Las desavenencias entre el poder político y el religioso, representados por el alcalde y el párroco u otro sacerdote respectivamente, se han producido, a veces, en la historia de Torrijos.
A la que ahora vamos a referirnos tiene lugar en 1764 y la disputa se centra de una parte entre el alcaide ilustrado (supongo) de nuestra villa, don Isidro Nombela, y de otra el cura párroco don Juan Recio (Juan López Recio según el catastro de Ensenada) y el sacerdote don Joaquín de Arroyo.
Se acusa al primero de proposiciones escandalosas y el último es el que se encarga de delatar al 98 edil torrijeño ante el tribunal de la Santa Inquisición de Toledo.
Los hechos se refieren a lo comentado por don Isidro Nombela con motivo de la propuesta que se hizo para sacar al Cristo de la Sangre en procesión para que acabase con la plaga de orugas que asolaba los olivos de nuestra villa, en el sentido de que no serviría para nada, desacreditando de esa forma el poder milagroso de tan venerada imagen. Esto nos da una idea del carácter soberbio del mencionado alcalde.
Paso a transcribir la carta que el dicho sacerdote manda al Santo Oficio ya que nos describe en ella, con todo lujo de detalles, los acontecimientos que acaecieron con motivo de la citada procesión. También nos da noticias de que en dicho año se iba a proceder a la restauración de la capilla del Cristo y por eso se llevó su imagen a la Colegiata mientras duraron las obras.
"Ilmo. Sr.: Por parecerme importante al servicio de Dios, Fe y Religión el hacer presente a V.S. como en el día 10 de este de la fecha habiéndose juntado varios mayordomos que han sido del Ssmo. Cristo de la Sangre, sita en el Hospital de la Santísima Trinidad de esta villa,.
A fin de disponer que dicho Sr. Crucificado saliese en procesión con dos fines, el primero a ser colocado en la iglesia del Ssmo. Sacramento de esta dicha villa en tanto que la capilla e iglesia de dicho hospital fuese compuesta a expensas del Excmo. Sr. Duque de Arcos y el segundo fin que se determinó por la citada Junta fue que mediante estar padeciendo años hace y de cada vez más la epidemia de oruga en la mayor parte de los olivares del térmiílO y como la fe y devoción, como ni menos experiencia que por este Divino Sr. se ha experimentado, la expulsión de semejante contagio.
En esta virtud se determinó por dicha Junta se llevase a dicho Sr. Crucificado a vista de los campos para que los sacerdotes conjurasen la citada epidemia de oruga, teniendo a este fin prevenido el agua del Señor San Gregorio, a cuya determinación fue acérrimo opositor y contradictor a obra tan elevada y por todos pedida Isidro Nombela, el actor y estorbo de todo lo referido, y prorrumpiendo éste con avilantez y falta de fe (a lo menos en la exterioridad) dijo repetidas veces y muy sobre sí que aunque se llevase a vista de los campos a dicho Sr. Crucificado no por eso se había de quitar la epidemia de oruga, antes bien se aumentaría y siendo replicado por mi a fin de que tuviese fe y confianza en dicho Sr. Crucificado y que nos libertaría del precitado contagio.
Pero insistió más y más el dicho Isidro Nombela, que al presente se halla alcalde ordinario en esta referida villa que lo dicho dicho y que lo firmaría.
Acción que causó nota a toda la Junta y más considerando en él actos reflejos por la interrupción que en ellos hubo por lo que ha sido bastante la murmuración que ha movido a este pueblo por la citada proposición del referido Isidro Nombela como actor de ella; en cuyos ténninos y pareciéndome dicha proposición malsonante, escandalosa, impía y temeraria y tal vez con la incidencia de Sapim Heretim (herejía) y más cuando recae en 99 un sujeto que según la común opinión no es el más frecuentador de obras de devoción corno también falto de caridad con los pobres, valido de su jurisdicción, despreciador de los ministros de la Iglesia.
