A) Don Luis de Toledo Enríquez, II Marqués de Villamagna, que litigó en 1678 por la Casa condal de Cedillo. IX. DON EUGENIO ÁLVAREZ DE TOLEDO Y PONCE DE LEÓN, III CONDE DE CEDILLO, Señor de Moratalaz, Tocenaque y Manzaneque, notario mayor del Reino de Granada, patrono de la Universidad de Santa Catalina, nacido en Olías (Toledo) hacia 1570, y fallecido hacia 1660.
Litigó en vida de su padre ante el Consejo Real de Castilla, desde 1624, por el Condado de Casares110; en 1633 litigó contra el Marqués de Távara111; y después, en 1657, también litigó por el mayorazgo fundado por Fadrique Portocarrero y doña Juana Ponce de León112.
Se casó primeramente en el año de 1598 con DOÑA LUISA MARÍA DE SALAZAR Y MENDOZA, hija del célebre secretario real don Juan Vázquez de Salazar, Señor del Mármol, y de doña María de Mendoza (hija a su vez del Conde de Priego).
Habiendo enviudado, el Conde se casó en segundas nupcias con DOÑA FRANCISCA DE PRADO Y ENRÍQUEZ, natural de Palacios de Meneses (Palencia), e hija de don Francisco de Prado, Señor de Villa de Prado, Valdetuéjar y Albires, caballerizo mayor de Don Juan de Austria y gobernador de Aranjuez, y de doña María Bravo y Sarmiento (era hermana por tanto del I Vizconde de Prado).
Fueron hijos del primer matrimonio:
1) Don Juan Álvarez de Toledo Ponce de León y Salazar, inmediato sucesor en la Casa, premurió a su padre en Madrid (San Sebastián), en 1632. Fue marido de doña Juana Fernández de Córdoba Zapata y Bracamonte, hija de don Antonio Fernández de Córdoba, Marqués de Valenzuela, y de doña Antonia de Zapata y Bracamonte.
Fue su hija:
A) Doña María Antonia Álvarez de Toledo y Córdoba, que por ser hembra no pudo suceder en la Casa condal de Cedillo.
B) Un varón, malogrado al nacer, póstumo de su padre.
2) Doña Leonor de Mendoza Luna y Córdoba, mujer de don Manuel de la Vega y Acuña, Señor de Valdilecha, Carabaña y Orusco, fallecido en Madrid (San Sebastián) el 23 de julio de 1644 (abintestato, se llevó a enterrar a Carabaña), siendo hijo de don Ruy Lópes da Veiga, caballero de la Orden de Cristo, señor de varios mayorazgos en Portugal, y de doña Beatriz de Acuña.
Fueron sus hijos:
A) Don Eugenio de la Vega y Acuña, Señor de Valdilecha, Carabaña y Orusco, que en 1678 litigó por la Casa condal de Cedillo. B) Don Rodrigo de la Vega y Acuña, que era vivo en 1629.
3) Don Gaspar Álvarez de Toledo y Prado, que murió en la niñez.
4) Don Melchor Álvarez de Toledo y Prado, que también murió en la niñez.
5) Don Baltasar Álvarez de Toledo y Prado, que sigue.
6) Doña Ana María de Toledo y Córdoba, retratada junto a su hermano don Baltasar por Sebastián Muñoz en 1670.
En 1672 se trataba su casamiento con don Enrique de Toledo Enríquez, hijo de don Luis de Toledo Enríquez, Marqués de Villamagna, y de doña Mariana Gaitán de Mendoza, pero esta boda no se celebró.
X. DON BALTASAR ÁLVAREZ DE TOLEDO Y DE PRADO ENRÍQUEZ, IV CONDE DE CEDILLO, Señor de Moratalaz, Tocenaque y Manzaneque, notario mayor del Reino de Granada, patrono de la Universidad de Santa Catalina, mayordomo de la Reina (1667), comendador de Estremera en la Orden de Santiago –en la que ingresó en 1634–, nacido en Madrid (San Martín) el 29 de octubre de 1610, y muerto en Madrid el 14 de marzo de 1675 –dejando a la Condesa embarazada de muchos meses–.
Litigó desde mayo de 1662 con sus vasallos de Cedillo115; y poco antes de morir inició pleito por el Condado de Coruña y Vizcondado de Torija, proceso que siguió su hija doña Antonia.
