puentecillos que salvaban el arroyo en el barrio de Toledillo. 

En la plaza que se encuentra junto a la cabecera de la iglesia se levantó un monumento a las labranderas lagarteranas que también podemos visitar.

OTROS TESOROS LAGARTERANOS


Uno de los altares colocados en los portales de Lagartera el día del Corpus

La riqueza etnográfica de Lagartera se manifiesta principalmente en tres de sus aspectos culturales: el emblemático traje típico, las labores de Lagartera y la fiesta del Corpus Christi, donde se muestran muchas de sus mejores y más antiguas telas labradas.

El traje de lagarterana es mundialmente conocido, aunque en otros pueblos arañuelos las indumentarias tradicionales son también sumamente llamativas. 



La fama de la que goza actualmente comienza con las pinturas que hace Sorolla de tipos lagarteranos, guiado por Platón Páramo allá por los primeros años del siglo XX, aunque otros pintores y fotógrafos famosos contribuyeron también a su divulgación, llegando a ser tal vez uno de los símbolos españoles del mundo rural más castizos. 

Una boda en lagartera es un espectáculo que vale la pena realmente por el colorido desplegado en traje y rituales.

Lagarteranos en uno de los cuadros de Sorolla de la Hispanic Society

EL MUSEO:

Algunas muestras de los diferentes tipos de labores pueden ser admiradas en el Museo Marcial Moreno Pascual, muestra pequeña pero abigarrada, como todo lo lagarterano, donde podemos ver en el entorno de una casa típica las diferentes dependencias de la vivienda con su decoración tradicional y específica para cada pieza y con los elementos etnográficos habituales de cada una de ellas. 

Especialmente esos zaguanes tan típicos, repletos de cerámica de talavera y Manises y objetos de cobre. 

En el piso superior se puede visitar una magnífica muestra de las pinturas y dibujos del artista que da nombre al museo con una variada muestra de sus retratos y algunos de sus cuadros más significativos referidos a escenas costumbristas de Lagartera

.Lagarteranas en el Corpus

EL CORPUS LAGARTERANO:

Esta fiesta no se ha valorado suficientemente pues se trata de una explosión de estética popular durante la que por un espacio muy breve de tiempo, apenas tres horas, se exponen algunas de las mejores y más antiguas labores de Lagartera que se sacan de los arcones para, inmediatamente después del paso de la custodia, volver a la intimidad de los ajuares familiares.

Desde las nueve de la mañana aproximadamente comienzan en un buen número de casas lagarteranas las labores de decoración de sus portales para alojar al paso de la procesión pequeños altarcillos que son un prodigio de abigarrada pero al mismo tiempo delicada estética popular llena de colorido. 

Se hace del portal una preciosa hornacina cubriendo uno o dos metros del zaguán de entrada con bellas labores.

Niño Jesús en un altar del Corpus, vestido de lagarterano

La procesión, en la que últimamente desfilan vecinos con el vistoso traje local, parte de la puerta de la iglesia y recorre un trayecto fijado desde hace siglos solamente modificado por las ampliaciones del casco urbano. Los caballeros de la Veracruz con sus capas acompañan a la custodia. 

El sacerdote se va deteniendo en cada altar para bendecirle y mientras lo hace, niñas vestidas de comunión lanzan pétalos de rosa. 

La comitiva sigue el recorrido cantando y un momento después de pasar la procesión se deshace cada altar para que las telas labradas no se deterioren con el sol y la intemperie.Oso con colmena en deshilado lagarterano

ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA:

Las primeras referencias a las mujeres lagarteranas que realizaban bordados son del siglo XVI, cuando aparecen en un documento del Archivo Histórico Nacional tres muchachas lagarteranas llamadas Isabel, Catalina y María, nietas de Juan García Herráez, uno de los compañeros de Pizarro en la conquista del Perú, que cosen en su casa del barrio de Toledillo para doña Juana de Toledo, condesa de Orgaz, que les hace encargos para la decoración del castillo de Oropesa.

Desde pequeñas se ejercitan las niñas en Lagartera en la ejecución de labores, trabajando en esas muestras de variadas puntadas y motivos que son los dechados, conservándose así la tradición bajo la mirada atenta de las madres y abuelas. 



 Hoy se mantiene la producción y no debemos marcharnos sin llevarnos un recuerdo de tan preciada artesanía.

