Entrada a la Ria de Ferrol, Fuerte de San Felipe
Ruta de las Meninas de Canido, Ferrol
Edificios Modernistas, Ferrol
Ferrol es la ciudad favorita de los peregrinos para empezar el Camino Inglés, una Ruta Jacobea que en la Edad Media era recorrida mayoritariamente por peregrinos que desembarcaban en los principales puertos gallegos (Ferrol y A Coruña) procedentes de Reino Unido y otros países del norte de Europa.
Indice:
- Como Llegar a Ferrol
- Algo de Historia
- Barrio de la Magdalena
- Galerías acristaladas en Ferrol
- Edificios Modernistas en Ferrol
- Arsenal y astilleros navales
- Museos en Ferrol
- Ruta de las Meninas
- Puerto de Curuxeiras
- Fuertes de Ferrol
- De vinos y Tapas en Ferrol
- Festividades de interés
- Para Comer en Ferrol
- Y en los alrededores
- Otras Rutas Cercanas
1. Como Llegar
Hoy en día se puede llegar en barco a Ferrol, ya sea a vela –como parte de la iniciativa Sail the Way- o a bordo de uno de los muchos cruceros que llegan a la ciudad. No obstante, si quieres llegar a Ferrol para iniciar tu Camino de Santiago por una vía más tradicional, hoy te detallamos cómo hacerlo en tren, bus, coche o avión.
Cómo llegar en tren a Ferrol
Desde Madrid es posible llegar a Ferrol en tren todos los días de la semana. Ferrol cuenta con un par de conexiones al día en Alvia (entre 7 y 9 horas) y en tren hotel desde Madrid (12 horas).
Desde otras ciudades clave para el Camino de Santiago como Barcelona, Hendaya o Sevilla también es posible llegar a Ferrol en tren con un único transbordo en Madrid.
Si quieres llegar a Ferrol desde alguna ciudad del norte de España, puedes hacerlo en el ferrocarril de vía estrecha (FEVE) que discurre por la costa cantábrica, uniendo Ferrol y Bilbao. Partiendo de la estación de la Concordia, en el centro de Bilbao, el FEVE llega a Santander, desde donde se puede continuar hasta Ferrol.
Ferrol cuenta con trenes directos desde A Coruña y con un transbordo a otras ciudades destacadas como Santiago, Vigo u Ourense.
Cómo llegar en autobús a Ferrol
El autobús es una de las mejores formas de llegar de forma directa a Ferrol. La compañía Alsa cuenta con conexiones diarias a Madrid, tanto desde la ciudad (Estación Sur e intercambiador Moncloa) como desde el propio aeropuerto de Barajas. También existen otras con ciudades como Ponferrada, Zamora o Sevilla. También existen conexiones con Portugal, Alemania, Bélgica, Francia y Suiza.
Si queremos llegar a Ferrol desde cualquier punto de Galicia tenemos dos opciones: Monbús y Arriva Noroeste. Monbús ofrece hasta siete conexiones diarias con Santiago de Compostela y cinco con Vigo. Mientras que con Arriva podrás viajar desde A Coruña a Ferrol a prácticamente cualquier hora del día (entre las 6:00 y las 22:00 horas).
Además de la estación de autobuses de Ferrol, situada en el Paseo de la Estación, s/n, el peregrino podrá bajarse en la Plaza de Galicia, en pleno centro de la ciudad.
Cómo llegar en avión a Ferrol
Galicia dispone de tres aeropuertos: Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo. El más cercano a Ferrol es el aeropuerto de Alvedro, en A Coruña, situado a 52 kilómetros. Iberia, Vueling y Air Europa operan desde este aeropuerto, con conexiones a Madrid, Sevilla, Barcelona o Bilbao.
Desde la terminal se puede coger un taxi o el autobús urbano (línea 40519 que une el aeropuerto con el centro de la ciudad. El coste es de 1,5 euros y la frecuencia es cada media hora (excepto domingos y festivos que es cada hora). Ya en A Coruña tendríamos que elegir entre coger el autobús o el tren para llegar a Ferrol. En ambos se tarda aproximadamente una hora.
El aeropuerto de Santiago de Compostela es el que ofrece un mayor número de conexiones. A través de Iberia, Vueling y Ryanair cuenta con conexiones diarias con Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga o Canarias. A Santiago también llegan vuelos internacionales procedentes de Londres, Frankfurt o París.
