lunes, 15 de agosto de 2022

Escapada a Plasencia y Las Edades del Hombre de 2022, Cáceres

 
  Murallas de Plasencia

Plasencia, Vista aerea

Catedral de Plasencia y la Torre del Melón

Juderia de Plasencia

Acueducto Medieval, Plasencia

Claustro del Actual Parador Nacional deTurismo, Plasencia

Por su conjunto histórico, la ciudad mantiene el gran interés cultural de otras ciudades extremeñas y suma a este legado sus parques urbanos. Conocida como la Capital del Jerte, integra perfectamente historia, cultura y Naturaleza

Indice:


  1. Como llegar a Plasencia
  2. Algo de Historia
  3. Que ver en Plasencia
  4. Juderia de Plasencia
  5. Centro Histórico de Plasencia
  6. Plaza Mayor de Plasencia
  7. Catedral de Plasencia
  8. Las Edades del Hombre 2022 en Plasencia
  9. Plaza de San Nicolás
  10. Casa de las Dos Torres
  11. Parador Nacional de Turismo de Plasencia
  12. Murallas de Plasencia
  13. Espacios Naturales en Plasencia
  14. Acueducto de San Antón
  15. De Vinos y Tapas por Plasencia
  16. Fiestas y Eventos en Plasencia
  17. Comer en Plasencia
  18. Otras Rutas Cercanas

1. Como llegar a Plasencia

La ciudad de Plasencia probablemente sea una de las mejores y más grandes sorpresas que puedes encontrar en la península. Hay mil rincones, monumentos y sitios que ver en Plasencia y alrededores. 

Si quieres conocer cuales son los lugares que debes conocer en tu viaje a Plasencia, es imprescindible que revises nuestra selección de los mejores sitios para ver en Plasencia.

Nuestra ciudad es un destino turístico muy popular por su acogedor ambiente medieval, y destaca por su historia y monumentos, y también por su situación estratégica idónea para conocer las comarcas del norte, lo que la convierte en un lugar de fácil acceso, bien comunicada por cada punto cardinal con el resto del mundo. Escoge el que más se adapte a ti, ¡comienza tu viaje!

En Coche

Llegar a Plasencia en coche es muy sencillo. La ciudad está muy bien conectada a las provincias de Salamanca, Ávila, Toledo a través de la A-66, desde Cáceres o Salamanca, la N-110 y la EX-A1, la cual se une a la A5 en Navalmoral.

Además por su excelente ubicación, está muy bien comunicada con todo su entorno natural, siendo Plasencia el Centro neurálgico de todo el turismo de la zona, por esto es que se lleva el apodo de la Capital del Norte, quedando en el centro entre Las Hurdes, El Parque Nacional de Monfragüe, el embalse de Gabriel y Galán, El Valle del Jerte, La Vera y El Valle del Ambroz, y muy cerca de Sierra de Gata y la Sierra de Gredos. 

En Bus

Igualmente Plasencia está muy bien comunicada en autobuses, ya que pasan por la ciudad las líneas Madrid - Mérida y Salamanca - Cáceres.

Para moverte por la ciudad recomendamos ir a pie, ya que está todo bastante cerca, pero en caso de que necesites ir a algún sitio un poco más retirado o tengas algún problema de movilidad, el transporte público funciona de maravilla.

Aquí dispones de las 3 líneas que te llevarán allá donde necesites.

En Tren

La estación de Plasencia es un antiguo edificio, el cual está en proyecto de reforma y ampliación para adecuarla a la línea de Ave Madrid - Lisboa. Actualmente cuenta con los servicios de media distancia, estando disponibles las líneas Madrid Atocha - Mérida, Madrid Atocha - Badajoz y Madrid Atocha - Huelva.

El proyecto de reforma aprobado por Adif conservará el actual edificio para mantener su historia, aunque sí será reformado y ampliado con una nueva nave, dotando a la estación de nuevos servicios, estética y un tamaño más acorde con el flujo de pasajeros.

