jueves, 10 de noviembre de 2022

Tras las Huellas del Cister en la Provincia de Zamora


San Martín de Castañeda, Zamora

Reserva Natural de Lagunas de Villafáfila

Monasterio Cisterciense de Moreruela. Zamora

Parque Natural del Lago de Sanabria

San Salvador, Tábara

Bosque del Tejedelo, Requejo de Sanabria

Iglesia de Santa María del Azogue, Benavente

Iglesia de Nra.Sra. de la Asunción, Mombuey

Los Monasterios Cistercienses suponen uno de los mejores ejemplos existentes de Arte medieval europeo, casi siempre gótico, aunque muchos de ellos empezaron a construirse incluso antes del advenimiento de este estilo artístico.

En este post os contaremos un poco sobre la historia del Cister y os hablaremos de algunos de los más bellos monasterios cistercienses que hemos tenido la oportunidad de conocer durante nuestro viajes.

Indice:




1. Como llegar a Tábara, Origen de nuestra Ruta


El pueblo de Tábara se encuentra situado a 44 km de Zamora por la antigua carretera de Villacastín a Vigo (N-631), y a 40 km de Benavente por la N-630.

Es decir, está comunicada por carretera con las principales localidades del Noroeste de la provincia, atravesada de Norte a Sur como de Este a Oeste por carreteras nacionales, autonómicas o provinciales.

         

2. La Orden del Cister: Los Orígenes

La Orden del Cister surge a finales del siglo XI como respuesta a la deriva a la que habían llegado muchas de las órdenes monásticas existentes, cada vez más alejadas de la palabra de Dios y más preocupadas en disfrutar de los placeres terrenales.

Se trataba, para los nuevos postulantes, de acercarse a una vida mucho más ascética y espiritual que los acercara a la profesada por los primeros cristianos.

Abadía de Citeaux

Tras un primer intento fracasado de fundar, por parte de Roberto de Molesmes, una abadía que se acercara en mayor medida a la palabra de Dios, en 1098 acaba por originar la Abadía de Citeaux, en la comuna francesa de Saint-Nicolas-lès-Cietaux, que acabará por actuar de casa madre de todas las demás y que, 900 años más tarde, sigue en activo gracias a una comunidad de una treintena de monjes.

La nueva Orden del Cister profesaba una observancia extrema de la Regla de San Benito y tenía como máximo lema el conocida Ora et labora. Es decir, rezar y trabajar. Durante el siguiente siglo, la nueva orden se expandió de forma exponencial y empezaron a surgir decenas de nuevos monasterios cistercienses por toda Europa. Primero por Francia. 

Pero enseguida por todo el continente. Desde el norte hasta el sur, desde occidente hasta oriente, la orden del Cister se estableció en la práctica totalidad de las naciones europeas de la Edad Media gracias a los 762 cenobios que llegaron a fundarse.

Cada una de las grandes abadías o monasterios cistercienses madre creaban una suerte de monasterios subordinados. A su vez, estos cenobios actuaban como casa madre de nuevos monasterios formando, todo ello, un asombroso enjambre de ramificaciones que llegaban a todos los rincones de la Cristiandad. 

En este sentido, emerge la figura de Bernardo de Claravall, uno de los monjes más importantes de la historia de la Orden del Cister y dinamizador de la misma, que llegó a fundar hasta 68 monasterios él solito.

El poder de la orden del Cister aumentó de forma progresiva durante más de dos siglos aunque el modelo entró en declive a mediados del siglo XIV. Tras muchas vicisitudes, el Cister fue incluso suprimido en muchas naciones europeas tales como Inglaterra o Alemania. 

Por no hablar de las confiscaciones y desamortizaciones llevadas a cabo en Francia y España durante los siglos XVIII y XIX respectivamente. Sin embargo, pese a las múltiples dificultades acaecidas y las crisis vocacionales existentes en Europa, son varios los Monasterios del Cister que siguen activos hoy en día, testigos de un pasado que, probablemente, jamás regrese.

