La antigua Fábrica de armas de Toledo (España), ocupada en la actualidad por el campus universitario tecnológico de Toledo, se caracteriza por presentar uno de los conjuntos mejor conservados y de mayor calidad de la arquitectura industrial realizada en España en los dos últimos siglos.
Historia
Este complejo industrial que ha estado en funcionamiento durante más de doscientos años tiene su origen en un único y gran edificio, ampliándose su número, a lo largo de su historia, según van cambiando y creciendo las distintas necesidades industriales, dando como resultado lo que se denominará «Ciudad Industrial». Se encuentra situada entre los barrios de Santa Teresa, el poblado obrero y San Pedro el Verde, en la margen derecha del río Tajo, a unos dos kilómetros del centro de la ciudad de Toledo.
Puente colgante de los Polvorines, que comunicaba los terrenos de la Fábrica de Armas a ambos lados del río Tajo.
La fábrica de armas tiene sus antecedentes en la fama y el prestigio que tuvo la fabricación de armas en la ciudad de Toledo durante siglos, pero que en el siglo XVIII presentaba signos de decadencia. Carlos III, al acceder al trono español, decide crear una fábrica de espadas en Toledo similar a la de Torre Annunziata de Nápoles, construida unos años antes.
La fábrica comienza a funcionar en 1761 en la antigua Ceca de Toledo, en la actual calle Núñez de Arce; al poco tiempo este espacio se queda pequeño y comienza a plantearse la idea de trasladar la fábrica fuera de la ciudad, a la orilla del río Tajo, para poder utilizar su fuerza hidráulica; para ello se cuenta con la participación del arquitecto Francesco Sabatini, que diseña el nuevo edificio. Las obras van a concluir en su parte principal en 1780, comenzando a funcionar poco después como fábrica de espadas.
Durante los primeros años del siglo XIX la fábrica tiene varios momentos difíciles: es invadida dos veces (1808 y 1823) por las tropas francesas y solo a partir de los años treinta de este siglo empieza una lenta recuperación, produciendo espadas de una gran calidad.
En el último tercio del siglo XIX, la fábrica toledana debe adaptarse a las nuevas necesidades de armamento, para ello crea varios talleres de fabricación de cartuchos fuera del edificio Sabatini, comenzando un constante proceso de crecimiento, tanto de naves como de producción.
El comienzo del siglo XX acentúa el proceso de transformación, destacando la realización de sucesivas ampliaciones, los nuevos talleres y la diversificación de sus producciones. En 1910 cambia su nombre por el de «Fábrica Nacional de Toledo».
Siendo ministro de la Guerra José María Gil Robles, se potencia esta fábrica, incluyendo a 350 operarios para fabricar 800 000 cartuchos diarios. El crecimiento de la producción continúa hasta que con la Guerra Civil, el recinto fabril toledano debe trasladar parte de su producción a Palencia por motivos estratégicos.
Restablecida la situación tras el final de la guerra, debe destacarse durante los años 1940 la figura del coronel director Más del Ribero, quien tiene una gran importancia en el desarrollo de la fábrica toledana con proyectos como la realización de un poblado de viviendas para los trabajadores.
A partir de los años 1960 la fábrica de armas empieza a quedar obsoleta, el número de trabajadores se va reduciendo durante las siguientes décadas, hasta su definitivo cierre en 1996.
En 1998 el Ministerio de Defensa vende al ayuntamiento de Toledo los terrenos y edificios de la Fábrica de Armas y este a su vez cede el uso a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la cual creó en esta zona de la ciudad el Campus Tecnológico de Toledo.
Fuentes wikipedia
http://www.diegoperis.com/fabrica-de-armas-de-toledo-rehabilitacion/
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