lunes, 6 de marzo de 2023

Escapada de Fin de Semana a la Ciudad de los Fúcares: Almagro. Ciudad Real

Encaje de Bolillos, Almagro


Almagro, Ciudad Real

Corral de Comedias de Almagro

Museo del Encaje de Almagro

Iglesia de San Bartolomé, Almagro

Palacio de los Fúcares, Almagro

Muy Cerca de Ciudad Real capital, encontramos uno de los pueblos más interesantes de la provincia, Almagro.

Su monumento más importante es su Corral de Comedias, que junto al de Alcalá de Henares son los dos único que se conservan de España. Aunque si no eres muchos del teatro a lo mejor te apetece disfrutar de unas buenas berenjenas de Almagro desde su plaza Mayor castellana.

Dispones de muchas opciones para llegar hasta Almagro porque está muy bien comunicado. Puedes venir con tu propio coche o con transporte público. Por ejemplo, tienes la opción de llegar hasta la capital provincial, Ciudad Real, en AVE y desde ahí tomar un tren o autobús, coger un taxi o hasta alquilar un coche en la propia estación. Te damos alguna información práctica para que planifiques tu viaje...

En avión

En poco más de 300 km. alrededor de Almagro existen 3 aeropuertos internacionales, dos de ellos, además, comunicados con AVE con la capital provincial que dista de Almagro 22 km: el Aeropuerto Adolfo Suárez Barajas en Madrid (a 210 km) y el Aeropuerto San Pablo en Sevilla (a 343 km), además del Aeropuerto de Manises en Valencia a (335 km).

En tren

La Estación de Renfe de Almagro está situada en el Paseo de la Estación, a tan solo 10 minutos de nuestra vivienda. Sus teléfonos son 926 86 02 76 / 902 24 02 02. 

También puedes contactar con la Estación de tren y AVE de Ciudad Real situada en la Av. Europa nº 1, 902 432 343 Trenes: Puerta de Atocha (Madrid)-Ciudad Real con AVE y AVANT / Ciudad Real-Almagro con Trenes Regionales

En autobús

Almagro cuenta con una Parada de autobuses situada en la calle Ejido de Calatrava s/n y su número de teléfono es 926 860 250. El teléfono de información de AISA (empresa de transporte) 926 211 342 Autobuses: Línea de autobuses entre Ciudad Real y Almagro. Estación Sur de Autobuses (Madrid)-Ciudad Real, etc.

En coche

Varias autovías quedan a escasos kilómetros de Almagro:Si vienes desde Levante la A-43 te dejará a escasos 15 km en una buena carretera de dos carriles (CR-511).

Desde el Norte la E5 hasta Manzanares enlazando ahí con la A-43.
Desde el Sur, la Autovía de Andalucía (A-4) a la altura de Valdepeñas tiene una salida hacia Almagro.

2. Algo de Historia sobre Almagro

Orígenes

No se conoce con seguridad la fecha del primer asentamiento humano en Almagro. Es muy posible que existiera uno en la Edad del Bronce por los indicios hallados alrededor de las Casas Maestrales y en parajes exteriores al centro urbano. Durante la época romana parece que fue habitada, según consta por el testimonio de Federico Galiano y Ortega, que creyó ver un acueducto durante las obras en el actual Paseo de la Estación. Se han hallado asimismo monedas de esa época y una lápida romana que se exhibe en el Ayuntamiento, proveniente del Puente Romano de Zuqueca, en Granátula.

Época visigoda

De tiempos visigodos no quedan vestigios salvo algunas columnillas decoradas con rombos tallados a bisel, desperdigadas por la población. De época árabe viene el propio nombre de la población, con la característica arcilla rojiza del lugar de color Almagro. Durante el siglo xiii Almagro quedó oscurecida por la cercana Oreto u Oretum (Granátula de Calatrava) y por Calatrava la Vieja, pero al ser elegida por los maestres de la Orden de Calatrava en dicho siglo como lugar de residencia y centro gubernativo de sus posesiones pasará a primer término.

Siglos XI al XIV

La tradición asegura que el maestre don Gonzalo Yáñez concedió fuero a la villa en 1213, confirmado por Fernando III en 1222. En 1273, Alfonso X el Sabio convocó Cortes en Almagro y en 1285 se efectuó la escritura de Conveniencia entre el maestre Ruy Pérez Ponce y los almagreños sobre los hornos, el zocodover, los portazgos. En el siglo xiv la villa ya tenía una muralla y una parroquia, San Bartolomé el Viejo, edificios públicos como las carnicerías, el aholí o pósito, la cárcel, casas del Concejo y un castillo absorbido por las Casas Maestrales.

Conquista

El avance de los cristianos hizo que se reunieran aquí las tropas camino de la frontera y Pedro I el Cruel mandará apresar al maestre Juan Núñez de Prado en 1355 en los palacios Maestrales.

El comercio arraigó en la villa con la concesión de dos ferias por Enrique II en 1374. Además, verá reunirse los Capítulos Generales de la Orden de Calatrava, tanto en la capilla de San Benito de los Palacios Maestrales, como la Iglesia de Santa María de los Llanos (Antigua Patrona de la Ciudad), ambas desaparecidas. 

En el siglo xv la incorporación del maestrazgo a la Corona en 1487 no variará la situación. Ahora, es el gobernador quien habita los Palacios Maestrales. En 1493, Cisneros dirigió la fundación del monasterio de las franciscanas de Santa María de los Llanos, que se anexionará la iglesia del mismo nombre, también desaparecida.