Quesos y otros productos lagarteranos

Un plato típico de Lagartera es el hornazo que, como su nombre indica, es una masa de pan con relleno de embutido cocida en el horno. 

Todos los pueblos arañuelos tienen en el cerdo una de sus bases gastronómicas y también es de destacar el queso de las ovejas que pastan en sus dehesas. 

La caza menor se complementa con las perdices y codornices de los criaderos locales. Los dulces tradicionales son mangas, roscas o floretas.

RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

Recorrido aproximado 8 kilómetros, 2 horas y media


Hornacina del Calvario de Lagartera

Podemos dar un agradable paseo por el extrarradio de Lagartera conociendo algunos elementos de interés de su paisaje y su patrimonio. 

Para ello preguntaremos por el camino que va hacia el calvario. 

En dirección sureste, tomaremos a la izquierda la senda que entre olivares va siguiendo las cruces graníticas de las estaciones del viacrucis. 

Las tres cruces de la estación del calvario se levantan sobre un plinto también de piedra cerca del que podemos ver un pequeño altarcillo en forma de hornacina coronada por una cruz, y junto a él una roca completamente enjalbegada donde suelen dejar pequeñas cruces hechas de palitos de olivo o de hinojo los lagarteranos que suben hasta aquí haciendo el viacrucis. 

Vale la pena detenernos en estas alturas desde donde se contempla el núcleo histórico oropesano que destaca al este, el murallón de Gredos al Norte y el caserío de Lagartera delante de nosotros, dominando sobre él la esbelta torre de la iglesia. 

Al sur se adivinan las sierras jareñas.

Cruces en la piedra blanca del calvario de Lagartera

Bajamos del cerro del Calvario y nos encaminamos de nuevo hacia el sur. 






Van aumentando las encinas y el paisaje se hace más adehesado, tomando a la derecha, según indica el plano, el camino que une Oropesa con el Torrico hasta su confluencia con el camino que sube desde Lagartera paralelo al arroyo de los Tenderos.Cruz de Tomás Arroyo y al fondo Lagartera

Rótulobajo la Cruz en recuerdo de la muerte del guerrillero Tomás Arroyo

Cerca veremos la Cruz de Tomás Arroyo. Las tropelías de los franceses durante la ocupación napoleónica hicieron que muchos españoles se levantaran contra sus abusos. 

Uno de ellos fue Tomás Arroyo Alía, lagarterano humilde que encontró su final luchando contra los franceses a unos centenares de metros al sur del pueblo, en el paraje de Los Berrocales. 

Era el jefe de un grupo de paisanos que se habían echado al monte y que se encontraron con una compañía francesa cuando se dirigían al frente de Puente del Arzobispo. 

Los gabachos cercaron a los guerrilleros y su jefe se vio sorprendido junto a una roca donde luchó hasta el final. 

Los franceses vengaron su resistencia con los muchos desmanes que después cometieron cuando bajaron al caserío tras la refriega.

Una de las cruces del calvario de Lagartera

Seguimos después hacia el sur por el camino de Puente del Arzobispo hasta llegar al arroyo de los Molinos, en el paraje de Corralejo. Allí queda una presa entre solitarios encinares y los restos del canal y el edificio de un viejo molino.

Cubo de uno de los molinos de Lagartera

Volveremos después desandando el recorrido ya hecho, o por el camino paralelo indicado, de nuevo hasta la Cruz de Tomás Arroyo y desde allí bajaremos hacia el pueblo por el camino de los Tenderos, donde es curioso observar junto al arroyo los numerosos espacios vallados como huertecillos que están dotados de su pozo, su pila de lavar en muchos casos, y algunas pequeñas construcciones para animales o almacén, todo ello en granito. 

Puede que el nombre del arroyo provenga de que, una vez lavada la ropa, se tendía en su entorno. Es una concentración de estos elementos muy curiosa y con cierto parecido al arroyo de los Pozos Nuevos en Valdeverdeja.

Uno de los pozos con lavadero del arroyo del camino de los Tenderos en Lagartera


http://lamejortierradecastilla.com/notas-historicas-sobre-lagartera/
http://lamejortierradecastilla.com/la-arquitectura-las-ermitas-y-la-iglesia-de-lagartera/
http://lamejortierradecastilla.com/otros-tesoros-lagarteranos/
http://lamejortierradecastilla.com/ruta-una-vuelta-por-el-entorno-de-lagartera/

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