La producción en cadena de las imponentes fábricas no es su juego. Su atención se centra en la singularidad y la calidad de sus piezas, fabricadas en pequeños talleres con métodos y técnicas tradicionales.
Su herencia se basa en la artesanía transmitida a lo largo de muchas generaciones para diseñar y crear piezas queofrecen la depuración y el aval del tiempo. Según la R.A.E. el artesano es “la persona que hace por su cuenta objetos de uso doméstico imprimiéndoles un sello personal, a diferencia del obrero fabril”.
Usamos nuestras manos para producir herramientas y objetos que van a contar nuestra historia a futuras generaciones. Cada pieza que hace el artesano nace con energía y personalidad, quiere transmitir su amor por la profesión para que ésta contagie el mismo sentimiento al comprador.
Queremos ayudar a la gente a valorar y recordar cómo usar sus manos para que intenten crear algo desde el humilde comienzo del origen. Esperemos que en esta era de altas tecnologías siga existiendo la admiración por el trabajo bien hecho, el trabajo de la artesanía tradicional.
Esta entrada abre una nueva vía de artículos en las que iremos recordando y potenciando el trabajo de los artesanos en la ciudad de Toledo. Oficios que son imprescindibles en la rehabilitación patrimonial, y que desgraciadamente están apartándose de las intervenciones en el Casco Histórico. El Consorcio de la Ciudad de Toledo tiene a la disposición del ciudadano un listado de artesanos para la rehabilitación.
Comenzaremos por el noble oficio de la herrería, del artesano de la forja tradicional. Y para hablarles de primera mano sobre estos trabajos hemos entrevistado a Ismael Ortega, “herrero toledano, marqués del fierro, duque del recalcado, y señor del yunque”:
¿Cerrajero o forjador? “Los dos oficios. Un cerrajero no podría ser artesano sino es a su vez forjador. Cerraduras, llaves, cierres y herrajes, balconeras, arcas, bargueños… El forjador parte del hierro como materia prima para su forja artesanal. No sólo la cerrajería y la herrería se engloban dentro de los trabajos del forjador, también puede estar vinculado a otras actividades como la escultura, la decoración o realización de mobiliario. En Toledo, otro uso de la forja estaría vinculado a la fabricación de armas blancas””.“”En zonas más rurales, donde el oficio estaba más destinado o emparentado al campo, el desuso del transporte animal, la mecanización de la agricultura, y la construcción han contribuido a la perdida de la fabricación artesanal de aperos y herramientas.
Reduciéndose estos conocimientos a maestros de avanzada edad que guardan de manera recelosa sus secretos y suelen ser reacios a enseñar a las personas ajenas a su entorno””.¿Cuál es su actitud frente al oficio? “”En nuestro taller, como artesanos, hemos conservado la tradición por herencia, de padre a hijos, de las técnicas artesanales del hierro durante décadas. Los talleres artesanos de Toledo han ido manteniendo en secreto ciertas técnicas del oficio por la competitividad existente entre profesionales. A pesar de estas inclemencias, siempre hemos investigado y recopilado técnicas perdidas o a punto de desaparecer para conservar en la actualidad los modos de hacer, la estética y el acabado final del producto artesano”.
Reduciéndose estos conocimientos a maestros de avanzada edad que guardan de manera recelosa sus secretos y suelen ser reacios a enseñar a las personas ajenas a su entorno””.¿Cuál es su actitud frente al oficio? “”En nuestro taller, como artesanos, hemos conservado la tradición por herencia, de padre a hijos, de las técnicas artesanales del hierro durante décadas. Los talleres artesanos de Toledo han ido manteniendo en secreto ciertas técnicas del oficio por la competitividad existente entre profesionales. A pesar de estas inclemencias, siempre hemos investigado y recopilado técnicas perdidas o a punto de desaparecer para conservar en la actualidad los modos de hacer, la estética y el acabado final del producto artesano”.
“Me queda la ilusión de dedicarme a mantener e intentar que perdure en el tiempo un oficio que poco a poco va desapareciendo y que sólo se mantendrá vivo gracias a personas comprometidas con nuestro oficio, y a aquellos que saben valorar nuestro esfuerzo y dedicación para la rehabilitación, reproducción y recreación de cualquier objeto realizado en hierro como se hacía antaño”.¿Industrial o artesanal?
“La aparición de productos prefabricados y el hierro fundido ha contribuido al intrusismo en el oficio, desvalorizando nuestro trabajo. Muy pocas personas conocen o saben apreciar la diferencia de un producto industrial y otro artesanal. Pero, de hecho, es fácil apreciarlo en los acabados y en la calidad de las piezas realizadas a mano, no existiendo dos perfectamente iguales”.“La dificultad de competir con productos totalmente industriales y el uso de la soldadura eléctrica, que tanto ha simplificado el oficio, ha hecho que gran parte de la demanda de los trabajos de cerrajería y forja se decante por esta forma de intrusismo. Se ha perdido la estética y la calidad de un buen acabado final por una pieza más económica.
“La aparición de productos prefabricados y el hierro fundido ha contribuido al intrusismo en el oficio, desvalorizando nuestro trabajo. Muy pocas personas conocen o saben apreciar la diferencia de un producto industrial y otro artesanal. Pero, de hecho, es fácil apreciarlo en los acabados y en la calidad de las piezas realizadas a mano, no existiendo dos perfectamente iguales”.“La dificultad de competir con productos totalmente industriales y el uso de la soldadura eléctrica, que tanto ha simplificado el oficio, ha hecho que gran parte de la demanda de los trabajos de cerrajería y forja se decante por esta forma de intrusismo. Se ha perdido la estética y la calidad de un buen acabado final por una pieza más económica.
La comercialización internacional de estos productos está contribuyendo a la globalización de la estética de las ciudades, encontrando por todas partes este tipo de trabajos con las mismas piezas prefabricadas, perdiendo su personalidad y parte de su historia”.“El trabajo artesano de Toledo ha quedado reducido a aquella parte de la población que sabe apreciar nuestros productos, residentes que se encuentran sensibilizados con la conservación de la estética tradicional de la ciudad.
Ismael Ortega es propietario y artesano de la cerrajería Ortega. Situada en la Subida de San Jerónimo, 13, 45004 Toledo. Trabaja en la forja fundada por sus abuelos Felipe Ortega y Niceta Martín en la ciudad de Toledo a mediados del siglo XX.
Fuente: http://consorciotoledo.wordpress.com/2013/02/28/el-arte-sano-del-fierro/
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