jueves, 30 de enero de 2020

Capilla de Los Reyes Nuevos de la Catedral de Toledo

Resultado de imagen de Capilla de Los Reyes Nuevos de la Catedral de ToledoEs muy frecuente oír hablar de esta capilla de la Catedral Primada, pero resulta curioso para una gran mayoría saber que en ésta se encuentran integradas tres fundaciones reales: la primera, de Sancho IV, con autonomía propia plena hasta el 16 de enero de 1776, fecha en que por decisión de la Real Cámara quedó unida a la segunda, la propia de Reyes Nuevos, y la tercera, de la reina doña Catalina, que fue anexionada el 19 de diciembre de 1789. 

A partir de estas anexiones ha pasado a titularse, en su conjunto, Capilla de Reyes Nuevos. 

Capilla de Reyes Nuevos.

Existen así tres archivos independientes: el de la capilla de Sancho IV, el de las capellanías de la reina Catalina y el de Reyes Nuevos, los dos primeros ya catalogados, y el tercero en proceso y a punto de finalizarse. 





De los ya catalogados podemos decir que el documento más antiguo de la capilla de Sancho IV es un pergamino con sello de plomo cosido con cinta de seda de colores, fechado a 1 de agosto de 1317. 

Este conjunto de documentos, numerado del 1 al 590, está repartido en 25 carpetas. Los libros son 59, siendo el mas antiguo «Memoria de misas de la capellanía de Alonso de Mariana. Años 1550-1600» 

Resultado de imagen de Capilla de Los Reyes Nuevos de la Catedral de ToledoLos expedientes de limpieza de sangre comienzan con el de Martín de Mariana fechado el 22 de diciembre de 1549; se conservan solo 137, incluidos los de sacristanes y sochantres. 

El libro más antiguo de la Capellanía de la reina Catalina es el de actas capitulares, que comienza en junio de 1575 y llega a 1610, y el más moderno, del año 1640 (nº 36), contiene dos memoriales impresos que recogen las disputas entre los capellanes de la reina y los de reyes. Los documentos son 579, desde el año 1402 al año 1837.

 Los expedientes de limpieza de sangre comienzan con el del licenciado Luis Bonifacio de Tovar en 1572, siendo el último el de José Ramón Ordóñez San Pedro de 1771. 

Para la fundación de la Capilla del rey D. Sancho Capilla del rey D. Capilla del rey D. Sancho y su antecesora la de Reyes Viejos, más conocida como Reyes ViejosReyes Viejos de la Santa Cruz de la Santa Cruz, contamos de la Santa Cruz con un privilegio del rey don Sancho de 1385, por el que escoge su sepultura en la catedral de Toledo, y la noticia de los Anales Toledanos III, publicada por el padre Flores, del traslado del emperador D. Alonso y su hijo don Sancho en 1289, aunque en la capilla daban como cierta la fecha de 1290 según una petición que hacen en el año 1692 al rey Carlos II que dice así: 

«El Capellán Mayor y Capellanes de la Real Capilla de los Reyes Viejos, sita en la Santa Iglesia de Toledo, puestos a los reales pies de V. Mag., dicen: Que la fundación de su capilla se hizo el año de 1290, por el Señor Rey Don Sancho, cuarto Rey de Castilla (que por su mucha justicia alcanzó nombre de Bravo) colocándola en el sitio del Altar Mayor para su entierro, con título de la Santa Cruz (que vulgarmente se llama hoy de los Reyes Viejos) y también hizo trasladar a esta capilla el cuerpo del Señor rey D. Alonso el Séptimo, poniéndole al lado del Evangelio, y junto a él hizo poner el cuerpo del Señor Rey Don Sancho Tercero, su hijo (aunque por sus muchas virtudes, y lo poco que le gozaron estos reinos se llamo el Deseado) y no habiendo podido el señor Rey D. Sancho hasta el año de 1294, en que murió, dotar esta Capilla, se mando enterrar en ella, al lado de la Epístola, y que el Señor Rey D. Fernando el Cuarto su hijo, la dotase, y nombrase capellanes, como lo hizo para su sustento y el de doce capellanes … apartó de sus Reales Almojarifazgos el derecho que la ciudad de Toledo le pagaba de las carnecerías de los cristianos …» 

Este privilegio fue confirmado por su hijo el rey Alfonso XI, concediéndoles de nuevo la propiedad de las carnicerías, tablas y tajos, y el derecho del pescado del río que se vendiese en Toledo (que entonces era considerable), y «nombrando un Capellán Mayor para que gobernase la Capilla, en ella enterró a D. Pedro su hijo y de Dª. Leonor de Guzmán, mandando que se pusiese un portero que guardase su sepultura, que es el de la maza que hoy tiene la Capilla.» Esta petición al Rey la hace D. Carlos Venero y Leiva, Capellán Mayor de Reyes, Canónigo de la catedral, y reformador a su costa de la iglesia de san Cipriano.

