jueves, 5 de marzo de 2015

Las luchas de los Visigodos contra los Vascones

Los vascones, aparecen en la historia militar, como bien indica Garate Córdoba, en la segunda guerra punica, formando primero parte de los ejércitos cartagineses y, mas tarde, de los romanos. 

Pueblo duro, indómito y pobre, soportan muy bien la dominación romana, tal vez porque necesitaban su ayuda contra los cantabros y astures (celtas), sus enemigos seculares. 

Esta lealtad a Roma les llevo a formar parte de la guardia personal de Octavio Augusto, como estudio García Bellido. 

Mas tarde, tras la derrota de astures y cantabros, se integraron en la milicia romana, no siendo ningún factor de perturbación para el imperio.



No obstante, esta situación comenzó a cambiar cuando Roma entro en crisis. Según Sánchez Albornoz, fueron los reductos vascones no romanizados de los Pirineos los que unidos a campesinos empobrecidos por la presión fiscal imperial constituyeron las bandas bagaudas que asolaron el valle del Ebro en el siglo V.

Esta teoría del gran medievalista español ha sido puesta en duda por diversos historiadores posteriores, como Gonzalo Bravo , que niega la identificación entre vascones y bagaudas. 

En todo caso, no se puede negar que hubo cierta relación entre los habitantes de Vasconia y los integrantes de las bagaudas, que actuaron juntos contra los ejércitos que enviaba el Imperio contra los saqueadores. Así ocurrió en el 411, cuando el general romano Asturias actuó contra los bagaudas en territorio vascon, o en el 443, cuando le correspondió el turno a Merobaudes.

Esta situación se complico mas si cabe con la invasión de Hispania por los pueblos germánicos. El suevo Reckiario actuó contra las bagaudas en dos campañas localizadas en los años 499 y 456; mientras que Federico, hermano de Teodorico II, lo hizo en el 455. Tales acciones fomentaron la hostilidad de los vascones hacia los pueblos germánicos, que asolaban ahora sus tierras cuando ya estaban liberadas del poder romano.

Desde este momento, los vascones vivieron un estado de guerra permanente contra los pueblos invasores, especialmente los visigodos. Pero no fue una guerra convencional entre dos ejércitos que luchaban por conquistar un territorio. Pues las acciones desarrolladas por los vascones tenían por objetivo el pillaje – una de sus actividades primordiales hasta bien avanzada la edad media. Como queda patente en el códice Calixtino-, mientras que los visigodos intentaron evitar las mismas, arrebatando a éstos el territorio en el que se asentaban, o, si esto no era posible por las dificultades orográficas, infligiéndoles duros castigos y estableciendo un limes, como ya sabemos. Esta actitud de los visigodos queda patente desde época muy temprana. Así, durante el reinado de Eurico se apoderaron del territorio vascon y conquistaron Pamplona en el año 481. San Isidoro, refriéndose a esta acción del gran rey visigodo, escribe.

“Después , enviando su ejercito, se apodera de Pamplona y Zaragoza y somete a su dominación la Hispania superior”

No por mucho tiempo. La crisis en la que entro eñ reino visigodo tras Vouille permitió a los vascones recuperar su territorio, que fue independiente hasta el reinado de Leovigildo. El gran rey arriano inicio en el año 581 una campaña contra ellos, como nos indica Juan de Biclaro. Es difícil explicar este hecho, si tenemos en cuenta que en ese momento el monarca visigodo tenia que hacer frente a enemigos mas poderosos, como eran los bizantinos en el sudeste, o si propio hijo San Hermenegildo (Cristiano).

De nuevo, Orella Unzue aprovecha este hecho para afirmar que los vascones eran un enemigo tan poderoso para los visigodos como los bizantinos. Sin embargo, esta explicación cae por su propio peso. Bizancio era, desde el punto de vista militar, el enemigo mas fuerte que jamás tuvieron los visigodos, junto a lo francos, mientras que los vascones no pasaron de ser un grupo que perturbaba la frontera norte. La razón de que Leovigildo arremetiese contra ellos en el 581 hay que buscarla en el hecho de que en una de sus expediciones de saqueo, según Thompson, habían llegado al Mediterráneo, ocupando la ciudad de Rosas. El monarca godo decidió castigar de forma severa a los montañeses del norte, lanzando contra ellos una fuerte acción que los expulso primero de dicha ciudad y luego continuo en sus propias tierras, parte de las cuales pasaron al poder godo. Leovigildo no se contento con eso, sino que además fundo la ciudad de Victoriacum en un paraje cercano a la Vitoria actual para controlar a los vascones. Y construyo el limes del que hemos hablado con anterioridad.