El actual Conde de Cedillo posee un buen retrato suyo, hecho en 1670 por el artista segoviano Sebastián Muñoz117. En primeras nupcias se casó en Madrid (Santa Cruz), el 28 de febrero de 1638, con DOÑA BRIANDA FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA MENDOZA Y RIEDERER, hija de don Diego Fernández de Córdoba, I Marqués de Guadalcázar, virrey del Perú y de la Nueva España, caballero de la Orden de Santiago, gentilhombre de la cámara y de la boca de Don Felipe III; y de doña María Riederer de Par, dama de la Reina Doña Margarita.
Esta Condesa hizo fundación de ciertas memorias pías en 1636. Y en segundas nupcias se casó con DOÑA ALDONZA MARÍA PONCE DE LEÓN Y MESSÍA, viuda de don Juan Manuel Pantoja de Figueroa, Señor de Cabañas y Ciruelos, e hija de don Luis Rodrigo Ponce de León y Messía, Señor de la Torre Don Rodrigo, y de doña Isabel María de Quesada.
Esta Condesa, al año de enviudar, volvió a casarse (su tercera boda) en 1676 con don Gaspar Domingo de Villacís Quijada y Ocampo, III Conde de Peñaflor.
De tales uniones nacieron estos hijos:
1) Don Eugenio Álvarez de Toledo y Córdoba, que murió niño.
2) Doña Francisca Antonia Álvarez de Toledo y Córdoba, muerta siendo niña.
3) Doña Mariana Eugenia de Toledo y Córdoba, religiosa de la Orden Militar de Santiago en el monasterio de Santa Fe de Toledo. Litigó en 1678 por la Casa condal de Cedillo.
4) Doña María Teresa de Toledo y Córdoba, muerta siendo niña.
5) Doña Catalina de Toledo y Córdoba, muerta siendo niña.
6) Doña Antonia Álvarez de Toledo y Ponce de León, hija póstuma nacida en Madrid el 24 de julio de 1675, que litigó en 1678-1684 por la Casa condal de Cedillo pero fue excluida por no admitir esta Casa a las hembras en sus llamamientos. Sin sucesión.
7) Doña María Álvarez de Toledo y Ponce de León.
Parece que no tomó estado ni dejó prole. Extinguida la sucesión de la línea principal en marzo de 1675, por muerte del antes mencionado cuarto Conde de Cedillo, vino a recaer esta casa en su primo segundo el antes citado:
XI. DON GABRIEL ÁLVAREZ DE TOLEDO Y DE LA CUEVA, V CONDE DE CEDILLO, Señor de Moratalaz, Tocenaque y Manzaneque, notario mayor de Granada y patrono de la Universidad de Santa Catalina, por muerte sin sucesión de su primo segundo don Baltasar; murió el 22 de noviembre de 1678 en Madrid, habiendo hecho testamento el 13 de noviembre antecedente, declarando por su heredera a su hermana doña Antonia.
Se casó con DOÑA BRIANDA DE MIRANDA PORTOCARRERO Y NIÑO, hija de don Juan de Miranda y Niño de Castro, caballero de la Orden de Santiago, gentilhombre de la boca del Rey, corregidor de Valladolid y de Carmona, natural de Madrid (de la Casa de Valdecarzana, de la de Matadeón, y de la de los Niño del Pasadizo de Valladolid); y de doña Águeda Portocarrero y Aponte119. Murió don Gabriel también sin prole, y se suscitó pleito por esta Casa condal, sucediendo al pronto su hermana:
XI. DOÑA ANTONIA ÁLVAREZ DE TOLEDO Y CUEVA, que fue VI CONDESA DE CEDILLO por sentencia de tenuta dada en 1678. Casada en el año de 1660 con DON TOMÁS MELGAREJO Y PONCE DE LEÓN, caballero de la Orden de Santiago, natural de Belmonte (Cuenca), tampoco dejó sucesión.
A la muerte de esta última señora se siguió el pleito ante el Consejo de Castilla por la posesión del Condado de Cedillo y mayorazgos anejos, entre don Juan de Ayala y Zuazo, Señor de Peromoro (descendiente de la mencionada señora doña Constanza de Toledo, hija mayor del primer Conde de Cedillo), y don Juan de Feloaga y Ponce de León, Marqués de Navahermosa (hijo mayor de doña María Ponce de León, tía carnal del VII Conde).