Una vez en el aeropuerto de Lavacolla, el peregrino debe tomar un taxi o el autobús que conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad, la estación de autobuses y la de tren. El precio del trayecto es de 3 euros (5 ida y vuelta), la frecuencia es cada 30 minutos y la duración aproximada del trayecto es de unos 40 minutos.
Vigo es otra de las ciudades a las que se puede llegar en avión. Ofrece conexiones diarias con Madrid, Barcelona o Bilbao. Desde el aeropuerto de Peinador, el peregrino tendrá que coger un autobús urbano (L9A), que lo llevará hasta la Plaza Eugenio Fadrique, en el centro de Vigo.
El billete cuesta 1,35 euros y pasa cada 30 minutos de lunes a sábado y domingos por la tarde. Domingos por la mañana y festivos, cada 60 minutos. Una vez en el centro de Vigo se puede elegir entre ir en autobús o en tren.
Si no queréis estar pendientes de las conexiones con el centro de la ciudad, de tren o de bus, recordad que también podéis alquilar un coche en cualquiera de las tres terminales.
Cómo llegar a Ferrol por carretera
Otra opción para llegar a Ferrol y disfrutar del Camino Inglés es hacerlo por carretera. Para aquellos peregrinos que viajen por el norte, la mejor opción es tomar la A-8, autovía de libre peaje que al llegar a Vilalba (Lugo) enlaza con la AG-64 hasta llegar a Ferrol. Esta carretera enlaza Galicia con Francia, pasando por Asturias, Cantabria y País Vasco.
Desde Madrid, la mejor opción es coger la A6 para luego conectar también con la AG-64, que nos llevará directamente a Ferrol. La A6 será la carretera que debemos enlazar en Madrid si se viene desde otras ciudades como Barcelona o Valencia o en Zamora si se viene desde Sevilla (A66 y A6).
En Galicia, la carretera que conecta todo el eje atlántico Ferrol-A Coruña-Santiago-Pontevedra-Vigo-Tui es la AP9. Se trata de autopista de pago y será la que debamos coger en el caso de que vengamos de Portugal, tanto si tomamos la A-28 como si circulamos por la A3, que unen Oporto con Galicia.
2. Algo de Historia
Prehistoria y Antigüedad
Un típico castro peninsular cuya ocupación se prolongó hasta el medievo.
El territorio ferrolano conserva numerosos yacimientos arqueológicos que atestiguan la larga ocupación que estas tierras han tenido a lo largo de la historia.
Los restos más antiguos se sitúan en las colinas próximas a Brión, en el conocido como Monte da Chá de Brión, y Espadañido (Esmelle), donde se localizan numerosos túmulos megalíticos o "mámoas" adscritos al período Neolítico, entre los años 5000 y 2500 a. C.
Del tradicional e intenso contacto martítimo entre los habitantes de las costas de las actuales Galicia, Irlanda, occidente de Francia y Gran Bretaña, surgió una cultura conocida como el Bronce final atlántico.
Es en este momento, hacia el 1500 a.C, cuando se crean los primeros poblados calcolíticos y se empieza a hacer uso de los primeros metales (cobre) y surgen las representaciones pétreas conocidas como petroglifos. En las inmediaciones de Ferrol, en el monte de Chamorro, se registran las agrupaciones de petroglifos más destacables de este periodo.
Placa epigráfica tardorromana (siglos IV-V d.C) encontrada en la villa de Noville (Mugardos) a orillas de la ría de Ferrol.
La Edad del Hierro, hacia el 900-800 a.C, se abre con el uso del hierro, un metal más resistente que supone un paso adelante en la tecnológia primitiva.
El tipo de yacimiento más característico de esta época es el poblado fortificado conocido como "castro", algunos de cuyos mejores vestigios salpican el territorio ferrolano.
Más de una docena de ellos todavía son visibles, con gran variedad de tipologías; costeros o peninsulares como los castros de Lobadiz y Santa Comba, castros situados en cimas de colinas como los de Tralocastro, Croa de Fontá o Santa Mariña y castros de llanura como los de Leixa o Gafos.
Gracias a las descripciones de historiadores greco-latinos como Pomponio Mela, Estrabón o Plinio, sabemos que estas fortificaciones pertenecían al grupo de pueblos celtas –o al menos de lengua celta– conocidos como galaicos. Más difícil supone, no obstante, determinar el nombre exacto del pueblo galaico que habitó los castros de Ferrol y su comarca.