Los problemas financieros del emperador Carlos V hicieron a los banqueros alemanes Fugger beneficiarios de las rentas de las minas de Almadén y los vincularon a Almagro, trayendo consigo a sus administradores Wessel, Xedler, entre otros, cuyas casas solariegas se conservan aún.

Siglos XVI y XVII

Gradas y patio de butacas del Corral de Comedias de Almagro.

En los siglos xvi y xvii la población prosperó. La villa creció y se embelleció, salió de las murallas. Se crearon los arrabales de San Pedro, Santiago, San Ildefonso, San Juan, San Sebastián y San Lázaro. 

El clavero Fernando Fernández de Córdova y Mendoza fundó el monasterio y la universidad menor de Nuestra Señora del Rosario y el comendador mayor don Gutierre de Padilla el Hospital de la Misericordia y el Monasterio de la Asunción de Calatrava. 

Se construyeron la iglesia parroquial de Madre de Dios, el convento de la Encarnación, las oficinas de los Fugger y multitud de casas particulares. Se reformaron la iglesia de San Blas, la Plaza y el Ayuntamiento.

 La crisis de los últimos años del siglo xvi y comienzos del xvii no frenó la boga constructora en Almagro. Los franciscanos levantaron el convento de Santa Catalina. Se instalaron los agustinos, los jesuitas, los hermanos de San Juan de Dios. Los ascendientes del conde de Valdeparaíso construyeron su palacio.

Siglo XVIII

Durante el siglo xviii, Almagro vivió un esplendor pasajero, merced al apoyo de la ciudad al candidato Borbón, Felipe V, y el oficio de Juan Francisco Gaona y Portocarrero, conde de Valdeparaíso, ministro de Hacienda del rey. 

Se nombró a la villa capital de la provincia de La Mancha durante algo más de un decenio (1750-1761). Durante ese tiempo la villa sufrió grandes estragos a causa del terremoto de Lisboa, como indicó en carta del 9 de noviembre de 1755 al marqués de Santa Cruz, su administrador, Andrés:

Ha habido muchas ruinas y algunas desgracias, y con especialidad en la villa de Almagro es donde todos los templos y conventos y muchas casas han padecido mucho, mayormente los conventos de San Francisco y Santo Domingo, y asegura un célebre maestro de obras que hay en esta tierra llamado Juan Alejandro Núñez que no se podrá reedificar el destrozo hecho en Almagro con catorce millones de reales (Archivo Histórico Provincial de C. Real)4

Fracasado el intento de reactivación administrativa, el conde promovió la actividad económica creando una industria textil dirigida por el irlandés Enrique Doyle. Luego de algún sonado fracaso, corrió mejor suerte la organización de la industria de blondas y encajes, que con el tiempo dotaría a Almagro de una de sus principales señas de identidad.

Las desamortizaciones emprendidas por los gobiernos de Carlos III provocaron el desmantelamiento de los edificios religiosos más importantes, lo cual perjudicó considerablemente la conservación del patrimonio arquitectónico de la villa; la decadente universidad menor desapareció con el primer cuarto del siglo xix y en ese siglo los calatravos, cansados de la aspereza del sacro convento del castillo de Calatrava la Nueva, situado en un frío, alto y aislado nido de águilas, dejan la fortaleza y trasladan el Sacro Convento a Almagro. La comodidad resultó efímera. En 1796, Carlos IV concedió a Almagro el título de ciudad.

Siglo XIX

La invasión francesa vio instalarse en Almagro una activa logia masónica bonapartista.

El pueblo padeció las guerras carlistas y algunos de los bienes de la Iglesia y el municipio fueron afectados por las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. La ciudad experimentó una creciente decadencia, motivada en parte por la competencia de la capital Ciudad Real, pero se desarrolló una industria artesanal del famoso encaje de bolillos, sus típicas blondas, y adquirió justa fama un plato típico aliñado de una forma especial, las berenjenas de Almagro. 

En 1845 se construye una nueva plaza de toros con los materiales de la torre de la antigua parroquia de San Bartolomé, demolida ese año, y donde el torero Cagancho dio su famosa "espantada" en 1927, y que fue incendiada en 1932 al negarse los toreros a torear la tarde del 25 de agosto, lo que causó la cólera del público, que la incendió de forma que se perdieron así los primitivos palcos, realizados en madera, con pies derechos y zapatas; 

Se introdujo asimismo el telégrafo (1858), el ferrocarril (1860) y la luz eléctrica (1897) y se creó un cuartel provincial de caballería (1863), un casino y un coliseo o teatro (1864). En 1886 se derriban las murallas aunque las puertas de la ciudad permanecen en pie hasta la década de 1930.

Siglos XX y XXI

Calle de Almagro en el siglo xxi

Durante los años 1950 se descubre y restaura el Corral de Comedias y se reforma el Ayuntamiento y el conjunto de la plaza Mayor. En 1972 se declara a Almagro Conjunto Histórico-Artístico.​ 

Se restauran y rehabilitan hermosos edificios, no solo iglesias o palacios, sino también modestas viviendas, ermitas y nace el Museo Nacional del Teatro, en un principio escondido en lo que fueron huertos y bodegas de las Casas Maestrales y ahora en un edificio diseñado a propósito para él. 

Almagro se convierte en referente teatral y cultural de la región: Festival Internacional de Teatro Clásico, actividades culturales y turísticas. Actualmente, Almagro presenta su candidatura a Ciudad Patrimonio de la Humanidad, por su calificación de "Ciudad de la cultura y el teatro".

3. Que ver y hacer en Almagro 


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