El Consejo de Castilla, por sentencia dictada el 1 de julio de 1684, falló a favor del primero en cuanto al Condado de Cedillo, y a favor del segundo en cuanto a los mayorazgos de Ponce de León y de Zapata.
DIGNIDADES, PATRONATOS Y RENTAS DE LA CASA CONDAL DE CEDILLO
Según un interesante documento conservado en la Real Academia de la Historia, y datado hacia 1678121, el Conde de Cedillo tenía su asiento en la imperial ciudad de Toledo, sus casas principales en la colación de Santo Tomé, y sus entierros en la capilla gótica de Santa Catalina, parroquia de San Salvador, dotada con un capellán mayor (siempre un canónigo toledano) y catorce capellanes menores. Era Señor de la villa de Cedillo (Toledo), con jurisdicción civil y criminal; Señor de la villa de Moratalaz (Madrid), con jurisdicción civil y criminal, alcabalas, y la dehesa de dicha villa con cinco mil fanegas de tierra de labor (unas 2.300 hectáreas); Señor de la dehesa de Tocenaque, con jurisdicción civil y criminal sobre un término de más de cuatro kilómetros.
Poseía además, en Olías (Toledo), dos pares de casas principales, y la dehesa del Berrocal; y en dicho lugar y sus colindantes, mucha cantidad de pan de renta, olibares, censos y otros tributos; más el solar de Manzaneque con su castillo (cuyo alcaide nombraba) y cuatrocientas fanegas de tierra de labor (unas 200 hectáreas); más una renta de 1500 ducados sobre las alcabalas de Yepes, más otras rentas sobre la Casa del Marqués de Távara, en Sevilla, Ciudad Real y otros lugares. En dicha época del último tercio del siglo XVII, las rentas de la Casa condal de Cedillo, por los conceptos expresados antes, se valuaban en más de once mil ducados cada año.
Además, el Conde de Cedillo era patrono hereditario de la Universidad y Colegio de Santa Catalina, en la que proveía todas las capellanías y todas las colegiaturas; patrono hereditario del monasterio de San Miguel de los Ángeles, de monjas franciscanas, con la prerrogativa de poder presentar hasta seis novicias sin dote; patrono hereditario del Hospital del Corpus Christi, de la Orden de San Juan de Dios, con provisión de sus capellanías; y patrono de una capilla en la iglesia conventual de San Bernardo, con un cuarto de casa para su residencia dentro del convento.
Litigó en vida de su padre ante el Consejo Real de Castilla, desde 1624, por el Condado de Casares110; en 1633 litigó contra el Marqués de Távara111; y después, en 1657, también litigó por el mayorazgo fundado por Fadrique Portocarrero y doña Juana Ponce de León112.
Se casó primeramente en el año de 1598 con DOÑA LUISA MARÍA DE SALAZAR Y MENDOZA, hija del célebre secretario real don Juan Vázquez de Salazar, Señor del Mármol, y de doña María de Mendoza (hija a su vez del Conde de Priego).
Habiendo enviudado, el Conde se casó en segundas nupcias con DOÑA FRANCISCA DE PRADO Y ENRÍQUEZ, natural de Palacios de Meneses (Palencia), e hija de don Francisco de Prado, Señor de Villa de Prado, Valdetuéjar y Albires, caballerizo mayor de Don Juan de Austria y gobernador de Aranjuez, y de doña María Bravo y Sarmiento (era hermana por tanto del I Vizconde de Prado).
Fueron hijos del primer matrimonio:
1) Don Juan Álvarez de Toledo Ponce de León y Salazar, inmediato sucesor en la Casa, premurió a su padre en Madrid (San Sebastián), en 1632. Fue marido de doña Juana Fernández de Córdoba Zapata y Bracamonte, hija de don Antonio Fernández de Córdoba, Marqués de Valenzuela, y de doña Antonia de Zapata y Bracamonte.
Fue su hija:
A) Doña María Antonia Álvarez de Toledo y Córdoba, que por ser hembra no pudo suceder en la Casa condal de Cedillo.
B) Un varón, malogrado al nacer, póstumo de su padre.
2) Doña Leonor de Mendoza Luna y Córdoba, mujer de don Manuel de la Vega y Acuña, Señor de Valdilecha, Carabaña y Orusco, fallecido en Madrid (San Sebastián) el 23 de julio de 1644 (abintestato, se llevó a enterrar a Carabaña), siendo hijo de don Ruy Lópes da Veiga, caballero de la Orden de Cristo, señor de varios mayorazgos en Portugal, y de doña Beatriz de Acuña.
