domingo, 21 de noviembre de 2021

Una escapada al Peñón de Gibraltar







Gibraltar es, metafóricamente hablando, una pequeña isla en Andalucía ya que pertenece al Reino Unido. Tiene una superficie de cercana a los 7 km², unos 29.000 habitantes y unos 250 monos en el peñón.

Es un sitio de visita obligatoria si estás por Cádiz (o Málaga o cercanías), tanto por las vistas desde el peñón, por las compras o por ver a personas típicas inglesas hablando en andaluz (o andaluces con perfecto acento británico).

Tenía claro que quería visitar Gibraltar en un día y me gustó que fuese así.

La mejor forma para entrar a Gibraltar es andando, ya que el paso por la frontera en coche es un incordio. 

Así que, la mejor opción es dejar el coche en un parking en La Línea de la Concepción y entrar dando un paseo (si no encuentras hueco de aparcamiento gratuito, hay un parking de pago a escasos metros de la entrada).

Tras pasar la frontera, tenemos que cruzar las pistas del pequeño aeropuerto gibraltareño para, después de andar unos 5 minutos, llegar a la calle principal (en inglés Main Street). No tiene pérdida, solo tienes que seguir a la gente; todos van vamos al mismo lugar.

Indice:

  1. Como Llegar
  2. Algo de Historia
  3. Flora y Fauna
  4. Aeropuerto de Gibraltar
  5. Casemates Square
  6. Main Street
  7. Punta Europa
  8. Cueva de San Miguel
  9. Monos de Gibraltar
  10. Skywalk Gibraltar
  11. Puente colgante de Windsor
  12. Túneles de Gibraltar
  13. Playa de Gibraltar
  14. Marina de Queensway Quay
  15. Alojarte en el Sunborn
  16. Comer en la zona
  17. Otras Rutas Cercanas

1. Como Llegar:

La comarca del Campo de gibraltar está enclavada en la provincia de Cádiz, al sur de Andalucía, dispone de accesos por carretera, tren, avión e incluso barco si se procede del otro lado del Estrecho de Gibraltar.

Llegar en Helicóptero

Helity es un nuevo concepto de transporte aéreo en el Estrecho de Gibraltar, ofreciendo servicios de vuelos en Helicóptero entre Algeciras y Ceuta

Llegar en avión

Tres son los aeropuertos más cercanos para llegar al destino Campo de Gibraltar: Jerez, Málaga y Gibraltar.

Si has llegado al Campo de Gibraltar en avión, quizás necesites ir del aeropuerto a tu destino.

Llegar en coche

Viajar en coche hasta el Campo de Gibraltar se puede convertir en un auténtico espectáculo a su paso por el Parque Natural de Los Alcornocales por la Autovía A-381, también conocida por la Autovía Jerez- Los Barrios o Ruta del Toro.

Llegar en tren

Al Campo de Gibraltar se puede llegar en tren con Renfe hasta las estaciones de Algeciras, San Roque y Jimena de La Frontera que conectan con ciudades como Madrid o municipios como Ronda.

Llegar en autobús

Las principales centrales de autobuses se encuentran situadas en La Línea de la Concepción y en Algeciras.

Transporte urbano e interurbano

El Consorcio de Metropolitano de Transportes del Campo de Gibraltar es la entidad que gestiona el transporte entre los distintos municipios de la Comarca.

Llegar en barco

Gracias a su situación geográfica y a su amplia oferta de servicios de conexión marítima, el Puerto Bahía de Algeciras se erige como el puente marítimo entre el Sur de Europa y el Norte de África.

2. Algo de Historia: 

Antigüedad y Edad Media

Torre del homenaje del castillo mariní de Gibraltar.

La península y el peñón de Gibraltar, debido a su situación privilegiada en una de las orillas del estrecho homónimo, han sido conocidos desde la antigüedad, como demuestran los yacimientos prehistóricos de las cuevas de Gorham's y Vanguard (40 000 años).

​ Fenicios y griegos visitaron Gibraltar y la mitología griega identificó el peñón como una de las Columnas de Hércules, denominada Calpe.

Gibraltar siguió el devenir de la costa meridional de la península ibérica, pasando del dominio romano al vándalo, posteriormente al visigodo, para ser parte del Imperio bizantino después, volver de nuevo a manos visigodas, pasando finalmente en 711 a manos musulmanas, junto con el resto del reino visigodo. 

Hasta entonces no se tiene constancia de ningún asentamiento estable en el territorio. No obstante, la conquista del reino visigodo por los musulmanes conllevó un hecho significativo: la atribución de un nombre que, con algunas variaciones, ha sobrevivido hasta hoy: جبل طارق (Ŷabal Tāriq, 'Monte de Táriq') en honor del caudillo musulmán Táriq Ibn Ziyad.