En Caravana

Nuestra ciudad es consciente de que existen muchos tipos de turismo actualmente, y que uno que lleva bastante tiempo en auge es el turismo de caravanas, quienes visitan nuestra ciudad cada vez con más frecuencia.

Tenemos disponible un área gratuita para este tipo de vehículos junto al parque de la Isla, donde hay área de picnic, zona de baños, un gran parque para pasear y relajarse... el lugar es ideal para aparcar vuestra casa y moveros a pie hasta el centro, ir de cañas, tapas o a comer a alguno de los mejores restaurantes de la comarca.

2. Algo de Historia

Aunque la actual ciudad de Plasencia no se fundó hasta 1186, hay pruebas de que el territorio ya estuvo habitado en la Prehistoria, pues se han hallado restos de cerámica en la cueva de Boquique.


​ Plasencia,1837

Además, el diccionario de Pascual Madoz señala que pudo ubicarse en la actual Plasencia un lugar desaparecido que se llamaba Ambroz o Ambracia, aunque es posible que dicho emplazamiento estuviese en Aldeanueva del Camino mientras en Plasencia había un pago llamado Pagus Ambracensis.​ 

En cualquier caso, se conoce la existencia de construcciones de origen árabe anteriores a la fundación de la ciudad. Entre estas construcciones, había una torre del siglo VIII situada junto al puente de Trujillo que se llamaba Torre del Ambroz, junto a la cual se construyó un pequeño caserío árabe.​

En un documento expedido en Burgos en 1181 bajo reinado de Alfonso VIII de Castilla se estableció —en contradicción con el Tratado de Medina y con la frontera de la Plata entre los reinos de León y Castilla— que buena parte del territorio del norte de la actual provincia de Cáceres y del noroeste de la provincia de Toledo pertenecían al alfoz del concejo de Ávila.

Esta situación cambió en 1186, con el desgajamiento concejil de la ciudad de Plasencia, fundada ese mismo año por Alfonso VIII; el monarca fijó la delimitación de territorios del nuevo concejo en 1189.

​ El lema de la ciudad recién fundada fue Ut placeat Deo et Hominibus, que en latín significa «para agradar a Dios y a los hombres». 

En 1189, el papa Clemente III creó la Diócesis de Plasencia con sede en la ciudad.​ Los inicios de la ciudad fueron duros, debido a encontrarse en una zona fronteriza y a su cercanía a los territorios dominados por los musulmanes.​ 

En 1196 fue tomada por los almohades,​ como consecuencia de la batalla de Alarcos,​ pero Alfonso VIII y el reino de Castilla la recuperarían ese mismo año, el día 15 de agosto.​ Tras esta reconquista se tomaría la decisión de construir las murallas de la ciudad.

Fuero de Plasencia

A finales del siglo XIII el rey otorgó el Fuero de Plasencia, que otorgaba mucha importancia a la convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos.

 Ello propició la formación de una importante comunidad judía, que fue la más grande de Extremadura y tuvo considerable poderío económico.​

Una de las primeras referencias escritas que se tienen de una corrid de toros se halla en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, en el llamado «Toro de Plasencia», cantiga en la cual se narra lo acontecido en una corrida celebrada en la plaza de la ciudad, donde gracias a la intervención milagrosa de la Virgen un hombre salva su vida de morir a manos de uno de los toros que se estaban lidiando en aquel momento.

​Cantiga 144, El toro de Plasencia

La ciudad tenía entonces derecho a voto en las Cortes de Castilla, siendo prueba de ello el envío de dos procuradores a las cortes realizadas en Madrid en 1391. 

El siglo XV fue un período clave de la historia de la ciudad, durante el cual los comportamientos feudalizantes de la Edad Media dieron lugar al final del estatuto de realengo y al consiguiente establecimiento de una jurisdicción de señorío. 

En 1442 el rey Juan II de Castilla dio la ciudad a la familia de los Estúñigas o Zúñigas, concediendo a Pedro de Zúñiga el título de conde de Plasencia.