Fueron sus hijos:
A) Don Eugenio de la Vega y Acuña, Señor de Valdilecha, Carabaña y Orusco, que en 1678 litigó por la Casa condal de Cedillo. B) Don Rodrigo de la Vega y Acuña, que era vivo en 1629.
3) Don Gaspar Álvarez de Toledo y Prado, que murió en la niñez.
4) Don Melchor Álvarez de Toledo y Prado, que también murió en la niñez.
5) Don Baltasar Álvarez de Toledo y Prado, que sigue.
6) Doña Ana María de Toledo y Córdoba, retratada junto a su hermano don Baltasar por Sebastián Muñoz en 1670.
En 1672 se trataba su casamiento con don Enrique de Toledo Enríquez, hijo de don Luis de Toledo Enríquez, Marqués de Villamagna, y de doña Mariana Gaitán de Mendoza, pero esta boda no se celebró.
X. DON BALTASAR ÁLVAREZ DE TOLEDO Y DE PRADO ENRÍQUEZ, IV CONDE DE CEDILLO, Señor de Moratalaz, Tocenaque y Manzaneque, notario mayor del Reino de Granada, patrono de la Universidad de Santa Catalina, mayordomo de la Reina (1667), comendador de Estremera en la Orden de Santiago –en la que ingresó en 1634–, nacido en Madrid (San Martín) el 29 de octubre de 1610, y muerto en Madrid el 14 de marzo de 1675 –dejando a la Condesa embarazada de muchos meses–.
Litigó desde mayo de 1662 con sus vasallos de Cedillo115; y poco antes de morir inició pleito por el Condado de Coruña y Vizcondado de Torija, proceso que siguió su hija doña Antonia.
El actual Conde de Cedillo posee un buen retrato suyo, hecho en 1670 por el artista segoviano Sebastián Muñoz117. En primeras nupcias se casó en Madrid (Santa Cruz), el 28 de febrero de 1638, con DOÑA BRIANDA FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA MENDOZA Y RIEDERER, hija de don Diego Fernández de Córdoba, I Marqués de Guadalcázar, virrey del Perú y de la Nueva España, caballero de la Orden de Santiago, gentilhombre de la cámara y de la boca de Don Felipe III; y de doña María Riederer de Par, dama de la Reina Doña Margarita.
Esta Condesa hizo fundación de ciertas memorias pías en 1636. Y en segundas nupcias se casó con DOÑA ALDONZA MARÍA PONCE DE LEÓN Y MESSÍA, viuda de don Juan Manuel Pantoja de Figueroa, Señor de Cabañas y Ciruelos, e hija de don Luis Rodrigo Ponce de León y Messía, Señor de la Torre Don Rodrigo, y de doña Isabel María de Quesada.
Esta Condesa, al año de enviudar, volvió a casarse (su tercera boda) en 1676 con don Gaspar Domingo de Villacís Quijada y Ocampo, III Conde de Peñaflor.
De tales uniones nacieron estos hijos:
1) Don Eugenio Álvarez de Toledo y Córdoba, que murió niño.
2) Doña Francisca Antonia Álvarez de Toledo y Córdoba, muerta siendo niña.
3) Doña Mariana Eugenia de Toledo y Córdoba, religiosa de la Orden Militar de Santiago en el monasterio de Santa Fe de Toledo. Litigó en 1678 por la Casa condal de Cedillo.
4) Doña María Teresa de Toledo y Córdoba, muerta siendo niña.
5) Doña Catalina de Toledo y Córdoba, muerta siendo niña.
6) Doña Antonia Álvarez de Toledo y Ponce de León, hija póstuma nacida en Madrid el 24 de julio de 1675, que litigó en 1678-1684 por la Casa condal de Cedillo pero fue excluida por no admitir esta Casa a las hembras en sus llamamientos. Sin sucesión.
7) Doña María Álvarez de Toledo y Ponce de León.
