lunes, 18 de enero de 2016

Salas de vistas, Toledo (III)

Retomamos en esta nueva entrada, y finalizamos con ella, la temática relativa a las denominadas “salas de vistas”. Recordemos que con este nombre definíamos aquellos torreones o estancias situadas en las partes más altas de los edificios del casco histórico: … Las salas de vistas suelen ser pequeños miradores cubiertos, a modo de torreones, construidos en las partes más altas de los edificios con el objeto de poder disfrutar de las vistas y de la luz. Si es posible observar, … pero sin ser observado. Se suelen encontrar en edificios de entidad y presentan características constructivas comunes. Generalmente están ejecutadas en obra de fábrica, están cubiertas por una armadura de madera diseñada para quedar vista, y en muchos casos decorada, presentan múltiples ventanas de medio punto, …


Nuestro paseo por los tejados acaba aquí, mostrando las fotografías de las últimas salas de vistas que hemos ido recopilando estos años, en total un conjunto de 70 atalayas que compiten en altura de miras con nuestras más esbeltas torres. Estas entradas han pretendido poner alas a nuestros lectores y hacerles volar por encima de los tejados, ver ese Toledo situado allá, en las alturas, y que sólo unos pocos privilegiados pueden contemplar. Al final de esta entrada, les adjuntamos un cuaderno cibernético que recopila el conjunto de salas de vistas que hemos fotografiado, esperamos que sea de su agrado.

Calle Instituto nº 3 – Calle Tendillas nº 6

En este edificio, que abre puertas hacia dos calles, existe una bellísima sala de vistas. Está ejecutada en obra de fábrica, … con ladrillo y mortero para que se me entienda mejor. Una fábrica algo más elaborada que lo que solemos ver en las espartanas fachadas toledanas: pilastras, capiteles, canecillos y las omnipresentes ventanas en arco, en este caso ligeramente rebajado. Los ladrillos están coloreados con una veladura roja y las llagas y tendeles de mortero están ejecutados con un fino resalte. Las potentes carpinterías, pintadas con un esmalte gris azulado y palillería sencilla, completan la decoración de los tres vanos existentes.


Callejón de la Sillería nº 5

Al fondo del Callejón de la Sillería, y con las mismas dimensiones que el ancho de este adarve, se alza, arriba, una pequeña sala de vistas. Su estructura es de fábrica entramada, esqueleto de madera y entrepaños de ladrilo y cascote cogidos con yeso. Tiene en su interior, en el techo, una armadura de madera vista, de traza sencilla, con pares que apuntalan el nabo que sobresale en el tejado. Sobre el nabo emplomado encontraremos los distintivos clásicos de una sala de vistas de pura cepa: bola, veleta y cruz. Los paramentos exteriores del torreoncillo están revocados y pintados con los tradicionales trampantojos, imitando cajones de sillares en las esquinas.


Calle de Toledo Ohio nº 10

Esta destartalada sala de vistas tiene, por su elevado emplazamiento, una de las mejores vistas de la ciudad. Su situación estratégica y su emplazamiento diáfano hacen sin embargo que esté muy expuesta al envite de los elementos, como se puede ver por su “fatigado” aspecto. Tiene una cubierta extrañamente resuelta y una ventana baja en pico de flauta de lo más original. El edificio en el que se encuentra tiene su fachada principal hacia la Calle Comercio, sin embargo la entrada al mismo se hace desde la Calle Toledo Ohio, donde presenta una estrechísima fachada, como se puede ver en la fotografía. Adjuntamos una vista panorámica tomada desde una de sus ventanas.


Plaza de San Antonio nº 6

Sala de vistas situada en el Convento de San Antonio, de traza muy sencilla, con estructura entramada, casi idéntica a la del cercano Convento de Santa Úrsula. Ambas comparten el detalle característico de los miradores conventuales, la existencia de celosías, a modo de ajimeces, que impiden que las monjas sean vistas desde el exterior. Su emplazamiento, en la cabecera de la Calle del Ángel, le habilita vistas hacia San Juan de los Reyes y los cigarrales del entorno de la ermita de San Jerónimo.


Plaza de la Magdalena nº 11. Antiguo Casino

El edificio del antiguo casino presenta sobre el chaflán de su alzado principal un potente torreoncillo a modo de sala de vistas. Su elaborada fábrica, que incorpora algún elemento de cantería, y su relevancia como elemento arquitectónico de gran impacto visual, al ser casi la parte más visible del edificio, hacen que esta sala de vista sea seña de identidad del antiguo casino. Tiene una cubierta extraña, casi plana pese a estar ejecutada con teja árabe, al parecer respetando su disposición original como se puede ver en fotografías antiguas. Su potente fábrica le hizo resistir los avatares de la guerra civil, aunque presenta numerosas cicatrices de esa contienda. Tras ella se advierte lo que parece otra sala de vistas, con sus ventanas redondeadas, perteneciente al mismo edificio y que parece sin embargo cumplir la función más humilde de casetón de la escalera que sube a la terraza.


