viernes, 7 de febrero de 2020

Tradiciones en la Agricultura Toledana: La Trilla

Resultado de imagen de la trilla dibujo
Los carros de labranza. bien cargados a los que denominan halumbo o galumbo están entrando en las eras y descargan la mies.

Los montones de bálago se extienden o ("restienden" con una horquilla de madera de tres dientes para ahuecar los haces y quedar preparada la faena de la trilla.

Innumerables gurriatos picotean sobre la miesa o miensa, no siendo raro verles cazar algún insecto como los saltones, mientras escandalosos vencejos, cruzan en rápida bandada, con su característica chillería.

La era está delimitada por el pretil, cantero o canteiro, piedras que impiden que la parva se salga de la era.

El parvero y el trillador para guarecerse del fuerte sol, calorina o canícula han construido un sombrajo a base de palos y ramas: el gongo o guango, que también sirve para proteger las viandas y el agua de los cántaros y botijos.

Formada la parva o emparvada la mies, se preparan las trillas, normalmente (según Lonas, en otras al revés), de mayor tamaño que el trillo, que podía ser tirado por una sola caballería, mientras que aquella era arrastrada por dos mulas o borricos.




La trilla en su base está empedrada de pernales o pedernales cortantes; también las había de cuchillas y serretas o con ruedas dentadas. La parte delantera curvada es la nari::, de ella salen las tarangallos, balancín de madera con una anilla en el centro, llamado herrón que sirve para enganchar las caballerías a través de unas gangas, tiras o cadenas.

En la parte trasera solían llevar dos ganchos para volver la paja.

Asimismo preparan los hieldos, biemos, hiendos, hierlas, bielgos, instrumentos para aventar o heldar compuesto de un apalo largo. de otro de unos treinta centímetros de longitud atravesado en uno de los extremos con cuatro dientes.

El femenino bielga o bielda es de mayor tamaño con seis u ocho dientes: sirve para cargar la paja en los carros.

Terminado el almuerzo los trilladores enganchan y empiezan a resbalar las trillas, que dan vueltas y más vueltas sobre la mies cortando la paja (espajar o esparpajar) y desgranando la espiga del vaso, cascarilla, cáscara o zurrón.

Cervantes en el Quijote (1,25) nos da una imagen costumbrista de esta faena:

«Pero bien considerado, ¿qué le ha de dar a la señora Aldonza de Lorenzo, digo a la señora Dulcinea del Toboso, de que se le vayan a hincar las rodillas delante de ella .. Porque podría ser que al tiempo que ellos llegasen estuviese ella rastrillando lino, o trillando en las eras}).

Más adelante (1,31) :

«No la hallé -respondió Sancho sino alu!chanclo (limpiar con harnero o criba el trigo u otros cereales) dos hanegas (fanegas) de trigo en un corral de su casa». «y si miraste. amigo. el trigo ¿era candeal ?» (el trigo candeal es el que da la harina más blanca: el trechel es de mucho peso y producto: y el rubión de granos dorados).

 «No era sino rubión respondió Sancho».

«Pues yo le aseguro -dijo Don Quijote- que. ahechado por sus manos hizo pan candeal. sin duda alguna ... ,). Los trilladores. después de la monótona carrera circular. terminan la faena y desenganchan las bestias de la trilla.

Se disponen a comer una frugal y ligera cena: un gazpacho o «aguaíllo)). ¡Van buenos!. o sea. van cansados)/ se disponen a dormir entre los haces de la era. mientras contemplan el brillar de las estrellas.

Es necesario dormirse pronto porque a la mañana siguiente hay que levantarse con el lucero de los trilladores o lucero del alba. pero a su pesar son inquietados continuamente por los picotazos que producen los vigoleros. Fibueleros, v picuteles.

Algunos para evitarlos se han provisto de plantas aromáticas como la maestranza, la romanza y poleo. Llegan los primeros rayos de sol: la gañanía se despereza. se lava un poco y se prepara para coger fuerzas comiéndose la olla o cocido.




Después unos se dedicarán a extender una nueva y especial parva: el tranquillo, mies o miensa compuesta de trigo. cebada, avena, etc.: otros a amontonar o juntar la parva trillada formando montones. que llaman peces, bien en forma alargada, bien en forma cónica: para ello se sirven de un rastro o rastra, tablón,ancho de dos o tres metros de longitud y linos sesenta centímetros de alto que tirado por caballerías sirve para recoger la parva, también se le denomina rastro de caballería, de mulas o grande: igualmente se ayudaban de un rastro de mango, manual, rastro chico o rastrillo. tabla de madera ligeramente curva, de un metro aproximadamente. con un mango que maneja al labrador y sirve para recoger la parva.

https://realacademiatoledo.es/wp-content/uploads/2014/03/files_temastoledanos_101.%20Estudio%20del%20habla%20de%20Toledo,%20por%20Juan%20Manuel%20Sanchez%20Miguel.pdf 


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