Parece que no tomó estado ni dejó prole. Extinguida la sucesión de la línea principal en marzo de 1675, por muerte del antes mencionado cuarto Conde de Cedillo, vino a recaer esta casa en su primo segundo el antes citado:
XI. DON GABRIEL ÁLVAREZ DE TOLEDO Y DE LA CUEVA, V CONDE DE CEDILLO, Señor de Moratalaz, Tocenaque y Manzaneque, notario mayor de Granada y patrono de la Universidad de Santa Catalina, por muerte sin sucesión de su primo segundo don Baltasar; murió el 22 de noviembre de 1678 en Madrid, habiendo hecho testamento el 13 de noviembre antecedente, declarando por su heredera a su hermana doña Antonia.
Se casó con DOÑA BRIANDA DE MIRANDA PORTOCARRERO Y NIÑO, hija de don Juan de Miranda y Niño de Castro, caballero de la Orden de Santiago, gentilhombre de la boca del Rey, corregidor de Valladolid y de Carmona, natural de Madrid (de la Casa de Valdecarzana, de la de Matadeón, y de la de los Niño del Pasadizo de Valladolid); y de doña Águeda Portocarrero y Aponte119. Murió don Gabriel también sin prole, y se suscitó pleito por esta Casa condal, sucediendo al pronto su hermana:
XI. DOÑA ANTONIA ÁLVAREZ DE TOLEDO Y CUEVA, que fue VI CONDESA DE CEDILLO por sentencia de tenuta dada en 1678. Casada en el año de 1660 con DON TOMÁS MELGAREJO Y PONCE DE LEÓN, caballero de la Orden de Santiago, natural de Belmonte (Cuenca), tampoco dejó sucesión.
A la muerte de esta última señora se siguió el pleito ante el Consejo de Castilla por la posesión del Condado de Cedillo y mayorazgos anejos, entre don Juan de Ayala y Zuazo, Señor de Peromoro (descendiente de la mencionada señora doña Constanza de Toledo, hija mayor del primer Conde de Cedillo), y don Juan de Feloaga y Ponce de León, Marqués de Navahermosa (hijo mayor de doña María Ponce de León, tía carnal del VII Conde).
El Consejo de Castilla, por sentencia dictada el 1 de julio de 1684, falló a favor del primero en cuanto al Condado de Cedillo, y a favor del segundo en cuanto a los mayorazgos de Ponce de León y de Zapata.
DIGNIDADES, PATRONATOS Y RENTAS DE LA CASA CONDAL DE CEDILLO
Según un interesante documento conservado en la Real Academia de la Historia, y datado hacia 1678121, el Conde de Cedillo tenía su asiento en la imperial ciudad de Toledo, sus casas principales en la colación de Santo Tomé, y sus entierros en la capilla gótica de Santa Catalina, parroquia de San Salvador, dotada con un capellán mayor (siempre un canónigo toledano) y catorce capellanes menores. Era Señor de la villa de Cedillo (Toledo), con jurisdicción civil y criminal; Señor de la villa de Moratalaz (Madrid), con jurisdicción civil y criminal, alcabalas, y la dehesa de dicha villa con cinco mil fanegas de tierra de labor (unas 2.300 hectáreas); Señor de la dehesa de Tocenaque, con jurisdicción civil y criminal sobre un término de más de cuatro kilómetros.
Poseía además, en Olías (Toledo), dos pares de casas principales, y la dehesa del Berrocal; y en dicho lugar y sus colindantes, mucha cantidad de pan de renta, olibares, censos y otros tributos; más el solar de Manzaneque con su castillo (cuyo alcaide nombraba) y cuatrocientas fanegas de tierra de labor (unas 200 hectáreas); más una renta de 1500 ducados sobre las alcabalas de Yepes, más otras rentas sobre la Casa del Marqués de Távara, en Sevilla, Ciudad Real y otros lugares. En dicha época del último tercio del siglo XVII, las rentas de la Casa condal de Cedillo, por los conceptos expresados antes, se valuaban en más de once mil ducados cada año.
Además, el Conde de Cedillo era patrono hereditario de la Universidad y Colegio de Santa Catalina, en la que proveía todas las capellanías y todas las colegiaturas; patrono hereditario del monasterio de San Miguel de los Ángeles, de monjas franciscanas, con la prerrogativa de poder presentar hasta seis novicias sin dote; patrono hereditario del Hospital del Corpus Christi, de la Orden de San Juan de Dios, con provisión de sus capellanías; y patrono de una capilla en la iglesia conventual de San Bernardo, con un cuarto de casa para su residencia dentro del convento.