Al pasar a señorío, Plasencia perdió el derecho de voto en las Cortes.56​ En 1446, por deseo de su obispo, el cardenal Juan Carvajal, se crearon en la ciudad unos estudios de Humanidades, que fueron los primeros estudios generales de rango universitario que existieron en lo que hoy es Extremadura.​

En la segunda mitad del siglo XV, Plasencia tuvo cierta participación en los conflictos bélicos relacionados con el acceso al trono. El rey Enrique IV fue depuesto en la ciudad el 27 de abril de 1465 como soberano de Castilla. Más tarde, el Conde de Plasencia tomó parte activa en la Farsa de Ávila arrebatando la espada, símbolo de la justicia, a la estatua de madera que representaba al rey castellano y proclamando como tal al infante Alfonso.​ 

Posteriormente, la reina de Castilla Juana la Beltraneja y Alfonso V de Portugal se casaron el 29 de mayo de 1475 en la casa de las Argollas, donde fueron proclamados reyes de Castilla y Portugal.​

En junio de 1488, el Duque falleció y le sucedió su nieto Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán. La nobleza placentina aprovechó la ocasión para levantarse en armas contra los Zúñiga y recuperar de este modo el poder que detentaban anteriormente sobre la ciudad y sobre las rentas de las tierras que dependían de la misma.​ 

Los sublevados fueron apoyados por los Reyes Católicos, que revocaron la donación hecha por Juan II, argumentando que había sido excesiva y contra su voluntad.​ La revuelta triunfó y el estatuto de realengo fue repuesto, siendo ratificado el 20 de octubre de 1488 en las puertas de la catedral, con la presencia de Fernando el Católico, que juró defender siempre los fueros y la libertad de Plasencia.


Edad Moderna


Plasencia en el siglo XVI

Cabe destacar, que durante esta época Plasencia fue el lugar recomendado por los médicos de la corte a Fernando el Católico como lugar más saludable de todos sus reinos y donde debía fijar su residencia. 

El monarca se trasladó a vivir a Plasencia en 1515. 

Murió en Madrigalejo cuando viajaba desde Plasencia a Guadalupe para asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava y Alcántara en el monasterio de Guadalupe.​

Entre 1520 y 1522, durante la Guerra de las Comunidades de Castilla, Plasencia participó de parte del bando comunero, consiguiendo instaurar una comunidad en Plasencia pero esta se vio mermada por la cercanía de núcleos realistas cercanos, como Ciudad Rodrigo o Cáceres.​

Entre 1528 y 1531 residió en Plasencia el compositor Cristóbal de Morales, que desempeñó allí el cargo de maestro de capilla.​

Plasencia tuvo cierta importancia también durante la conquista americana. En 1539, una expedición financiada por el obispo Gutierre de Vargas Carvajal fue al estrecho de Magallanes. Uno de los barcos de la expedición, dirigido por Alonso de Camargo, consiguió cruzar el estrecho.​

En 1573, el obispo placentino Pedro Ponce de León donó al monasterio de El Escorial

parte de su biblioteca, entre cuyas obras se encontraba entre otras el Códice Emilianense procedente del monasterio de San Millán de la Cogolla. 

Santuario de la Virgen del Puerto, construido en la Edad Moderna

En 1665, otro obispo, Diego de Arce y Reinoso, tenía en el momento de su fallecimiento una biblioteca de 3880 obras en 10 000 volúmenes.​

Cuando en 1502 surgieron las primeras 18 provincias de Castilla, éstas fueron establecidas en función de las ciudades que tenían voto en Cortes.

Ninguna ciudad de la actual Extremadura tenía tal voto, de forma que la mayor parte de la región pertenecía a la provincia de Salamanca. Debido a esto, en 1653 Plasencia decidió comprar el voto en Cortes que anteriormente había tenido, compra que realizó conjuntamente con Alcántara, Badajoz, Cáceres, Mérida y Trujillo. 

Este fue el momento de creación de la antigua provincia de Extremadura, que quedó compuesta por el partido de Trujillo y el territorio de León de la Orden de Santiago (divididos en dos partidos, Mérida y Llerena, y en cada uno de ellos existían varias encomiendas), a los cuales se les añadieron las tierras de Coria y Granadilla.​

Plasencia e Inés de Suárez

En Plasencia, ciudad natal de Inés de Suárez, aunque no sólo ella cobra importancia en la conquista de América. 