Mientras algunos autores atribuyen a los artabros el poblamiento de estas tierras –es conocido el nombre de Magnus Portus Artabroum ("gran puerto de los ártabros") con que Pomponio Mela bautizó a un enclave portuario de las Rías Altas gallegas– otros investigadores, especialmente en los últimos años, lo han hecho en favor de los trasancos, nombre este que además de registrarse a finales del siglo vi, vendría apoyado por la aparición de una inscripción en las cercanías del castro de Santa Comba que relacionaría a este grupo con el culto a una deidad galaica como fue Reve/Reue.
Estas poblaciones pasaron a pertenecer definitivamente al Imperio romano desde que Octavio Augusto se impuso militarmente hacia el 19 a.C.. Como la mayor parte de los castros galaicos, los de tierras ferrolanas siguieron habitados, aunque paulatinamente fueron desapareciendo en favor de un nuevo tipo de explotación romana, la villae.
Formando parte de la provincia romana de Gallaecia, las villae que entre los siglos III-VI se establecieron a los pies de la ría de Ferrol se especializaron en la exportación pesquera y conservera.
Ejemplo de ello son los yacimientos arqueológicos de la villa de Noville (Mugardos) y Cariño (Ferrol), la primera una villa a mare tardorromana y la segunda una factoría de época imperial.
Alta Edad Media
El Monasterio de San Martín de Jubia, en las inmediaciones de Ferrol, es el centro monástico más antiguo de su comarca.
Relativo a él, es el primer documento escrito sobre Ferrol como Sancto Iuliano de Ferrol.
El año 411 marca el final de la dominación romana en tierras galaicas.
Llegados desde Galia, los suevos –un pueblo germánico originario de Centroeuropa– asumieron el gobierno de la Gallaecia, convitiéndola en un reino cuyo primer monarca fue Hermerico (409-438).
Será precisamente en este periodo de la monarquía sueva cuando huyendo de las invasiones de jutos y sajones que asolaban la isla de Britania, grupos de britanos se instalen en el norte de Galicia dejando su huella en las inmediaciones de Ferrol, en nombres de lugares como "Bertoña" y tal vez "O Bertón" como sostiene el historiador inglés Simon Young.
El alcance de este asentamiento britano (celto-romano) ya era patente a finales del siglo VI tal y como se desprende de la Divisio Theodomiri ("División de Teodomiro"), documento redactado hacia el año 569 en la corte del rey suevo Teodomiro, que plasma la división eclesiástica de las diócesis y parroquia del Galliciense Regnum, y en el que aparece por primera vez una mención a un obispo britano llamado Mailoc, cabeza de la "Diócesis de los Bretones" (Dioecesis Britoniensis) en Galicia, origen y precedente esta de la actual diócesis de Mondoñedo-Ferrol.
Asimismo, la Divisio Theodomiri supone el documento escrito más antiguo donde se menciona el nombre de Trasancos, territorio, "parroquia" (equivalente a arciprestazgo) y comarca esta, a la que durante la Edad Media y Moderna perteneció el actual territorio de Ferrol y sus alrededores.
Tras del vacío documental de los siglos vii y viii acerca de las tierras que hoy conforman este municipio, en un documento del año 868 conservado en la catedral de Santiago de Compostela, reaparecen referencias escritas al antiguo territorio de Trasancos así como lugares e iglesias reconocibles por su nombre aún hoy en la geografía ferrolana, tales como Sancta Maria in Brion (Santa María de Brión) o Sancta Maria de Carantra (Santa María de Caranza) entre otras.32
No obstante, no será hasta el año 1087 que aparezca la primera referencia escrita de una población o lugar con el nombre "Ferrol", en concreto un documento firmado el 30 de marzo de dicho año por el que se hacía una donación al monasterio próximo de San Martín de Jubia, y en los que se mencionan entre los términos de esta, aquellos terminis quomodo uenit per terminos de sancto Iuliano de Ferrol (San Julián de Ferrol).
Entonces una pequeña población costera, ya con un templo dedicado a San Julián, el Ferrol medieval se situaba sobre lo que en la actualidad se conoce como "barrio de Ferrol Vello".
Baja Edad Media
Miniatura medieval de Alfonso IX de León (rex Legionensium et Gallecie) bajo cuyo reinado (1188-1230) Ferrol comenzó a tener alcaldes.
A finales del siglo xi y comienzos del siglo xii al igual que el resto del territorio de Trasancos, así como gran parte de la Galicia occidental, el enclave de Sancto Iuliano de Ferrol formaba parte del amplio señorío de la Casa de Traba, que en dichos siglos se convirtió en el linaje hegemónico en Galicia y uno de los más poderosos de toda la península ibérica.