Y es tal su mala conducta que ya hace algún tiempo que el cura de este puehlo don Juan Recio y su familia por haber este corno celoso párroco corregido un exceso cometido por dicho Isidro Nombcla como alcalde que en aquel tiempo fue y queriendo poner remedio por la superioridad, estuvo tan lejos de conseguir el fin tan bueno que antes bien el dicho cura y su familia estuvo padeciendo algunos días di versos sustos y tocamientos pretematurales diabólicos de forma que todos, así eclesiásticos como seculares, salían escandalizados de la casa de dicho cura en vista de los movimientos que los cuerpos de la referida familia experimentaban, dando por actor presuntivamente al dicho Isidro Nombela en fuerza de la rabia y furor que éste tenía con dicho cura y otros del pueblo.
Asimismo puedo informar a ustedes que tengo oído a Antonio de Uceda, oficial de la carne de esta dicha villa, que hace algunos años que yendo como al amanecer al cumplimiento de su respectiva obligación, la salieron ala puerta del jardín de dicho Excmo. Sr. Duque de Arcos tres hombres acompañados con dicho Isidro Nombela y le dijeron si quería venir y ser testigo de cierto pacto que iban a hacer"que según su inteligencia y figura de aquellos hombres que veía que era diabólico el citado pacto, a 10 que se resistió dicho oficial y lo dejaron ir a su oficina causándole gran pavor y miedo de lo que sobrevino una grave enfermedad.
Asimismo hago presente que son tales los sucesos de este Nombela que hasta haber causado abortos por el inordinado modo de obrar, valido de la jurisdicción del alcalde y en fuerza de su impiedad (corno se justificará) con otros casos de público y notorio.
Y, últimamente, todos los prudentes y los que no son tanto están en un concepto de que tiene espíritu diabólico que le acompañe y más como le ven poco frecuentador de sacramentos, indevoto de oír la palabra de Dios, ni acompañar procesiones y que sale bien en los casos que se le han ocurrido (de éste también saldrá) mediante a que no ha llegado caso a determinación de sentencia superior por la que pudiera ser castigado por quedar todo ilusorio y sin efecto ... Torrijos y junio 16 de 1764 ... "
El Tribunal de la Inquisición pide informes sobre el alcalde al Guardián del convento franciscano de Santa María de Jesús, fray Antonio Moreno, el 23 de junio de 1764, ya que necesitaba información sobre el mismo a fin de incoar o no el correspondiente proceso.
El mencionado fraile responde el 10 de julio de dicho año. El informador había estado preguntando a gente del pueblo acerca de la veracidad de las acusaciones y relata en su informe que unos vecinos efectivamente acusan al alcalde de haber dicho "las palabras escandalosas" contra el Cristo de la Sangre que se 100 le imputaban y otros afirmaban, para quitar hierro al asunto, que lo hizo porque ... pareciendo al dicho alcalde Nombela que no era decente que el Santo Cristo fuere por la Puerta de Maqueda porque los vecinos pobres no podían adornar la calle por donde pasaba su Majestad con los adornos que en estos lances acostumbra la devoción.
Por eso dijo dicho Isidro Nomhela (no) hemos de llevar al Cristo de la Sangre como a un "esportillero" por paraje que sus vecinos no pueden prevenir las calles con algún adorno. y de aquí infieren que no se oponía a la procesión de rogativas sino es a que fuere con mayor decencia .. :'
El franciscano actuando de modo más objetivo declara al Tribunal que no se le pueden atribuir al alcalde los actos de los que se le acusa como el de que fuera la causa de " ... el ruido y turbulencias que por 17 días padeció el Sr. Cura de esta villa y todos los de su familia ... ". Tal vez por su carácter soberbio había muchos vecinos que no lo querían y ese sería el origen de la denuncia.
Así fray Antonio añade: " ... es que como los más le quieren mal, hay pocos que de él sospechen bien y porque no sea acertado su gobierno político le quieren juzgar maléfico ... ".
Tampoco al carnicero consiguió sacarle nada porque " ... respondía con temerosa cautela ... ". En resumen que no halla razones de fundamento para que sea procesado por el Santo Oficio y afirma en su escrito que" ... no hallo cosa fija y sólo de algunas proposiciones que dicen de él se infiere alguna sospecha.
Lo cierto es que todos en esta república le quieren mal y no se hallarán dos que de él hablen con propia afección pero todo nace de la mala conducta de su gobierno político y económico que ha que ejerce algunos años ... ".
Ante semejante informe, el inquisidor D. Juan Guerrero decide suspender las diligencias del proceso por lo que Isidro Nombela salió victorioso de otro lance y pudo seguir gobernando Torrijas a su parecer. (AHN, Inq., Leg. 206/42).