De hecho, gracias a las campañas promovidas por los obispos placentinos se descubrió y conquistó la Patagonia argentina y las islas Malvinas, se cruzó el canal de Beagle y se avistó por vez primera la isla de Chiloé (Chile).

Inés de Suárez Inés

Entre las calles de Plasencia sobresale la silueta de la catedral (que en realidad son dos yuxtapuestas), aunque tras sus murallas se esconde una buena colección de palacios, restos judíos y casas señoriales.

Inés Suárez ha pasado a la historia por ajusticiar a varios nativos, pero lo cierto es que su historia bien podría ser una exageración. 

El debate está abierto: ¿Cruel guerrera o valerosa exploradora? José Luis Hernández Garvi, autor cuyos libros recomendamos, alberga su opinión sobre el tema

Inés Suárez, española de nacimiento, ha pasado a la historia por acabar con la vida de siete caciques chilenos para evitar que medio centenar de conquistadores españoles fuesen masacrados en Santiago. 

Sin embargo, también fue una de las pocas mujeres que se atrevieron a partir hacia el Nuevo Mundo y la única que se embarcó en la exploración de la costa americana junto a su amante, Pedro de Valdivia, allá por el siglo XVI. 

En la actualidad, por tanto, parece difícil saber si fue una heroína, una villana o (simplemente) una persona de su tiempo que se vio obligada a tomar medidas drásticas ante una situación desesperada. Con todo, algunos estudiosos de su figura son partidarios de que esta ejecución podría haber sido exagerada en los libros. ¿Realidad o ficción?

Hacia América

Poco se sabe de la vida de Inés Suárez antes de viajar al Nuevo Mundo. Según se cree, esta mujer nació en Plasencia, Extremadura, allá por 1507. «Contrajo matrimonio en Málaga para enviudar poco después, circunstancia que la llevó a tomar la decisión de embarcarse al Nuevo Mundo», desvela el autor. 

Al parecer, la decisión de viajar al Nuevo Mundo la tomó tras barruntar seriamente convertirse en monja tras la muerte de su marido. Sin embargo, al final prefirió cruzar el Atlántico en busca de una nueva vida en 1537, cuando sumaba ya una treintena de primaveras a sus espaldas. 

Ese año, junto a una sobrina, embarcó en el puerto de Cádiz a bordo del barco del maestre Manuel Marín. «Después de llegar a su destino, su rastro reaparece en Cuzco, donde encontró trabajo como gobernanta en la casa de Pedro de Valdivia», añade el escritor en su obra. Probablemente desconocía que su patrón sería el futuro conquistador de Chile y uno de los amigos más cercanos de Francisco Pizarro.

Como si de una película americana se tratase (no en vano se suele afirmar que la realidad supera la ficción), nuestra Inés cayó rendida a los encantos de Valdivia, veterano de batallas como la de Pavía. Y otro tanto le ocurrió al curtido militar. Aunque en su caso tenía más delito, pues había dejado a su mujer esperándole al otro lado del Atlántico entre sollozos. 

Debieron pensar que lo pasa en el Nuevo Mundo no tiene por qué saberlo el Viejo, porque ambos iniciaron un romance de esos que todo el mundo sabe, pero que nadie admite para evitar tensiones innecesarias. Dónde se conocieron es otro de los misterios sin resolver. ¿Venezuela? ¿Cuzco? Existen tantas versiones como estudiosos del tema.

En todo caso, lo que está claro es que, como señala Baeza, Inés «habría optado por trabajar cuidando a los soldados heridos, lavando y componiendo sus ropas». Todo ello, mientras su amante le contaba historias sobre sus andanzas pasadas. 

Anécdotas que hablaban, por ejemplo, de su nombramiento como maestre de campo tras haber demostrado de sobra su valentía o de la guerra civil que se había desarrollado cuando el también conquistador Diego de Almagro se había enfrentado contra el mismísimo Francisco Pizarro.