Archivo: Capilla de los Reyes Nuevos (1531-1534).  Catedral de Toledo.jpg
No se cita a Sancho Capelo, el destronado rey de Portugal, ni al infante Pedro de Aguilar ni a don Sancho de Aragón, Arzobispo de Toledo1 , que murió degollado en Jaén el 21 de octubre de 1275, y estuvo enterrado debajo del altar. 

En época de los Reyes Católicos el arzobispo Jiménez de Cisneros solicitó y obtuvo licencia de los reyes para acometer la gran obra que hoy admiramos, el ensanche de la Capilla Mayor y su grandioso retablo, que por otro lado nos ha privado de la primitiva capilla Real. Esta capilla se trasladó siendo obrero mayor el canónigo Alvar Pérez de Montemayor a la cercana del Espíritu Santo, dando fe de ello la existencia de una lápida con la siguiente inscripción: 

«ESTA CAPILLA DEL REY DON SANCHO DE GLORIOSA MEMORIA FUE FUNDADA SO INVOCACIÓN DE LA CRUZ, DO AHORA ESTA EL ALTAR MAYOR DE ESTA SANTA IGLESIA Y, QUEDANDO LOS CUERPOS DE LOS REYES A LOS LADOS DEL ALTAR. FUE TRASLADADA AQUÍ POR MANDADO DE LOS CATÓLICOS PRINCIPES DON FERNANDO E DOÑA ISABEL, NUESTROS SEÑORES, EN 18 DE ENERO DE 1498 AÑOS». 

Aquí siguió la capilla hasta el siglo XVIII en que se incorporó a la de Reyes Nuevos. 

Resultado de imagen de Capilla de Los Reyes Nuevos de la Catedral de ToledoEn principio se creía que los bultos de los reyes eran meros cenotafios, pero son verdaderos ataúdes con los correspondientes cadáveres, como pudo comprobarse en la revisión realizada en 1947 de la que fue testigo D. Juan Francisco Rivera, canónigo archivero, Capellán Mayor de Reyes y académico, que en paz descanse. 

En el lado derecho descansan Sancho IV, muerto el 25 de abril de 1295 y el infante Pedro de Aguilar, hijo de Alfonso XI y Leonor de Guzmán. 

En el lado izquierdo se encuentran el emperador Alfonso VII y Sancho III. 

El ajuar de estos sepulcros se guarda en la sacristía: la corona, espada y espuelas de Sancho IV y el edredón que le sirvió de mortaja, los zapatos del infante de Aguilar y el almohadón de Alfonso VII. 

La que hoy conocemos como Capilla de Reyes Nuevos no es otra cosa que el traslado de la que en principio y por fundación estaba situada en los pies de la iglesia, de la cual hoy sólo se conserva lo que era la sacristía, llamada de los Canónigos, actualmente la capilla del Tesoro. 

Su superficie se extendía hasta la capilla de doña Teresa de Haro por un lateral, y por el otro desde la columna que tiene la escalera que sube a la torre hasta la columna de la Descensión. 





Aunque son muchos los autores que se han ocupado de esta capilla, no está de más recapitular lo que se ha dicho de ella.

 La nueva capilla fue deseo del rey D. Enrique II, como aparece en las primeras cláusulas de su testamento, otorgado en Burgos el 29 de mayo de la era de 1412, año 1374: 

«lo segundo mandamos este nuestro cuerpo que Dios nos dio a la tierra de que fue echo y formado para que sea enterrado honradamente como de rey en la iglesia de santa María de Toledo, delante de aquel lugar donde anduvo la Virgen Santa María y puso los pies cuando dio la vestidura a santo Alfonso en la cual nos, habemos muy gran fuerza y devoción porque nos acogió e libro de muchas priesas y peligros cuando la hubimos menester, e mandamos e tenemos por bien que en el dicho lugar sea echa una capilla, lo mas honrada que ser pudiere y que sean puestas y establecidas doce capellanías perpetuas que canten y digan los capellanes dellas cada día misas rezadas, y estos doce capellanes que hayan su salario cada año e cada un capellán mil y quinientos mrs».