3. La  Arquitectura de los Monasterios Cistercienses


Conjunto ideal de un monasterio cisterciense

Los primeros monasterios cistercienses fundados fueron de lo más sencillo. Muchos de ellos estaban construidos únicamente en madera. 

Con el progresivo avance de la orden, la piedra fue sustituyendo a la madera y empezaron a construirse los primeros cenobios con este material, en el estilo arquitectónico imperante en aquél momento: el románico.

Es por ello que en varios de los Monasterios del Cister visitados encontramos una parte del mismo construido en estilo románico. 

Sin embargo, es el gótico el estilo imperante en la mayor parte de ellos, tal como veremos en los cenobios seleccionados. Se trata, en todo caso, de un arte desprovisto de todo tipo de adornos superfluos, lo que se corresponde con la observancia estricta de la regla de San Benito que promulgaba la rigurosidad y la pobreza. 

Una sencillez, eso sí, no exenta de belleza.

El plano de casi todos los Monasterios del Cister es similar, con un 

claustro alrededor del cual se disponían la práctica totalidad de estancias monásticas tales como una 
..Sala Capitular (donde los monjes se reunían a fin de discutir los temas de importancia para el cenobio), 
un refectorio (casi siempre con un lavatorio justo enfrente y sobresaliendo del claustro), 
una cocina (al lado del refectorio), 
un locutorio (de los pocos lugares donde a los monjes se les permitía hablar), 
un calefactorio (la única zona donde resguardarse durante el frío invierno) o un 
scriptorium (dedicado al copiado de obras religiosas). 

Generalmente, los dormitorios se localizaban en el primer piso.

Por su parte, la iglesia se disponía adosada al claustro, pero justo al otro lado del refectorio, orientada de este a oeste y con la cabecera al este.


Aunque con ligeras modificaciones, la mayoría de monasterios del Cister se disponían de la forma señalada. Cada uno, desde luego, con sus particularidades.

4. Algo de Historia

En los siglos XI al XIII

Al morir Sancho el III Mayor de Navarra, su hijo Fernando I recibe Castilla con título condal. El rey de León Vermudo III, intenta recuperar las tierras de Cea, que habían sido incorporadas a Castilla. La disputa termina con la derrota y muerte del rey leonés en la batalla de Tamajón (1037). 

Fernando casado con una hermana de Vermudo, Sancha, reclama sus derechos al trono vacante, unificando Castilla y León con el título de rey. También se enfrenta con García de Pamplona, por territorios en litigio con el reino de Navarra, venciendo al rey navarro en Atapuerca 1054. Estos éxitos convirtieron a Castilla en el eje del occidente en la Península. Una vez unificado el reino, Fernando I reanuda la ofensiva contra el Islam, consiguiendo grandes éxitos como la toma de Coimbra en 1064. 

A la muerte de Fernando I, se produce la división de Castilla, quedando Sancho como rey de Castilla, Alfonso de León y García de Galicia. García fue pronto eliminado de Galicia, en tanto que Sancho y Alfonso disputaban su hegemonía resuelta a favor del primero gracias a sus victorias en las batallas de Llantada en 1068 y Golpejera en 1072. Castilla quedaba de nuevo unificada bajo el reinado de Sancho II, pero cuando este acude a sofocar la revuelta de Zamora, ciudad que se encontraba bajo el señorío de su hermana Urraca, fue muerto por Bellido Dolfos. 

La muerte de Sancho permite a Alfonso VI que se había refugiado en el reino taifa de Toledo, reclamar la corona y unificar los reinos de Castilla y León. En el último cuarto del siglo XI, Alfonso VI lleva a cabo la conquista de Toledo, extendiendo sus dominios hasta el Tajo. 