A la que ahora vamos a referirnos tiene lugar en 1764 y la disputa se centra de una parte entre el alcaide ilustrado (supongo) de nuestra villa, don Isidro Nombela, y de otra el cura párroco don Juan Recio (Juan López Recio según el catastro de Ensenada) y el sacerdote don Joaquín de Arroyo.
Se acusa al primero de proposiciones escandalosas y el último es el que se encarga de delatar al 98 edil torrijeño ante el tribunal de la Santa Inquisición de Toledo.
Los hechos se refieren a lo comentado por don Isidro Nombela con motivo de la propuesta que se hizo para sacar al Cristo de la Sangre en procesión para que acabase con la plaga de orugas que asolaba los olivos de nuestra villa, en el sentido de que no serviría para nada, desacreditando de esa forma el poder milagroso de tan venerada imagen. Esto nos da una idea del carácter soberbio del mencionado alcalde.
Paso a transcribir la carta que el dicho sacerdote manda al Santo Oficio ya que nos describe en ella, con todo lujo de detalles, los acontecimientos que acaecieron con motivo de la citada procesión. También nos da noticias de que en dicho año se iba a proceder a la restauración de la capilla del Cristo y por eso se llevó su imagen a la Colegiata mientras duraron las obras.
"Ilmo. Sr.: Por parecerme importante al servicio de Dios, Fe y Religión el hacer presente a V.S. como en el día 10 de este de la fecha habiéndose juntado varios mayordomos que han sido del Ssmo. Cristo de la Sangre, sita en el Hospital de la Santísima Trinidad de esta villa,.
A fin de disponer que dicho Sr. Crucificado saliese en procesión con dos fines, el primero a ser colocado en la iglesia del Ssmo. Sacramento de esta dicha villa en tanto que la capilla e iglesia de dicho hospital fuese compuesta a expensas del Excmo. Sr. Duque de Arcos y el segundo fin que se determinó por la citada Junta fue que mediante estar padeciendo años hace y de cada vez más la epidemia de oruga en la mayor parte de los olivares del térmiílO y como la fe y devoción, como ni menos experiencia que por este Divino Sr. se ha experimentado, la expulsión de semejante contagio.
En esta virtud se determinó por dicha Junta se llevase a dicho Sr. Crucificado a vista de los campos para que los sacerdotes conjurasen la citada epidemia de oruga, teniendo a este fin prevenido el agua del Señor San Gregorio, a cuya determinación fue acérrimo opositor y contradictor a obra tan elevada y por todos pedida Isidro Nombela, el actor y estorbo de todo lo referido, y prorrumpiendo éste con avilantez y falta de fe (a lo menos en la exterioridad) dijo repetidas veces y muy sobre sí que aunque se llevase a vista de los campos a dicho Sr. Crucificado no por eso se había de quitar la epidemia de oruga, antes bien se aumentaría y siendo replicado por mi a fin de que tuviese fe y confianza en dicho Sr. Crucificado y que nos libertaría del precitado contagio.
Pero insistió más y más el dicho Isidro Nombela, que al presente se halla alcalde ordinario en esta referida villa que lo dicho dicho y que lo firmaría.
Acción que causó nota a toda la Junta y más considerando en él actos reflejos por la interrupción que en ellos hubo por lo que ha sido bastante la murmuración que ha movido a este pueblo por la citada proposición del referido Isidro Nombela como actor de ella; en cuyos ténninos y pareciéndome dicha proposición malsonante, escandalosa, impía y temeraria y tal vez con la incidencia de Sapim Heretim (herejía) y más cuando recae en 99 un sujeto que según la común opinión no es el más frecuentador de obras de devoción corno también falto de caridad con los pobres, valido de su jurisdicción, despreciador de los ministros de la Iglesia.
Y es tal su mala conducta que ya hace algún tiempo que el cura de este puehlo don Juan Recio y su familia por haber este corno celoso párroco corregido un exceso cometido por dicho Isidro Nombcla como alcalde que en aquel tiempo fue y queriendo poner remedio por la superioridad, estuvo tan lejos de conseguir el fin tan bueno que antes bien el dicho cura y su familia estuvo padeciendo algunos días di versos sustos y tocamientos pretematurales diabólicos de forma que todos, así eclesiásticos como seculares, salían escandalizados de la casa de dicho cura en vista de los movimientos que los cuerpos de la referida familia experimentaban, dando por actor presuntivamente al dicho Isidro Nombela en fuerza de la rabia y furor que éste tenía con dicho cura y otros del pueblo.