«Finalizada la guerra civil entre conquistadores, su lealtad había sido recompensada con extensas tierras […] y una mina de plata en Cerro de Poco, cerca del Potosí», añade Hernández Garvi.

Edad Contemporánea


Mapa de la ciudad de mediados del siglo XIX, por Francisco Coello

En la Guerra de la Independencia, Plasencia se convirtió en un lugar estratégico para las tropas francesas. Los días 8 y 13 de junio de 1808 se produjeron disturbios que llevaron al asesinato de varios afrancesados, algunos de los cuales murieron por linchamiento. 

Poco después, los placentinos constituyeron una junta local de armamento y defensa y buscaron apoyos en la margen derecha del Tajo. 

Pese a los esfuerzos de la junta, el 28 de diciembre de 1808 la ciudad fue tomada por las tropas francesas, tras haber quemado Malpartida de Plasencia dos días antes. 

Los franceses ocuparon la ciudad doce veces durante el conflicto, y a su paso por Plasencia extorsionaron a sus habitantes y produjeron graves daños en la ciudad.

A la caída del Antiguo Régimen la ciudad se constituyó como municipio constitucional en la región de Extremadura. 

Cuando en 1822 Extremadura fue dividida en las actuales provincia de Cáceres y provincia de Badajoz, Plasencia disputaba a Cáceres la capitalidad de la primera, argumentando que a la derecha del río Tajo había más población, además de ser sede episcopal. Pesaron más otros criterios y Cáceres fue elegida capital de la provincia​ 

Desde 1834 es la cabecera del partido judicial de Plasencia.

El mercado, óleo de Joaquín Sorolla en el que se muestra una imagen de la ciudad en 1917

​ Durante la Primera República Española, se constituyó en la ciudad el Cantón de Plasencia en el transcurso de la revolución cantonal, para reivindicar así su capitalidad sobre la provincia de Cáceres, rechazada anteriormente​

La Restauración fue una época importante para Plasencia, ya que en la ciudad tuvieron lugar importantes reformas que afectaron a la economía y sociedad del municipio. Por primera vez la ciudad tuvo una red de agua potable y alumbrado público, y además la red de alcantarillado fue mejorada. 


La economía de la ciudad, que hasta entonces se había basado casi exclusivamente en la agricultura y el comercio, se industrializó como consecuencia de la creación de la estación de ferrocarril de la ciudad, en torno a la cual se construyó un barrio industrial.​

Vista general de Plasencia, publicada en 1908, y obra de Venancio Gombau (1862-1929)

En el año 1917, el pintor valenciano Joaquín Sorolla inmortalizó la ciudad en uno de sus cuadros, El mercado, en el que pintó la vista desde una de las márgenes del río Jerte, con el palacio episcopal, la catedral, el puente de Trujillo y mujeres ataviadas con el traje de Montehermoso. 

La obra pertenece a una serie de catorce grandes lienzos titulada Visión de España, realizada por encargo del magnate estadounidense Archer Milton Huntington para decorar la biblioteca de la Hispanic Society, en Nueva York, institución que él mismo había fundado.


En la Guerra Civil Española, Plasencia no fue objeto de disputa entre los dos bandos, ya que en la ciudad triunfó inmediatamente la sublevación militar de 1936. 

El 19 de julio, el teniente coronel José Puente, jefe del Batallón de Ametralladoras de Plasencia, tomó el control de la ciudad sin apenas resistencia.​ ​

La segunda mitad del siglo XX fue un periodo de extraordinario desarrollo para Plasencia. Demográficamente, Plasencia duplicó su población de derecho, pasando de 17 507 habitantes a 36 690.

Durante esos cincuenta años fueron construidas gran cantidad de obras públicas, como el hospital Virgen del Puerto, el embalse de Plasencia, la ciudad deportiva municipal y la antigua carretera a Navalmoral.​Además, se crearon escuelas universitarias de Enfermería y Empresariales, que al finalizar el siglo se unieron en el actual campus de Plasencia.

3. Que ver en Plasencia


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