sábado, 18 de julio de 2015

Real Colegio de Doncellas Nobles de Toledo

El Colegio de Doncellas Nobles de Toledo (España) fue fundado en el año 1551 por el arzobispo de Toledo y cardenal Juan Martínez Silíceo

EL FUNDADOR

El fundador del Colegio, una de las instituciones más arraigadas en Toledo, Juan Martínez de Silíceo, nació en Villagarcía (Badajoz) en el año 1475 según sus historiadores, y fue en su infancia pastor.

Era casi adolescente cuando marchó a París andando para estudiar en la Soborna donde años después desempeñó una cátedra. Fue catedrático en Salamanca, canónigo magistral de Coria, preceptor y confesor de Felipe II, obispo de Cartagena, arzobispo de Toledo y cardenal primado.


Otorgó la escritura de fundación del Colegio de Doncellas en Toledo ante el escribano Juan Sánchez de Canales, el día 25 de octubre de 1551; lo estableció primeramente en el Salón de Mesa, sede actual de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Deseó para su colegio una residencia más vistosa y más grande y a los pocos años compró al Conde de Mélito, Diego Hurtado de Mendoza, el actual edificio donde quedó instalado definitivamente; en él se reunieron las últimas Cortes que convocó Carlos V y entonces fue visitado por San Francisco de Borja. En tiempos del cardenal Sancha se construyó el pasadizo que cruza la calle de Santa Ana.

Mandó el cardenal Silíceo que se dotase a cada una de las chicas que saliesen del colegio para casarse con cien mil maravedís pero que no se diese un céntimo a las que dejen el Colegio para entrar monjas «porque para efecto de solamente se casar queremos e tenemos por bien que hayan y lleven los dichos cien mil maravedíes». No intentabareclutar vocaciones religiosas ni siquiera suscitarlas sino formar un buen plantel de madres cristianas.

Sigue ocupando el emplazamiento original de una de las casas, que para tal fin fueron adquiridas a Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, príncipe Mélito.

En el siglo XVII el edificio sufrió restauraciones, y a finales del XVIII se realizaron nuevas obras, costeadas por el cardenal Lorenzana y dirigidas por Ventura Rodríguez, quien respetó las características originales de la construcción del siglo XVI: una estructura organizada en torno a un patio adintelado con columnas de granito, dos salones alargados, situados en los lados opuestos del patio, y unas amplias escaleras de paso al piso superior.

Cuando el Colegio necesitó ampliar su construcción, siendo entonces su director Luis Fernández de Lara, se pensó en un solar próximo propiedad del Colegio, donde existían dos antiguas viviendas. Comunicado con el edificio existente y en dicho solar se construye, entre 1900 y 1903, un edificio diseñado por el arquitectoSantiago Castellanos.

Descripción

Pasaje elevado que comunica el edificio primitivo con la ampliación.

Portada de la iglesia

Se trata de un edificio de planta cuadrada con esquinas en chaflán, jardín trasero y patio interior. En alguno de sus puntos tiene cuatro plantas.

Todo el edificio descansa sobre un basamento de piedra granítica que sirve de base a los lienzos de ladrillo. Los vanos exteriores guardan una composición simétrica y se repiten con cierta equidistancia y ritmo. Son adintelados y están protegidos con rejas. Entre ellos destacan las múltiples combinaciones geométricas de los ladrillos, que se convierten en la base de la decoración. Se introducen líneas horizontales compuestas por azulejos de cerámica decorada.

El edificio tiene en sus tratamientos un carácter historicista neomudéjar. Constructivamente está realizado con estructura metálica, que se hace patente en elementos singulares, como el pasaje elevado que comunica el edificio primitivo con esta ampliación, donde se evidencia la estructura roblonada. Estas soluciones se destacan también en las galerías cubiertas del patio interior.

En el lugar del antiguo salón principal, actualmente se encuentra la capilla del colegio. Consta de una nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos, crucero sobre pechinas y testero plano. Tiene coro a los pies, en alto y sotocoro con bóveda de arista.

La fachada principal, orientada a mediodía, tiene dos portadas, una de entrada al colegio y la otra que da paso a la iglesia. La primera es de orden dórico, en sillería, con escudo real, y otro con las armas del fundador. La segunda posee dos cuerpos: El inferior, con un vano de medio punto enmarcado por cuatro pilastras en orden dórico, y sobre el que se ve un escudo con armas del Cardenal Silíceo. Ambas portadas son barrocas clasicistas.


La conversión del Colegio de Doncellas Nobles de Toledo en Residencia Universitaria Femenina respetó escrupulosamente la voluntad de su fundador el cardenal Juan Martínez Silíceo, arzobispo de Toledo. ElColegiocelebra este fin de semana jornadas de puertas abiertas, con motivo del 450 aniversario de su creación.

La conversión de este Colegio en residencia para señoritas universitarias fue uno de los aciertos más notables del pontificado del cardenal González Martín en Toledo. Logró dos objetivos singularmente importantes: recuperar las funciones de la institución para la formación integral de la mujer sobre principios cristianos de acuerdo con la voluntad del Cardenal Silíceo, fundador del colegio, y, al mismo tiempo rehabilitar dos edificios construidos con más de tres siglos de diferencia; el más antiguo, del siglo XVI y otro inmediato, levantado en los últimos años del siglo XIX para ampliar aquel.

TOLEDO. LUIS MORENO NIETO
Actualizado 13/10/2001 - 01:49:16
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-13-10-2001/abc/Toledo/la-conversion-en-residencia-del-colegio-de-doncellas-nobles-de-toledo-respeto-la-voluntad-de-su-fundador_52934.html

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