El primer asentamiento permanente data de la época almohade. En 1160 el sultán almohade Abd al-Mumin ordenó la construcción de una fortificación en el territorio, cuyos restos aún forman parte del castillo de esta época. Este pasaría posteriormente a manos del reino taifa de Granada, el cual lo conservaría hasta 1309, fecha en que es tomado por tropas castellanas. 

En 1333 es conquistado por los meriníes (los tradicionales benimerines), que habían invadido la España musulmana, quienes lo ceden al reino nazarí de Granada en 1374. Finalmente, en 1462, es vuelto a ocupar, esta vez definitivamente, por las tropas del I duque de Medina Sidonia, a cuyo sucesor se le concedió en 1488 el marquesado de Gibraltar, que en 1502 se reincorporó al dominio real. Un año después, los Reyes Católicos le concedieron su propio escudo de armas.

Ocupación y cesión al Reino Unido

Invasión de Gibraltar en 1704.

I Asedio, huida de la población civil a las poblaciones colindantes e invasión angloholandesa.
II Fracaso del capitán Villadarias de reconquistarlo

III A pesar de llegar los nuevos refuerzos, Felipe V decide rendirse.

En el contexto de la guerra de sucesión española, una flota del bando en favor del pretendiente archiduque Carlos, formada por navíos ingleses y holandeses, atacó en el verano de 1704 varias localidades de la costa sur española hasta llegar a la bahía de Algeciras el 4 de agosto de 1704, donde tomaron posiciones para el ataque a Gibraltar.

Las fuerzas borbónicas defensoras contaban con 80 soldados y 120 cañones, de los que un tercio estaban inservibles, junto con 300 milicianos con escasa o nula instrucción militar, lo que revelará ser insuficiente para hacer frente a la fuerza asaltante que totalizaba 12 000 hombres y 1500 cañones, y el apoyo de infantes de marina. 

Entre ellos se encuentra un batallón de 350 soldados catalanes que protagonizarían el asalto terrestre, desembarcando en la playa de La Caleta, que pasó a ser conocida desde entonces como Catalan Bay. Tras cinco horas de bombardeos, los defensores accedieron a negociar su capitulación haciendo entrega de la plaza al príncipe de Hesse-Darmstadt.

El último de Gibraltar, cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau que retrata a Diego de Salinas, último gobernador español del peñón.

La ocupación de Gibraltar supuso el desplazamiento de la mayor parte de su población. 

El 5 de agosto, el cabildo de Gibraltar presidido por Cayo Prieto Laso de la Vega junto con el gobernador militar de Gibraltar, el general de artillería Diego de Salinas, deciden abandonar Gibraltar al no desear prestar juramento de fidelidad al archiduque. 

Se vota por aclamación popular (en voz alta) pero se deja voluntad al vecindario para marcharse o quedarse. 

Al día siguiente, 6 de agosto, se inicia el éxodo, con los atributos identificativos de la ciudad: pendones, archivos, sellos, documentos, imágenes religiosas, libros de registros parroquiales con actas de nacimientos, defunciones y bodas, etc., encabezando la marcha el regidor Bartolomé Ruiz Varela hacia la ermita de San Roque, origen del actual San Roque y en Algeciras, despoblada y en ruinas hasta entonces. A finales de ese mismo año de 1704 tropas hispanofrancesas ponen sitio a la ciudad pretendiendo sin éxito tomarla por las armas. 

La posesión británica sería reconocida en el Tratado de Utrecht en 1713, que puso fin a la guerra. Por este tratado, España cedía a perpetuidad el peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose, no obstante, una cláusula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendría la opción de recuperarlo.

El posterior Tratado de Utrecht puso fin a las hostilidades, y el reconocimiento del pretendiente Felipe V como rey de España por parte de Inglaterra a cambio de la cesión de los territorios de Gibraltar y Menorca.​

España hizo varios intentos para recuperar Gibraltar durante el siglo XVIII: el primero, ya nombrado unos meses después de la toma de la ciudad y un segundo asedio unos años después del Tratado de Utrecht, en 1727. El más duradero y persistente tuvo lugar entre 1779 y 1783, conocido como El Gran Asedio, pero fue igualmente infructuoso. 
 

Al margen de la guarnición británica, en el territorio se fue estableciendo población de origen diverso (fundamentalmente genovesa, pero también maltesa, portuguesa, judía y norteafricana) y finalmente recibió en 1830 el estatus de colonia británica. 

