viernes, 13 de junio de 2014

Historia de Sonseca

El poblamiento de las tierras sonsecanas se remonta a los remotos tiempos de la Prehistoria.


Mas tarde, los romanos, también nos dejaron su legado en las dos presas romanas cercanas, la de la Alcantarilla y la de Valhermoso, que abastecían a Toletum y a la "villa" romana de la Mezquitilla , respectivamente. Además eran varias calzadas importantes las que atravesaban nuestras tierras uniendo Cordoba con Toletum.

Pero serán los visigodos los que nos dejen los principales vestigios. Son varios los cenobios visigodos existentes en la zona, "los Hitos" en la cercana Arisgotas (lugar godo), y S.Ildefonso y S.Pedro de la Mata en el anejo Casalgordo (casar godo). 

También existen otros yacimientos visigodos en nuestras tierras como la reaprovechada Mezquitilla, la necrópolis de la Tejera y la aparición de una fíbula visigoda en el interior de la iglesia parroquial.

Los árabes también poblaron nuestro municipio durante los siglos altomedievales, lo que podemos observar en la proliferación de huertas de regadío con sus pozos y albercas, la distribución de las casas vecinales sonsecanas con patio central, la torre vigía de Tolanca y el arco de herradura mudejar de la iglesia de Casalgordo.

Nuestra tierra y municipio ( quizás "font sica") pasó a formar parte a lo largo de la Baja E.Media de la llamada comarca toledana de la Sisla que agrupaba unos cuantos municipios vecinos que a partir del siglo XIV crean la Hermandad de San Martin de la Montiña,que tendrá dos finalidades: velar por la seguridad de sus vecinos atemorizados por bandidos o "golfines",y aprovechar las tierras del "Común de S. Martín de la Montiña"

Es durante el siglo XV cuando Sonseca empiece a ser una entidad de población más numerosa e importante dependiente de la jurisdicción toledana. Numerosos vecinos laicos y eclesiásticos tienen propiedades en Sonseca, la agricultura de regadío y de secano se desarrolla , y Sonseca y Casalgordo obtienen un Privilegio de Juan II por el cual se les exime de aportar vecinos para ir a guerra alguna o servicios militares, y de aportar víveres para estos efectos, lo que ayuda a impulsar nuestro desarrollo.

Por eso es en el siglo XVI cuando se produce el principal esplendor de Sonseca. La población llega a tener ya cerca de 3.000 habitantes, se dedica a la matanza de cerdos, amplia el número de hectáreas cultivadas, sobre todo de viñedo, abundan las bodegas y venta de vinos, e irrumpen con fuerza las actividades textiles, llegando a existir hasta 17 maestros tejedores con sus correspondientes talleres, con oficiales y aprendices.

Sin embargo, no todo era positivo, el abuso jurisdiccional de Toledo lleva a Sonseca a pedir en varias ocasiones la libertad de la jurisdicción realenga (denegada en 1537, 1586 y obtenida en 1629); abundan las plagas de langosta y ciertos conflictos con Casalgordo, la Hermandad y Toledo.

Aún así se comienza a construir el nuevo Templo Parroquial dedicado a "S.Juan Ante Portam Latinam" en 1530, de estilo plateresco y claras características de Covarrubias; la "Ermita del Cristo de la Vera Cruz" en 1560 y más tarde la Ermita de S.Benito (actúal de la Virgen de los Remedios) , de San Sebastián, y de S.Gregorio en 1575. También se construyó en este siglo la iglesia de Casalgordo.

En 1574 se encargó a Pedro Martínez de Castañeda la realización del retablo de la iglesia cuya ejecución duraría hasta 1587 y en el que también participaron otros importantes artistas como Luis de Velasco, que realizó sus pinturas.

En este siglo se crearon las principales cofradías del pueblo, como la de la Vera Cruz, S.Juan Evangelista (patrón de Sonseca) y del Santísimo Sacramento.