Pedro Froilaz, conde de Trava, célebre protector y tutor de Alfonso VII de León, a quien logró coronar como «rey de Galicia» en la Catedral de Santiago de Compostela el 17 de septiembre de 1111.
Será precisamente en ese año cuando otra gran aristócrata local, Munia Froilaz, hermana del entonces conde de Traba, conceda al cercano monasterio de San Salvador de Pedroso gran parte de sus propiedades en Trasancos, destacando medietatem de mea Villa de Ferrol et suos homines et Villam de Canito et suos homines et ganancias., lo que supone la primera referencia a una "villa de Ferrol", si bien el significado del término en el medievo posiblemente aludiese a un núcleo pre-urbano en torno al muelle de Curuxeiras.
Ya bajo el reinado de Alfonso IX de León (1188-1230), gran promotor de ciudades gallegas como La Guardia (1200), La Coruña (1208), Bayona (1209) o Betanzos (1219) entre otras, y al igual que su padre y abuelo, educado en Galicia por la Casa de Traba, la entonces villa de Ferrol va adquirir su primera organización municipal.
La primera mención a alcaldes ferrolanos la encontramos en un documento del año 1212, escrito en el Monasterio de Santa María de Sobrado, de la siguiente forma: in Ferrol, alcaides: Vemudo Pelagii et Roderico Gundisalvi.
Estas primeras autoridades concejiles, y las que les suceden, ponen de manifiesto que al menos desde el reinado de este monarca galaico-leonés, Ferrol se convierte en una villa de realengo, es decir, libre del pago de impuestos a nobles feudales, promoviendo de esta forma un florecimiento del comercio y del desarrollo de una burguesía local.
Sepulcro de Fernán Pérez de Andrade quien por su apoyo en la guerra contra Pedro I, recibió en 1371 el señorío de las villas de Ferrol y Puentedeume de manos de Enrique de Trastámara.
Dos años después de la muerte de Alfonso IX de León en Sarria (septiembre de 1230), Fernando III de Castilla lograría imponer su dominio en Galicia definitivamente, pasando la villa de Ferrol y el resto del territorio gallego a manos de la Corona de Castilla.
Preservando su condición de villa de realengo, la pujante actividad económica de Ferrol convirtió su ría en una dinámica encrucijada pesquera y comercial ya en el siglo xiv, gozando de una de las primeras aduanas del reino de Galicia (1268).
En el siglo xiv se configura una burguesía local encabezada por familias hidalgas como los Mandiá, Lago, Piñeiro, Tenreiro, Ares o Esquío que llevaron a cabo una intensa actividad comercial y pesquera así como también cultural cuyo mejor exponente sea tal vez Fernando Esquío, noble y poeta local que cultivó la lírica galaicoportuguesa desde estas tierras norteñas.
El Castillo de Moeche, próximo a Ferrol, fue duramente atacado durante las Revueltas Irmandiñas hasta casi su total destrucción.
La victoria de Enrique de Trastámara sobre Pedro I en 1369 traería importantes consecuencias y cambios para Galicia y en especial para la villa de Ferrol.
Fernán Pérez de Andrade, uno de los aristócratas más poderosos de la zona, recibía en 1371 como recompensa por su apoyo militar el señorío de la villas de Ferrol y Puentedeume de manos del nuevo rey castellano.
Violados los privilegios dados por Alfonso IX de León, la villa ferrolana perdía de esta manera la condición de villa de realengo pasando a estar gobernada por los condes de Andrade, nuevos amos de la villa.
La nueva situación no agradó a los diferentes estamentos de la villa, que percibieron esto como un duro agravio y ataque a sus libertades.
Debido a los abusos y excesos de Nuño Freire de Andrade sobre sus vasallos, en Ferrol estallaba en 1431 la que habría de pasar a la historia como una de las primeras revueltas antiseñoriales de Occidente y que, liderada entre otros por el higaldo Roi Xordo, intentó acabar con el poder de la Casa de Andrade; aunque sin éxito, fue la conocida como Irmandade Fusquenlla.
A finales de convulso siglo xv y forzado por la extensión de la Revuelta Irmandiña el 15 de mayo de 1467 el rey Enrique IV de Castilla restituía finalmente los derechos de realengo de Ferrol mediante un privilegio real.
Su duración fue escasa; pocos años antes, los Reyes Católicos anulaban dicho privilegio y concedían el gobierno de la villa ferrolana de nuevo a la Casa de Andrade.