A MODO DE CONCLUSIONES
La antigua familia de estos Álvarez de Toledo, descendientes de los Ben Furón, y seguramente del gran Munio Alfonso a través de los Señores de Ajofrín, descendía también de algunos linajes conversos de la ciudad, que fueron la causa de que sus vástagos sufrieran los rigores del Santo Oficio.
Esta familia llegó a ser, mediante un proceso de ascenso social y económico que se examina en este texto, una de las más ilustres y caracterizadas del Toledo de la Edad Moderna.
Así, en las páginas que anteceden he acometido el intento de establecer el relato ajustado y documentado de la genealogía de los Álvarez de Toledo, Señores y Condes de Cedillo, entre los siglos XIV y XVII, y he ilustrado ese relato puramente genealógico con la semblanza biográfica del más grande vástago de esta antigua familia toledana: Hernán d’Álvarez de Toledo, primer Señor de Cedillo y secretario de los Reyes Católicos.
Además, tal relato genealógico lo he ampliado, como corresponde, a todas las líneas descendientes del tronco común, iniciado en la segunda mitad del siglo XIV con Alfón González de Ajofrín; y lo he enriquecido no solamente con las noticias atinentes a sus privilegios nobiliarios y armerías, sino con el resultado o balance final de su trayectoria social y económica ascendente: quiero decir, con un breve resumen de los honores, propiedades y rentas que los Condes de Cedillo alcanzaron a gozar a mediados del siglo XVII.
El retrato panorámico del que llegó a ser uno de los grandes linajes o clanes nobiliarios de la Ciudad Imperial durante la última etapa de la Edad Media, y durante buena parte de la Edad Moderna, desde sus orígenes en una familia mediana de la oligarquía urbana cuatrocentista, hasta la conformación y consolidación de una importante Casa titulada con proyección en todo el reino, ha quedado así bien perfilado, sin embargo de que en el futuro las investigaciones hayan de dirigirse al examen pormenorizado de su patrimonio y de sus recursos económicos.
TÍTULO DE CONDE DE CEDILLO EL REY E LA REYNA
Por fazer bien y merced a bos Antonio Albarez de Toledo, hijo de Fernán d’Albarez de Toledo, nuestro Notario Mayor de Granada y nuestro Secretario y del nuestro Consejo, teniendo en memoria los grandes y señalados serbicios que el dicho Fernán d’Albarez nos ha fecho y faze de cada día, y de la gran lealtad y fidelidad que en él hemos fallado, y en los grandes y árduos negocios que de él habemos confiado, y porque bos el dicho Antonio Albarez de Toledo casasteis con nuestra licenzia con doña María Ponze de León, dama de mí la Reyna, y por más bos honrar y acrezentar, es nuestra merced que después de los días y bida de el dicho Fernán d’Albarez buestro padre, bos el dicho Antonio Albarez de Toledo os podáis llamar y llaméis CONDE DE ZEDILLO, y de el nuestro Consejo, y eso mismo buestro hijo y nieto, o qualquiera de buestros dezendientes que suzedieren en la Casa y Mayorazgo de el dicho buestro padre, en el qual bos el dicho Antonio Albarez de Toledo habéis de suzeder y sóis llamado como hijo legítimo y primogénito.
Y queremos que ayáis y tengáis, e bos sean guardadas, todas las honras e preeminencias que an y tienen y se les guardan a los otros Condes y Ricos Homes de nuestros Reynos y señoríos. Y tenemos por bien que en reconocimiento de esta merced que bos fazemos, usando della bos el dicho Antonio Albarez de Toledo o qualquiera de los dichos buestros suzesores, nos acudáis e sirbáis con quinze lanzas de hombres de armas cada que Nos, o los Reyes que después de Nos reynaren, mandamos prebenir e juntar las lanzas con que nos acuden y sirben los Condes y Ricos Homes y otros Caballeros y Prelados nuestros súbditos e naturales.
Y de todo lo aquí contenido os mandamos dar e daremos nuestra carta patente e bastante, tal qual cumpliere e menester sea, la qual desde aora para entonzes por la presente bos damos e otorgamos. Y en firmeza de lo qual bos mandamos dar y dimos esta nuestra zédula, firmada de nuestros nombres y sellada con nuestro real sello, fecha en Laredo, a tres días del mes de agosto, año de el Señor de mill y quatrozientos nobenta y seis años.
YO EL REY. YO LA REYNA.
Por mandado de el Rey e de la Reyna, Joan de Coloma.