 Siguen otras cláusulas referidas a los capellanes, misas, forma de ganar los estipendios y perderlos y otras referidas al Deán y cabildo de la catedral. 

Esta renta y las demás cosas que establecieron que hubiese en su capilla y que habían de pagarse, mandó que estuvieran impuestas todas en la cabeza y pecho de los judíos de Toledo.

Firmó su testamento el año 13743 y murió en 1379 sin ver terminada su capilla. Su cuerpo fue traído por su hijo en el año 1380 desde Valladolid donde había estado enterrado pero la capilla no comenzó a tener servicio hasta el 1 de enero de 1382. 

La reina Catalina, mujer de Enrique III, fundó sus capellanías en 1415 en esta capilla, cumpliendo las memorias en el altar de Santiago.

 Conocemos una descripción de la capilla asociada a los relatos del traslado, que hasta ahora se ha venido atribuyendo a Diego Vázquez de Contreras, capellán de Reyes Nuevos. El primero en citar a Vázquez es Cristóbal Lozano4 en su obra «Reyes Nuevos de Toledo». 

Por otra parte Pedro Salazar de Mendoza, en su «Chrónico de el cardenal don Iuan Tavera»5 cita como fuente un traslado notarial aventurando que quizá lo hubiera publicado ya Blas Ortiz6 , en la descripción de la catedral «que anda impresa», ya que como vicario estuvo presente en el traslado. Diego Vázquez de Contreras, hijo de Diego Vázquez y Juana de Contreras, hermano de Alonso de Contreras, caballero de la Orden de San Juan, racionero de la catedral, rector del Colegio de Infantes y Capellán de Reyes Nuevos, tomo posesión de su capellanía el 2 de julio de 1544 por lo que no parece probable que presenciara el traslado en 1534,pero era muy conocido por ser el traductor de la edición toledana del Orlando . 

Dejó un manuscrito «Constituciones del Emperador Carlos» , realizado en 1586, que recoge el traslado de la capilla de Reyes Nuevos y un plano esquemático, donde él mismo reconoce que el autor del relato es Juan López de León. Conocemos un Juan López de León , canónigo, que en su juventud siguió la carrera de las armas sirviendo al rey Juan II, en calidad de escudero, gasto parte de su fortuna en la reconstrucción de la capilla de San Martín, fallecido en 1529. 

Otro Juan López de León, su homónimo Capellán de Reyes tomó posesión con anterioridad a 1534, ya que presencio el traslado de la capilla, y falleció el 7 de diciembre de 1585, según testimonio del propio Diego Vázquez: «El Sr. Juan López de León a quien se debe en realidad de verdad todo lo bueno de estas cuentas que oy se saven en la capilla y de otras cosas de arta importancia. 

Dios le de paciencia para llevar el purgatorio que padece en las sus graves enfermedades que le han necesitado estar sin salir de su casa mas de diez años y sin poder salir de una cama ni aun menearse en ella casi tres años y en este estado ayuda con su buen consejo y destreza en cosas que se ofrecen de dudas en estas cuentas … quando esta hora llegare faltaranos a uno de los mexores aritméticos de España, grande latino y griego y grande servidor de su capilla, varón de gran templanza y de gran caridad y limosna». 

Y añade al margen: «Fallecio domingo antes de amanecer día de Santa Concepción de Nuestra Señora que se contaron ocho días de diciembre de 1585» Poco más sabemos de este capellán, que podría ser el mencionado por el padre Flórez, refiriéndose a la crónica de Lucas de Tuy: 

«Juan López de León, capellán de Reyes Nuevos y varón diligente en lo historial puso al margen Urbano, en lugar de Juliano, atribuyendo a yerros de amanuense la mutación»

Y con seguridad es el autor de la nota del manuscrito 158, Chrónica de España: 