Asimismo puedo informar a ustedes que tengo oído a Antonio de Uceda, oficial de la carne de esta dicha villa, que hace algunos años que yendo como al amanecer al cumplimiento de su respectiva obligación, la salieron ala puerta del jardín de dicho Excmo. Sr. Duque de Arcos tres hombres acompañados con dicho Isidro Nombela y le dijeron si quería venir y ser testigo de cierto pacto que iban a hacer"que según su inteligencia y figura de aquellos hombres que veía que era diabólico el citado pacto, a 10 que se resistió dicho oficial y lo dejaron ir a su oficina causándole gran pavor y miedo de lo que sobrevino una grave enfermedad.
Asimismo hago presente que son tales los sucesos de este Nombela que hasta haber causado abortos por el inordinado modo de obrar, valido de la jurisdicción del alcalde y en fuerza de su impiedad (corno se justificará) con otros casos de público y notorio.
Y, últimamente, todos los prudentes y los que no son tanto están en un concepto de que tiene espíritu diabólico que le acompañe y más como le ven poco frecuentador de sacramentos, indevoto de oír la palabra de Dios, ni acompañar procesiones y que sale bien en los casos que se le han ocurrido (de éste también saldrá) mediante a que no ha llegado caso a determinación de sentencia superior por la que pudiera ser castigado por quedar todo ilusorio y sin efecto ... Torrijos y junio 16 de 1764 ... "
El Tribunal de la Inquisición pide informes sobre el alcalde al Guardián del convento franciscano de Santa María de Jesús, fray Antonio Moreno, el 23 de junio de 1764, ya que necesitaba información sobre el mismo a fin de incoar o no el correspondiente proceso.
El mencionado fraile responde el 10 de julio de dicho año. El informador había estado preguntando a gente del pueblo acerca de la veracidad de las acusaciones y relata en su informe que unos vecinos efectivamente acusan al alcalde de haber dicho "las palabras escandalosas" contra el Cristo de la Sangre que se 100 le imputaban y otros afirmaban, para quitar hierro al asunto, que lo hizo porque ... pareciendo al dicho alcalde Nombela que no era decente que el Santo Cristo fuere por la Puerta de Maqueda porque los vecinos pobres no podían adornar la calle por donde pasaba su Majestad con los adornos que en estos lances acostumbra la devoción.
Por eso dijo dicho Isidro Nomhela (no) hemos de llevar al Cristo de la Sangre como a un "esportillero" por paraje que sus vecinos no pueden prevenir las calles con algún adorno. y de aquí infieren que no se oponía a la procesión de rogativas sino es a que fuere con mayor decencia .. :'
El franciscano actuando de modo más objetivo declara al Tribunal que no se le pueden atribuir al alcalde los actos de los que se le acusa como el de que fuera la causa de " ... el ruido y turbulencias que por 17 días padeció el Sr. Cura de esta villa y todos los de su familia ... ". Tal vez por su carácter soberbio había muchos vecinos que no lo querían y ese sería el origen de la denuncia.
Así fray Antonio añade: " ... es que como los más le quieren mal, hay pocos que de él sospechen bien y porque no sea acertado su gobierno político le quieren juzgar maléfico ... ".
Tampoco al carnicero consiguió sacarle nada porque " ... respondía con temerosa cautela ... ". En resumen que no halla razones de fundamento para que sea procesado por el Santo Oficio y afirma en su escrito que" ... no hallo cosa fija y sólo de algunas proposiciones que dicen de él se infiere alguna sospecha.
Lo cierto es que todos en esta república le quieren mal y no se hallarán dos que de él hablen con propia afección pero todo nace de la mala conducta de su gobierno político y económico que ha que ejerce algunos años ... ".
Ante semejante informe, el inquisidor D. Juan Guerrero decide suspender las diligencias del proceso por lo que Isidro Nombela salió victorioso de otro lance y pudo seguir gobernando Torrijas a su parecer. (AHN, Inq., Leg. 206/42).
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