Enigmáticos misterios sobre la Iglesia de San Miguel el Alto.
Una virgen negra, la piedra cósmica o el recipiente sagrado son algunos de los secretos que aún guarda el lugar.
Una virgen negra, la piedra cósmica o el recipiente sagrado son algunos de los secretos que aún guarda el lugar.
Son muchos los historiadores que creen que queda mucho por descubrir, pero el guía nos dirige de nuevo a otro fascinante lugar. Un lugar de noche eterna
Las galerías que están excavadas bajo la parroquia tienen una primera parada, cercana, en la conocida como cueva de los candiles.
Se la conoce por ese nombre porque en la década de los 70 allí se reunía una sociedad llamada del Candil. Un grupo de intelectuales y artistas que se congregaba en este enigmático habitáculo que, parece, podría tratarse de una primitiva cueva de los celtíberos.
Para los amantes del misterio, hay una cara de una mujer difuminada sobre una tinaja (el vino era importante en aquellas reuniones sociales).
El guía resuelve rápido el inquietante misterio. “La pintó uno de los pertenecientes de la sociedad del Candil. Es su esposa, que le vigila, ya que las mujeres no estaban admitidas”. Se acabó el misterio.
Los caballeros excavaron en la roca e hicieron entre sus pasadizos la forma de uno de sus símbolos más reconocibles, la Tau
Sin embargo, la cueva fue tomada siglos atrás por los templarios. Si no tuviera techo y se observara desde el cielo sería fácil comprobar que así fue.
Los caballeros excavaron en la roca e hicieron entre sus pasadizos la forma de uno de sus símbolos más reconocibles, la Tau. Es decir, una T cuyo significado tiene que ver con la adoración de la Diosa Madre.
Eso al menos apuntan la mayoría de estudiosos, aunque no hay un consenso sobre su origen (egipcio, hebreo…). ¿Por qué los templarios construyeron estas galerías? Parece que aquí se podrían realizar ritos de iniciación, incluso algunos creen que eran lugares donde se salvaguardaban los descubrimientos hechos en Tierra Santa. Toledo no escapa a esta leyenda.
Cuentan que sólo se abrió una de las puertas tapidas de esta cueva y que se encontraron cadáveres y un gran tesoro. Aquí confluyen numerosas leyendas, como la de la Mesa de Salomón, una mesa, para algunos; para otros, una piedra preciosa, cagada de simbolismo y sabiduría.
La cueva era un lugar de reposo y meditación. El caballero bajaba a ella a morir y nacer. Un ritual en el que el monje sale de su cuerpo terrenal para abrazar el más allá, la sintonía perfecta con Dios. Todo lo demás son historias que se han creado, con base o no, para agrandar el misticismo que envuelve a la Orden del Temple.
De hecho, se dice que cuando las campanas tocaban las doce de la noche, y el laberinto de calles del viejo Toledo quedaba vacío, un cortejo de ánimas salía de estas cuevas. Monjes guerreros que defienden su misterio y que aún luchan por conservar sus ancestrales misterios.
Por: Javier Brandoli (texto y fotos)
http://www.viajesalpasado.com/toledo-las-grutas-secretas-y-los-templarios/
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