En el siglo V d.c., el Imperio Romano se hunde. Los pueblos bárbaros atraviesan sus fronteras y llegan a todas sus províncias.
En Hispania, que sufre la devastación causada por alanos y vándalos, se asientan suevos y vándalos.
Los visigodos construyen un poderoso reino con capital en Toledo y, convertidos al Catolicisimo, unifican la Península bajo su dominio.
En Hispania, que sufre la devastación causada por alanos y vándalos, se asientan suevos y vándalos.
Los visigodos construyen un poderoso reino con capital en Toledo y, convertidos al Catolicisimo, unifican la Península bajo su dominio.
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