martes, 16 de abril de 2019

Juan Sánchez de Toledo


Sobre la sangre judía y el carácter converso del abuelo de Teresa de Avila, fundadora de la Orden del Carmelo.


Américo Castro

Fernando de Rojas, Góngora, Cervantes o hasta el mismísimo Velázquez -por sólo nombrar algunos nombres sobresalientes de la cultura española- fueron conversos, o descendientes de cripto-judíos que aportaron al desarrollo cultural hispánico una gran obra. 

Y de entre esos nombres, como descubrió el gran investigador Américo Castro, también hay que mencionar a Teresa de Cepeda y Ahumada. Ahumada por la hoguera de la Inquisición.

Américo Castro descubrió la ascendencia hebrea de Teresa de Avila en 1945, pero lo corroboró Narciso Alonso Cortés, quien encontró en la Real Chancillería de Valladolid unos legajos que demuestran de forma irrefutable la hipótesis de Américo de Castro.

Y es más, no es que sólo aquel antepasado fuera converso, sino que además fue lo que se dio en llamar “marrano”, o falso cristiano nuevo, lo que le valió ser perseguido por el Tribunal de la Santa Inquisición.


Don Juan -el de Toledo, no el de Zorilla- vivía bien, pues era , además de recaudador de impuestos, mercader de paños y sedas en la ciudad del Tajo; y ser mercader en Toledo era mucho más que ser un mero tendero en otra plaza; su familia vivía en una casa señorial de la parroquia de Santa Leocadia – inmueble comprado luego por Lope de Vega- y la alcurnia era tal que se le recordaba como camarero del rey Enrique IV.

Juan Sánchez de Toledo fue reconciliado en Toledo el 22 de junio de 1485, es decir, se acogió al edicto de gracia por el cual quien hubiere cometido delito de fe confesaba su falta ante el tribunal inquisitorial pidiendo ser reconciliado en la Iglesia Católica.

“Echaron al dicho Juan Sánchez de Toledo un sambenitillo con sus cruces, e lo traía públicamente los viernes en la procesión de los reconciliados que andaban de penitencia siete viernes de iglesia en iglesia, e andaba públicamente con otros reconciliados”, dice un testigo. 

Juan , hijo de Alfonso y Teresa, casó con Inés de Cepeda, conversa de Tordesillas, quienes tuvieron siete hijos, y se reconciliaron todos, excepto el el mayor, quien escapó de Toledo a Salamanca, cambió su nombre por el de Fernando de Santa Catalina, estudió leyes, casó y murió en edad temprana.

Juan, hacia 1493, pasó a vivir con sus hijos en Ávila, donde su prole frecuentó la mejor sociedad de la ciudad y les buscó como esposas a hijas de ricos terratenientes. Juan murió en 1507, víctima de la peste.Restos de la casa de Avila

Alonso Sánchez de Cepeda nació en Avila el 10 de febrero de 1471. Se casó dos veces: primero , en Ávila, con doña Catalina del Peso y Henao, hija de Pedro del Peso, y de doña Inés de Henao. 

De la que tuvo al capitán Juan Vázquez de Cepeda y del Peso, doña María Teresa Cepeda y del Peso Henao, y a Pedro Cepeda y del Peso Henao. 

Después, en Gotarrendura, Ávila, el 14 de mayo de 1509, se casó con Beatriz Dávila y Ahumada, hija de Juan Mateo Dávila y Ahumada, natural de Ávila, hijo a su vez de Juan Blázquez Dávila de Cordovilla, y de doña Beatriz de Ahumada, y de doña Teresa de las Cuevas y Oviedo, natural de la villa de Olmedo, que a su vez fue hija de Rodrigo de Oviedo y doña María de las Cuevas.


Alonso tuvo con Beatriz el 28 de marzo de 1515 una hija llamada Teresa, que con el tiempo sería monja fundadora de la orden de los carmelitas, además de escritora y mística.

Ref. GENEALOGIAS HISPANAS por Germán Castejón Fernández. “Cepeda – Ascendientes y familiares de Santa Teresa de Jesús.”


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