sábado, 15 de diciembre de 2018

Santos protectores de La Mancha: Santa Lucia y los Rituales para preservar la Vista

Santa Lucía 

Hoy abordamos contenidos relacionadas con la ‘mitología religiosa’, concretamente la devoción a Santa Lucía, mártir abogada de las enfermedades de la vista, a la que se tiene especial devoción en numerosos pueblos manchegos y a la que invocamos cuando tenemos algún problema relacionado con la salud de nuestros ojos. 

La imagen de la Santa siempre va identificada por sus atributos que la hacen fácilmente reconocible: la palma martirial y la bandeja con los ojos que hace referencia a una de las formas de martirio que la aplicaron. 

Es por ello que muchos lugares se acogen a su patrocinio celebrando su fiesta en la que se realizan una serie de rituales de gran trasfondo antropológico, y que muchas veces se mezclan con el campo de las supersticiones. Estas son algunas tradiciones de nuestros pueblos:

La devoción a Santa Lucía y su fiesta en Gerindote (Toledo). De siempre la Santa en este pueblo toledano ha recibido especial veneración. 

Es un fenómeno que no sólo se adscribe a la propia población sino que se extiende por otros puntos de la comarca que acuden hasta la iglesia de San Mateo, donde se venera la imagen, para pedir su protección. 

La Santa porta un exvoto de plata con forma de bandeja con unos ojos, que cada año en el día de su fiesta los fieles besan o se acercan a los ojos para pedir que les ayude a prevenir males en la vista. 

Además, cada 13 de diciembre después de la procesión en la que la Santa rodea la iglesia por el exterior, se da a besar una reliquia que este pueblo posee de Santa Lucía, aspecto relevante que demuestra que es grande la devoción que siempre se la ha tenido. 



Hasta Gerindote acuden gentes de los pueblos vecinos a venerar a la Santa, recuerdo cuando era niño que tras haberse sometido mi abuelo a una operación de la vista, mi abuela ofreció ir andando desde Torrijos hasta Gerindote y escuchar misa ante Santa Lucía. Los tres fuimos andando y cumplimos con la promesa.

En La Puebla de Almoradiel (Toledo), la imagen de Santa Lucía se venera en la ermita de Santa Ana. Goza de especial devoción entre los almoradienses que cada 13 de diciembre acuden para cumplir con un rito muy peculiar y propio de esta localidad: la tradición de “restregarse” el manto por los ojos para que la santa conserve la vista.

 Es curioso porque en este caso la Santa va revestida con un bonito manto rojo que adquiere ese tinte de milagroso y al que los vecinos de La puebla tienen un cariño especial. La ermita permanece abierta durante todo el día para que los devotos acudan a visitar a la Santa y a cumplir con esta tradición.

La fuente de Santa Lucía de Las Ventas con Peña Aguilera. Esta localidad monteña de la provincia de Toledo tiene señalado como especial el día 13 de diciembre en su calendario. El día de Santa Lucía es fiesta local por la gran devoción que se tiene en este pueblo a la santa siracusana. En Las Ventas cuenta con ermita propia a la que hay adosada una fuente cuyas aguas poseen un carácter curativo para los males de la vista. 

Ya en las Relaciones de Felipe II se recogía este hecho de la siguiente manera: “e ansi mismo hay una ermita de Señora Santa Lucía, de la cual hay un testimonio en que se cuenta que la gloriosa santa, en tiempos pasados, se apareció a una mujer por dos veces y le dijera que certificase y avisase a la justicia que a la sazón era, que fuesen a cierta parte que señalo, y que allí cavasen, y que luego hallarían una fuente y que, sobre ella, le hiciesen una ermita que se diga Santa Lucía, y que la dicha mujer lo denunciara a la justicia, y fueran adonde les dijo y cavaron y hallaron luego la dicha fuente, y allí se hizo la dicha ermita, la cual es principal y muy devota y el agua de la dicha fuente es agua que hace muy gran provecho para la vista de los ojos”. 

Por ello, los venteños encienden hogueras de tomillo la víspera de la fiesta por todo el pueblo con el fin de honrar a la santa.



La tradición de “ahumarse los ojos” en las hogueras de Santa Lucía en Fuente el Fresno (Ciudad Real). Los vecinos de Fuente el Fresno mantienen la creencia de que si ahúman sus ojos en las hogueras de tomillo que se encienden los días 12 y 13 de diciembre, quedarán preservados de cualquier mal de la vista por intercesión de Santa Lucía.

Santa Lucía bendita
La de los ojos hermosos
Si la envidia fuera tiña
Cuantos hubiera tiñosos

Así cantan los naturales de Fuente el Fresno a Santa Lucía con motivo de sus fiestas, que celebran cada 12 y 13 de diciembre. 

Y es que este pueblo manchego profesa especial devoción a la Santa que es abogada de la vista, aspecto que está estrechamente unido a varios de los ritos que tienen lugar con motivo de esta celebración.