Fue con la entrada del nuevo siglo XVII cuando empiezan a aparecer las cofradías dedicadas a advocaciones marianas como la de la Virgen de Ntra. Sra de los Remedios, patrona de Sonseca. Asimismo, se terminó de construir la torre de Casalgordo.

En 1629, por fin se consigue la categoría de Villa y por tanto la independencia de la jurisdicción toledana, pero el precio pagado fue muy alto 10.350.000 maravedís. Los sonsecanos para pagarlo se endeudaron con las Memorias del canónigo Antonio de S.Vicente, que prestaba en parte el dinero, e hipotecaron los bienes del Concejo.

Esta inmensa deuda y los estragos demograficos característicos de esta época inician la crisis y decadencia de Sonseca en el siglo XVII .

Coincidentemente también falleció martirizado, aunque en Japón en 1632, nuestro beato Fray Gabriel de la Magdalena.

Por todo lo anteriormente expuesto, en el año 1640, los sonsecanos viéndose imposibilitados de pagar la deuda deciden vender su jurisdicción a D.Duarte Fernández de Acosta, judío portugués, por el precio de 225.000 reales más el pago de la hipoteca de las Memorias de A. de S. Vicente, a cambio el señor cobraría diferentes impuestos a los vecinos.

Pero esta venta hundió aun más a Sonseca hasta el punto que a mediados de siglo había perdido casi la mitad de sus vecinos, la industria textil estaba muy disminuida y sus vecinos estaban empobrecidos y endeudados. A esto había que añadir las continuas plagas de langosta, las epidemias y las malas cosechas.

Habría que esperar a principios del siguiente siglo para observar una cierta recuperación demográfica y de la industria textil. Ya en el 1706 José Jiménez Angel pinta el Camarín de la Ermita de la Virgen de los Remedios

y en 1728, el gremio textil redacta sus Ordenanzas textiles, símbolos de la prosperidad que anuncia el nuevo siglo.

Quizás por esto, también en 1750, tiene lugar un importante acuerdo entre el señor de Sonseca y sus vecinos; un acuerdo que ponía paz a innumerables litigios. En esta misma fecha el Catastro de Ensenada nos detalla la benignidad de los tiempos. A finales del siglo el pueblo llegó a tener más de 3.000 habitantes.

Durante el siglo XIX se viven en Sonseca los periodos más convulsos de su Historia, iniciándose con la Guerra de la Independencia, la caída del absolutismo que conllevó enfrentamientos importantes entre absolutistas y liberales, más tarde las Guerras Carlistas, y la llegada de los enfrentamientos partidistas y el caciquismo.

En el terreno económico, las actividades se diversifican, la industria textil se moderniza y aparecen las primeras compañías formadas por varios socios; aparecen otras industrias, como las de jabón, chocolates, mazapán, zapatos, etc; el sector agrícola amplia sus plantaciones de olivos y patatas, y el sector comercial también se amplía con nuevos productos.

Otro símbolo de la modernidad de los tiempos será el aumento significativo de la población, para lo cual es necesario ampliar la iglesia parroquial, sacar el cementerio y el coso taurino fuera del casco urbano, y hacer un nuevo local para albergar el Ayuntamiento.

En ' el siglo XX continua la modernización de los sectores industriales, y sobre todo del sector textil, ampliándose a nuevos productos e introduciendo nuevas máquinas. La vida social se enriquece con la creación de varios casinos y un teatro; pero pronto estalla la Guerra Civil y todo se paraliza. Sonseca estará casi toda la Guerra en zona republicana y sufrirá, como cualquier lugar de España, los horrores de esta Guerra fratricida.

Luego vendrá la posguerra, con todo lo que de penuria tuvo; pero más tarde llegará el desarrollismo de los años 60 y 70 con una floreciente industria textil, de dulces y mazapanes, y del mueble, ejemplo envidiable de trabajo, gracias al espíritu emprendedor de las gentes de Sonseca.

Fuente: http://www.sonseca.es/portal/municipio/historia.asp

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