Bajada del Pozo Amargo nº 4

En la parte superior de este edificio del siglo XVIII se ha construido, en construcción más moderna, esta sencilla sala de vistas . El acertado diseño del acabado exterior, ejecutado con un revoco liso, nos permite distinguir con facilidad que esta zona de la casa pertenece a una diferente fase constructiva. El elegante y sencillo diseño de ventanas y pilastras permite aunar resistencia y una completa visión panorámica exterior.


Calle de la Plata nº 18

Ya hemos visto en anteriores entradas que algunas salas de vistas de la ciudad cumplen funciones estrictamente “técnicas”: ocultar maquinaria de instalaciones de climatización, calderas, depósitos de agua… En este caso la compañía Telefónica, propietaria de este edificio de la Calle de la Plata, aloja en el interior de su sala de vista instalaciones de telecomunicaciones, que por su importante afección e impacto visual no pueden quedar vistas. Por desgracia esta sencilla disposición constructiva, que se integra perfectamente en el “skyline” de la ciudad, es cada vez menos utilizada por los técnicos que trabajan en la ciudad histórica. Este tipo de solución estética completaría la importante labor que se está haciendo, desde hace varios años, con la disposición en las cubiertas de los compresores exteriores de los aparatos de aire acondicionado que, aunque esta solución resuelve un problema, dejando limpias las fachadas, en otros se crea una nueva dificultad: afeamos la cobertura superior de los edificios.


Calle Comercio nº 27 – Calle de la Sierpe nº 9

Con carácter general las salas de vistas suelen ser de tamaño reducido, pero en algunos casos esta estancia llega a ocupar una gran parte de la planta superior del edificio, confundiéndose en el conjunto construido y haciendo difícil determinar si estamos ante una sala o un “salón de vistas”, en esencia una planta edificada más. En este edificio, con fachada a la Calle Comercio y entrada principal por la Sierpe, podemos ver un ejemplo de ello. De lo que no hay duda es que esta estancia comparte disposición, diseño y uso similar al de una sala de vistas, presenta además un despliegue decorativo acorde con la importancia de la calle donde se ubica: almohadillados, molduras y palmetas de escayola en su alzado de obra y potentísimo alero de madera con roleos, piñas, puntas de diamante, tondos y tabicas decoradas con grifos y celosías góticas.


Calle Reyes Católicos nº 8

Este curioso edificio, de construcción no muy antigua, recopila a modo de muestrario urbano todos aquellos elementos propios del tipismo arquitectónico tradicional de la ciudad: mampostería toledana, portadas góticas, arcos apuntados, rejas de forja, decoración heráldica, aleros de madera y por supuesto … una sala de vista. Su fuerza visual hace que este edificio parezca un pequeño castillo. En el interior de este inmueble encontraremos bellos artesonados, realizados en escayola, y un buen sótano abovedado de época medieval.


Calle Nuñez de Arce nº 5

En el denominado Palacio de los Condes del Vado y de Guendulain encontramos dos salas de vistas. La principal, de construcción más elaborada, sirve de remate superior a la fachada delantera de la Capilla de San José. Esta sala de vistas tiene por ello un elemento distintivo singular que la hace única, una potente espadaña que descansa sobre la arquería de su alzado. Es importante destacar, no obstante, que la espadaña no es coetánea a la sala de vistas, tal y como podemos ver en su trasdós, donde un azulejo la fecha en 1871. A la izquierda de ella se dispone la otra sala de vistas palaciega, de trazas más humildes y construcción seguramente más moderna.


Callejón del Vicario nº 10

En el serpenteante tramo final del Callejón del Vicario existe una casa de buena factura que sostiene en su parte alta una salita de vistas muy sencilla. Se haya conformada por cuatro machones esquineros, de buen ladrillo de derribo, sobre los que descansan sendas vigas y cargaderos de madera. Tiene un tendedero de ropa en su flanco sur, aprovechando la solana que acaricia este lado de la casa. Ya comentamos en otra de las entradas, que es bastante habitual el uso de las salas de vistas como tendedero cubierto, en este caso también es posible compaginar ese uso externo. Su pequeña chimenea superior es muy original y está ejecutada con tan buen acierto como el resto de la casa.


Calle de San Cristobal nº 1

Una de las particularidades de las salas de vistas es su elevada ubicación dentro de los edificios, en algunos casos llegando a competir por la supremacia aérea con las torres de las iglesias. En este caso, en el edificio de RTVE en la Calle San Cristobal, la sala de vistas rivaliza en altura de miras con la torre de la iglesia del mismo nombre, último vestigio que queda de esta antigua parroquia. Su planta es octogonal y eso le habilita vistas panorámicas en todo su perímetro.



por Jose María Gutiérrez Arias
http://www.consorciotoledo.org/salas-vistas-iii/

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