Los Tomillos. Bajada de Santa Lucía a Fuente el Fresno

Las fiestas y romería de Santa Lucía en Fuente el Fresno también son conocidas con el nombre de “Los Tomillos” por ser esta planta aromática la protagonista de las hogueras que en esos días se encienden. Manda la tradición que cada 12 de diciembre hay que salir al campo a recoger el tomillo que por la noche arderá en las hogueras.

 Estas arden en la noche del 12, la víspera, y en la noche del día 13, festividad de Santa Lucía, siendo más habituales estas últimas. Aunque los fuenteros echan las luminarias en las puertas de sus casas, cada año hay dos hogueras oficiales que se encargan de encender los dos tomilleros o mayordomos. 

Éstos son una parte fundamental de la fiesta, son fuenteros que en cumplimiento de una promesa hecha a la Santa se apuntan en las listas para poder llegar a ostentar este cargo. La del tomillero es una figura que surge en los años 80 del siglo pasado a imitación de los mayordomos de Santa Quiteria, Patrona de Fuente el Fresno. 

Ya en los 90, debido a la larga lista de espera se acuerda que sean dos tomilleros en lugar de uno. Uno enciende la hoguera el 12 y otro el 13 por la noche después de la romería, y en ambas reparten la tradicional limoná y pastas, amenizado con música.

La peculiaridad de estas hogueras de Fuente el Fresno es que, al igual que en otros puntos de nuestra Región, se lleva a cabo un rito relacionado con el fuego, más en concreto con el humo que desprenden las hogueras. Manda la tradición que hay que “ahumarse los ojos” en ellas para así prevenir enfermedades de la vista por la intercesión de Santa Lucía. 

De esta manera los fuenteros cumplen con esta costumbre de pasar por la hoguera y dejar que el humo penetre en los ojos. Llama la atención el carácter “renovable” de este rito, a la vez extensible para otros muchos que tienen lugar en nuestros pueblos, pues se dice que cumpliendo con esta costumbre la vista queda protegida durante el año próximo, lo cual quiere decir que al año siguiente habrá que volver a ahumarse los ojos para prolongar esa gracia. 



También en relación a esa protección de la vista, en Fuente el Fresno con motivo de esta festividad se elaboran los “panecillos de Santa Lucía” que el párroco bendice, y que son tomados como algo sagrado que igualmente guardará al que los posee de cualquier mal relacionado con la vista. 

Estos panecillos llevan además una marca en forma de ojos, lo que les confiere ese carácter protector. Según cuenta José Luis Vera, antiguamente los elaboraban las modistas del pueblo por ser Santa Lucía la patrona de este gremio; en la actualidad los elaboran los tomilleros.

Otro aspecto curioso de esta tradición es la existencia de dos imágenes de Santa Lucía: la “nueva” y la “vieja”. Ésta última es la que se encuentra todo el año en la ermita del cerro, y la que se baja a la parroquia para rezar el novenario.

 El día 13 tiene lugar la Función, y acto seguido la imagen es subida en procesión al cerro de la ermita donde tendrá lugar la romería. Las mujeres por norma general son las encargadas de subir a la Santa.

 Allí tiene lugar la comida donde los fuenteros degustan productos típicos de la matanza así como las tradicionales gachas de pitos. Llegada la tarde, la imagen retorna al pueblo, esta vez a hombros de los jóvenes y al son de alegres canciones.



Los cantos son otro punto importante de la fiesta. Lo típico es que se canten en las hogueras al son de la zambomba por la proximidad de las Pascuas, cosa que en los últimos años se está perdiendo. 

En la actualidad las coplillas se cantan en la comida en el cerro y en la procesión de bajada en las paradas que se hacen. Reproduzco algunas de ellas de carácter religioso y profano:

“El ocho la Concepción
Y el trece Santa Lucía
Y el vinticinco del mes
Parió la Virgen María”


“Eché un limón a rodar
Y en tu puerta se paró
Y hasta los limones saben
Que nos queremos los dos”


“Madre yo me muero moza
Sin catar el chocolate
Hágame usted una cazuela
Siquiera pa que lo cate”

La costumbre de ofrecer exvotos de cera a Santa Lucía. En muchas de las iglesias de nuestra Región, en las que se venera una imagen de Santa Lucía, no nos será difícil encontrar exvotos de cera en forma de ojos, que han sido ofrecidos a la santa en acción de gracias por haber intercedido en alguna situación complicada relacionada con algún problema de la vista.

Estos ejemplos son una muestra de la gran cantidad de ritos y costumbres existentes en La Mancha en relación a la protección de la vista por intercesión de Santa Lucía.

textos: Jesús Del Castillo Martín
https://mitosysupersticionesmanchegas.blogspot.com/2017/12/santos-protectores-santa-lucia-y-los.html


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