«comprado por Juan López de León, capellán de Reyes Nuevos de Toledo, al librero A. Cabrera el 30 de enero de 1567». Presentados nuestros capellanes parece que Diego Vázquez pasa a limpio en la última parte de su copia de las «Constituciones…» 

el texto de Juan López de León 

«Copias de papeles curiosos de la Capilla de Reyes Nuevos de Juan López de León capellán contador en ella sacados 15 de septiembre 1565» 

Tras una primera parte dedicada a ajustar la contabilidad de la capilla, con la equivalencia de las monedas en que están expresadas las dotaciones antiguas y sus valores y la forma de repartirlas nos ofrece su: 

«Descripción de la Capilla antigua y como estaban en ellas las sepulturas de los gloriosos reyes por que sé que muchas personas lo desean saber y yo lo prometí descrivillo y para que mejor se entienda encargue a un amigo pusiese en planta aquel lugar como aparece en la plana siguiente, en la que se han de considerar en el lugar del altar mayor, dos altares mayores iguales en todo, divididos y apartados por medio con muy poco hueco y unas cortinas voladas de la pared con que aunque estuviese diciendo misa en ambos altares no se viese un sacerdote al otro, el altar tenia por retablo como dio Ntra. Sra. su casulla a san Ilefonso y el otro la Asunción de la Virgen» 

No he podido averiguar quién fue el amigo que trazó la planta, que luego copiarían Vázquez y el secretario Vivanco. Veamos lo que nos dicen las notas escritas en el dibujo: 

«puerta para entrar aquí que era la sacristía que esta debajo de la torre, los canónigos dicen misa en ella ahora. Por la labor que hoy se muestra en alto de esta sacristía se puede entender que tal debiera ser la labor que cubría el cuerpo de este edificio de la capilla, y bien me acuerdo haberla visto, que eran unos artesones y pinas de gran cuerpo todo dorada y azul, bien es decir que se cumplió en la labor y en todo lo demás la voluntad de su fundador don Enrique, rey virtuoso / así se llevara todo adelante lo que a esta real capilla y a su dotación de horas que dejo el rey don Enrique III su nieto tocaba» 

A derecha e izquierda de la puerta, los asientos de los capellanes. Mirando al interior de la iglesia nos indica la subida a la torre y la puerta principal y en frente la salida a la claustra.

 «Estas sepulturas estaban altas del suelo casi una vara, respetando la mano derecha como aquí están, teniendo las cabezas como han de estar hacia aquí y los pies hacia las gradas de los altares, mano derecha que los reyes están a la mano derecha de las reinas, aunque en la capilla no se guardo este orden porque no habiendo de estar las sepulturas iguales es mas preeminente lugar la del Evangelio, y ese se dio al rey don Juan I, porque aunque el rey don Enrique II su padre fue el que mando que se hiciese la Capilla, verdaderamente se debe su fundación y dotación y todo su ser de aquel tiempo al rey D. Juan su hijo, y a su nieto el rey don Enrique III la dotación de las horas después».

En la columna de la Descensión:

«Aquí había un altar como daba Ntra. Sra. la Casulla a san Ilefonso, y era antes el enterramiento del rey don Enrique II. Y aquí esta su cuerpo»

Enfrente de este altar estaba situado el del «apóstol Santiago, que era el enterramiento de la reina doña Catalina y aquí estaba enterrado su cuerpo. Era el altar de sus capellanes». En el centro cuatro tumbas colocadas con los pies hacia las gradas de los altares: 

Dª. Leonor D. Juan I Dª. Juana D. Enrique II Cabeza Cabeza Cabeza Cabeza Un grupo de lámparas Y elevado sobre dos gradas los altares Ntra. Sra. de la Asunción y como dio la casulla». 

Hasta aquí la descripción del dibujante. Sigue la de Juan López de León.

En la Capilla antigua estaban en medio de ella 4 bultos, de dos reyes, don Enrique III y de don Juan y sus dos mujeres. 

Y los bultos, del rey don Enrique II estaban a las espaldas del pilar de n(ues)tra. Señora, y la de la reina doña Catalina estaba a la otra parte a la pared de la claustra en el hueco que hacen los dos pilares mas adelante de la puerta de la claustra que agora se hace que es ande este año de 1566 quedo esto era una». 