Los combates entre ambos pueblos continuaron en el siglo VII, aunque los vasconesse mostraron incapaces de reconquistar el territorio que les había arrebatado Leovigildo. Suintila, el monarca que expulso de forma definitiva a los bizantinos, llevo una campaña contra los vascones en los años 621 y 622 para castigar sus correrías de pillaje en la Tarraconense. San Isidoro nos proporciona el siguiente relato de la misma:

“Hizo también al comienzo de su reinado una expedición contra los vascones, que con sus correrías infestaban la provincia de la tarraconense, en aquella ocasione, estos pueblos, acostumbrados a correr por las montañas, fueron victimas de tal terror ante la llegada de Suintila, que al punto, como si reconocieran ser justos deudores, arrojando sus armas y dejando expeditas sus manos para la suplica, doblegaron ante el sus cuellos, suplicantes; le dieron rehenes, fundaron la ciudad goda de Ologico con sus prestaciones de trabajo, y prometieron obediencia a su reino y a su autoridad y cumplir cuantas ordenes les fueran impuestas”.

Sobre este texto, Orella Unzue afirma

“Esta edificación de Olite, suponía un duro revés para los vascones que veían así frenada su expansión hacia el Ebro, pero no impediría que según San Braulio en el 625 los vascones amenazaran de nuevo al región de Zaragoza”

La ciudad de Olite aparece en los textos como Oligitum, no como Iriberri.
Sin embargo, con esta acción no terminaron las correrías de los vascones. Durante el reinado de Recesvinto se unieron al pretendiente Froya, enfrentándose de nuevo a los visigodos. La situación se repitió durante el de su, Wamba, en los años 672 y 673, coincidiendo en este caso con la rebelión del duque Paulo en la Septimania, a la que según San Julián, los vascones pretendían ayudar.

En su historia Wambae – la mejor fuente para el conocimiento de este periodo - , San Julián hace referencia a esta coincidencia:

“En aquel tiempo, cuando estas cosas ocurrían dentro de las Galias, el religioso príncipe Wamba, que estaba en la parte de Cantabria disponiéndose para combatir contra las feroces gentes de los vascones, entra con todo el ejercito por tierra de vasconia”



El hecho de que aparezca el nombre de Cantabria ha llevado a Orella a afirmar:

“Wamba se encontraba en estos momentos en Cantabria luchando contra los vascones, no en una guerra de conquista, sino en una campaña de contención de unos vascones que se habían incrustado en tierras visigodas”

Sin embargo, como muy bien ha explicado Orlandis, no se trataba de que los vascones, que Thompson confunde con los vascos, cuando jamás ha existido un pueblo vasco, desde ningún punto de vista. Hubieran conquistado Cantabria, que nunca fue vasconia., sino que esta región de España era en esos momentos la base de reclutamiento y de partida para el ataque contra los vascones. Ataque que el rey visigodo llevaría a cabo con notable éxito. así lo narra San Julián:

“apenas se llega con todo el ejercito a las partes de vasconia, se lleva a cabo con tanta eficacia el saqueo de los campos, el hostigamiento de los castros y el incendio de las casas, que al cabo de siete días, depuesta la ferocidad de sus ánimos, los rebeldes aceptan someterse y, pagados los tributos consiguen para si la vida y la paz entregando rehenes, no tanto por los ruegos como por los regalos”

Si Wamba no acabo con las acciones de pillaje de los vascones de forma definitiva fue porque la rebelión de la Septimania, que mas adelante explicaremos, le obligo a llevar sus fuerzas allende los Pirineos. así lo explica San Julián:

“por tanto, aceptados los regalos, cobrados los impuestos, concertada la paz y emprendimiento marcha directamente a las Galias (...).

La ultima campaña visigoda contra los vascones tendrá lugar durante el reinado de Rodrigo. De acuerdo con las crónicas, el ultimo rey visigodo se encontraba sitiando Pamplona cuando se produjo el desembarco de tariq, que había de suponer, como una vez dijo Claudio Sánchez Albornoz, la “perdida de España”. En ese sentido, Garate Córdoba escribe:

“El hispanismo de los vascones frente a los hispano-godos tal vez contribuyo a la perdida de España, deteniendo muy lejos al ejercito que habría de salvarla”.
Roberto Muñoz – El ejercito visigodo desde sus origenes a la batalla de Guadalete –

Fuente: http://rueda-solar.blogspot.com.es/search/label/Godos

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