En sus últimos años vio como parte de sus éxitos se desmoronaban al sufrir severas derrotas a manos de los almorávides en Uclés 1108. A Alfonso VI le sucede su hija Urraca (1109-1126) , su matrimonio con Alfonso el Batallador rey de Aragón, que fue origen de numerosas disputas, terminando en un fracaso. 

Al mismo tiempo durante su reinado se produce un intento de secesión en Galicia , por parte de algunos nobles encabezados por Pedro Froilaz, además se producen revueltas en Sahagún y Santiago donde los burgueses de la ciudad se enfrentan al poder del arzobispo Almirez, poniendo a la propia reina en graves apuros. 

Por último el condado de Portugal , concedido a otra hija de Alfonso VI , Teresa, comienza a dar sus primeros pasos hacia la independencia. A la muerte de Urraca, es nombrado rey de Castilla y León Alfonso VII (1126-1157) nombrado emperador y que consigue nuevos éxitos en su lucha contra el Islam.

Es durante el reinado de Alfonso VII cuando se produce la penetración de la orden Cisterciense en los reinos castellano leoneses, produciéndose la mayor expansión entre 1140 y 1175, la mayoría se localizan en las tierras llanas de la cuenca del Duero, Sacramenia, Valbuena, Moreruela, La Espina, etc. 

A la muerte de Alfonso VII, el reino se divide de nuevo, pasando del período del "Imperio Hispánico a los cinco reinos", junto con la unificación de Aragón y Cataluña, y la independencia de Portugal hacen que Castilla pierda su situación de hegemonía dentro de los reinos cristianos de la península. 

El primer monasterio fundado es el de Fitero , mediante donaciones de Alfonso VII, con la intención de establecer un monasterio en una zona fronteriza entre Castilla, Navarra y los reinos musulmanes, por tanto es el mas antiguo aunque en la actualidad pertenezca a la comunidad autónoma de Navarra por lo que se hablará de el en la página dedicada a este territorio. 

El gran impulsor y benefactor del Cister en Castilla será Alfonso VIII, que creará numerosos monasterios, entre ellos, el de las Huelgas Reales, que convertirá en panteón real y la cabeza de todos los monasterios femeninos de Castilla, no sin polémicas y resistencia por parte de algunos de ellos.

Siglo XV

En el siglo XV como consecuencia de la sucesión de abades comendatarios, la rapiña de los grandes señores y la división y relajo existente en los monasterios, se produce un gran declive tanto moral como económico de las comunidades monásticas. 

Surge de nuevo la necesidad de una reforma y es fray Martín de Vargas, un monje del monasterio de Piedra el que encabeza el movimiento, primero dentro de su propio monasterio y posteriormente tras viajar a Roma, consigue una bula de Martín V que en 1425 autoriza a crear dos nuevas comunidades independientes del poder episcopal y del propio Cister. Durante unos años fray Martín queda sujeto al abad de Poblet, pero en 1434 el Papa Eugenio IV autoriza la creación de seis nuevas casas. 

En 1430 el monasterio de Valbuena se une a la nueva congregación llegando a nombrar a fray Martín abad del monasterio. La Congregación de Castilla se separa del Capítulo General del Cister, que no aceptará la escisión, excomulgando año tras año a los abades de las nuevas comunidades, hasta su desaparición con la revolución francesa. 

La aparición de la Congregación de Castilla que promulgará sus estatutos en 1584 en Las Definiciones, supondrá un impulso moral, religioso y económico, para muchas comunidades que permitirá acometer obras y mejorar la situación de muchos monasterios, así como la desaparición de las viejas estructuras medievales que serán sustituidas por completo (Montederramo)

Santa María de Moreruela, Tábara, Santa Marta de Tera y San Martín de Castañeda son los hitos de un viaje lleno de evocaciones históricas y paisajes sorprendentes por el noroeste de la provincia de Zamora.

5. Croquis de nuestra Ruta



para saber mas:

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