El nuevo rey intenta apoyarse en el alto clero para contrarrestar el poder de la nobleza. Para ello, invita al episcopado a participar en el gobierno mediante consejos y exhortaciones que tendrán rango de ley (se confía en que los obispos son inspirados directamente por Dios y darán consejos justos). Igualmente, por si acaso, el rey les concede amplios beneficios fiscales y posesiones.
Como contrapartida, las vacantes en los obispados serán cubiertas por un candidato designado por el rey y consagrado por el arzobispo de Toledo (primado del reino). Pese a todo, los grupos nobiliarios mantendrán un amenazante poder frente al rey.
Durante los primeros años del reinado de Ervigio, una serie de años especialmente fríos y nivosos arruinaron las cosechas. Esto trae como consecuencia un periodo de hambre generalizada y descontento social. Muchos pequeños propietarios pierden su tierras por las deudas y pasan a depender de nobles locales. Otros muchos deciden huir de sus tierras y dedicarse al bandolerismo.
La situación de penuria llegó a ser tan grave que el rey decide condonar en 683 todos los impuestos que se pagan en especie que llevan sin cobrarse desde 681 (probablemente ante la manifiesta imposibilidad de recaudarlos).
Igualmente, Ervigio debió encarar el primer intento musulmán de atacar la Península Ibérica. Parece ser que hubo un fallido desembarco musulmán en la zona de Levante (no sabemos exactamente dónde). Esto parece demostrar que los musulmanes ya estaban preparados para la invasión a finales de este siglo VII.
Si no la llevaron a cabo fue porque hubo una rebelión bereber (pueblo habitante del N. de África desde tiempos antiguos) contra la élite árabe y siria musulmana. Esta revuelta mantuvo al poder musulmán ocupado durante unos años y ello retrasó la invasión. En noviembre de 687 fallece Ervigio.
http://www.wamba.org/epocavisigoda.htm
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