Edad Moderna
Portada de la Descripción del Reyno de Galizia y de las cosas notables del escrita en 1550 por el licenciado Juan de Molina.
Tras la muerte de Isabel I de Castilla en 1504 y la incapacidad para gobernar de su hija Juana la Loca, el gobierno de la Corona de Castilla y por lo tanto también de Galicia, pasó a Carlos de Gante, más conocido por ser el futuro emperador Carlos V.
Si bien es cierto que la vinculación de este monarca con Galicia y particularmente con Ferrol fue escasa, especialmente si la comparamos con tierras centroeuropeas o castellanas –pues apenas llegó a viajar a tierras gallegas una vez en su vida–, sus ejércitos también se nutrieron de hombres de armas de la villa ferrolana.
Sin duda el más célebre de todos ellos fue Alonso Pita da Veiga (1480-1525), quien durante la batalla de Pavía (Italia, 1525) tomó prisionero al rey Francisco I de Francia, motivo por el que recibió privilegio de armas a perpetuidad para él y sus descendientes
Pocos años después, en 1550, el andaluz Juan de Molina escribía sobre Ferrol que "el puerto de Ferrol se tiene por uno de los más seguros de mundo", destacando por ello su especial aptitud para el atraque de barcos, una descripción que contrasta con las décadas posteriores del siglo xvi que marcaron todo un período de decadencia para la villa.
Puerto volcado al comercio con Inglaterra, Francia y los Países Bajos, las guerras que el emperador Carlos V mantuvo contra Francia y especialmente el conflicto que el rey Felipe II de España mantuvo contra Inglaterra, convirtió a Ferrol en un enclave de abastecimiento de madera, víveres y hombres para los ejércitos reales.
El Fuerte de San Felipe, llamado así en honor de Felipe II de España
En 1726 Felipe V ordena la instalación de los grandes Astilleros del Norte de España en la ría de Ferrol, en los lugares de A Graña y Ferrol.
En 1749 Fernando VI dispuso la instalación de los astilleros en Esteiro y que fuese Ferrol la capital del Departamento Marítimo.
El 25 de agosto de 1800 tiene lugar un intento de apoderarse de Ferrol y destruir los astilleros por parte de una armada inglesa con más de cien barcos y 15 000 hombres, comandados por el almirante John Borlase Warren. Tras la derrota inglesa, Napoleón lo celebró con la frase: "por los valientes ferrolanos".
En 1809 se produjo la ocupación francesa, pero esta solo duró un mes.
Edad Contemporánea
Puerta del Astillero frente al Cuadro de Esteiro (siglo xviii).
Durante la administración del Marqués de Molina, Ministro de Asuntos Navales a mediados del siglo xix.
Isabel II otorga el título de "ciudad", en 1858, a la por entonces "Villa de Ferrol".
En Ferrol se realizó la botadura del primer barco a vapor de España en 1858; en 1881, la del primer barco con casco de hierro, y en 1912 Alfonso XIII asiste a la del primer acorazado (el España).
En 1868, Ferrol será la primera localidad gallega que secunde la asonada de la armada anclada en Cádiz. Se trata de la revolución conocida como "la Gloriosa".
En la junta revolucionaria constituida a partir de esos momentos jugará un papel determinante el conocido masón ferrolano Francisco Suárez García, quien sería alcalde de la ciudad en 1869.
El estallido de la Guerra Civil (1936-1939) significó que los astilleros, talleres, fundiciones y dársenas de Ferrol fueran tomados bajo el control del Estado y nacionalizados en 1945 bajo el nombre de Bazán, más tarde renombrado como IZAR y desde enero de 2005 como Navantia.
Durante la guerra, y ya que el jefe del Estado surgido del conflicto, Francisco Franco, era natural del municipio, en 1938 se cambió el nombre del municipio a El Ferrol del Caudillo denominación que cambió a Ferrol en 1984.
La llegada de la democracia en 1978 no ayudó a mejorar su situación económica. Desde 1982 hasta finales de la década de los noventa la ciudad se ha enfrentado a numerosos problemas debido al declive del sector naval.
El principio del nuevo milenio, sin embargo, ha sido en general un tiempo de relativa expansión económica y prosperidad.
La llegada de la Autopista del Atlántico y la construcción del puerto exterior de Ferrol han supuesto un importante impulso para la ciudad y toda su comarca.
Que ver y hacer en Ferrol
De cara a tu posible visita durante tu próximo viaje a Galicia
, y a partir de mi experiencia, a continuación te voy a sugerir qué puedes ver y hacer en Ferrol.
para saber mas:
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