Durante el siglo XVIII, tras una terrible epidemia, la Corona Española acordó la cesión de una zona humanitaria en el istmo entre el peñón y las fortificaciones españolas, cuya mitad más próxima a Gibraltar fue posteriormente ocupada ilegalmente por los británicos. La apertura del canal de Suez (1869) subrayó la importancia estratégica de Gibraltar.

Siglo XX

Representación de Gibraltar y sus puntos más cercanos en la Segunda Guerra Mundial.

A principios del siglo XX, las autoridades británicas levantaron la barrera fronteriza (1909), luego popularizada en España como «la verja», en el terreno del istmo.

En la Primera Guerra Mundial, hubo especulaciones sobre una posible entrada de España en la guerra del bando de los aliados. 

Entre otras condiciones para entrar en la fuerra, como la de obtener la soberanía sobre Tánger o el control de Portugal, España pidió la devolución de Gibraltar a cambio de un territorio en el norte de África que devendría de soberanía británica. 

No obstante, los británicos no lo consideraron necesario dado que supuestamente ya tenían todo lo que deseaban de España, y no se fiaban de la movilización del ejército español.​

Durante la Segunda Guerra Mundial también se construyó un aeropuerto en dicho terreno, que España no reconoce como británico. 

La llegada de la guerra mundial significó un aumento aún mayor de la importancia estratégica de Gibraltar como escala y punto de aprovisionamiento, mientras que la totalidad de la población civil era evacuada hacia Londres, Irlanda del Norte, Casablanca, Madeira y Jamaica. Además, fue base de los vuelos para cartografiar España durante la guerra, claves para la Operación Torch y Operación Backbone.​

Tras el fin de la guerra, la actitud de las autoridades franquistas se fue endureciendo. A principios de la década de 1960, el gobierno español planteó la situación de Gibraltar ante el comité de descolonización de las Naciones Unidas y la Asamblea General adoptó las resoluciones 2231, de 1966, y 2353, de 1967, por las que se instaba al inicio de conversaciones entre España y el Reino Unido para poner fin a la situación «colonial» de Gibraltar, salvaguardando los intereses del pueblo gibraltareño. 

En 1969, la constitución otorgada por el gobierno británico estableció el cambio en el estatus de la colonia, transformada en un territorio británico de ultramar (British Overseas Territory). El nuevo marco estableció también la transferencia de los asuntos internos al ejecutivo local, elegido por los propios gibraltareños, mientras que se reservaban exclusivamente al representante del gobierno de la Corona los asuntos exteriores y de defensa.

La verja entre España y Gibraltar cerrada (1977).

La concesión de mayor autogobierno fue interpretada por las autoridades españolas como una contravención del Tratado de Utrecht y una maniobra en la dirección equivocada.

En 1969 el gobierno español suprimió las comunicaciones terrestres entre España y Gibraltar. 

Los accesos permanecieron cerrados hasta siete años después de la muerte de Franco, en 1982, tras la llegada al poder del socialista Felipe González, cuando solo se abrieron al tráfico peatonal. 

El cierre fue traumático tanto para la economía del Campo de Gibraltar (ya que varios miles de españoles trabajaban en la colonia) como para la de Gibraltar en sí, que sufrió una crisis económica, que hubo de ser contrarrestada mediante la inyección económica de más fondos por parte del Reino Unido.

En el marco de las negociaciones de adhesión a la Comunidad Económica Europea, España y el Reino Unido establecieron el inicio del proceso de Bruselas (1985), por el que esta se comprometía a comenzar un diálogo con España acerca de Gibraltar, que incluía asimismo el asunto de su soberanía. 

También se normalizaron completamente las comunicaciones terrestres. Desde entonces, España, con mayor o menor intensidad, ha seguido reclamando la retrocesión de Gibraltar.

Siglo XXI


Imagen digital de la NASA donde puede apreciarse Gibraltar (en el cuadro) frente a Ceuta.
Vista aérea del tómbolo de Gibraltar.

En 2001 España y el Reino Unido anunciaron un acuerdo preliminar que incluía una propuesta de cosoberanía. Sin embargo, este acuerdo no llegó a ser firmado, 

A pesar de ello, más tarde quedó constituido el Foro Tripartito de Diálogo sobre Gibraltar, formado por los gobiernos de España, Reino Unido y el de Gibraltar, de cuyos trabajos resultó el anuncio el 25 de julio de 2006 de un acuerdo sobre el uso conjunto del aeropuerto, pensiones, telecomunicaciones y tránsito del puesto fronterizo.

En 2009, 2010, 2011 y 2012 se produjeron encontronazos entre buques de la Marina Real Británica y patrulleras de la Guardia Civil en la zona marítima disputada (las aguas situadas a menos de tres millas de la costa gibraltareña, sobre las cuales España y el Tratado de Utrecht no reconocen en ningún sentido la soberanía británica).​




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