Copia los epitafios y datos biográficos e históricos corrigiendo fechas y tras describir el traslado termina: 

«Lo cual fue echo ansi, y se traspasaron y trasladaron los cuerpos destos santos Reyes con toda suntuosidad y aquel día holgaron en la ciudad, y se les dijo una misa entre los dos coros estando presentes los cuerpos y de allí los regidores y jurados con el Corregidor desta ciudad que al presente es el Mariscal de Navarra y con toda la clerecía los llevaron a hombros, y fue todo esto hecho en día 19 de mayo de 1534. 





El cual día yo Juan López de León que esto escribo en 17 de 0ctubre de 1565 me halle aquel día en la capilla presente como capellán que soy el menor della (y lo era entonces) y lo senté esto por memoria el año y mes en que sucedió y olvídoseme el día cierto en que había sucedido, unos cuatro días mas o menos y por tanto deje este día en blanco y este año de 1565 deseando saber que día avia sido falle en el libro que hizo Blas Ortiz, Vicario de Toledo, que la intitulo descriptio ecclesie toletanas, dice que fue este día 19 martes, kalendas Junii M DXXXIIII (1534), por lo cual colegí que fue el sobre dicho martes 19 de mayo, día de San Bernardo».

Luego añade: «Rodrigo de Acevedo, hijodalgo y cristiano viejo y no muy rico y conocido mío, que poso muchos años en la calle del Mármol, junto a san Juan de los Reyes de Toledo, me mostró un libro suyo de estos y otras muchas cosas, ponía por memoria y para averiguar yo esto después de muchos años que murió, procure de haber dicho libro y lo uve yo hoy 5 de marzo de 1566. 

Al detalle que ponía de haber sido trasladada la capilla un viernes a 29 de mayo de 1534, a lo cual no daría menos crédito que a Blas Ortiz, porque Acevedo lo escribió el día que acaeció y no se contradice en nada, y Blas Ortiz lo debió buscar después en algún libro que debía de tener, tercio décimo kal. de junii … El libro de Rodrigo, decía así, pasaron los reyes a la capilla nueva viernes 29  del mes de pasaron los reyes a la capilla nueva viernes 29 de del mes de mayo de 1534 años, con mucha solemnidad y todas las ordenes mayo de 1534 años, con mucha solemnidad y todas las ordenes e curas e beneficiados e cofradías e canónigos e racioneros e curas e beneficiados e cofradías e canónigos e racioneros e todas las cruces de las parrochias y les dijeron una misa e todas las cruces de las parrochias y les dijeron una misa e cada uno de los reyes por si en andas, y en sus ataúdes con una cobertura de brocado negro encima e todos los regidores una cobertura de brocado negro encima e todos los regidores los llevaban a los cuerpos. los llevaban a los cuerpos. 

Yo Rodrigo de Acevedo lo vi e dos de mis hijos Bernabé Acevedo y Juan de Acevedo, plegó a Dios que todos ganemos Acevedo y Juan de Acevedo, plegó a Dios que todos ganemos la gloria, amen, Pater Noster, Ave Maria gracia plena. la gloria, amen, Pater Noster, Ave Maria gracia plena. 

Dominus tecum benedicto Dominus tecum benedicto… Dominus tecum benedicto Dios de a gloria que bien merecía por ser cristiano viejo que no trascendía demasiado como suelen notar los consejos, hablando con mesura, pero esto no lo digo en competencia, ni en juicio de ellos ni de nadie, plegó a Ntro. Sr., tales todos que como buenos cristianos sirvamos a Dios y vamos a gozar de El, aunque la calidad de mis antepasados, que los hizo Dios todos cristianos viejos, yo Juan López de León lo agradecí a mi Dios, sino que lo aprecie y estime como lo hizo y en lo demás virtud sola nobilit» 

Revisado el padrón de toledanos en 1561, publicado por nuestro compañero Julio Porres12, nuestro Juan López de León resulta ser vecino de Rodrigo ya que vivía en el Mirador de Barrio Nuevo, cerca de la calle del Mármol. 

Vemos como la preocupación por la limpieza de sangre impregna todos los espacios y como el título de esta conferencia ha sido un mero pretexto para sacar a la luz la figura de Juan López de León y reivindicar su descripción, ignorada por Cristóbal Lozano que prefirió la copia en limpio de Diego Vázquez de Contreras.





MARIO A RELLANO GARCÍA 
Numerario



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