Hablamos de un cerro testigo, en el cual hubo un antiguo poblamiento prerromano carpetano, del que apenas queda nada visible, a día de hoy, salvo algún pequeño tramo de muralla, siendo uno de los más extensos -unas tres hectáreas- de los existentes en la comarca de Mesa de Ocaña, en la que nos encontramos.
La toponimia del Cerro de San Cristóbal, nos muestra un ejemplo más de cristianización de un antiguo poblamiento; lo más común, conocido y, quizás, de mayor trascendencia cualitativa, sean los casos de superposición de distintos cultos en un enclave, pero también hemos aprendido del no escaso número existente, como tipología, de lugares que fueron poblamientos, que se sepa no cumpliendo funciones de santuario en el pasado, que con posterioridad, a la llegada de la religión de la cruz, fueron cristianizados, con la construcción de algún oratorio, ermita o santuario, o con la consagración a algún santo, como es el caso que nos ocupa. San Cristóbal fue un mártir del siglo III, del que, como ocurre con otros tantos santos mártires primigenios, se le relaciona con antiguas divinidades o personajes mitológicos. San Cristóbal se dice pudo sustituir a Hércules o Heracles. Así lo dice, por ejemplo, Luis Rodríguez Bausa, en su obra "Toledo insólito":
"Nos toca ahora recordar que dentro de la catedral y en las iglesias de San Román y San Andrés tenemos pintado otro gigante, San Cristóbal, que es un heredero de una remota tradición que la iglesia [...] lo ha transformado en patrono de caminantes y peregrinos y abogado contra la peste, contra las nubes, rayos y tormentas, siendo en realidad la representación cristianizada del dios Hércules."
Fotografías: Iberia Mágica - 11/03/2023
En el presente caso, sí es cierto que el cerro se encuentra vigilante, sobre el antiguo camino que une Ocaña con Toledo, el cual transcurre por Yepes, término municipal en el que nos encontramos, cuyo núcleo urbano se encuentra a unos siete kilómetros del cerro, con lo que pareciera estar dando protección a los millares de caminantes que, durante siglos, contemplaran su silueta de cerro con cumbre amesetada.
En el mismo se dice existe una ermita consagrada a nuestro santo de hoy, pero en nuestra visita del pasado 11 de marzo, únicamente pudimos ver una construcción, vallada, que más bien pareciera una casa de campo particular, que no un oratorio. A pesar de ello, las visita merece la pena, no sólo por hallarte en un lugar, solitario, sobre el que hace milenios nacieron, vivieron y murieron antepasados nuestros o por las vistas circundantes, pudiendo contemplarse
Toledo hacia el poniente o los Montes de Toledo hacia el sur y suroeste, sino, sobre todo, por la visita a la histórica población de Yepes. La que dicen fue la antigua Hippona romana o Hepes, en la denominación mozárabe, más cercana a la actual, es conocida como Toledillo, por su patrimonio monumental e histórico, con bellas puertas de muralla; torres; una bonita plaza mayor; un majestuoso templo, con reliquia incluida; una judería, con la calle de la Sinagoga como pista para situarla; el palacio donde ser firmaron los esponsales de los Reyes Católicos; o la vivienda de la familia paterna de Juan de Yepes Álvarez, más conocido como San Juan de la Cruz.
Vista, hacia el sur. Paraje por el que transcurre, de este a oeste, el antiguo camino de Ocaña a Toledo
Suelo de la meseta superior, sobre la que se situó el antiguo poblamiento carpetano
Toledo, al fondo, iluminado al anochecer, desde Cerro de San Cristóbal de Yepes - 11/03/2023
Fuente:
http://iberiamagica.blogspot.com/2023/04/cerro-de-san-cristobal-yepes.html
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