Los vecinos de de Novés, que hacen las Relaciones de Felipe II, ofrecen una información muy detallada de los mercados de la comarca:
“La villa de Torrijos tiene un mercado muy principal los miércoles de cada semana, franco, y la villa de Santa Olalla tiene otro mercado muy antiguo y principal cada lunes de la semana, y se cree que goza de algunas franquezas, y la villa de Fuensalida tiene un mercado muy pequeño y no franco los viernes y este mismo dia la villa de Maqueda tiene otro mercadillo ruin” (Relaciones de Novés, nº 57).
“La villa de Torrijos tiene un mercado muy principal los miércoles de cada semana, franco, y la villa de Santa Olalla tiene otro mercado muy antiguo y principal cada lunes de la semana, y se cree que goza de algunas franquezas, y la villa de Fuensalida tiene un mercado muy pequeño y no franco los viernes y este mismo dia la villa de Maqueda tiene otro mercadillo ruin” (Relaciones de Novés, nº 57).
También los informantes de Portillo hablan de los mercados de las poblaciones cercanas más importantes: Fuensalida y Torrijos. El mercado de Fuensalida se celebraba los viernes y no era franco. Mientras que el de Torrijos, que se celebraba los miércoles, es “buen mercado y es mercado franco”.
En Camarena informan sobre el mercado de Fuensalida, que se celebraba los viernes “y no saben la exención que tiene”. Mientras que del mercado de Casarrubios del Monte dicen que era “horro por privilegios que tiene”.
Los vecinos de Erustes, al informar sobre las carencias que hay en el pueblo, dicen lo siguiente: “Y lo que mas falta en este lugar es pescado, sardinas, hierro y acero, sal, de todo lo cual se provee este lugar de los mercados de Santa Olalla, Torrijos, Toledo y Talavera”.
EL MERCADO DE FUENSALIDA
En Fuensalida se celebraba mercado todos los viernes. “E no es franco”, informan en Portillo.
Efectivamente, los mercaderes forasteros debían pagar:
-La veintena por cada pieza de paño o vara vendida.
-Cinco sardinas por cada canasto de pescado.
-La veintena por sartenes, calderas y otras cosas “fechas de arambre”; la veintena también por queso, miel, cera, peces, barro vidriado, vidrio etc. También los pimenteros y hortelanos forasteros, el esparto hecho o por hacer.
-Por cada carga de fruta se pagaban cuatro dineros.
-El salinero: tenía que pagar un celemín de sal por cada costal.
-Por cada cabeza de ovejuno o cabruno: el impuesto era un dinero. Y cuatro dineros si era vaca o buey.
Toda mercancía vendida por forasteros pagaba la veintena.
El mayorazgo de los señores de Fuensalida constituido en el año 1435 ya incluía el mercado junto con las casas de su propiedad que tenían en la colación de Santo Tomé en la ciudad de Toledo y sus propiedades en Fuensalida con “el señorío, jurisdicción, vasallos, casas, heredades, tierras, derechos que eran en el dicho lugar de Fuensalida y en su término”.
Además este mayorazgo lo formaban los tributos, alojares, andadurías, pechos, mercado y todos los otros pechos y derechos que había en Fuensalida y 7.000 maravedíes que tenían por juro de heredad cada año “señaladamente en las alcabalas del citado lugar”.
Además este mayorazgo lo formaban los tributos, alojares, andadurías, pechos, mercado y todos los otros pechos y derechos que había en Fuensalida y 7.000 maravedíes que tenían por juro de heredad cada año “señaladamente en las alcabalas del citado lugar”.
MERCADO Y FERIA EN MAQUEDA
En Maqueda había mercado desde tiempo inmemorial. Era mercado franco los martes de cada semana. Pero este mercado le hacía la gente del pueblo “y acude muy poca gente y menos mercadurías”, informan los vecinos de Maqueda. En Novés dicen que este de Maqueda era “un mercado ruin”.
También en Maqueda había feria franca de treinta días al año: del 15 de julio al 15 de agosto. Pero era una feria donde no se juntaba “ningún ganado ni otras mercaduras de cantidad”.
PUEBLA MONTALBÁN
El de La Puebla de Montalbán era mercado franco, concedido a la villa por el Rey Juan II (1405-1454). Se celebraba todos los jueves. No se pagaba alcabala (tributo) por lo que se vendía y así se respetaba por los señores de Montalbán, que tenían el derecho de alcabala en todas las demás compraventas.
De este mercado no habla ninguno de los pueblos de la comarca. Parece que no era muy conocido fuera de La Puebla de Montalbán.