Esta familia llegó a ser, mediante un proceso de ascenso social y económico que se examina en este texto, una de las más ilustres y caracterizadas del Toledo de la Edad Moderna.
Así, en las páginas que anteceden he acometido el intento de establecer el relato ajustado y documentado de la genealogía de los Álvarez de Toledo, Señores y Condes de Cedillo, entre los siglos XIV y XVII, y he ilustrado ese relato puramente genealógico con la semblanza biográfica del más grande vástago de esta antigua familia toledana: Hernán d’Álvarez de Toledo, primer Señor de Cedillo y secretario de los Reyes Católicos.
Además, tal relato genealógico lo he ampliado, como corresponde, a todas las líneas descendientes del tronco común, iniciado en la segunda mitad del siglo XIV con Alfón González de Ajofrín; y lo he enriquecido no solamente con las noticias atinentes a sus privilegios nobiliarios y armerías, sino con el resultado o balance final de su trayectoria social y económica ascendente: quiero decir, con un breve resumen de los honores, propiedades y rentas que los Condes de Cedillo alcanzaron a gozar a mediados del siglo XVII.
El retrato panorámico del que llegó a ser uno de los grandes linajes o clanes nobiliarios de la Ciudad Imperial durante la última etapa de la Edad Media, y durante buena parte de la Edad Moderna, desde sus orígenes en una familia mediana de la oligarquía urbana cuatrocentista, hasta la conformación y consolidación de una importante Casa titulada con proyección en todo el reino, ha quedado así bien perfilado, sin embargo de que en el futuro las investigaciones hayan de dirigirse al examen pormenorizado de su patrimonio y de sus recursos económicos.
TÍTULO DE CONDE DE CEDILLO EL REY E LA REYNA
Por fazer bien y merced a bos Antonio Albarez de Toledo, hijo de Fernán d’Albarez de Toledo, nuestro Notario Mayor de Granada y nuestro Secretario y del nuestro Consejo, teniendo en memoria los grandes y señalados serbicios que el dicho Fernán d’Albarez nos ha fecho y faze de cada día, y de la gran lealtad y fidelidad que en él hemos fallado, y en los grandes y árduos negocios que de él habemos confiado, y porque bos el dicho Antonio Albarez de Toledo casasteis con nuestra licenzia con doña María Ponze de León, dama de mí la Reyna, y por más bos honrar y acrezentar, es nuestra merced que después de los días y bida de el dicho Fernán d’Albarez buestro padre, bos el dicho Antonio Albarez de Toledo os podáis llamar y llaméis CONDE DE ZEDILLO, y de el nuestro Consejo, y eso mismo buestro hijo y nieto, o qualquiera de buestros dezendientes que suzedieren en la Casa y Mayorazgo de el dicho buestro padre, en el qual bos el dicho Antonio Albarez de Toledo habéis de suzeder y sóis llamado como hijo legítimo y primogénito.
Y queremos que ayáis y tengáis, e bos sean guardadas, todas las honras e preeminencias que an y tienen y se les guardan a los otros Condes y Ricos Homes de nuestros Reynos y señoríos. Y tenemos por bien que en reconocimiento de esta merced que bos fazemos, usando della bos el dicho Antonio Albarez de Toledo o qualquiera de los dichos buestros suzesores, nos acudáis e sirbáis con quinze lanzas de hombres de armas cada que Nos, o los Reyes que después de Nos reynaren, mandamos prebenir e juntar las lanzas con que nos acuden y sirben los Condes y Ricos Homes y otros Caballeros y Prelados nuestros súbditos e naturales.
Y de todo lo aquí contenido os mandamos dar e daremos nuestra carta patente e bastante, tal qual cumpliere e menester sea, la qual desde aora para entonzes por la presente bos damos e otorgamos. Y en firmeza de lo qual bos mandamos dar y dimos esta nuestra zédula, firmada de nuestros nombres y sellada con nuestro real sello, fecha en Laredo, a tres días del mes de agosto, año de el Señor de mill y quatrozientos nobenta y seis años.
YO EL REY. YO LA REYNA.
Por mandado de el Rey e de la Reyna, Joan de Coloma.
http://realacademiatoledo.es/wp-content/uploads/2016/06/10.-Los-se%C3%B1ores-y-condes-de-Cedillo-en-Toledo-durante-los-siglos-XV-al-XVII-por-Alfonso-de-Ceballos-Escalera-y-Gil.pdf
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