Torre-Campanario de San Pedro
Pese a que la iglesia de San Pedro Apóstol de Santa Olalla es un edificio que tiene sus orígenes en el siglo XI tras la reconquista, poco se conserva del estilo mudéjar con que inicialmente fue edificada.
Su torre, símbolo inequívoco de Santa Olalla, debió ser en un principio una pieza de estilo mudéjar al modo de otras torres de la comarca como las de Erustes y Mesegar.
La torre se compone de tres cuerpos y chapitel, el primer cuerpo queda cubierto por la construcción de la iglesia, el segundo es la única parte original de estilo mudéjar visible actualmente, destacándose en ella los sillares de piedra en las esquinas, una pequeña ventana saetera y los ladrillos colocados en sardiné que forman una serie de grecas desordenadas.
El tercero de los cuerpos y el chapitel muestran un fuerte contraste dentro del conjunto ya que son de estilo claramente barroco.
Sabemos que en 1711 la iglesia presentaba un estado lamentable de conservación pero nadie esperaba que el 29 de julio de 1721 un incendio consumiera la torre de la iglesia.
Documentos encontrados en el Archivo Diocesano nos dicen que el incendio “consumió el chapitel sin haberse reservado cosa alguna de sus materiales, solo puede aprovecharse la Cruz y la bola”.
Este incendio del verano de 1721 también causó daños en la sacristía y en la nave de la epístola, la más cercana a la torre.
Alzado para la
reconstrucción de 1721
También en el archivo provincial encontramos un protocolo de 1721 que hace referencia al mal estado de la iglesia “Hallándose la iglesia de San Pedro muy mal tratada, por haberse caído una bóveda de las tres naves de ella y así mismo esta desplomada amenazando ruina toda la pared maestra que mira hacia la plaza, los cimientos y tejados y chapitel maltratado”.
Ese mismo año se inicia su reconstrucción con el nuevo diseño barroco que ha llegado hasta nuestros días.
El diseño fue ejecutado por el maestro de obras y aparejador del arzobispado de Toledo Juan Álvarez Puerta.
Tenemos la suerte de conservar este proyecto de reconstrucción y entre los documentos dos planos, un dibujo coloreado del alzado y un detalle de la estructura de la cubierta y de la aguja.
En el inventario elaborado el 4 de abril de 1677 se deja constancia de la existencia de cuatro campanas en la torre, aunque estas no son las que han llegado hasta nuestros días después de varias refundiciones.
Actualmente en el campanario están colocadas dos campanas y dos campanillos de modo que los cuatro huecos de las campanas quedan cubiertos.
Plano de la estructura de la cubierta - 1721
En los lados menos visibles desde las plazas están colocados los campanillos que son las dos piezas más antiguas, uno de ellos de 1705, y en los más visibles las dos campanas de gran tamaño.
Mirando a la plaza de los Reyes de España encontramos una campana de bronce con una custodia labrada y una larga inscripción “Se refundió siendo cura párroco don Mariano Ruiz y García y Mayordomo de Fabrica don Julián Arroyo y Torralba. Construida por Eduardo Portilla y Linares el año de 1917”.
Mirando a la plaza de los Mártires encontramos una campana diferente al resto ya que no es de bronce, sino que está fundida en una aleación de hierro. También su yugo es diferente, no es de madera sino de hierro fundido.
Desde el interior de la torre, desde las escaleras, se tiene acceso a la parte superior del falso techo de la cúpula de la sacristía, una curiosa visión que permite observar la forma de construcción de este recurso arquitectónico.
En 1980 la aguja metálica se encontraba en un estado lamentable se bajó de la torre y fue reconstruida y emplomada por el fontanero local Marcelino Díaz.
La restauración integral de la torre se llevó a cabo en el verano y otoño de 2015, momento en el que se limpia todo el aparejo, se rehacen los yugos de algunas campanas y se coloca un pararrayos.
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