SANTA OLALLA
Se hacía mercado todos los lunes. No era franco. El Conde de Orgaz tenía el derecho de portazgo sobre todo lo que, por cualquiera de sus tres puertas torreadas, llegaba de fuera de Santa Olalla para ser vendido en la villa.
“Solía ser bueno y muy nombrado y ya no lo es”, dicen los informantes de Santa Olalla en las Relaciones de Felipe II. Esta mala situación del mercado parece ser consecuencia de no ser libre de impuestos. El de Santa Olalla no era mercado franco.
BARCIENCE
También en Barcience había mercado los martes. Por costumbre, “pero que ninguna cosa se viene a vender ni se hace mercado mas de haber esta voz antiguamente”, dicen los informantes en las Relaciones del Rey Felipe II.
Era Barcience una población de muy pocos habitantes (tenía 130 vecinos) y económicamente muy pobre: era de señorío solariego del Conde de Cifuentes. Era una población estacionada “y que la causa porque no crece antes parece que ha de disminuir es por ser todo él del Conde de Cifuentes, solariego y tributaria, que no hay cosa que no lo sea”, se informa desde Barcience al Rey Felipe II. Al Conde de Cifuentes se le pagaba anualmente el tributo perpetuo.
TORRIJOS
Los informantes en las Relaciones de Felipe II dicen que en Torrijos, desde tiempo inmemorial, había mercado franco en todas las cosas todos los miércoles del año, incluida toda la cuaresma, que era feria franca. Fueron los Reyes Católicos los que, el día 8 de febrero de 1485, concedieron mercado franco a la villa de Torrijos.
Los vecinos de Erustes, al informar sobre las carencias que hay en el pueblo, dicen lo siguiente: “Y lo que mas falta en este lugar es pescado, sardinas, hierro y acero, sal, de todo lo cual se provee este lugar de los mercados de Santa Olalla, Torrijos, Toledo y Talavera”.
Los informantes de Villamiel dicen que Torrijos era “una villa cercada por algunas partes de cal y canto y otras de tapiería de tierra, de 800 vecinos, “en la cual se coje gradísima cantidad de aceite y hay tratos de xabonerias y colambres y otros muchos tratos y se hace en ella un mercado el miércoles de cada semana en el cual ha mucho tiempo que todas las mercaderías que en el se venden las venden horras ansi los de la villa como todos los forasteros”.
En estos informes se habla de algunos productos, que se podían adquirir en el mercado de Torrijos: pescado, sardinas, hierro y acero, sal y jabón. También se vendían colambres (cueros curtidos o no). Los odres, corambres o “pellejos” estaban hechos de cuero generalmente de cabra, que, cosido y empegado por todas partes menos por la correspondiente al cuello del animal, servía para contener vino o aceite.
Es de suponer que desde el mercado de Torrijos, celebrado en miércoles, los vendedores fueran el viernes al mercado de Fuensalida con sus mercancías: piezas de paño, sardinas, canastos de pescado salado, sartenes, calderas y otras cosas “fechas de arambre”, queso, miel, cera, peces, barro vidriado y vidrio etc. También acudirían los pimenteros, hortelanos forasteros, los esparteros con el esparto hecho o por hacer. Cargas de fruta.
Los salineros de Espartinas junto a Ciempozuelos vendiendo a celemines la sal molida, que se echaba en costales, o la sal en bolos para los animales. En Fuensalida por cada cabeza de ovejuno o cabruno el impuesto era un dinero. Y cuatro dineros si era vaca o buey.
Los salineros de Espartinas junto a Ciempozuelos vendiendo a celemines la sal molida, que se echaba en costales, o la sal en bolos para los animales. En Fuensalida por cada cabeza de ovejuno o cabruno el impuesto era un dinero. Y cuatro dineros si era vaca o buey.
Los piconeros de La Puebla también traían al mercado leña y carbón para cocinar y calentarse.
Los pueblos vecinos venían a Torrijos a comprar todos estos productos y, sobre todo, la madera para la construcción de sus casas. Los serranos de Ladrada, Cadalso y Cebreros traían a Torrijos tablas y vigas para venderlas en el mercado.
En la plaza del mercado había ya en siglo XV una bodega, con tienda y cámara, traspasada a un judío. Estaba junto a la fragua y paredaña con el Mesón Nuevo. También estaba ubicada en la Plaza del Mercado la Cárcel Real. A la parte de poniente de la Plaza del Mercado fue construido el grandioso palacio de los Duques de Maqueda con casi 4.000 metros cuadrados.
https://marianoestebancaro.wordpress.com/2014/11/02/mercado-y-comercio-comarca-de-torijos-siglo-xvi/
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